Dos piezas de Handel: actualización

Imagen
Deja que llore
mi cruel suerte,
y que suspire
por la libertad


(del aria Lascia ch'io pianga de la ópera Rinaldo, de Handel)
Pues hete aquí que, para la Sarabanda y el aria de Rinaldo, me he hecho con dos acompañamientos que son bastante interesantes. Así que podéis considerar esta entrada como una actualización de la anterior (además, así conocéis la foto de la tumba de Handel, en la Abadía de Westminster de Londres, compartiendo espacio sus huesos con Newton, Dickens, Darwin, el Purcell que también estamos estudiando...)

Son interesantes, decía, porque estamos ante karaokes reales, es decir, sin que suene de fondo la melodía principal (lo cual es más difícil de preparar, pero mucho más satisfactorio de tocar luego); por otro, porque en esta ocasión hablamos de instrumentos también reales, es decir, no sintetizados (aunque hay que confesar que en el caso del aria le he hecho un retoque artificial, necesario para que encajara con la versión que estamos trabajando a la flauta).

El "karaoke" del aria es de una orquesta cuyo nombre no he conseguido localizar (la encontré en el canal de katorela, en YouTube, sin más información). El de la Sarabanda pertenece a un fantástico wix de Jesús Gil Corral, responsable del canal de música del IES Padre Manjón.

Aquí os los dejo (se pueden descargar):
Y ya que estamos, pues venga, aquí tenéis los anuncios que tanto os gustan (más que nada porque los bendice la tele, pero bueno, lejos de quejarme...)
Y ya que Audi, aparte de con Handel, se aprovecha de la felicidad de esta chica para venderse, qué menos que os ponga el vídeo original, que además está relacionado con el oído y por lo tanto con nuestra asignatura:
Como hace poco leía a Antonio Martínez Ron (del excelente blog Fogonazos), la próxima vez que alguien no le vea utilidad a eso de investigar en ciencia, ponle uno de estos vídeos

Variaciones multimedia sobre aquellos geniales cómics de Deyriès y cía (II): La música en el Barroco

 
 
Si pulsáis sobre la imagen, o aquí, accederéis a unas nuevas "variaciones multimedia" de la Historia de la música en cómics a partir de Deyriès y colaboradores: esta vez, sobre el Barroco.

A propósito, menuda sorpresa tras averiguar que Bernard Deyriès no es otro que uno de los creadores del mismísimo Inspector Gadget, o de... ¡Ulises 31! Gloriosa serie que mezclaba anime, "space opera" y mitología clásica... (y luego me extrañaré de haber salido friki perdido).

Venga, a ver a quién de mi quinta no se le escapa una lagrimita al recordar al simpático Nono, aún perteneciente a esa generación de robots cuyas baterías se recargaban con manivelas en la cabeza.



Melancolías treintaypicoñeras aparte, volvamos al Barroco. Os recuerdo que esto forma parte de un plan personal para ejecutar poco a poco: aquel consistente en añadir imágenes, vídeos, audiciones y comentarios a esos cómics que muchos maestros y profes de música usamos ya tan a menudo.

Se trata de una continuación de las "variaciones" (o mejor dicho, "diferencias") que ya os presenté para la época renacentista. Os las recuerdo con este enlace.

Para esta ocasión me he pasado a Thinglink, excelente plataforma que creo que se adecua perfectamente al proyecto. Me parece que seguiré usándola para próximas entregas, que esta vez he tenido mucho más éxito entre mis alumnos.

También, porque he adaptado un tanto el nivel de detalle de la anterior ocasión, digamos que he tratado de ser más realista. En fin, esto está dirigido a chavales de enseñanzas medias... y no, no es plan de hablarles de Schütz; no al menos sin que antes hayan interiorizado a autores fundamentales de la cultura popular (ante todo, Bach, Handel y Vivaldi). Y menos aún, a las alturas de curso en las que estamos.

Aun así, me quedo con la mosca y me comprometo a publicar más adelante otra versión que sí incluya a aquellos que, ausentes de mi presentación, sí están presentes en los cómics originales. Puedo dormir sin dar clases de Schütz, pero no soy capaz de renunciar para siempre a Gaspar Sanz, Telemann o CPE Bach...

Es más, acaricio la idea, lo diré ya, de comenzar el curso que viene con un blog autónomo en el que ya fuese viñeta a viñeta, semana a semana; desde la Prehistoria si es preciso.

Por otro lado, insistamos en que el cómic es genial y está muy bien documentado (para mí sigue sin tener rival), pero la verdad es que peca notablemente de invisibilizar a las compositoras... Sería un buen propósito diseñar algún trabajo junto a los compañeros de plástica, o a la comunidad profebloguera si hace falta, que supliese la ausencia por ejemplo de Barbara Strozzi, en hablando del Barroco (en calidad de compositora, no de mujer, quede claro).

O la de, asimismo, otros autores en este caso varones que también se echan muy de menos: como Rameau o Marais, en hablando sorprendentemente de un libro francés.

No hagáis mucho caso al color de los vídeos. En mi caso, los verdes corresponden a vídeos para ampliar; los rojos, a audiciones que entrarán en el examen. Os dejo aquí la lista "roja" de reproducción; solo pretende ser ilustrativa:



Al final de de los thinglinks tenéis disponibles, en cualquier caso, sendos emepetreses de cada vídeo listos para ser descargados (a través, como veréis, de una carpeta compartida en Box).

Espero que os guste. Sirva también mi época musical favorita para presentar en sociedad mi humilde e incipiente blog de aula (o mejor dicho, "musiblog"): 

musiblogdeaula.weebly.com.

Comentario en Los 20 mejores editores de partituras por Roberto

Réplica a: Er_viola

No voy a decir que Lilypond no sea un buen editor de partituras, ni me voy a descoser defendiendo a Finale, Musescore o Sibelius. Pero eso que dices de los resultados, yo no sería tan tajante. Un gran oficial ebanista con grandes herramientas puede hacer una chapuza. Sin embargo otro con un simple formón puede hacer una virguería de trabajo. Quiero decir que el resultado depende mucho de quien maneje la herramienta. Sibelius y Finale son tan flexibles que puedes lograr “casi” lo que quieras con ellos en materia de diseño y maquetación. Y no me cierro, incluso a otros programas menos conocidos, pero no por ello menos eficaces, incluso me atrevería a decir superiores en prestaciones gráficas a los mencionados. Después hay otra cosa: La rapidez, es decir: la producción. Bueno, ese es otro tema, ya lo sé.