Tener o no tener oído musical, he ahí la cuestión

tener oído musicalSon muchas las personas que afirman no tener oído musical sin entender bien que es lo que les está pasando.

Normalmente esa creencia viene dada por la falta de afinación, pero eso no siempre es necesario para reforzar esta creencia.

No poder trasponer el tono de una canción de manera automática, no conseguir hacer coros y armonías de voz, suelen hacer pensar a las personas que no tienen oído musical.

Eso les hace abandonar la idea de cantar y expresarse a través de sus voces, impidiéndoles disfrutar de algo tan bello como esto.

Si a ti también te pasa esto, no dejes que esta creencia te frene.

¿Para quien es normal no tener oído musical?

Las personas que padecen de sordera o que tienen alguna enfermedad auditiva son las que no tienen oído musical.

Si tú oyes perfectamente, entonces tienes oído musical.

Ya, pero es que cuando me dan un tono no soy capaz de reproducirlo.

Eso sólo significa que o bien aún no has aprendido cómo hacerlo o bien aún no has adquirido la suficiente costumbre como para hacer que reproducir ese tono sea algo automático y fácil para ti.

Sí, sí, pero mi amiga puede hacerlo y nunca ha estudiado música, ¿por qué yo no?

Pues pueden haber varias causas para esto.

La primera y más lógica es que haya nacido con habilidades para el canto, igual que hay personas que pueden correr más rápido que otras, saltar más alto, ser más flexibles…

También hay personas que pueden mover las aletas de la nariz, levantar las cejas por separado, mover las orejas…

Ves por donde voy, ¿verdad?

Eso no significa que tú no puedas entrenar para conseguir lo que quieres.

También puede ser que sin ella ser consciente haya aprendido a hacerlo.

Ten en cuenta que cuando somos niños, absorbemos la información y aprendemos cosas de manera mucho más rápida que cuando somos adultos.

¡Algunas cosas ni siquiera recordamos donde las hemos aprendido!

Con las habilidades para el canto puede pasar algo similar.

Un niño aprende de manera automática en un hogar donde se escuche mucha música, de unos padres a los que les guste mucho cantar o en una escuela donde desde bien pequeños la música esté presente como una asignatura más.

Así que no te tortures más con lo que pudo ser y no fue.

El ahora es donde estás y no puedes volver al pasado (aún, yo estoy convencida de que pronto alguien inventará algo para eso :p).

Así que si aún no sabes cómo cantar afinado, no sabes trasponer una canción de tono (cantar en un tono diferente) o no sabes hacer coros, no te preocupes, porque aún estás a tiempo de aprender.

¿No me crees? Mira este artículo sobre cómo aprender a cantar a los 30.

¿Cómo puedo entrenar mi oído musical?

Lo mejor que puedes hacer es acudir a un profesor de canto que te diga qué está causando esas desafinaciones o esos fallos al reproducir una nota y te diga con qué ejercicios específicos para tu caso puedes solucionarlo.

Habrá alguno que te diga que no puede ayudarte porque no sabe cómo hacerlo. Si te encuentras con ese caso, puedes estar muy agradecido, pues por lo menos está siendo sincero y no te hará gastar ni tu dinero ni tu tiempo ni tus ilusiones en algo que no puede ayudarte a conseguir.

Habrá otros que acepten darte clase pero realmente no sepan cómo hacerte mejorar. Debes estar atento y analizar tus clases recibidas para saber si esa persona realmente puede o no ayudarte.

Grábate antes de la primera clase y ves haciendo grabaciones de manera regular, para comprobar si hay una evolución. Si en un mes o dos (siempre que hagas los ejercicios regularmente) no notas ninguna evolución, por pequeña que sea, es que algo va mal.

Llegados a ese punto, lo mejor que puedes hacer es buscar a un buen profesor de canto.

No dejes que nadie te diga que no tienes oído y que por eso no puedes cantar y por encima de todo, deja de decírtelo a ti mismo como un mantra que repites una y otra vez.

La primera persona que tiene que creer en ti eres tú mismo.

