¿Cómo puedo dejar de fumar? Métodos creativos y efectivos para consegurilo.

dejar de fumar

Ya sabías que tarde o temprano este día llegaría.

Desde hace tiempo sabes que es uno de los mayores enemigos para tu voz, y para tu salud.

Ha llegado el momento de dejar de fumar.

¿Necesitas ayuda? Sigue leyendo.

¿Por qué debo dejar de fumar?

¿Aún no te has enterado?

El tabaco es horrible para tu voz.

Si te tomas el canto como algo serio, es necesario que dejes el tabaco cuanto antes.

Tu salud también te lo agradecerá.

Pero como todo esto ya deberías saberlo, aquí tienes unas cuantas formas de dejar de fumar o de dejar algún hábito que no te guste o te sea perjudicial.

Todo hábito se puede cambiar

Una de las razones por las que nos es difícil romper un hábito es porque no tenemos un plan.

Tenemos muy claro qué queremos conseguir, pero no tenemos ni idea de cómo.

Y otras veces simplemente no sabes lo bien que estarás quitándote de encima ese hábito tan molesto.

Te recomiendo que leas este artículo sobre cómo cambiar un hábito en 30 días.

No tener el objeto del hábito al alcance de la mano

Sé que suena muy simple, pero es normal tener miedo a lo desconocido: una vida sin tabaco, dejar el trabajo en el que no estás a gusto, romper esa relación, etc.

En todos estos casos y en más, tendemos a mantener algo de ellos para poder volver, por si no es lo que esperábamos.

Parece una precaución lógica, pero lo único que conseguimos con esto es mantener viva la tentación.

Una tentación que tarde o temprano nos hará caer.

Piénsalo así.

Si se te ha pasado por la cabeza dejar de fumar, ¿no crees que habrá un motivo?

Algo dentro de ti sabe que estarías mejor dejándolo, convirtiéndolo en cosa del pasado, pero es difícil avanzar.

Avanzar da miedo.

Pero si no rompes las cadenas del pasado, vas a estar atado a él para siempre.

Tira todos los paquetes de tabaco que tengas, que no te quede ni un cigarrillo en casa.

Haz que las tentaciones desaparezcan.

Explica a los demás tu nuevo propósito

Las personas somos seres sociales.

Estoy seguro que has tomado algunas decisiones en base a lo que otras personas puedan pensar.

No mola, pero es así. A todos nos ha pasado.

Si explicas a tus amigos, familiares y compañeros del trabajo que vas a dejar de fumar, te aseguro que ellos estarán ahí para recordártelo si hace falta.

Normalmente buscar la aprobación de los demás no lo considero como algo bueno, pero en este caso te puedes aprovechar de ello.

Si te ven recayendo sabes que te van a dar la brasa, algunos más que otros.

Y decepcionarás a otros…

¿No crees que es mejor no recaer y hacer que los demás se sientan orgullosos de ti?

De hecho puede que te conviertas en un ejemplo para más de uno.

Y no hay nada que siente mejor que ayudar a los demás.

Motívate a ti mismo

La motivación mueve montañas.

Cuando realmente quieres hacer algo, hay pocas cosas que te puedan detener.

Puede que incluso no haya nada que pueda pararte.

¿Cómo dices? ¿Que tu no eres así?

Estoy seguro que al menos ha habido una ocasión en tu vida donde has creído en algo tan firmemente que nada te ha hecho cambiar de opinión y no has parado hasta conseguirlo.

Entonces sí sabes que puedes hacerlo, porque ya lo has hecho antes.

Una gran forma de motivación es ver lo que has logrado hasta ahora.

Y si lo puedes ver cada día, mejor que mejor.

¿Cómo puedes hacerlo?

Cómprate un calendario y cuélgalo en la pared de tu dormitorio.

Tacha cada día que pases sin probar un solo cigarro.

Al principio tendrás pocos días tachados, pero los días van pasando y puedes ir viendo como cada vez hay más X en tu calendario.

Pasan los días… y ya ha pasado una semana.

Estás de nuevo a lunes, y te despiertas con ganas de volver a fumar.

Total, por un cigarro no pasa nada.

