Nueva sesión del curso "Entender la Música Contemporánea"

El poeta Vicente Gallego (Valencia, 1963) hablará el viernes 18 de Febrero en el Instituto Francés de Valencia sobre el silencio en una conferencia dentro del curso Entender la Música Contemporánea que organiza el Grup Instrumental de València (GIV) con el patrocinio del Institut Valencià de la Música (IVM).

La violinista Mª Carmen Antequera y el pianista Carlos Apellániz ofrecerán a continuación un concierto con un programa muy variado que abarca desde el barroco hasta la música contemporánea, pasando por el jazz.

La sesión incluye la Sonata n.º 2 en la mayor para violín y piano, op. 2, de Antonio Vivaldi (Italia, 1678-Austria, 1741); la pieza Regard du silence de Vingt regards sur l’enfant Jésus, para piano, de Olivier Messiaen (Francia, 1908-1992), Cheap imitation n.º 2 para violín solo de John Cage (EUA, 1912-1992), Turn out the stars para piano de Bill Evans (EUA, 1929-1980), un extracto del primer cuaderno de Música callada para piano de Frederic Mompou (Barcelona, 1893-1987) y Tres piezas para violín y pianoforte, op. 14E, de György Kurtág (Rumanía, 1926).

Vicente Gallego ha publicado varios libros de poemas, entre los que destacan La luz, de otra manera (Premio Rey Juan Carlos I), Santa deriva (Premio Fundación Loewe y Premio Nacional de la Crítica Española), Cantar de ciego y Si temierais morir. Como narrador se dio a conocer con los libros de relatos Cuentos de un escritor sin éxito (Premio Tigre Juan a la mejor ópera prima narrativa publicada en España en 1994) y El espíritu vacío (Premio Max Aub).

• Viernes, 18 de febrero (entrada libre)
• 20.00 horas
• Instituto Francés de Valencia (calle Moro Zeit, 6)

Nueva sesión del curso "Entender la Música Contemporánea"

El poeta Vicente Gallego (Valencia, 1963) hablará el viernes 18 de Febrero en el Instituto Francés de Valencia sobre el silencio en una conferencia dentro del curso Entender la Música Contemporánea que organiza el Grup Instrumental de València (GIV) con el patrocinio del Institut Valencià de la Música (IVM).

La violinista Mª Carmen Antequera y el pianista Carlos Apellániz ofrecerán a continuación un concierto con un programa muy variado que abarca desde el barroco hasta la música contemporánea, pasando por el jazz.

La sesión incluye la Sonata n.º 2 en la mayor para violín y piano, op. 2, de Antonio Vivaldi (Italia, 1678-Austria, 1741); la pieza Regard du silence de Vingt regards sur l’enfant Jésus, para piano, de Olivier Messiaen (Francia, 1908-1992), Cheap imitation n.º 2 para violín solo de John Cage (EUA, 1912-1992), Turn out the stars para piano de Bill Evans (EUA, 1929-1980), un extracto del primer cuaderno de Música callada para piano de Frederic Mompou (Barcelona, 1893-1987) y Tres piezas para violín y pianoforte, op. 14E, de György Kurtág (Rumanía, 1926).

Vicente Gallego ha publicado varios libros de poemas, entre los que destacan La luz, de otra manera (Premio Rey Juan Carlos I), Santa deriva (Premio Fundación Loewe y Premio Nacional de la Crítica Española), Cantar de ciego y Si temierais morir. Como narrador se dio a conocer con los libros de relatos Cuentos de un escritor sin éxito (Premio Tigre Juan a la mejor ópera prima narrativa publicada en España en 1994) y El espíritu vacío (Premio Max Aub).

• Viernes, 18 de febrero (entrada libre)
• 20.00 horas
• Instituto Francés de Valencia (calle Moro Zeit, 6)

Las dos caras de Layla – Eric Clapton – (Primera parte)

La mayoría de veces que he escuchado la versión de un buen tema a cargo de su propio autor, años más tarde de su primer estreno, suelo sentirme decepcionado. Bien porque no aporta nada al original en el mejor de los casos o bien porque pierde frescura y “feelling”. Desgraciadamente, para mi percepción, esto último suele ser los más habitual. Supongo que en la mayoría de casos estas versiones persiguen una motivación económica (en muchos casos debido a una presión de la industria sobre el autor) unido a que el artista probablemente ya no siente ese “feelling” que mencionaba y que le acompañaba al principio por su tema (quizá por haberlo interpretado tantas veces o porque él ya no es el mismo que cuando lo escribió) provocan que se den en ocasiones casos lamentables (no dire nombres… :) ).

Jim Gordon
Sin lugar a dudas no es el caso de Eric Clapton y el tema Layla (que comparte autoría con el malogrado Jim Gordon). La versión que realizo Clapton para el concierto de la MTV, que fue editado en CD y Video en los noventa, aporta tanto por si misma que casi podría considerarse un tema independiente. Y es que Clapton no solo reinterpreto el tema en su versión acústica si no que reescribió el tema de arriba abajo dotándolo de personalidad propia logrando, al menos para mis oídos, que sonara a nuevo.