Si te ha gustado este artículo, no dudes en compartirlo para ayudar a más personas a evitar las frustraciones de no poder hacer algo que quieres.

Si te sientes identificado y nos quieres contar tu caso, no dudes hacerlo desde la sección de comentarios.

AtribuciónCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Elisa R Baralt

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La voz como instrumento o ¿en qué se parece la voz a la guitarra?

la voz como instrumentoHe escrito este artículo con un objetivo claro en mi mente.

Ahorrarte frustraciones.

Sospecho que te voy a decir cosas que no quieres oír, pero es necesario que lo hagas.

Tratar la voz como instrumento no va a hacer que cantes mejor, pero sí te va a ayudar a conseguirlo sin sufrir.

Mejorar en el canto puede llegar a ser realmente duro

Básicamente por dos razones:

  1. Expone mucho como individuo, nos hace sentir vulnerables.
  2. La mayoría de la gente tiene ideas preconcebidas de que sólo se puede cantar bien si se nace sabiendo y no se puede aprender.
  3. Lo queremos todo y lo queremos ya.

Contra el primer punto sólo se me ocurre una solución: trabajar en tu técnica vocal para que no sea un problema.

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero eso te dará la confianza de que tu voz va a responder en cada momento tal y como quieres.

Si eres de los que piensa que el segundo punto es cierto, por favor, lee esto.

Para saber cómo superar el tercer punto, sigue leyendo.

Piensa en la voz como instrumento musical, no como algo mágico que ocurre en nuestra laringe

Es algo que hemos dicho ya muchas veces en algunos artículos de nuestro blog, pero creo que vale la pena entrar en profundidad en este concepto.

Quizás puede costar de buenas a primeras verlo así, ya que la voz no es algo que podamos ver y tocar como una guitarra.

Sin embargo, te aseguro que aprender a tocar la guitarra y aprender a cantar se asemejan mucho más de lo que parece.

Bueno, no sólo aprender, si no seguir aprendiendo, que es algo muy descuidado e incluso más importante.

#1: No se aprende a tocar la guitarra en dos días

¿Qué te hace pensar que a cantar sí?

El hecho de que puedas hablar no quiere decir que sepas cantar, y tampoco quiere decir que no sepas.

Mucho menos quiere decir que no puedas mejorar.

Para tocar la guitarra tienes que empezar a entrenar los músculos de tus dedos a hacer movimientos a los que no estás acostumbrado, y además necesitas precisión.

Empiezas por aprender acordes y escalas, y los tienes que ir practicando una y otra vez.

Cuanto más practicas, tus músculos van grabando esos movimientos y poco a poco se hacen más naturales.

Cada vez utilizas menos músculos de los necesarios, lo que te permite tocar cada vez más relajado, y cada vez mejor.

Pero esto lleva mucho tiempo.

¿Qué podemos decir? ¿Una media de dos o tres años para conseguir un buen nivel?

Puedes empezar a tocar canciones mucho antes, pero todo depende del nivel al que quieras llegar, está claro.

Lo importante es tener claras las pretensiones y ser consciente de que el proceso de aprendizaje es necesario.

Con la voz pasa exactamente lo mismo.

Nos sentimos torpes cuando intentamos hacer algo que no nos sale, nos frustramos, tensamos más de lo necesario, …

¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

#2: Te defiendes bien con la guitarra, pero quieres hacer cosas más complicadas

¿Tapping? ¿Sweep picking?

Son técnicas de guitarra bastante difíciles de conseguir.

Aunque necesites la misma base que para tocar una canción con sólo acordes o punteados, es necesario hacer cosas diferentes para conseguir hacerlas.

Por no decir que necesitas de nuevo un buen montón de horas ( estamos hablando de meses ) para aprender esas técnicas e ir mejorando en ellas.

Probablemente mejorando durante toda tu vida.

Si intentas esas técnicas sin tener una buena base, vas a dar palos de ciego sin parar y no vas a conseguir progresar.

Con la voz pasa exactamente lo mismo.