Es momento de ir a tu calendario.

¿De verdad quieres romper la marca que has conseguido?

Yo tampoco querría.

No dejes que haya un día sin X en tu calendario y sigue adelante.

Cuantas más X tengas, más fácil será continuar.

A veces no es tan fácil como tomar la decisión

Es más que probable que haya una o varias situaciones que hagan que necesites acudir a tu hábito.

Ese hábito tan nocivo del que te quieres librar.

Puede ser una situación de estrés en el trabajo, o la forma de relajarte después de comer, o la forma de activarte por la mañana.

Quiero que detectes cuál o cuáles son los disparadores que activan en ti esa necesidad.

Sabiendo qué situaciones te causan la necesidad es mucho más fácil ser consciente del por qué quieres echar mano de ese vicio despreciable.

Una vez te pilles a ti mismo en una de esas situaciones, sustituye esa reacción de coger el cigarro por otra más saludable.

¿Cómo cuál?

¡No lo sé! Sé creativo =)

Por ejemplo, puedes parar unos segundos, cerrar los ojos y relajarte.

Te lo voy a poner más fácil: directamente haz que no te apetezca volver a fumar

Suena raro, ¿verdad?

Una de las cosas que más me gustó de la Programación Neuro-Lingüística es el Swish.

¿Que es?

Es mejor que te lo explique alguien con más experiencia que yo sobre ello

Haz click aquí para saber lo que es el Swish.

Si caes de nuevo, no te castigues

Lo que debes hacer es aprender de ello.

Ya es suficiente castigo no poder marcar con una X ese día en tu calendario.

¡Pero tampoco lo celebres! Suena un poco cruel, pero sentirte un poco mal por ello te ayudará a pensarlo dos veces antes de volver a caer.

No empieces la desintoxicación si no lo quieres DE VERDAD

No dejes de fumar sólo porque has leído este artículo o porque alguien te lo haya dicho.

Todo eso sirve para que te lo empieces a plantear.

A plantear seriamente, si es posible.

Pero los cambios nacen de dentro de uno mismo.

En tu interior sabes perfectamente cuando vas a empezar algo y no lo vas a acabar.

Necesitas determinación.

Es mejor no empezar hasta que sientas que tienes la suficiente fortaleza como para conseguirlo.

Soy de la opinión de que todo el mundo puede conseguir lo que se proponga. Si tu lo has conseguido, me encantará que dejes tu experiencia en la sección de comentarios explicando cómo lo hiciste.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Serge Melki

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Cómo afecta la expresión corporal a la técnica vocal

expresion corporal al cantarTener una buena expresión corporal al cantar es vital en una actuación.

Te hace conectar más con el público, meterte mucho más en la canción para hacérsela llegar de la manera que quieres.

Sin embargo, en según qué casos algún modo de expresión corporal puede ser contraproducente con la técnica vocal.

Casos en que la expresión corporal es contraproducente con la técnica vocal

La expresión corporal te puede causar problemas cuando no la puedes controlar.

Según qué gesto involuntario es un indicador de cómo está coordinando tus músculos el cerebro.

Tú simplemente no te das cuenta de ello, pero si eliminas ese gesto involuntario es posible que te sea mucho más fácil cantar.

Y es que nuestro propio cuerpo nos pone impedimentos cuando cantamos.

Es muy frecuente notar tensiones por todo el cuerpo.

Queremos hacerlo tan bien que todo nuestro cuerpo se paraliza y se estresa.

Esto no es nada bueno para el canto, ya que uno de los factores decisivos en el canto es la relajación.

Quiero que tomes consciencia de lo que está haciendo tu cuerpo, así que te voy a pedir que te pongas a practicar delante de un espejo y te observes mientras cantas.

Observa a ver si en tu caso ocurre alguna de las cosas siguientes u otra diferente cuando cantas notas agudas o notas graves:

En las notas agudas

Todo movimiento que haga tu cuerpo intentando alcanzar la nota aguda es contraproducente con la técnica vocal.

Ese tipo de movimiento involuntario lo produce una respuesta de tu propio cerebro.

Si piensas que la nota está en el techo, vas a dirigir hacia él a todo tu cuerpo, como si eso te fuera a ayudar a cantar mejor esa nota.

