Nace Eduplaneta Musical

Eduplaneta MusicalInternet está cada día más poblado por interesantísimos blogs en los que muchos docentes publican lo que consideran de interés para su alumnado, sus colegas y el mundo de la educación en general.

Las bitácoras que conforman la blogosfera educativa, además de ser un espacio de colaboración y compartición entre sus autores y autoras, son unas auténticas minas de recursos y experiencias didácticas para el profesorado que se acerca a las TIC para integrarlas en su práctica docente. La otra cara de la moneda es la difícultad para mantenerse al día con tanta información repartida entre tantos sitios diferentes.

Con el doble objetivo de facilitar el acceso a esta información y de contribuir a la difusión de los mejores edublogs musicales, nace Eduplaneta Musical.

Tal como sugiere su nombre, se trata de un planeta, es decir un sitio que agrega otros sitios, de los cuales recibe y publica automáticamente las novedades mediante el sistema de suscripción, de manera similar a, por ejemplo, Planeta Educativo, quien realiza el mismo servicio pero de forma más general, agregando edublogs de todas las materias.

Si tienes un blog docente de Música y quieres proponerlo para su inclusión en Eduplaneta Musical, puedes rellenar este formulario.

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¡Copiad, malditos!

Crossed Copyright.Hace tres días, Televisión Española (obviamente La2), tras años y años finalizando sus programas con el símbolo ©, emitió por primera vez un programa distribuido bajo licencia Creative Commons, un documental que trata justamente sobre el derecho de copia y difusión de las obras intelectuales.

Una vez más, para evitar malentendidos, tengo que aclarar que en mi ordenador sólo tengo software libre y gratuito, aunque he tenido que pagar una licencia que no necesitaba de un sistema operativo que no quería para poder comprar el PC, y también que no tengo ninguna copia de archivos musicales  o películas protegidos por copyright porque sólo utilizo servicios online (Spotify, Grooveshark, Youtube, etc.) o copyleft (Jamendo), a pesar del derecho que tendría a copiar libremente para uso privado cualquiera de esos archivos por haber pagado el canon digital. En otras palabras: los señores del copyright, los que se enriquecen con ese impuesto mafioso, me deben no una sino varias decenas, una por cada aparato o soporte digital que he comprado (no se molesten en demandarme sin antes leer la tercera acepción de este término que ofrece el diccionario de la RAE).

Pero volvamos al documental: su emisión, además de enfadar a Alejandro Sanz (que muy a mi pesar se está haciendo  un habitual en este blog, y no propiamente por sus canciones, sino por sus paridas), ha alegrado a muchísimas personas que creemos que la libre difusión de la cultura es un derecho universal y es imprescindible para el progreso de la humanidad.

El documental empieza con cuatro definiciones de “copiar” dadas por otras tantas personas, de las que transcribo dos: “Copiar significa no tener imaginación” y “Copiar significa la génesis de la creación”. La primera, tan original e imaginativa, es de la directora de una editorial, la segunda, más honesta y realista, es de Javier de la Cueva, abogado experto en temas legales ligados a la propiedad intelectual y a las tecnologías de la información y la comunicación.

¿Acaso hay alguien que crea honradamente que los humanos somos capaces de crear de la nada, sin apoyarnos en lo que han hecho los demás antes de nosotros? Y no hablo sólo de los productos de entretenimiento que desde hace tiempo interesan por encima de cualquier otro asunto al Ministerio de Cultura, sino de las obras maestras de la historia de todas las artes. ¿Hubiera podido Mozart desarrollar su genio creador si Haydn hubiera patentado la forma sonata? Bueno, en realidad ni Haydn ni Mozart y tampoco Beethoven hubieran podido escribir esas sonatas, sinfonías o cuartetos si Bach hubiera sido socio de algúna organización parecida a la actual SGAE puesto que, para defender su Clave bien temperado, ésta hubiera impedido el uso del sistema temperado hasta 1820: adiós a la sección de desarrollo de la forma sonata. ¿Y qué hubiera pasado con la pintura si Brunelleschi y sus herederos hubieran prohibido utilizar la perspectiva hasta pasados 70 años desde su muerte? Y las catedrales góticas,  ¿cuántas de ellas no habrían podido ser edificadas si la construcción del primer arbotante hubiera comportado la prohibición a los demás arquitectos de copiar ese recurso?

Definitivamente: copiar es la génesis de la creación. Si todavía no creéis en esa afirmación, haced esta prueba: mirad Las Meninas de Picasso y luego repetid en voz alta la tercera frase del documental, “Copiar significa no tener imaginación”. Por cierto: me hubiera gustado poner la imagen de ese cuadro al comienzo de este post, pero está prohibido porque todavía no han pasado 70 años desde que Picasso falleció.