Queremos hacer notas agudas con potencia, o quizás hacerlas suaves para luego incrementar el volumen gradualmente, …

¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

#3: No se aporrea una guitarra, tus dedos “vuelan” por el mástil

En todos los instrumentos se busca la relajación.

Es algo primordial.

No puedes tocar con libertad y expresarte con el instrumento que has elegido si estás en tensión constante.

Si intentas compensar esas tensiones innecesarias con fuerza bruta, lo que vas a conseguir es un sonido sucio y dejarte el sueldo en cuerdas de guitarra y púas.

Es por eso que tienes que repetir una y otra vez los ejercicios adecuados mientras tu cuerpo y tu cerebro van entendiendo cómo pueden hacer todos esos movimientos sin necesidad de tensarse constantemente.

Tu cuerpo aprende a su ritmo y eso es algo que ni tu ni yo podemos cambiar.

Con la voz pasa exactamente lo mismo.

Queremos hacer melodías complicadas, melismas impresionantes, …

¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

#4: Es más difícil de lo que parece hacer que todas las notas suenen limpias

Cuando empiezas a tocar la guitarra te dicen: pulsa este traste y toca esta cuerda para hacer un LA.

En ese momento parece fácil y lo pruebas.

Eso se parece a todo menos a un LA.

La cuerda parece que esté haciendo la nota que toca, pero suena con mucha suciedad.

Esto es porque no se trata simplemente de poner el dedo más o menos en un sitio. Se trata de precisión.

Y si ya te cuesta con una simple nota, imagínate con un solo.

Lo que hay que hacer es aceptar que va a sonar mal durante un tiempo, a veces más del que uno querría.

Poco a poco tu cerebro va a empezar a entender dónde debe ir el dedo, con qué presión y en qué momento.

Primero tus notas sueltas irán mejorando, luego tus escalas, acordes, …

Con la voz pasa exactamente lo mismo.

Queremos que todas las notas suenen consistentes, que suenen igual que nuestra voz de pecho y que además podamos aguantarlas durante mucho tiempo y con vibrato.

¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

 #5: Nunca dejas de aprender

Con la guitarra nunca dejas de aprender cosas nuevas.

Cada vez puedes tocar más rápido.

Más limpio.

Con más feeling.

Puedes abarcar más estilos.

Puedes acercarte cada vez más al nivel de tus artistas favoritos.

Y llega el día en el que no te quieres parecer a ellos y quieres empezar a ser tú mismo.

Es algo que no acaba nunca.

Es algo que por lo general todo el mundo entiende que es así.

El camino no tiene destino. El destino es el propio camino.

Con la voz pasa exactamente lo mismo.

Queremos cantar como el cantante de moda, o como el cantante que ha marcado un antes y un después en la música.

¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

Una pequeña diferencia

Hay una diferencia importante entre ambos campos y es que hay gente que sin haber estudiado canto sabe cantar bien.

Esto puede parecer un don, pero por mi experiencia cada vez estoy más convencido de que es una maldición.

He visto mucha de esta gente cantar cada vez peor y darse cuenta de que ya no puede cantar como antes.

Esto es realmente frustrante porque no saben encontrar el camino de vuelta.

Si tienes la suerte de tener facilidad para el canto, no la desperdicies.

Te recomiendo no pensar que tienes un don.

Piensa que tienes un regalo que debes aprovechar.

¿Cómo lo aprovechas?

Sigue el mismo camino que el resto de los “no privilegiados”.

Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.

Si te ha gustado mi forma de ver el entrenamiento vocal me encantaría que lo compartieses en tus redes sociales. ¡Gracias!

Imagen: AtribuciónNo comercial Algunos derechos reservados por imadoofus123

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¿Cómo puedo dejar de fumar? Métodos creativos y efectivos para consegurilo.

dejar de fumar

Ya sabías que tarde o temprano este día llegaría.

Desde hace tiempo sabes que es uno de los mayores enemigos para tu voz, y para tu salud.

Ha llegado el momento de dejar de fumar.