Lo que conseguimos es el efecto contrario, que nos sea mucho más difícil, ya que el efecto colateral es que nuestra laringe también sube, no se queda estable y eso no nos ayuda nada a cantar las notas agudas.

Fíjate bien mientras cantas delante de un espejo y presta atención por si ves alguno de estos indicadores:

  • Tu cabeza mira hacia arriba.
  • Tus ojos, sin quererlo tú, se van al techo.
  • Tus cejas se levantan y se tensan hacia arriba.
  • Tus hombros se elevan.

Algunas veces te pasará una sola de estas cosas, otras veces varias a la vez. Si se da el caso, mientras te miras en el espejo tienes que intentar controlar ese gesto involuntario.

A algunas personas les sirve simplemente pensar en abajo mientras cantan la nota aguda, a otras les sirve mirar hacia abajo, haciendo lo contrario que lo que hace nuestro cuerpo.

La clave está en saber qué es lo que te funciona a ti, porque realmente vas a notar mucha mejora sólo reprimiendo ese gesto involuntario.

En las notas graves

Con las notas graves pasa un poco lo contrario.

Haces una canción más grave de lo que es porque piensas que es muy grave.

Esto sobretodo pasa en momentos de la canción posteriores a una subida de tono (por ejemplo la estrofa después del estribillo).

Después de unas notas agudas las notas graves parecen más graves, cuando en realidad son las mismas.

En esos casos también observarás reflejos de tu expresión corporal en las notas graves si:

  • Bajas la cabeza o agachas el mentón.
  • Miras hacia abajo
  • Sacas la mandíbula hacia delante.

En estos casos, para contrarrestrar este efecto puede ser muy útil hablar estas notas graves.

Si te fijas, cuando hablas, rara vez haces estos gestos hacia abajo, con lo que esto te puede ayudar mucho.

Si tu caso es muy extremo, te servirá lo mismo que en el ejercicio anterior, pero al revés.

Pensar arriba cuando cantes la nota grave o incluso mirar hacia arriba.

Hay que tener en cuenta que todas estas soluciones deben ser temporales.

En una actuación no puedes estar pensando arriba o abajo ni mirando arriba o abajo, tienes que olvidar todo eso y dejar que la actuación fluya.

Otros casos en que la expresión corporal no ayuda a tu actuación

Hay muchas personas que se expresan con las manos o los brazos y no sólo al cantar, sino también al hablar.

Cuando cantas y mueves los brazos de manera natural porque es tu manera de expresarte, seguramente te ayudará a comunicarte mejor con tu público.

El problema viene cuando te dicen que lo que tienes que hacer es mover los brazos para transmitir en la canción y eso no es algo natural en ti.

Porque otras personas hagan las cosas de una manera, no significa que a ti te vaya a servir esa misma manera.

En el canto, como en las demás cosas en la vida, tienes que ser tal y como tú eres, expresarte de la manera más natural posible.

Eso transmitirá un mensaje claro y sincero a tu público y por consiguiente, mucho más cercano.

Te ayudará a conectar mejor con ellos.

Por otro lado, hacer movimientos con los brazos, si no es algo que te salga natural te puede hacer perder el ritmo.

Esto pasa porque estás forzando al músculo a moverse de un modo que para él no es orgánico.

Lo mismo ocurre cuando bailas.

Si estás bailando porque te han dicho que tienes que bailar pero no te has preparado nada y no tienes gracia bailando (como me pasa a mi), lo más probable es que te desincronices con la música y pierdas el ritmo.

La clave de todo esto es que los movimientos tienen que ser más libres, mucho más naturales.

Si estás pensando en demasiadas cosas a la vez corres el riesgo de perder el control de alguna de ellas.

Si no quieres parecer muy soso en el escenario, debes entrenar tu coordinación muscular para aprender a bailar y cantar a la vez.

Y ya para acabar, te diré que no hay nadie más crítico que tú mismo, así que te recomiendo que grabes tus actuaciones en vídeo y te observes.

No pienses en que es algo horrible y que te vas a morir de la vergüenza cuando te veas a tu mismo, más bien piensa en ese escrutinio como en algo positivo que te va a ayudar a mejorar.

