WAGNER Y TOLSTOI

Actuación en el Teatro Bolshoi. Mihály Zichy 1856 (Foto Wikipedia)
"En el concierto matinal tenían que tocar dos obras muy interesantes: una fantasía de El rey Lear y un cuarteto dedicado a la memoria de Bach. Las dos composiciones eran nuevas y de estilo moderno. Levine estaba deseoso de conocerlas. [......] Las frases musicales, apenas iniciadas, se ligaban con otras o se desvanecían, dejando la impresión de un malogrado anhelo de obtener un efecto musical. Y cuando éstos se obtenían, hasta los mejores quedaban fuera de lugar: la alegría, la tristeza, la desesperación, la ternura, la emoción del triunfo, se sucedían con la incoherencia de las impresiones de un loco y se desvanecían con el mismo desorden. Mientras estuvo oyendo esta obra, Levine tuvo la sensación del sordo que ve bailar a varias personas. Cuando terminó la composición, estaba extenuado. [.....] Durante el descanso, Levine y Pestsov empezaron a discutir sobre las ventajas y los defectos de la música de tendencia wagneriana"

Leon Tolstoi.  Ana Karenina. 


Como sabemos, la sociedad decimonónica era muy aficionada a la música  (consideraba la más sublime y expresiva de las artes). Las opiniones y actividades sociales que involucran a la música quedaron extraordinariamente reflejadas por los escritores  del momento, especialmente en el caso de la literatura realista. Hoy estamos ante un claro ejemplo de cómo ésta, la literatura,  es reflejo y evidencia de la realidad artística.
En el texto extraído de  Ana Karenina, Tolstoi recrea una escena que bien podría transcurrir o repetirse  en el interior o a las puertas de cualquier teatro de ópera   de su tiempo. De su lectura se deduce que a Levine, el relevante personaje de la novela, no termina de gustarle la música wagneriana. 

Los compositores románticos habían comenzado a utilizar la armonía disonante con cierta moderación, como medio de expresión que intensificaba y transmitía  inquietud,  pasión, dinamismo e inestabilidad emocional, pero sería Richard  Wagner quien llevase esa tendencia a límites extremos. Así, la "melodía infinita" y el uso repetido del cromatismo y la disonancia - que tienen como consecuencia una modulación constante - supusieron toda una revolución que iría más allá de la ópera. Wagner transformó el  propio lenguaje musical,  la armonía y  la orquestación además del concepto de la ópera (recordad el Drama Wagneriano) marcando, sin duda, un antes y un después en la Historia de la Música.  

Efectivamente, la música de tendencia  wagneriana, novedosa y extraña, no dejaba indiferente al público de su época,  un público que bebía y vivía del espectáculo operístico y del fenómeno musical. 
Su polémico"estilo" fue imitado por otros músicos y valorado, a favor y en contra, desde todos los ámbitos de la cultura. Leon Tolstoi no solo nos lo demuestra en sus novelas; el escritor ruso  manifiesta abiertamente  sus opiniones sobre este  particular en el capítulo 12 de su libro ¿Qué es el arte? (1898). He seleccionado estos fragmentos de la obra en la que critica además, con gran dureza, otros muchos aspectos del arte y los artistas. No le gustaba la modernidad a Tolstoi.

(La opera a la que se refiere es Sigfrido. Recordad que la tetralogía titulada El anillo del Nibelungo consta de El oro de Rihn, Sigfrido, La Walkiria y El ocaso de los dioses)