¿Necesitas ayuda? Sigue leyendo.

¿Por qué debo dejar de fumar?

¿Aún no te has enterado?

El tabaco es horrible para tu voz.

Si te tomas el canto como algo serio, es necesario que dejes el tabaco cuanto antes.

Tu salud también te lo agradecerá.

Pero como todo esto ya deberías saberlo, aquí tienes unas cuantas formas de dejar de fumar o de dejar algún hábito que no te guste o te sea perjudicial.

Todo hábito se puede cambiar

Una de las razones por las que nos es difícil romper un hábito es porque no tenemos un plan.

Tenemos muy claro qué queremos conseguir, pero no tenemos ni idea de cómo.

Y otras veces simplemente no sabes lo bien que estarás quitándote de encima ese hábito tan molesto.

Te recomiendo que leas este artículo sobre cómo cambiar un hábito en 30 días.

No tener el objeto del hábito al alcance de la mano

Sé que suena muy simple, pero es normal tener miedo a lo desconocido: una vida sin tabaco, dejar el trabajo en el que no estás a gusto, romper esa relación, etc.

En todos estos casos y en más, tendemos a mantener algo de ellos para poder volver, por si no es lo que esperábamos.

Parece una precaución lógica, pero lo único que conseguimos con esto es mantener viva la tentación.

Una tentación que tarde o temprano nos hará caer.

Piénsalo así.

Si se te ha pasado por la cabeza dejar de fumar, ¿no crees que habrá un motivo?

Algo dentro de ti sabe que estarías mejor dejándolo, convirtiéndolo en cosa del pasado, pero es difícil avanzar.

Avanzar da miedo.

Pero si no rompes las cadenas del pasado, vas a estar atado a él para siempre.

Tira todos los paquetes de tabaco que tengas, que no te quede ni un cigarrillo en casa.

Haz que las tentaciones desaparezcan.

Explica a los demás tu nuevo propósito

Las personas somos seres sociales.

Estoy seguro que has tomado algunas decisiones en base a lo que otras personas puedan pensar.

No mola, pero es así. A todos nos ha pasado.

Si explicas a tus amigos, familiares y compañeros del trabajo que vas a dejar de fumar, te aseguro que ellos estarán ahí para recordártelo si hace falta.

Normalmente buscar la aprobación de los demás no lo considero como algo bueno, pero en este caso te puedes aprovechar de ello.

Si te ven recayendo sabes que te van a dar la brasa, algunos más que otros.

Y decepcionarás a otros…

¿No crees que es mejor no recaer y hacer que los demás se sientan orgullosos de ti?

De hecho puede que te conviertas en un ejemplo para más de uno.

Y no hay nada que siente mejor que ayudar a los demás.

Motívate a ti mismo

La motivación mueve montañas.

Cuando realmente quieres hacer algo, hay pocas cosas que te puedan detener.

Puede que incluso no haya nada que pueda pararte.

¿Cómo dices? ¿Que tu no eres así?

Estoy seguro que al menos ha habido una ocasión en tu vida donde has creído en algo tan firmemente que nada te ha hecho cambiar de opinión y no has parado hasta conseguirlo.

Entonces sí sabes que puedes hacerlo, porque ya lo has hecho antes.

Una gran forma de motivación es ver lo que has logrado hasta ahora.

Y si lo puedes ver cada día, mejor que mejor.

¿Cómo puedes hacerlo?

Cómprate un calendario y cuélgalo en la pared de tu dormitorio.

Tacha cada día que pases sin probar un solo cigarro.

Al principio tendrás pocos días tachados, pero los días van pasando y puedes ir viendo como cada vez hay más X en tu calendario.

Pasan los días… y ya ha pasado una semana.

Estás de nuevo a lunes, y te despiertas con ganas de volver a fumar.

Total, por un cigarro no pasa nada.

Es momento de ir a tu calendario.

¿De verdad quieres romper la marca que has conseguido?

Yo tampoco querría.

No dejes que haya un día sin X en tu calendario y sigue adelante.