Si te gusta lo que ves y crees que lo hiciste bien, sigue en esa línea, pero si te ves sobreactuado o poco natural, ahí sabes que tienes que hacer un cambio.

Si tú también tienes uno de estos problemas de expresión corporal al cantar, haz la prueba del espejo y comparte tu experiencia con nosotros.

¡Comparte este artículo si te ha parecido interesante!

Imagen: AtribuciónNo comercialCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Klaith Zhang

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¿Por qué de repente mi voz ya no es la misma y cantar ya no es fácil?

mi voz ya no es la mismaVa pasando el tiempo y un día te das cuenta de que tu voz ya no es la misma.

A veces esto pasa después de una enfermedad, pero muchas otras veces no hay causa aparente. De repente ya no puedes hacer cosas que antes te resultaban muy sencillas.

Si tu voz ya no es la misma es que algo ha cambiado

Aunque no te lo parezca o no hayas sido consciente de ello, para que tu manera de cantar haya cambiado de repente ha tenido que haber algún cambio en ti, tus hábitos, alguna enfermedad, o algo que te parezca imperceptible.

Te voy a ayudar a analizar posibles motivos por los que tu voz ya no es la misma para que seas capaz de identificar y arreglar lo que está pasando.

En lo primero que debes pensar es en qué ha cambiado desde que podías hacer todas esas cosas con tu voz que ahora no puedes.

Cómo afectan los abusos que haces en tu cuerpo a tu manera de cantar

Tienes que entender que tu cuerpo no es una máquina perfecta, se va deteriorando.

Cuando eres joven parece que tu cuerpo puede aguantar lo que sea, pero a medida que te haces mayor eso va cambiando.

Aún así, hay cosas que te afectan siempre.

De hecho, a tu voz le afecta absolutamente todo lo que haces, aunque a veces no lo parezca.

  • La falta de sueño, aunque te parezca que estás bien, afecta a tu voz, la vuelve inconsistente. Esto hace que no esté al 100%.
  • El estrés. Afecta mucho más de lo que crees. Llegas a pensar que no puedes hacer nada para contrarrestarlo y yo te entiendo perfectamente porque también lo he vivido y sé lo que es.
    Lo más importante es hacer un cambio de chip, empezar a tomarte las cosas de otra manera. Parece muy difícil de hacer, pero al final puedes conseguirlo si simplemente cambias tus prioridades.
    De repente el trabajo ya no es lo primero, ahora lo primero eres tú, tu salud. No vayas aguantando a costa de tu salud.
    Esto no te lo digo sólo para ayudarte a conservar tu voz en perfecto estado, es algo importantísimo para la vida en general.
  • Fumar va resecando las cuerdas vocales. Quizás con un cigarrillo no notes nada, pero eso deja expuesta a tu voz, desprotegida.
    Si quieres saber más del efecto del tabaco en la voz, pulsa aquí.
  • El alcohol tampoco es un buen amigo, aunque alguna vez hayas oído que el whisky es bueno para cantar.
  • No comer de todo es muy perjudicial para la voz.
    Si no tienes todas las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita, eso hará que tu voz esté desprotegida.

Para empezar a recuperar tu voz tienes que dejar de hacer esas cosas que haces y que la ponen en peligro.

Ya sé que hay algunas cosas que no quieres dejar de hacer. Ahí tienes que empezar a valorar qué es más importante para ti, si tu voz o por ejemplo fumar.

Cómo afectan las enfermedades a tu manera de cantar

Si tu cuerpo no está a tope de energía vas a notarlo en tu manera de cantar.