La triste realidad es que, aunque parezca increíble, hoy en día, en plena era de la información y comunicación, esos son los plazos para que se pueda emplear libremente una obra. En el documental se explica cómo se han ido ampliando (y se sugiere la razón), cuando debería haber sido justamente al revés: conforme iban mejorando las técnicas de reproducción y difusión debería haberse recortado ese plazo, pues la explotación económica ahora es mucho más rápida, lo que permite recuperar la inversión y ganar la legítima recompensa al trabajo realizado en menos tiempo. Pero ahí está el problema: no les basta con obtener su legítima recompensa, sino que quieren más, y más, y más…

No estoy incitando a mis alumnos y alumnas a copiar en los exámenes que les propongan mis colegas: siempre empiezo el curso hablándoles de la importancia de los derechos morales, el primero de los cuales es la autoría, y de lo realmente reprobable que es el plagio. Sólo se puede firmar lo que se ha creado y, si se copia algo, hay que referenciarlo adecuadamente.

¿Qué pretendo entonces con esta entrada? Entre otras cosas, estoy reivindicando, por ejemplo: el derecho de mis alumnos y alumnas a representar una obra teatral sin que nadie se aproveche de ellos; a reproducir un cuento que han leído en clase, u otro que les guste, en otro formato (p.e. un audiolibro); a utilizar la canción que más les plazca como fondo de su presentación de Música, de Historia o de su equipo de fútbol preferido, o del vídeo de su cumpleaños, y colgar su creación en Internet para que la vean sus amigos y amigas; hasta reivindico su derecho a rellenar su reproductor de MP3 con cientos de canciones, que como mucho escucharán una decena de veces antes de borrarlas, sin que ni Alejandro Sanz ni nadie se atreva a llamarles ladrones, entre otras cosas porque es perfectamente legal (con esa excusa les han cobrado un canon al venderle ese MP3) y porque copiar no es robar.

Os aconsejo que miréis todo el documental, pero si en este momento no tenéis una hora de tiempo para hacerlo, os recomiendo que por lo menos veáis un fragmento de menos de tres minutos (entre 46:30 y 49:15) que demuestra muy elocuentemente la total falta de escrúpulos de ciertas asociaciones que no dudan en emplear a niños y niñas (con la complicidad de sus cuanto menos despistados docentes) para difundir sus interesadas mentiras, barbaridades como:

Yo soy el capitán Clonado, dueño de todo, ¡porque todo es mío! ¿Tú has creado algo? Me lo quedo. ¿Tú has inventado algo? ¿Un libro, un videojuego, una canción? Pues me lo robo. ¡Ja, ja, ja!

Lo que hace, se llama piratería; esto es un acto delictivo…

Otra vez es Javier de la Cueva el que define de la mejor manera ese espectáculo sumamente lamentable:

Es que esto ya lo que nos está dando es la moral de este tipo de gente. Es que no tienen ningún tipo de… de… mirada hacia el otro; es que les da igual: manipulan niños, manipulan personas, manipulan… da igual, todo por y para su pasta. Y no hay otra cosa en la vida que su pasta. Y es todo por la pasta.

De todas formas, cuando tengáis tiempo, mirad el documental completo, pues toca muchos otros puntos muy interesantes, como por ejemplo: la falta de democracia interna y de transparencia en el reparto de los fondos de la SGAE; las anomalías democráticas que introduce la Ley Sinde (posibilidad de cierre de sitios web sin orden judicial); la doble moral de las cadenas televisivas, que utilizan sin autorización y con fines de lucro los materiales que los usuarios publican en Internet pero no permiten el uso de sus materiales por parte de esos mismos usuarios; algunas propuestas de explotación económica de la propiedad intelectual más acordes con nuestros tiempos y un largo etcétera.

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Por una cabeza

TangoPic. PD en Wikimedia Commons.Cuando Carlos Gardel compuso Por una cabeza -corría el año 1935 y tan sólo habían pasado ocho años desde el estreno de la primera película sonora- es muy poco probable que llegara a imaginar que el cine contribuiría a la popularidad de la que goza actualmente  este tango, alcanzada no sólo por su valor musical, sino también gracias a unas escenas inolvidables en las que las imágenes están realzadas por esta canción. Aquí recordaremos las dos más importantes e impactantes, extraídas de sendas obras maestras del séptimo arte, rodadas con tan sólo un año de diferencia la una de la otra.

En La lista de Schindler (1993) se escucha la canción original, cantada por el mismo Carlos Gardel, quien la grabó pocos meses antes de su fallecimiento en un accidente aéreo en Colombia, en el que también murió Alfredo Le Pera, el autor de la letra.