Cuantas más X tengas, más fácil será continuar.

A veces no es tan fácil como tomar la decisión

Es más que probable que haya una o varias situaciones que hagan que necesites acudir a tu hábito.

Ese hábito tan nocivo del que te quieres librar.

Puede ser una situación de estrés en el trabajo, o la forma de relajarte después de comer, o la forma de activarte por la mañana.

Quiero que detectes cuál o cuáles son los disparadores que activan en ti esa necesidad.

Sabiendo qué situaciones te causan la necesidad es mucho más fácil ser consciente del por qué quieres echar mano de ese vicio despreciable.

Una vez te pilles a ti mismo en una de esas situaciones, sustituye esa reacción de coger el cigarro por otra más saludable.

¿Cómo cuál?

¡No lo sé! Sé creativo =)

Por ejemplo, puedes parar unos segundos, cerrar los ojos y relajarte.

Te lo voy a poner más fácil: directamente haz que no te apetezca volver a fumar

Suena raro, ¿verdad?

Una de las cosas que más me gustó de la Programación Neuro-Lingüística es el Swish.

¿Que es?

Es mejor que te lo explique alguien con más experiencia que yo sobre ello

Haz click aquí para saber lo que es el Swish.

Si caes de nuevo, no te castigues

Lo que debes hacer es aprender de ello.

Ya es suficiente castigo no poder marcar con una X ese día en tu calendario.

¡Pero tampoco lo celebres! Suena un poco cruel, pero sentirte un poco mal por ello te ayudará a pensarlo dos veces antes de volver a caer.

No empieces la desintoxicación si no lo quieres DE VERDAD

No dejes de fumar sólo porque has leído este artículo o porque alguien te lo haya dicho.

Todo eso sirve para que te lo empieces a plantear.

A plantear seriamente, si es posible.

Pero los cambios nacen de dentro de uno mismo.

En tu interior sabes perfectamente cuando vas a empezar algo y no lo vas a acabar.

Necesitas determinación.

Es mejor no empezar hasta que sientas que tienes la suficiente fortaleza como para conseguirlo.

Soy de la opinión de que todo el mundo puede conseguir lo que se proponga. Si tu lo has conseguido, me encantará que dejes tu experiencia en la sección de comentarios explicando cómo lo hiciste.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Serge Melki

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Cómo afecta la expresión corporal a la técnica vocal

expresion corporal al cantarTener una buena expresión corporal al cantar es vital en una actuación.

Te hace conectar más con el público, meterte mucho más en la canción para hacérsela llegar de la manera que quieres.

Sin embargo, en según qué casos algún modo de expresión corporal puede ser contraproducente con la técnica vocal.

Casos en que la expresión corporal es contraproducente con la técnica vocal

La expresión corporal te puede causar problemas cuando no la puedes controlar.

Según qué gesto involuntario es un indicador de cómo está coordinando tus músculos el cerebro.

Tú simplemente no te das cuenta de ello, pero si eliminas ese gesto involuntario es posible que te sea mucho más fácil cantar.

Y es que nuestro propio cuerpo nos pone impedimentos cuando cantamos.

Es muy frecuente notar tensiones por todo el cuerpo.

Queremos hacerlo tan bien que todo nuestro cuerpo se paraliza y se estresa.

Esto no es nada bueno para el canto, ya que uno de los factores decisivos en el canto es la relajación.

Quiero que tomes consciencia de lo que está haciendo tu cuerpo, así que te voy a pedir que te pongas a practicar delante de un espejo y te observes mientras cantas.

Observa a ver si en tu caso ocurre alguna de las cosas siguientes u otra diferente cuando cantas notas agudas o notas graves:

En las notas agudas

Todo movimiento que haga tu cuerpo intentando alcanzar la nota aguda es contraproducente con la técnica vocal.

Ese tipo de movimiento involuntario lo produce una respuesta de tu propio cerebro.

Si piensas que la nota está en el techo, vas a dirigir hacia él a todo tu cuerpo, como si eso te fuera a ayudar a cantar mejor esa nota.

