“¡Bajad el volumen, que no me escucho cuando canto!”
¿Te suena?
A mi también.
Ya sea en conciertos en directo o durante los ensayos en tu local de ensayo, el cantante de la banda siempre se encuentra con este problema recurrente.
Te voy a mostrar unas cuantas cosas que puedes hacer si no te escuchas cuando cantas si eres cantante, o si eres un instrumentista de tu banda y no escuchas a tu cantante.
Lo primero es lo evidente: si no te escuchas cuando cantas, haz que tu banda baje el volumen
Tiene toda la lógica del mundo, ¿verdad?
Además, todo el mundo lo dice.
Sí es cierto que hay instrumentistas que se pasan tres pueblos con el volumen, y esto es algo que deben entender.
Considerando una banda típica, es decir, bajo, guitarra, batería, teclados y cantante, los que más fácil lo tienen son los que el volumen lo dicta los potenciómetros de sus equipos: los guitarras, los bajistas y los teclistas.
La solución es fácil y obvia.
Baja el volumen del amplificador o del instrumento.
Puede que no tengas problemas y que cuando lo pidas te hagan caso sin rechistar.
Eso es genial, porque además de que mejorará la calidad del sonido, tú podrás oírte mejor y no tendrás que estar gritando, vuestros oídos os lo agradecerán.
Mantener los volúmenes a unos niveles normales es vital para la salud de tus oídos.
Puede parecer una tontería, pero no lo es.
Aquí puedes ver información más técnica al respecto.
Por otra parte, también puede ser que hayas dado con alguien con demasiado ego como para bajar el volumen.
Entramos en un campo muy personal, por lo que lo que te digo ahora es sólo mi opinión.
Si la persona o personas no entran en razón, deja la banda.
Escápate.
Corre.
Vuela si hace falta.
Para mi, eso es una señal de muchos problemas que están por llegar.
Si alguien no es capaz de hacer eso por el bien común de la banda, imagínate qué pasará más adelante, cuando tengáis que tomar decisiones sobre la banda.
Tener integrantes que quieran imponer su forma de hacer las cosas no suele funcionar bien.
Cosas a tener en cuenta si no te escuchas cuando cantas en el local de ensayo
Aunque no te lo creas, puedes hacer muchas cosas en un local de ensayo para mejorar la calidad del sonido y poder equilibrar así los volúmenes.
Te las presento sin ningún orden en especial:
#1: ¿Estás usando el micrófono adecuado?
Este es uno de los errores más típicos que se cometen, por puro desconocimiento.
Por una parte, para cantar con tu banda, necesitas un micrófono dinámico unidireccional.
¿Por qué?
Por dos razones:
- Al ser unidireccional te asegurarás de que la mayor parte del sonido que capte provenga de tu voz.
- Al ser dinámico, el micrófono suele recoger menos rango de frecuencias que un micrófono de condensador, por lo que se colará menos sonido del resto de la banda.
Además, este tipo de micrófono suele ser más resistente que los micrófonos de condensador.
Vamos, es un micrófono de batalla.
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#1.1: ¿Sigues teniendo acoples? ¡Cuidado con la reverb!
¿A quién no le gusta una buena reverb en su voz?
Es un recurso utilizado por todos los cantantes, porque añaden mucha presencia y hace que el sonido gane muchos puntos. Pero…
Citando a la película Gladiator:
Lo que hacemos en esta vida tiene su eco en la eternidad.
Es decir, si te pasas de reverb, vas a sufrir unos acoples bastante desagradables.
#2: Asegúrate de tener un buen equipo de voces y orientarlo bien
Ya hemos hablado anteriormente acerca de los equipos de voces. El artículo te será útil si no te defiendes demasiado con el tema.
Lo primero y más evidente es que tu equipo de voces tenga un mínimo de potencia.
Está claro que si estás en una banda de rock o metal, el volumen no puede ser precisamente bajo. Debe ser o medio o un poco alto, ¡pero sin pasarse!