  • Lógicamente, las enfermedades en las cuerdas vocales afectan a tu voz.
    Por ejemplo si has tenido nódulos o pólipos, vas a notar una diferencia entre cómo cantabas antes y cómo cantas ahora.
    Necesitas pasar por una etapa de recuperación vocal y no sólo eso, también tienes que reeducar tu voz, porque es probable que lo que te haya pasado se deba a un mal uso de la voz.
  • Las enfermedades en el aparato respiratorio también afectan a la voz, están muy relacionadas. Por ejemplo, las alergias que afectan al aparato respiratorio hacen que tengas más mucosidad, con lo que esa mucosidad se emplaza en tus cuerdas vocales, no permitiendo que se junten de manera adecuada.
  • Un constipado produce un efecto similar al de las alergias. Muchas veces van acompañados de inflamación y te duele al tragar. Todo eso no es nada bueno para tu voz.
    Si a pesar de sentir molestias sigues cantando, tu voz va a sufrir las consecuencias y lo peor de todo es que no te recuperarás todo lo rápido que podrías hacerlo hecho.

Vuelvo a reiterarte que tienes que cuidarte a ti y a tu cuerpo para no caer enfermo.

Protégete del frío, aléjate de los alérgenos y sobretodo no abuses de tu voz.

Cómo afectan los abusos vocales a tu manera de cantar

Quizás a ti no te parezca que estás abusando de tu voz porque no notas molestias muy grandes al cantar e incluso te parece que es fácil, pero hay síntomas que te pueden hacer ver que estás forzando tu voz.

  • Cantas las notas agudas a mucho volumen y si lo bajas te suenan con demasiado aire. Eso es una clara indicación de que necesitas forzar tu voz para poder cantar notas agudas.
    Tienes que aprender a cantar notas altas sin gritar.
  • Te quedas afónico con facilidad y no entiendes por qué.
  • Mientras estás cantando notas que no tienes el control sobre tu voz y a veces incluso se producen algunas desafinaciones. Las intentas contrarrestar poniendo más volumen, pero eso sólo va a hacer que la cosa empeore.
    Tienes que aprender a cantar afinado.
  • Quieres que tu voz suene más fuerte en todo tu rango y por eso en las notas agudas intentas que eso no cambie, dándoles más fuerza.
    Tienes que entender que hay unas notas en las que tu voz tiene que hacer un cambio, no puede sonar igual en todo tu rango.
  • Quieres que tu voz suene más dulce y la haces mucho más ligera y airosa desde las notas graves.
    Eso va a hacer que se deteriore mucho, pues el aire reseca las cuerdas vocales, dejándolas de nuevo expuestas a sufrir cualquier daño o afección.

Como ves, todo afecta a tu voz.

Tus hábitos al cantar, si has sufrido alguna enfermedad en las cuerdas vocales, lo que comes, lo que duermes, etcétera.

En conclusión te diré que quiero que empieces a cuidarte desde hoy mismo.

Para dejar de abusar de tu voz, lo primero que tienes que entender es que aprender a cantar no es como chasquear los dedos, que aunque creas que tu voz lo resiste todo, no es así.

Abusar de tu voz durante años acaba desembocando en que un buen día te despiertas y notas que tu voz ya no es la misma.

Piensas que es cosa de que tienes un mal día, pero va pasando el tiempo y sigue sin mejorar.

Puedes recuperar la voz que tuviste, pero tienes que cambiar algunas cosas. Debes permitirte retroceder un poco para poder avanzar por el camino correcto.

Es como si al entrar en un laberinto hubiera un camino correcto y uno incorrecto. Te metes por el incorrecto y como has pasado por muchos recodos crees que es tarde para retroceder, tienes que encontrar la salida por ahí.

El problema es que no la hay, para encontrar el camino correcto tienes que volver a la casilla de salida y a partir de ahí tomar el camino correcto. Y aunque te parezca que es retroceder, a veces eso es necesario para avanzar mejor.

Si te has encontrado en una situación similar y quieres compartirla con todos, no dudes en hacerlo desde la sección de comentarios.

Si conoces a alguien a quien le esté pasando esto y quieres ayudarle, comparte este artículo para que al menos entienda lo que le está pasando.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Carnie Lewis

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Bailar y cantar a la vez: La clave para no ahogarte

bailar y cantar a la vezPara mi, bailar y cantar a la vez siempre ha sido imposible.

Sí que es cierto que cuando era pequeña siempre inventaba bailes para hacer mientras cantaba, pero se me daba tan mal y me ahogaba tanto, que al final dejé de hacerlo.

La verdad es que bailo fatal.