Lo que conseguimos es el efecto contrario, que nos sea mucho más difícil, ya que el efecto colateral es que nuestra laringe también sube, no se queda estable y eso no nos ayuda nada a cantar las notas agudas.

Fíjate bien mientras cantas delante de un espejo y presta atención por si ves alguno de estos indicadores:

  • Tu cabeza mira hacia arriba.
  • Tus ojos, sin quererlo tú, se van al techo.
  • Tus cejas se levantan y se tensan hacia arriba.
  • Tus hombros se elevan.

Algunas veces te pasará una sola de estas cosas, otras veces varias a la vez. Si se da el caso, mientras te miras en el espejo tienes que intentar controlar ese gesto involuntario.

A algunas personas les sirve simplemente pensar en abajo mientras cantan la nota aguda, a otras les sirve mirar hacia abajo, haciendo lo contrario que lo que hace nuestro cuerpo.

La clave está en saber qué es lo que te funciona a ti, porque realmente vas a notar mucha mejora sólo reprimiendo ese gesto involuntario.

En las notas graves

Con las notas graves pasa un poco lo contrario.

Haces una canción más grave de lo que es porque piensas que es muy grave.

Esto sobretodo pasa en momentos de la canción posteriores a una subida de tono (por ejemplo la estrofa después del estribillo).

Después de unas notas agudas las notas graves parecen más graves, cuando en realidad son las mismas.

En esos casos también observarás reflejos de tu expresión corporal en las notas graves si:

  • Bajas la cabeza o agachas el mentón.
  • Miras hacia abajo
  • Sacas la mandíbula hacia delante.

En estos casos, para contrarrestrar este efecto puede ser muy útil hablar estas notas graves.

Si te fijas, cuando hablas, rara vez haces estos gestos hacia abajo, con lo que esto te puede ayudar mucho.

Si tu caso es muy extremo, te servirá lo mismo que en el ejercicio anterior, pero al revés.

Pensar arriba cuando cantes la nota grave o incluso mirar hacia arriba.

Hay que tener en cuenta que todas estas soluciones deben ser temporales.

En una actuación no puedes estar pensando arriba o abajo ni mirando arriba o abajo, tienes que olvidar todo eso y dejar que la actuación fluya.

Otros casos en que la expresión corporal no ayuda a tu actuación

Hay muchas personas que se expresan con las manos o los brazos y no sólo al cantar, sino también al hablar.

Cuando cantas y mueves los brazos de manera natural porque es tu manera de expresarte, seguramente te ayudará a comunicarte mejor con tu público.

El problema viene cuando te dicen que lo que tienes que hacer es mover los brazos para transmitir en la canción y eso no es algo natural en ti.

Porque otras personas hagan las cosas de una manera, no significa que a ti te vaya a servir esa misma manera.

En el canto, como en las demás cosas en la vida, tienes que ser tal y como tú eres, expresarte de la manera más natural posible.

Eso transmitirá un mensaje claro y sincero a tu público y por consiguiente, mucho más cercano.

Te ayudará a conectar mejor con ellos.

Por otro lado, hacer movimientos con los brazos, si no es algo que te salga natural te puede hacer perder el ritmo.

Esto pasa porque estás forzando al músculo a moverse de un modo que para él no es orgánico.

Lo mismo ocurre cuando bailas.

Si estás bailando porque te han dicho que tienes que bailar pero no te has preparado nada y no tienes gracia bailando (como me pasa a mi), lo más probable es que te desincronices con la música y pierdas el ritmo.

La clave de todo esto es que los movimientos tienen que ser más libres, mucho más naturales.

Si estás pensando en demasiadas cosas a la vez corres el riesgo de perder el control de alguna de ellas.

Si no quieres parecer muy soso en el escenario, debes entrenar tu coordinación muscular para aprender a bailar y cantar a la vez.

Y ya para acabar, te diré que no hay nadie más crítico que tú mismo, así que te recomiendo que grabes tus actuaciones en vídeo y te observes.

