2 razones por las que tus ejercicios de canto no funcionan

tus por qué tus ejercicios de canto no funcionan¿Sientes que tus ejercicios de canto no funcionan?

¿Vas practicando día tras día pero no notas ningún resultado positivo?

Es muy importante que prestes atención a los ejercicios que estás haciendo y descubras por qué razón no te funcionan.

¡Imagínate! Podrías estar haciéndolos durante mucho tiempo y que no sólo no te sirvieran para nada, sino que además te estuvieran perjudicando.

Lo más común es que esto te pase cuando eres autodidacta, no tienes a nadie para que te vaya corrigiendo cómo hacer los ejercicios de canto o que distinga el por qué no suenan como deberían.

Si ese es tu caso, tendrás ejemplos de lo que tienes que hacer, pero ¿cómo sabes si lo estás haciendo bien?

Aún y así, aunque estés trabajando con un profesor de canto, es posible que sientas que no te funcionan los ejercicios.

Hay dos razones muy claras por las que te puede estar pasando esto. ¿Quieres saberlas?

¡Sigue leyendo!

Razón 1: Tus ejercicios de canto no funcionan porque no son los adecuados para ti

Puede ser que no tengas el problema que crees.

Al ser autodidacta es difícil acertar en qué es lo que está fallando en tu voz y en los ejercicios que te van a ayudar a solucionar ese problema.

Pero, a veces, aunque tengas un profesor puedes encontrarte con este problema.

Voy a ponerte un ejemplo muy típico y vivido en primera persona:

Ya te lo he explicado en otros artículos, yo antes tenía la voz airosa.

No creía que eso fuera un problema en sí, más bien creía que mi voz era así y no me disgustaba, porque me hacía sonar dulce.

Lo que sí sentía como un problema era que cuando quería sostener una nota, el aire no me llegaba y no aguantaba nada.

Dentro de mi cabecita, era muy lógico:

Todo el mundo decía que la respiración es la base del canto y que hay que tener muchísima capacidad pulmonar para cantar bien, así que ese debía de ser mi problema: no respiraba bien.

Ni corta ni perezosa, me apunté a clases de canto y sin pedirlo, me dieron lo que quería, ejercicios de respiración.

Yo estaba contenta porque me estaban dando lo que yo creía que necesitaba, el profesor me decía que los hacía bien, todo iba genial, pero seguía sin poder sostener notas durante mucho rato.

¿Qué estaba pasando?

Llevaba un año entero recibiendo clases sin ninguna evolución.

Algo no estaba bien.

Y es que el problema no estaba en la respiración. El problema estaba en otro sitio.

Tuve la suerte de cambiar de profesor y en cuanto me dieron los ejercicios correctos, empecé a notar la evolución y en mucho menos tiempo.

En mi caso, como ves, ni siquiera es que fuera autodidacta y que eligiera mal los ejercicios que tenía que hacer, sino que un profesional los eligió mal por mi.

Pero esto no pasa sólo con los ejercicios de respiración, pasa con toda clase de ejercicios.

Si vas leyendo a Carlos, sabes que a él no sólo le dieron ejercicios que no le servían de nada, sino que le dieron ejercicios que le perjudicaron, haciendo que le aparecieran problemas nuevos, que antes no tenía o que se le acentuaran los que ya tenía.

La clave para solucionar este problema es pedir ayuda a un profesional, pero ¿cómo sabes que realmente te puede ayudar? Aquí tienes una guía para saber distinguir a un buen profesor de canto de uno que no lo es.

Razón 2: Tus ejercicios de canto no funcionan porque no los estás haciendo bien

Puede que tengas los ejercicios correctos, que deberían funcionar para tu caso en concreto, pero que no notes ninguna evolución.

¿Qué puede estar pasando en este caso?

La explicación es muy simple: por algún motivo no los estás haciendo correctamente.

Lo primero que te voy a pedir es que te grabes mientras haces los ejercicios y que compruebes que suenan igual que el ejemplo.