Aún así, voy a hablarte de mi experiencia como cantante de rock, porque realmente he vivido lo que es darlo todo en un directo.

Sé lo que es no parar de moverte, guiado por la música. Es una sensación de libertad muy potente y también muy agotadora.

Mi antes y después de poder bailar y cantar a la vez

Es abismal la diferencia que he notado entre los conciertos que hacía antes y los que hago ahora.

En los conciertos que hacía cuando empecé:

  1. Muchas veces no me oía a mí misma al cantar, con lo que acababa forzando la voz.
  2. Si en alguna canción me emocionaba, se me descontrolaba la voz.
  3. No era capaz de perder el miedo escénico hasta que pasaban una o dos canciones, con lo que cuando empezaba a disfrutar de verdad, el concierto estaba terminando.
  4. Luchaba evitando mástiles de guitarra y cables traicioneros que amenazaban con hacerme tropezar.

Me movía mucho menos en el escenario, fruto del miedo escénico y aún así, acababa sin aliento en las últimas canciones, agotada y completamente empapada en sudor.

Después de perder la cuenta de los conciertos que he hecho en diferentes bandas, he reflexionado sobre el último concierto que he hecho:

  1. El sonido era bastante malo. Aunque se oía perfectamente en la sala, dentro del escenario apenas intuía mi propia voz, sin embargo, no forcé mi voz.
  2. El público respondió muy efusivamente, con lo que me contagiaron aún más el entusiasmo que ya llevaba y aún así, mi voz no se descontroló.
  3. Me dejé llevar y disfruté del concierto desde la primera canción.
  4. Igualmente tuve que evitar tropezarme con los cables y caerme, soy patosa, ya te lo he dicho.

Pero esta vez, acabó el concierto y yo estaba como si no nada, aunque sí igualmente empapada en sudor y con una sonrisa de oreja a oreja de tanta felicidad.

¿Qué ha cambiado?

Tal y como yo lo veo han cambiado dos cosas muy importantes en mi vida.

La técnica vocal

Yo tenía un problema de aducción de cuerdas vocales, con lo que mi voz tenía mucho aire.

Cuando tus cuerdas vocales no se juntan como deberían, es como si fueras un neumático con un pinchazo, que se va deshinflando poco a poco y acaba fofo, como acababa yo al terminar los conciertos. =)

Como pierdes más aire del que deberías, tienes que respirar más a menudo, con lo que tienes una deuda de oxígeno que se va acumulando, hasta acabar exhausto.

Por no hablar de cuando forzaba la voz.

En esos momentos, estaba ejerciendo más presión de aire para aumentar el volumen, a pesar de que mis cuerdas vocales no se juntaban bien.

Eso hacía que aún perdiera mucho más oxígeno.

El deporte

Antes no hacía mucho deporte.

Además gané bastante peso en poco tiempo.

Esas dos cosas son una muy mala combinación para poder bailar y cantar a la vez.

Aún y así, era 10 años más joven, cosa que debería influir un poco. Y además, un poquito de deporte sí que hacía de vez en cuando, aunque no me exigía mucho a mí misma en ese aspecto.

Estuve un tiempo haciendo natación, y algunas veces me retaba a mí misma para seguir un ritmo de respiraciones más exigente cada vez.

Primero cada tres brazadas, después cada 5, después cada 7 y así hasta que conseguía hacerme toda la piscina del tirón.

En la natación tienes que aguantar la respiración bastante rato y respirar en el momento justo para no tragar agua.

En el canto, tienes que respirar en los lugares adecuados para no cortar una frase importante o para llegar a una frase más larga que viene justo después.

Ahí sí que noté un poquito de mejora en mi resistencia, aunque no fue como la noche y el día.

Por cosas de la vida, dejé la natación y perdí ese poquito que había ganado en resistencia.

Hace un año y medio más o menos, retomé mi relación con el deporte de mano de un entrenador personal.

Me indicó cómo debía respirar mientras hacía deporte. En qué momento inspirar y en qué momento espirar para mejorar mi rendimiento.

En cierto modo, tu respiración no deja de ser un ritmo más que hay que seguir sin descontrolarte.

¿Qué saco en claro de todo este rollo?