No pienses en que es algo horrible y que te vas a morir de la vergüenza cuando te veas a tu mismo, más bien piensa en ese escrutinio como en algo positivo que te va a ayudar a mejorar.

Si te gusta lo que ves y crees que lo hiciste bien, sigue en esa línea, pero si te ves sobreactuado o poco natural, ahí sabes que tienes que hacer un cambio.

Si tú también tienes uno de estos problemas de expresión corporal al cantar, haz la prueba del espejo y comparte tu experiencia con nosotros.

¡Comparte este artículo si te ha parecido interesante!

Imagen: AtribuciónNo comercialCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Klaith Zhang

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¿Por qué de repente mi voz ya no es la misma y cantar ya no es fácil?

mi voz ya no es la mismaVa pasando el tiempo y un día te das cuenta de que tu voz ya no es la misma.

A veces esto pasa después de una enfermedad, pero muchas otras veces no hay causa aparente. De repente ya no puedes hacer cosas que antes te resultaban muy sencillas.

Si tu voz ya no es la misma es que algo ha cambiado

Aunque no te lo parezca o no hayas sido consciente de ello, para que tu manera de cantar haya cambiado de repente ha tenido que haber algún cambio en ti, tus hábitos, alguna enfermedad, o algo que te parezca imperceptible.

Te voy a ayudar a analizar posibles motivos por los que tu voz ya no es la misma para que seas capaz de identificar y arreglar lo que está pasando.

En lo primero que debes pensar es en qué ha cambiado desde que podías hacer todas esas cosas con tu voz que ahora no puedes.

Cómo afectan los abusos que haces en tu cuerpo a tu manera de cantar

Tienes que entender que tu cuerpo no es una máquina perfecta, se va deteriorando.

Cuando eres joven parece que tu cuerpo puede aguantar lo que sea, pero a medida que te haces mayor eso va cambiando.

Aún así, hay cosas que te afectan siempre.

De hecho, a tu voz le afecta absolutamente todo lo que haces, aunque a veces no lo parezca.

  • La falta de sueño, aunque te parezca que estás bien, afecta a tu voz, la vuelve inconsistente. Esto hace que no esté al 100%.
  • El estrés. Afecta mucho más de lo que crees. Llegas a pensar que no puedes hacer nada para contrarrestarlo y yo te entiendo perfectamente porque también lo he vivido y sé lo que es.
    Lo más importante es hacer un cambio de chip, empezar a tomarte las cosas de otra manera. Parece muy difícil de hacer, pero al final puedes conseguirlo si simplemente cambias tus prioridades.
    De repente el trabajo ya no es lo primero, ahora lo primero eres tú, tu salud. No vayas aguantando a costa de tu salud.
    Esto no te lo digo sólo para ayudarte a conservar tu voz en perfecto estado, es algo importantísimo para la vida en general.
  • Fumar va resecando las cuerdas vocales. Quizás con un cigarrillo no notes nada, pero eso deja expuesta a tu voz, desprotegida.
    Si quieres saber más del efecto del tabaco en la voz, pulsa aquí.
  • El alcohol tampoco es un buen amigo, aunque alguna vez hayas oído que el whisky es bueno para cantar.
  • No comer de todo es muy perjudicial para la voz.
    Si no tienes todas las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita, eso hará que tu voz esté desprotegida.

Para empezar a recuperar tu voz tienes que dejar de hacer esas cosas que haces y que la ponen en peligro.

Ya sé que hay algunas cosas que no quieres dejar de hacer. Ahí tienes que empezar a valorar qué es más importante para ti, si tu voz o por ejemplo fumar.

Cómo afectan las enfermedades a tu manera de cantar

Si tu cuerpo no está a tope de energía vas a notarlo en tu manera de cantar.