Capítulo 12
La obra de Wagner, modelo perfecto de falsificación del arte


Si se quiere ver hasta qué grado han perdido los hombres de nuestro tiempo y de nuestra sociedad la facultad de sentir el arte verdadero, y tomado el hábito de aceptar como arte cosas que con el arte nada tienen de común, ningún ejemplo podrá servirnos mejor que la obra de Ricardo Wagner, en la que, no sólo Alemania, sino también Francia e Inglaterra, pretenden descubrir el arte más elevado y el más rico en horizontes nuevos.
[.....]
Pero se dice que es imposible juzgar las obras de Wagner sin verlas en la escena. La segunda Jornada de la Trilogía acaba precisamente de ser representada en Moscú, el invierno pasado. Es, según me han dicho, la parte mejor de toda la obra. Fui a verla representar, y he aquí lo que he visto:
[.....]
Después de este monólogo, que duró muy largo tiempo, oí a la orquesta otros sonidos, completamente diferentes de los primeros, y que también me produjeron la impresión de principios que no se acababan nunca [......]
 El actor del cuerno representaba el héroe del drama, Sigfrido. Los sonidos emitidos por la orquesta, antes de su aparición, estaban destinados a presentar su carácter. Se les llama el leit-motiv de Sigfrido. Estos sonidos se repiten cuantas veces aparece Sigfrido. Hay también una combinación fija de sonidos, un leit-motiv para cada uno de los personajes, y, siempre que el personaje que representa aparece en escena, la orquesta repite su leit-motiv, y por cada alusión que se hace a los personajes, la orquesta repite el leit-motiv del personaje. Todos los objetos tienen asimismo su leit-motiv. Hay motivo del anillo, del casco, del fuego, de la lanza, de la espada, del agua, etc.; y la orquesta repite los tales motivos cada una de las veces que se hace mención de aquellos diversos objetos.

[.....] y después se va, y reaparece Sigfrido, y se entretiene con Mim, durante trece páginas del libreto. No se escucha, durante todo este tiempo, una sola melodía desarrollada; no se escucha más que un perpetuo entrelazamiento de los leit-motiv de las cosas y de los personajes mencionados.
[....]Era tan fastidioso todo esto para mí, que permanecía a disgusto en mi asiento, y, tan pronto como terminó el acto primero, quise irme. Pero los amigos que me acompañaban solicitaron que me quedase. Me dijeron que era imposible juzgar una obra por el primer acto, y que el segundo, sin duda, me gustaría más.

[....] Toda esta escena es insoportable. De música, es decir, de un arte que nos transmita un sentimiento experimentado por el autor, no hay en ella ni trazas. Y añado que nunca pude imaginarme nada más antimusical. Es algo así como si se sintiera, indefinidamente, una esperanza de música, seguida al punto de una decepción. Centenares de veces comienza algo musical, pero estos comienzos son tan cortos, están tan atestados de combinaciones de armonías, tan cargados de efectos de contraste, tan oscuros, terminan tan pronto, y lo que sucede en escena es de una falsedad tan inverosímil, que cuesta trabajo percibir aquellos embriones musicales, y mucho más llegar a emocionarse.

[.....] Me resigné, sin embargo, a escuchar la escena siguiente, en la que aparecía el monstruo con el consabido acompañamiento de notas de bajo, entremezcladas con el leit-motiv de Sigfrido; pero después del combate con el monstruo, de los rugidos, los fuegos, las estocadas, etc., me fue imposible aguantar más tiempo, y me fui del teatro con un sentimiento de repulsión, que hoy día aun no he podido olvidar.

(Texto extraído de http://www.ciudadseva.com/ Luis López Nieves)

Aquí tenéis la escena descrita:


Para los valientes enlazo el  Primer acto y  la ópera completa (¡cuatro horas!)

Como en tiempos de Tolstoi, hoy hay quien tampoco puede soportarlo....jejeje



Enlaces de interés:

Wagner: su vida, su obra, su tiempo

Partitura para Halloween "Go Away" / "Go Away" Halloween Music Sheet

¡Hola a todos/as!
Como ya os comenté en esta entrada, me he propuesto transcribir las partituras para flauta dulce de las canciones de Halloween que compartí con vosotros/as. ¡Aquí os traigo otra más!

Hi y'all!
As I told you here, I'm determined to transcribe the Halloween songs I shared with you into music sheets for recorder. So here's the latest!