Basándome en mi propia experiencia en el tema, que vuelvo a reiterar que no proviene de bailar coreografías, puedo darte los siguientes consejos:

Mejora tu técnica vocal para mejorar tu resistencia.

Practica deporte de manera regular.

Practica bailar y cantar a la vez a pleno rendimiento, como si estuvieras en tu actuación.

Recuerda: Cuanto más practicas una cosa, más la asimilas y tu cuerpo más se acostumbra a ello.

Te invito a que me cuentes tu caso, si bailas y cantas a la vez y cómo lo haces para mantener el ritmo.

Si este artículo te ha parecido entretenido, ¡no dudes en compartirlo!

AtribuciónNo comercialSin obras derivadas Algunos derechos reservados por K U M Z

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Lo que nadie te ha contado nunca sobre los problemas comunes al cantar

problemas comunes al cantarCuando algo no te sale bien al cantar, ¿sueles frustarte?

Por más que lo intentas, ¿notas que hay un límite que eres incapaz de superar?

A veces parece que puedes cantar lo que quieras pero, ¿durante los siguientes días no consigues saber cómo volver a hacerlo?

Todo esto son reacciones que nacen de los problemas comunes al cantar.

A nivel técnico, cantar no es tan sencillo como seguir un manual de instrucciones.

Nada más lejos de la realidad.

Pero tampoco es ciencia aeroespacial. Todo tiene un por qué y siempre hay algo para solventar el problema en cuestión.

Muchas veces la dificultad radica en saber reconocer esos problemas comunes al cantar y diseñar ejercicios específicos para la persona que los tiene.

Otras veces la cosa se complica, sobretodo en depende qué casos, y hay que saber reconocer pequeñas sutilezas en la voz para entender realmente lo que está ocurriendo.

¿Por qué casi siempre la solución es “aprender a respirar” o “aprender a cantar con el diafragma”?

Bueno, la respuesta a esta pregunta es que la pregunta hace una suposición incorrecta.

El conocimiento es poder, y si no tienes ese conocimiento acabarás aplicando la misma herramienta para todos los problemas.

Y este conocimiento no debería dejar de crecer a medida que pasa el tiempo.

Te recomiendo que empieces a ampliar ese conocimiento con este articulazo de Esther sobre cómo cantar con el diafragma.

Los ejercicios de visualización puede que te ayuden… o puede que no

Este es un tema muy delicado.

Personalmente no me gusta nada utilizar este tipo de enseñanza.

¿Por qué?

Porque si por casualidad a ti te ayuda imaginar que tienes la boca llena de agua mientras cantas, o que no tienes cuerdas vocales, o cualquier otra cosa, no quiere decir que eso le sirva a otra persona.

O lo que es peor, puede que hoy te sirva y mañana no, por el simple hecho de que te estás basando en cosas muy subjetivas, y hoy tu cuerpo puede sentir las cosas de una forma y mañana de otra.

Ayer mismo me decía una alumna que le hacían “quitarse el sombrero” para proyectar mejor las notas.

No, no estoy de coña…

Existen herramientas OBJETIVAS para solucionar los problemas al cantar. Utilízalas.

¿Cuáles son estas herramientas?

Los sonidos que puedes hacer.

Para conseguir resultados siempre, de forma consistente, debes basarte en el sonido que estás haciendo.

Por poner un ejemplo, si haces un ejercicio en concreto con una voz de bostezo, sabes lo que está ocurriendo en tu aparato fonador.

Si el sonido que sale no es el que debería, sabes que hay algo mal.

Es así de fácil y de difícil a la vez, ya que estos sonidos también los puedes hacer mal.

Ahí reside la dificultad de reconocer los problemas vocales, pero como tú eres cantante y no profesor, tienes la suerte de que puedes fiarte en una cosa subjetiva de tu cuerpo.

Si lo que estás haciendo no supone ningún esfuerzo ni sientes molestia alguna, puedes estar seguro al 99% de que vas por el buen camino.

El primer paso para solucionar los problemas comunes al cantar es entenderlos

Para empezar a reconocer tus problemas vocales, te voy a explicar los casos que cubren los problemas comunes al cantar.