  • Lógicamente, las enfermedades en las cuerdas vocales afectan a tu voz.
    Por ejemplo si has tenido nódulos o pólipos, vas a notar una diferencia entre cómo cantabas antes y cómo cantas ahora.
    Necesitas pasar por una etapa de recuperación vocal y no sólo eso, también tienes que reeducar tu voz, porque es probable que lo que te haya pasado se deba a un mal uso de la voz.
  • Las enfermedades en el aparato respiratorio también afectan a la voz, están muy relacionadas. Por ejemplo, las alergias que afectan al aparato respiratorio hacen que tengas más mucosidad, con lo que esa mucosidad se emplaza en tus cuerdas vocales, no permitiendo que se junten de manera adecuada.
  • Un constipado produce un efecto similar al de las alergias. Muchas veces van acompañados de inflamación y te duele al tragar. Todo eso no es nada bueno para tu voz.
    Si a pesar de sentir molestias sigues cantando, tu voz va a sufrir las consecuencias y lo peor de todo es que no te recuperarás todo lo rápido que podrías hacerlo hecho.

Vuelvo a reiterarte que tienes que cuidarte a ti y a tu cuerpo para no caer enfermo.

Protégete del frío, aléjate de los alérgenos y sobretodo no abuses de tu voz.

Cómo afectan los abusos vocales a tu manera de cantar

Quizás a ti no te parezca que estás abusando de tu voz porque no notas molestias muy grandes al cantar e incluso te parece que es fácil, pero hay síntomas que te pueden hacer ver que estás forzando tu voz.

  • Cantas las notas agudas a mucho volumen y si lo bajas te suenan con demasiado aire. Eso es una clara indicación de que necesitas forzar tu voz para poder cantar notas agudas.
    Tienes que aprender a cantar notas altas sin gritar.
  • Te quedas afónico con facilidad y no entiendes por qué.
  • Mientras estás cantando notas que no tienes el control sobre tu voz y a veces incluso se producen algunas desafinaciones. Las intentas contrarrestar poniendo más volumen, pero eso sólo va a hacer que la cosa empeore.
    Tienes que aprender a cantar afinado.
  • Quieres que tu voz suene más fuerte en todo tu rango y por eso en las notas agudas intentas que eso no cambie, dándoles más fuerza.
    Tienes que entender que hay unas notas en las que tu voz tiene que hacer un cambio, no puede sonar igual en todo tu rango.
  • Quieres que tu voz suene más dulce y la haces mucho más ligera y airosa desde las notas graves.
    Eso va a hacer que se deteriore mucho, pues el aire reseca las cuerdas vocales, dejándolas de nuevo expuestas a sufrir cualquier daño o afección.

Como ves, todo afecta a tu voz.

Tus hábitos al cantar, si has sufrido alguna enfermedad en las cuerdas vocales, lo que comes, lo que duermes, etcétera.

En conclusión te diré que quiero que empieces a cuidarte desde hoy mismo.

Para dejar de abusar de tu voz, lo primero que tienes que entender es que aprender a cantar no es como chasquear los dedos, que aunque creas que tu voz lo resiste todo, no es así.

Abusar de tu voz durante años acaba desembocando en que un buen día te despiertas y notas que tu voz ya no es la misma.

Piensas que es cosa de que tienes un mal día, pero va pasando el tiempo y sigue sin mejorar.

Puedes recuperar la voz que tuviste, pero tienes que cambiar algunas cosas. Debes permitirte retroceder un poco para poder avanzar por el camino correcto.

Es como si al entrar en un laberinto hubiera un camino correcto y uno incorrecto. Te metes por el incorrecto y como has pasado por muchos recodos crees que es tarde para retroceder, tienes que encontrar la salida por ahí.

El problema es que no la hay, para encontrar el camino correcto tienes que volver a la casilla de salida y a partir de ahí tomar el camino correcto. Y aunque te parezca que es retroceder, a veces eso es necesario para avanzar mejor.

Si te has encontrado en una situación similar y quieres compartirla con todos, no dudes en hacerlo desde la sección de comentarios.

Si conoces a alguien a quien le esté pasando esto y quieres ayudarle, comparte este artículo para que al menos entienda lo que le está pasando.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Carnie Lewis

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