Las modificaciones que realizó fueron muchas, algunas como la instrumentación resultan bastante obvias. Nosotros nos centraremos en la armonia y la melodia tanto de la guitarra como de la voz .

Progresión armonica:

La introducción contiene los mismos acordes que aparecerán en el estribillo y en las dos versiones el patrón es el mismo: Dm Bb y C . Nos encontraríamos por tanto, en esta parte del tema, en el modo de Dm.

En la estrofa la versión original comienza con un C#m G#m C#m, acordes que sugieren la tonalidad de C#m natural (o modo eolio) pero que no terminaran de establecerse siendo, como veremos, la tonalidad de la estrofa E mayor.

Eric Clapton
En la versión acústica la estrofa si comienza afirmando la tonalidad de C# menor al sustituir el G#m por el G#7. Esta tonalidad desaparece con el acorde siguiente C mayor que bien podemos justificarlo como acorde préstamo de la tonalidad relativa mayor de C o como acorde préstamo de la tonalidad de Em, ya que la tonalidad en la que se desarrollará el resto de la estrofa se encuentra en E mayor. Personalmente me quedo con la segunda opción ya que el C formara parte de una cadencia que reposará sobre el acorde de E.

A partir de ahí seguimos encontrando diferencias entre la versión original y la versión acústica. En la primera nos encontramos con la progresión: A/F# (debería escribirse como un F#m7 siendo rigurosos pero al realizar la guitarra un A mayor y el bajo la nota F#, los autores prefirieron cifrarla en su momento de esta manera) B – E – A - A/F# B -  E (fijarse en la progresión de quintas que realiza el bajo durante todo el patrón) y el acorde de Am que sirve de impulso modal para entrar en el estribillo que usará los mismos acordes de la introducción en Dm. El Am por lo tanto será un V del modo menor natural de Dm.

En la versión acústica transformará el acorde A/F# en el acorde F#m (esto refuerza la idea de que la funcionalidad real del A/F# en realidad simplemente fue la de un F#m7 pero con un cifrado que distinguiera la interpretación de la guitarra y la del bajo) y antes de entrar en este acorde convertirá al E en E7,convirtiéndolo en un V del IV (dominante secundaria) que resolverá en realidad en un II (aunque también subdominante como el IV). La final de la progresión terminará en un A mayor en lugar de un Am como ocurría en el Layla original por lo que la entrada al estribillo tendrá una mayor potencia tonal ya que aparece el V de Dm como acorde mayor, es decir con toda su potencia de dominante.

En definitiva comprobamos como en la versión acústica, donde era imposible incluir la fuerza de la versión eléctrica por razones obvias, Clapton equilibra la balanza añadiendo cierta “contundencia” tonal, generando dominantes donde antes habían V menores y añadiendo algún Dominante secundario, a parte de un ritmo mucho más marcado y blusero.

Diferencias entre ambas progresiones:

Versión en "eléctrico":

Estrofa: C#m G#m C#m C D E A/F# B E A A/F# B E Am
Estribillo (introducción): Dm Bb C

Versión en acústico: 

Estrofa: C#m G#7 C#m C D E E7 F#m B E A F#m B E A
Estribillo (introducción): Dm Bb C (igual en ambas versiones)



Las dos caras de Layla – Eric Clapton – (Primera parte)

La mayoría de veces que he escuchado la versión de un buen tema a cargo de su propio autor, años más tarde de su primer estreno, suelo sentirme decepcionado. Bien porque no aporta nada al original en el mejor de los casos o bien porque pierde frescura y “feelling”. Desgraciadamente, para mi percepción, esto último suele ser los más habitual. Supongo que en la mayoría de casos estas versiones persiguen una motivación económica (en muchos casos debido a una presión de la industria sobre el autor) unido a que el artista probablemente ya no siente ese “feelling” que mencionaba y que le acompañaba al principio por su tema (quizá por haberlo interpretado tantas veces o porque él ya no es el mismo que cuando lo escribió) provocan que se den en ocasiones casos lamentables (no dire nombres… :) ).

Jim Gordon
Sin lugar a dudas no es el caso de Eric Clapton y el tema Layla (que comparte autoría con el malogrado Jim Gordon). La versión que realizo Clapton para el concierto de la MTV, que fue editado en CD y Video en los noventa, aporta tanto por si misma que casi podría considerarse un tema independiente. Y es que Clapton no solo reinterpreto el tema en su versión acústica si no que reescribió el tema de arriba abajo dotándolo de personalidad propia logrando, al menos para mis oídos, que sonara a nuevo.

Las modificaciones que realizó fueron muchas, algunas como la instrumentación resultan bastante obvias. Nosotros nos centraremos en la armonia y la melodia tanto de la guitarra como de la voz .

Progresión armonica:

La introducción contiene los mismos acordes que aparecerán en el estribillo y en las dos versiones el patrón es el mismo: Dm Bb y C . Nos encontraríamos por tanto, en esta parte del tema, en el modo de Dm.