El director del filme, Steven Spielberg, utiliza Por una cabeza para dar unidad a dos escenas distintas y complementarias: el tango empieza a sonar sobre un primer plano de una radio, dando lugar a un sonido diegético que acompaña los gestos acompasados de Oskar Schindler (Liam Neeson) que se prepara para el encuentro con los jerarcas nazis, eligiendo con esmero todos los detalles de su vestuario con el fin de impresionarles. En la sala de baile donde tiene lugar la escena siguiente, a pesar de la presencia de una  pequeña orquesta tocando y de algunas parejas bailando,  ya no podemos hablar de diégesis, pues los protagonistas de la película no pueden estar oyendo la voz del mismo Gardel, desaparecido 14 años antes de la ocupación de Polonia por parte del ejercito nazi; por si no fuera suficiente, en el escenario hay instrumentistas pero no cantantes. Quizás uno de los personajes que aparecen en la pantalla sí lo esté oyendo: esa melodía podría seguir sonando en la mente del mismo Schindler, como un fondo musical obsesivo que acompaña sus pensamientos totalmente ajenos a la fiesta y la música que le rodean porque está absorto en la observación y análisis de las personas que le interesan.

Un año antes del estreno de La lista de Schindler, este tango ya había conquistado al público de la gran pantalla gracias a una de las escenas más intensas de Esencia de mujer, un remake del también imprescindible largometraje Profumo di donna: el momento en que el protagonista, el teniente coronel Frank Slade (Al Pacino) acaba de conocer a Donna (Gabrielle Anwar), aunque sólo por su perfume, puesto que es invidente. Donna le guia hasta la pista, hacia la que el hombre se dirige con mucha prudencia. El baile empieza tímidamente, pero al llegar al estribillo -que en este excelente arreglo instrumental viene cantado con gran intensidad por el violín sobre un poderoso impulso rítmico del piano- Frank toma las riendas y le da a Charlie (Chris O’Donnell), su joven lazarillo, una lección no sólo de baile sino también de vitalidad.

Como de costumbre, he arreglado este tango para flauta dulce y piano, pero esta vez mis alumnos y alumnas de primero de ESO deberán esperar al curso que viene para aprenderlo, pues tiene unas cuantas notas agudas y alteraciones que nos recomiendan no tener prisas. Mientras nosotros nos vamos introduciendo en la música porteña con Libertango, quizás esta partitura pueda resultarle útil a docentes y discentes de cursos más avanzados.

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Hace veinte años…

Eternal clockHay veces que nos parece que el tiempo corre tan rápidamente que se nos escapa de las manos, otras que avanza con una lentitud exasperante y otras más, los momentos más felices, en las que eso es simplemente algo que no nos preocupa, pues estamos viviendo intensamente cada instante que pasa.

También hay momentos en los que algo nos detiene y nos hace volver la mirada hacia atrás, llevándonos a una época en la que éramos muy diferentes, a veces tanto que nos resulta difícil reconocernos.

Eso es lo que me ocurre mirando el siguiente vídeo, que rescaté este verano en casa de mis padres y que cumple hoy exactamente 20 años.

A principios de 1991 trasladé mi residencia a España. A comienzos de la primavera de ese mismo año recibí la visita de mi familia. Aprovechando la ocasión, el 4 de abril mi hermana Cinzia al piano y yo al violín dimos un concierto dedicado enteramente a Mozart, de quien se celebraba el 200º aniversario de su muerte. El escenario del concierto era la Casa de la Cultura de Estepona, en provincia de Málaga, y el programa consistía en tres obras del compositor de Salzburgo: la Sonata en sol mayor, K.301; la Sonata en la mayor K.305 y la Sonata en sol mayor, K.379.

La grabación se realizó con una cámara doméstica VHS y, además de la baja calidad de la imagen y el sonido, hay muchos segundos en los que la imagen está muy estropeada. Aún así, considero que esas no son razones para que no publicarla aquí, para recordar esos momentos entrañables con todos mis seres queridos, Cinzia la primera, y de paso demostrarles a mis alumnos y alumnas que hubo un tiempo en que tuve una negra y abundante melena.

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Flamenco: mi primer recurso con Constructor

ConstructorAcabo de terminar un curso de formación permanente del profesorado sobre Constructor, una herramienta de autor especialmente destinada a la creación de contenidos educativos digitales por parte de los docentes.

Su manejo no es difícil, pues contiene un gran número de plantillas que permiten crear diferentes tipos de actividades mediante los sencillos métodos de arrastrar y soltar objetos y rellenar formularios.

Debido a la escasez de tiempo propia de los finales de trimestre, mi trabajo final no es tan cuidado como me hubiera gustado. Aún así lo publico aquí para que mis alumnos y alumnas puedan repasar el flamenco, que hemos tratado en clase durante el mes pasado. Más adelante, en cuanto tenga tiempo, me dedicaré a ampliarlo y pulirlo, un proceso que será totalmente transparente para el usuario ya que las próximas versiones se publicarán en la misma dirección que la actual.

El flamenco

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