"Go Away Recorder Music Sheet

Hoy comparto la partitura para "Go Away", una canción infantil de Halloween que está basada en la melodía de la tradicional "She'll be coming round the mountain". La canción tiene un La2 que se puede intercambiar por un Do3, y es muy adecuada tanto para cantar como para tocar porque las figuras rítmicas son sencillas. Aquí os dejo un Wix de la partitura:

Today I want to share the "Go Away" music sheet, the Halloween song for children that's based on the melody of the traditional "She'll be coming round de mountain". The song has an A2 that we can play as a C3, and it's great to sing it or play it because the rythmic patterns are very simple. Here I've prepared a Wix with the Music Sheet:

Visit the "Go Away" WIX music sheet
Click para acceder a la partitura Wix de la canción "Go Away"
Click to visit the Wix music sheet of the song "Go Away"
Y aquí la podéis ver, escuchar y descargar:

And you can see it, play it and download it here:
Descargar partitura para flauta dulce de la canción de Halloween "Go away!"
Download the Halloween song for recorder music sheet of the song "Go Away!"

Por supuesto, todos los derechos de la canción son de sus autores: Super Simple Songs y yo sólo he transcrito la partitura para que los/as docentes de música podamos utilizarla. ¡Espero que os haya gustado! Y, si la usáis en clase, por favor, no dudéis en contarme cómo os ha ido y ¡la reacción de las niñas y niños!
¡Espero vuestras opiniones!

Of course, all the rights of the song are its authors: Super Simple Songs and I've just transcribed the music sheet so all the music teachers could use it. I hope you like it! And, if you use it, please, I ask you to tell me how's it gone and the reaction of your students!
I'll be looking forward to hearing your opinions!

Métodos para componer canciones: una forma diferente

componer-cancionesComponer canciones no es para nada una tarea fácil.

No todo es tener una buena técnica, conocer mucha teoría musical e incluso tener buen oído.

Aunque tengas todo esto y aptitudes naturales para la música, los grandes artistas nos lo demuestran día a día: triunfar se compone de un 10% de talento y un 90% de esfuerzo.

Por otra parte, también podemos esforzarnos muchísimo en algo y no obtener los resultados que queremos, ya que esos esfuerzos no están dirigidos.

Esto también se puede aplicar cuando quieres componer una canción ya que, aunque la música es arte, tiene su buena parte de orden y disciplina, y gracias a esto podemos aprovecharnos de los métodos de trabajo que existen en otros campos como el cine o la informática.

En una serie de dos artículos te voy a explicar algunos de los métodos que he aprendido de grandes profesionales para que los puedas añadir a tu caja de herramientas.

Cómo componer una canción con la teoría de la montaña rusa

Voy a ser sincero: no recuerdo cuándo fue la primera vez que conocí esta teoría, pero sí recuerdo que me gustó un montón y creo que es muy buena.

Recuerdo la primera vez que me subí al Dragon Khan.

Lo primero que me viene a la mente era la larga espera en la cola para entrar.

Era pleno verano y hacía calor, tenía bastante sed pero no quería dejar la cola para poder subir a la atracción.

Podrás imaginarte lo que me costó aguantar ahí… pasó una hora, dos horas, … y al fin pude subirme después de esperar tres horas.

Me siento en una vagoneta, se ajustan los cierres de seguridad y empieza la fiesta.

Durante los primeros segundos es como un paseíto en barca: el cacharro arranca tranquilamente, empezamos a movernos sobre una vía más bien llana, pero justo al momento ves que se acerca una subida muy pronunciada, y a los dos segundos de verla ya la estás subiendo, sin posibilidad de volver atrás.

En ese momento te empiezas a imaginar la que te viene encima y la adrenalina va subiendo.

Llegas a la cima de la subida y ves la increíble bajada que tienes delante tuyo.

El miedo ahí es bastante fuerte, y para aumentarlo paran los vagones unos segundos más de los que serían necesarios, hasta que no puedes más y… BLAM, los vagones quedan libres y empiezas a caer a mucha velocidad, cada vez mayor.