En la estrofa la versión original comienza con un C#m G#m C#m, acordes que sugieren la tonalidad de C#m natural (o modo eolio) pero que no terminaran de establecerse siendo, como veremos, la tonalidad de la estrofa E mayor.

Eric Clapton
En la versión acústica la estrofa si comienza afirmando la tonalidad de C# menor al sustituir el G#m por el G#7. Esta tonalidad desaparece con el acorde siguiente C mayor que bien podemos justificarlo como acorde préstamo de la tonalidad relativa mayor de C o como acorde préstamo de la tonalidad de Em, ya que la tonalidad en la que se desarrollará el resto de la estrofa se encuentra en E mayor. Personalmente me quedo con la segunda opción ya que el C formara parte de una cadencia que reposará sobre el acorde de E.

A partir de ahí seguimos encontrando diferencias entre la versión original y la versión acústica. En la primera nos encontramos con la progresión: A/F# (debería escribirse como un F#m7 siendo rigurosos pero al realizar la guitarra un A mayor y el bajo la nota F#, los autores prefirieron cifrarla en su momento de esta manera) B – E – A - A/F# B -  E (fijarse en la progresión de quintas que realiza el bajo durante todo el patrón) y el acorde de Am que sirve de impulso modal para entrar en el estribillo que usará los mismos acordes de la introducción en Dm. El Am por lo tanto será un V del modo menor natural de Dm.

En la versión acústica transformará el acorde A/F# en el acorde F#m (esto refuerza la idea de que la funcionalidad real del A/F# en realidad simplemente fue la de un F#m7 pero con un cifrado que distinguiera la interpretación de la guitarra y la del bajo) y antes de entrar en este acorde convertirá al E en E7,convirtiéndolo en un V del IV (dominante secundaria) que resolverá en realidad en un II (aunque también subdominante como el IV). La final de la progresión terminará en un A mayor en lugar de un Am como ocurría en el Layla original por lo que la entrada al estribillo tendrá una mayor potencia tonal ya que aparece el V de Dm como acorde mayor, es decir con toda su potencia de dominante.

En definitiva comprobamos como en la versión acústica, donde era imposible incluir la fuerza de la versión eléctrica por razones obvias, Clapton equilibra la balanza añadiendo cierta “contundencia” tonal, generando dominantes donde antes habían V menores y añadiendo algún Dominante secundario, a parte de un ritmo mucho más marcado y blusero.

Diferencias entre ambas progresiones:

Versión en "eléctrico":

Estrofa: C#m G#m C#m C D E A/F# B E A A/F# B E Am
Estribillo (introducción): Dm Bb C

Versión en acústico: 

Estrofa: C#m G#7 C#m C D E E7 F#m B E A F#m B E A
Estribillo (introducción): Dm Bb C (igual en ambas versiones)



The Pink Panther y la escala pentatónica ornamentada


No es sencillo crear una melodía tan inconfundible usando como base una escala de cinco sonidos (pentatónica) sin modular. El tema principal de la Pantera Rosa, está compuesto con la escala pentatónica de Mi menor:


Pero tan solo cinco sonidos para crear un tema que no solo no se parezca a ningún otro si no que además tenga personalidad propia es muy poco elemento. Lo cierto es que Henry Manciny no solo usa la escala pentatónica, hará uso de un recurso muy amplio que expande considerablemente la capacidad expresiva de escalas sencillas como estas sin hacerles perder su sonoridad característica. Este recurso son las “Notas de tensión”. Las llamamos así porque no pertenecen a la escala, normalmente se encuentran a distancia de semitono de una de las notas reales de la escala y tienden a resolver sobre ella. El efecto, echándole imaginación, es bastante similar a si estiráramos una nota de la escala para luego soltarla y volver a dejarla en su sitio.

Existen diferentes tipos de “Notas de tensión”. En The Pink Panther, Henry Mancini hará uso de estas tensiones que a continuación detallamos debidamente catalogadas:

Apoyaturas. 

Desde el principio del tema percibimos un discurso cromático (imposible de generar con el único uso de la escala pentatónica) que creara una atmosfera de suspense. Tan solo escuchando esas cuatro primeras notas reconocemos el tema sin ninguna duda .


La Septima de Dominantes Secundarias.

Algunos momentos cadenciales del tema desembocan en dominantes secundarias que no resuelven tonalmente. Estas dominantes secundarias contienen una séptima que es adoptada por la melodía como una efectiva nota de tensión:


Blue note.

Además, el autor, hará uso de la Nota Blues (el semitono que se encuentra entre la tercera y cuarta nota de la escala pentatónica del modo menor) de una manera muy explícita, resaltando su sonoridad y tensión característica como se observa en el siguiente fragmento:


Con esta pequeña pieza, el genial Henry Mancini nos demuestra su maestría con el uso de la escala pentatónica y con los ornamentos que la llevan justo a donde él quiere.