Si tu equipo de voces tiene suficiente potencia, cabe la posibilidad de que no lo tengas bien posicionado en el local y no estés aprovechando todo el sonido que sale de él.
La posición ideal es que tengas los altavoces enfocados hacia ti. De esta forma su propio sonido te llegará directo y también podrás aumentar más el volumen si es necesario, ya que esto reducirá los posibles acoples.
#3: Subir los amplificadores y equipo de voces para que no toquen el suelo
Este “truco” hizo maravillas cuando ensayaba con mi banda.
Es tan sencillo como coger una silla para cada amplificador ( guitarra, bajo, etc. ) y subirlos encima, para que estén a una altura cercana a un metro.
El sonido es mucho más limpio.
Con esto consigues que haya más sonido y menos ruido.
Lo cuál te permite no tener que subir más el volumen para poder entender la música.
#4: Acondicionar el local de ensayo
Aquí hay material para perderse y además yo no soy un experto en temas de insonorización y acondicionamiento.
Lo que si sé es que quieres mejorar la calidad del sonido de tu local sin tener que gastarte mucho dinero.
Bueno, no lo sé, pero me lo imagino =) Yo tampoco querría.
Si las paredes de tu local son planas, es decir, se ven los ladrillos, o están cubiertos de yeso, quizás de pladur, … el sonido va a rebotar como un loco y eso no mola nada.
Cuando el sonido rebota, se amplifica, pero no se amplifica sin más si no que se modifica.
Las modificaciones las dicta la superficie en la que rebota.
O sea, que si ya es malo que se amplifique porque precisamente estamos intentando equilibrar el sonido, imagínate que además se añada más ruido a la mezcla.
Un desastre total.
La idea es evitar que el sonido rebote. Lo ideal es que al llegar a la pared se amortigüe al máximo.
Lo mejor, claro está, es hacer un acondicionamiento como Dios manda. Hasta donde yo sé, lo mejor es hacerlo con fibra de vidrio.
Pero esto es realmente caro.
Si, como yo, optas por lo barato, hay algunas soluciones, como por ejemplo forrar la pared con cajas de huevos, pero yo te voy a explicar lo que nos funcionó a nosotros.
Cortinas.
Pusimos cortinas muy gruesas en cada pared, sin que la cortina llegase a tocarla.
Te lo digo en serio. Fue como la noche y el día.
Nosotros tuvimos suerte y conocíamos a una señora que nos lo hizo todo a un precio buenísimo.
Si tu no tienes esa suerte, quédate con la idea de que el sonido no rebote. Seguro que se te ocurren otras formas de conseguirlo.
#5: Sordinas para la batería
Aún haciendo todo esto, queda el problema del pobre incomprendido del batería. Ese que no es músico porque sólo da golpes.
Antes hablábamos de que a un guitarra le puedes pedir que se baje el volumen.
Es muy fácil.
Pero a un batería… créeme cuando te digo que no puedes pedirle que simplemente toque más flojo.
Es como pedirte a ti que cantes más fuerte.
Pero aunque la batería no tenga potenciómetros ( ¡a no ser que sea una batería electrónica! ), hay formas de hacer que suene “más batería” y “menos eco”.
Me explico.
Cuando golpeas la caja de la batería, ésta emite un sonido. Este sonido tiene un ataque y una caída.
El ataque es el golpe inicial, el sonido en sí.
La caída es el eco que deja.
La idea es conseguir que el ataque se siga oyendo y reducir el eco, ya que el eco aporta más ruido que otra cosa.
Empezando por el bombo, te recomiendo ponerle dentro una manta bastante gruesa, pegada al parche. De esta forma sólo te quedará la pegada, el ataque.
Para los toms, la caja y los platos, existen unos parches de gel que son absolutamente geniales, ¡y baratos!
Me recuerdan a las mano loca… que viejo se hace uno…
Estas sordinas de gel se pegan a los platos y a los parches de cada pieza de la batería. Conseguirás reducir de forma impresionante el eco de cada pegada.