Empiezas a sufrir loopings y rizos bastante salvajes durante unos segundos para justo al momento encontrarte en una recta tranquila… tranquila en comparación de lo que acabas de pasar.

Te tranquilizas durante unos segundos y ya ves la que te viene a pocos metros ( en estos momentos es probable que empieces a llamar a tu madre ), y empieza de nuevo la chicha con más piruetas y velocidades, por no decir la cantidad de metros de altura a la que te encuentras.

Seguro que te has dado cuenta del patrón: paz extrema, ajetreo, un poco de paz para relajarte un segundo, ajetreo extremo, más tranquilidad pero con ganas de volver a sentir ese miedo, etc.

Lo que están haciendo es generarte emociones muy fuertes y muy dispares, de forma que te descoloquen y te quedes con ganas de más ( me parece que me subí tres veces seguidas después de esa primera… )

La idea de todo esto es extrapolarlo a la hora de componer una canción.

Lo que quieres es que el oyente no se aburra ni un segundo.

Con la cantidad de música que tenemos a tan sólo unos pocos clicks de distancia necesitas capturar la atención del oyente y conseguir mantenerla, porque si no lo vas a perder.

Utiliza este concepto para componer una canción, la próxima que hagas.

Empieza de forma tranquila pero interesante, ves subiendo la intensidad, relaja un poco para no saturar al oyente pero vuelve a darle fuerza al tema, y así hasta el final.

Esta teoría se utiliza mucho en el cine y en videojuegos.

¿Por qué no podemos aprovecharla para la música?

Ingeniería del software aplicada: componer una canción iterando

Iterar es un concepto que tiene origen en la ingeniería del software, popularmente conocida como programación.

Sigue conmigo, que te prometo que esto tiene sentido para componer una canción.

Sé por experiencia propia que componer puede ser difícil porque siempre quieres hacerlo perfecto, quieres crear la mejor canción que el mundo haya escuchado.

A mi modo de ver es un objetivo buenísimo, pero hay que saber no dejarse atrapar por la propia trampa que ello supone: la parálisis del análisis ( en inglés hay más información acerca de esto ).

La parálisis del análisis también viene de la ingeniería del software, y resumiendo se refiere a que no puedes pasarte toda la vida pensando en hacer algo de forma perfecta, porque nunca vas a encontrar esa fórmula mágica.

Lo peor es que aunque creas que la has encontrado, lo que tienes en la cabeza puede ser muy diferente a cómo suena en realidad.

Al componer una canción pasa exactamente lo mismo.

Puede ser que hayas hecho la introducción a lo largo de 2 meses y estés contentísimo, pero al continuar ves que no sabes cómo por la complejidad de la introducción, o porque no te parece lo suficiente bueno.

Incluso puede que la continuación te guste más que la introducción y ahora quieras cambiarla.

Y ahora volvemos al principio de este tema, donde todo cobra sentido.

La clave está en iterar.

Esto no es más que, en vez de quedarte paralizado mientras intentas encontrar el Santo Grial, lo que debes hacer es empezar a mover el culo y a convertir tu idea inicial en una canción, por sencillo o malo que te parezca.

Compón toda la canción de principio a fin aunque no estés contento del todo con lo que hayas hecho.

Una vez tengas ese primer boceto, itera sobre la canción, es decir, vuelve a repasar toda la canción mejorando cada parte de ésta como creas conveniente.

Puede parecer obvio, pero casi nadie lo hace ( antes de conocer este método yo también pecaba de ello ).

Esta forma de trabajar te da una perspectiva totalmente diferente cada vez que haces una iteración, porque tienes la canción como referencia al completo.

Ya no son piezas sueltas que intentas encajar con calzador para componer una canción, si no que trabajas con ella como una entidad, como un todo, lo cual le da mucha más coherencia.

¿Te ha parecido útil esta nueva forma de ver la composición? ¡Eso espero! Si te ha gustado, ¡compártelo! Y no te pierdas la segunda parte :)

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