La manera tradicional de estudiar Historia de la Música tiene poco que ver con la música: memorizar biografías de compositores y listas de obras, si acaso incluyendo la audición de la obra más conocida, contextualizándola muy superficialmente y, naturalmente, finalizando con un examen escrito para contabilizar los datos retenidos y calificar proporcionalmente.
A pesar de sus limitaciones, que a mi juicio son tan grandes y evidentes como para hacerla totalmente desaconsejable en todos los niveles y regímenes educativos, los estudiantes universitarios y, sobre todo, los de los conservatorios profesionales o superiores pueden extraer algún conocimiento de esta metodología, pues para ellos se trata de una enseñanza significativa, al tratarse de personas que han escuchado (y tocado) y siguen escuchando (y tocando) mucha música. Por otro lado sabemos muy bien que en nuestro país, debido sobre todo a condicionantes sociales, la que suelen escuchar los estudiantes de la ESO es casi exclusivamente música de consumo, algo que no critico de por sí, sino sólo en la medida en que les impide conocer una enorme cantidad de música de otros géneros, de otros lugares o de otros tiempos que, de escucharla sin prejuicios y con la debida atención, seguramente apreciarían. Dicho de otra manera: no hay nada malo en leer el Marca o el Hola!, siempre que no se lea sólo eso.
Sin embargo no es fácil introducir al alumnado en la escucha y el disfrute de otros géneros musicales en grupos de 33 y en dos horas semanales, y todavía más ardua es la empresa si nos apoyamos en herramientas obsoletas como el libro de texto, un conjunto de conocimientos demasiado limitado y previsible comparado con el mundo global y cambiante en el que el alumnado está sumergido constantemente gracias a Internet. Afortunadamente, en la red tienen a su disposición una cantidad apabullante de recursos también a nivel musical: si les infundimos curiosidad por lo desconocido y a la vez les enseñamos métodos de búsqueda y criterios de selección de contenidos que puedan satisfacerla, su aprendizaje será profundo y duradero.
Como ejemplo de un recurso que puede ser útil para despertar la curiosidad musical, el vídeo que he encontrado hoy en YouTube del Colectivo Cadenza. En tan sólo 6 minutos nos lleva de viaje por 50 años de solos de guitarra eléctrica, demostrando cómo este instrumento ha llegado a conquistar un rol central en las bandas de rock gracias a la genialidad de grandes músicos como Chuck Berry, Jimi Hendrix, Carlos Santana o Jimmy Page.
Éste es el primer vídeo de la serie recién estrenada sobre instrumentos musicales, así que habrá que estar atentos a las próximas entregas. Para no perdérmelas me he suscrito al canal de YouTube de este grupo tan peculiar.
No todos sus vídeos son igualmente interesantes, pero hay algunos que os recomiendo, como Historia de las letras que no son letras, Historia del silbido o el siguiente, de humor totalmente surrealista: Historia de las letras malentendidas.