Tienes que poner mucha atención en esto, porque es super importante.

Hay cuatro cosas clave en las que te tienes que fijar.

Si es necesario, escúchalo 4 veces poniendo atención cada vez a una cosa:

1. La vocal y/o consonante que se te pide que hagas

Depende del idioma que hables, tendrás más o menos vocales. En español, por ejemplo, tenemos muy pocas, sólo 5.

Pues bien, hay más.

Tienes que distinguir cual es la del ejemplo que tienes y reproducirla igual que se te pide.

Quiero que entiendas que esto es muy importante, pues si usas una vocal u otra para un ejercicio, puede cambiar totalmente su función.

Aquí tienes un artículo donde podrás ver la importancia de las vocales en el canto.

2. La escala que se te da

Normalmente esto es lo más fácil de distinguir si lo estás haciendo bien o no, aunque a veces te puedes estar equivocando y cambiando alguna nota.

¡No sólo basta con que la primera y la última nota coincidan!

Fíjate bien en la escala y estudia hasta que te salga bien.

Como lo que te comentaba antes, una escala también tiene su función y utilizar una u otra o hacerla mal, también puede hacer que cambie totalmente el ejercicio.

3. El sonido temporal

Si tiene que ser voz de tonto, tienes que poner voz de tonto. Si tiene que ser voz de bruja, tienes que ponerla así.

Sé que puede ser difícil distinguir si lo estás haciendo bien o no, pero tampoco quiero que te conformes con el más o menos.

Puede ser que al principio no te salga igual que a tu profesor o como en el ejemplo, pero lo que sí tienes que notar es que es un sonido diferente a tu voz normal, tiene que ser un sonido entre tu voz normal y la voz del ejemplo.

Quizás piensas que estás exagerando mucho el sonido cuando en realidad no es así y te controlas porque piensas que te estás pasando.

No te controles, exagera al máximo el sonido (¡ojo! ¡eso no quiere decir que subas el volumen!) y escucha cómo suena. Seguro que no suena tan exagerado como pensabas, ¿a que no?

Te digo esto porque lo veo muchísimo en clase.

Cuando mis alumnos hacen la voz que les pido, me dicen: uff! suena horrible!! y yo estoy oyendo su voz normal con un poquitín de nada de sonido temporal.

Después cuando lo escuchan en la grabación ven que no era para tanto e incluso saben que podían haberlo exagerado más.

No tengas miedo de exagerar demasiado los sonidos, si tu profesor ve que es demasiado exagerado ¡ya te lo dirá!

4. El ritmo/ velocidad

Esto suele ser fácil si tienes una grabación con la que practicar, pero si no la tienes, tienes que prestar atención.

¿Vas más rápido que el ejemplo?

La velocidad es un factor que nos puede ayudar muchísimo a hacer mejor un ejercicio de canto.

¡Tenlo en cuenta!

¿Y qué pasa cuando no soy capaz de reproducir el ejemplo con fidelidad?

Si al prestar atención a esos cuatro puntos te has dado cuenta de que no lo estás haciendo bien y que no estás reproduciendo los ejemplos fielmente, puede ser debido a las malditas tensiones.

Por ejemplo, tu profesor te dice: saca la lengua para el ejercicio.

A ti te parece que estás sacando la lengua cuando en realidad sólo sobresale un poquito o al principio está fuera pero se va metiendo para dentro a medida que haces el ejercicio.

Puede que te diga: deja caer la mandíbula.

A ti te parece que pareces un muñeco de ventrílocuo, cuando en realidad la tienes casi estática o tienes los dientes apretados y sólo se mueven tus labios.

Mírate en un espejo y practica delante de él.

De esta manera podrás controlar todas esas cosas por ti mismo y te podrás asegurar de que las estás haciendo bien.

Además te darás cuenta de que al final, ¡no estabas exagerando tanto como pensabas!

¡Comparte este artículo para que todos tus amigos puedan hacer sus ejercicios correctamente y entre todos llenemos este mundo de cantantes!

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