Si tu batería se muestra reacio, te recomiendo que le compres tú estos parches.
Estoy bastante convencido que una vez los pruebe le gustará más el sonido con parches que sin parches, incluso para los directos, exceptuando quizás los platos.
Si aún y así no quiere utilizarlos pero has visto que el volumen se equilibra mucho más, te remito a lo que te he comentado antes de los egos.
Aquí tienes una foto de cómo son estos parches:
Cosas a tener en cuenta si no te escuchas cuando cantas en directo
Bueno, entramos en un tema muy peliagudo.
En los directos solemos tener muy pocas cosas bajo nuestro control.
La sala, el equipo de amplificación, el técnico de sonido, …
Es por eso que aquí te puedo dar pocos consejos, pero aún y así pueden salvarte el directo.
#1: Enfócate los chivatos y dales caña
Los chivatos son los altavoces que se ponen delante de la banda, enfocados hacia ella.
Sobretodo están pensados para el cantante.
La idea es que el técnico de sonido controle por separado lo que escucha la banda y lo que escucha el público.
¿Por qué?
Porque lo que escucha el público no suele ser lo que quiere escuchar la banda.
Cada miembro de la banda suele necesitar escucharse un poco más a sí mismo que al resto de los componentes.
La sensación de tocar y no escuchar bien lo que estás haciendo es muy rara.
Piénsalo, es exactamente el tema que estamos tratando aquí. Si no te escuchas cuando cantas es muy difícil que sepas lo que estás haciendo.
Pues bien, los instrumentistas suelen tener sus propios amplificadores cerca, por lo que no tienen tanto problema para escucharse.
El batería seguro que no va a tener ningún problema, ya que el sonido de la propia batería será suficiente.
Pero tú necesitas que el sonido de los chivatos te llegue limpio y fuerte.
Normalmente no vas a tener problema para que el técnico de sonido te suba el volumen hasta donde necesites, e incluso te dejará moverlos de sitio para que los pongas donde mejor te vengan.
Pero de vez en cuando te encontrarás con alguno que sólo por el hecho de que sepa, o crea saber, más que tú de sonido, no te va a hacer caso.
¿Qué te recomiendo hacer?
Pasa de él y muévelos.
No se trata de ser un cabezón y hacer lo que te de la gana, se trata de que eres tú el que está sufriendo por no escucharte, por lo que lo único que importa es que tu voz esté a salvo.
Si necesitas que suba el volumen, puedes tener un problema más gordo.
Yo optaría por darle la brasa hasta que accediese, pero incluso así puede que en medio del concierto te baje el volumen a lo que él piense que es lo correcto.
#2: Monitores in-ear o tapones para los oídos si quieres una solución low cost
Los monitores in-ear son unos pequeños auriculares por donde vas a escuchar tu pista, es decir, tu voz.
Eso sí va a estar bajo tu control, y ahí vas a poder calibrar el volumen a tu antojo.
La parte mala es que no suelen ser precisamente baratos. Los hay de todos los precios, sí, pero las calidades también variarán.
Si los puedes probar y devolverlos si no te gustan, yo optaría por eso.
Pero también puedes optar por comprar unos tapones de espuma para los oídos.
Son los monitores in-ear de estar por casa.
Al taparte los oídos, escucharás mucho más tu voz, ya que obviamente llegará menos sonido externo a tus oídos, pero el sonido interno de tu voz seguirá llegando a través de tu oído interno.
Es un poco raro cantar así, y te recomiendo que antes te acostumbres en tu local de ensayo.
También puedes probar a taparte sólo un oído en vez de los dos.
Estos tapones son súper baratos, ¡y los hay en varios colores!
Si es que hoy se puede molar hasta con esto…
¡En fin! Me encantaría conocer más “trucos” de este estilo para mejorar la calidad de los ensayos y los directos, así que si conoces alguno, por favor, ¡compártelo con nosotros en la sección de comentarios! ¡Gracias!
Imagen: Algunos derechos reservados por Eknath Gomphotherium
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