No fuerces tu voz de pecho en el registro agudo

Este es el problema más común en los hombres, aunque también lo tienen algunas mujeres.

Cuando fuerzas tu voz de pecho lo que en realidad estás haciendo es no permitir que tus cuerdas vocales hagan los ajustes musculares necesarios para hacer las notas agudas.

En vez de eso, estás manteniendo la coordinación vocal que utilizas en tu registro grave/medio, por lo que debes compensar la resistencia de las cuerdas vocales con más presión de aire.

¿Qué ocurre?

Acabas gritando más que cantando, con el riesgo de hacerte mucho daño.

Si crees que tienes este problema, te interesa leer el artículo acerca de cómo utilizar correctamente tu voz de pecho.

Y después necesitarás ejercitar tu voz de cabeza, y para eso también necesitas saber cómo hacerlo.

¡Deja a tu laringe en paz!

Uno de los problemas comunes al cantar que más extendido está es la manipulación de la posición de la laringe.

Normalmente, a medida que cantas notas más y más agudas, tu laringe tiende a ir subiendo cada tono.

Ahora quiero que pongas tu dedo encima de tu nuez.

Una vez localizada, traga saliva.

¿Has notado como sube?

¿Has notado también que no puedes inspirar ni espirar? Ya no digamos hablar o cantar.

Si permites que tu laringe suba, lo que estás haciendo es tapar la salida de aire de tu aparato fonador, por lo que es imposible cantar o hablar.

¿Ves ahora la importancia de que tu laringe no suba?

Por otra parte, aunque no es un problema muy común al cantar, puede ser que tiendas a bajar tu laringe.

Esto dificulta que tus cuerdas vocales se junten como es debido, y te puede llegar a fatigar mucho, además de lesionarte si insistes en cantar de esa forma.

También estás potenciando más las frecuencias graves de tu sonido, por lo que te va a ser imposible conseguir un sonido potente.

Tu objetivo debe ser siempre el contrarrestar con ejercicios lo que hace tu laringe.

Si sube, hazla bajar. Si baja, hazla subir.

¿Te parece que eres Mickey Mouse cuando cantas notas agudas?

Si te sientes incapaz de cantar notas agudas a partir de cierta nota porque tu voz se queda sin fuerza de repente, lo que te ocurre es que estás cambiando a la coordinación vocal conocida como falsete.

Esto ocurre cuando no sabes cómo mantener juntas tus cuerdas vocales en el registro agudo.

Para saber cómo hacerlo, necesitas saber qué es la compresión vocal.

Debo decirte que es mucho mejor esto que gritar en tu registro agudo o que tu laringe te ahogue mientras lo intentas.

No es que cantar en falsete sea sano de por sí.

Más bien es menos peligroso.

¡Mucho cuidado con no confundir el falsete de la voz de cabeza!

¿Pareces un cantante irlandés descontrolado?

¿Al llegar a cierta nota sientes que tienes que elegir entre una de estas dos opciones?

  1. Seguir añadiendo presión o hacer fuerza para que el próximo semitono salga.
  2. Seguir haciendo la misma fuerza sin añadir presión, pero cambiando tu voz a “otra voz”.

Y no sólo eso, si no que cuando “cambias de voz” sientes que te es muy difícil volver a tu voz normal.

En este caso puedo decirte con bastante seguridad que estás cambiando entre tu voz de pecho y tu voz de cabeza de forma inconsistente.

¡Eso es bueno! Aunque sé que cuando te escuchas no lo parece en absoluto.

Tienes un problema con tu puente de voz ( ¿y quién no? ), y necesitas aprender a pasar de forma suave de tu voz de pecho a tu voz de cabeza.

¿Cómo lo consigues?

Esto ya es más difícil, pero puedes empezar por mirar de nuevo la compresión vocal.

No tienes absolutamente ninguna presencia en tu voz, o casi ninguna

Uno de los problemas comunes al cantar que tienen las mujeres es que al hablar son demasiado delicadas, aunque también lo he visto en algunos pocos hombres.

Si crees que flaqueas por aquí, te diré que la gran parte del tiempo es porque tu voz de pecho no está bien desarrollada.

Si quieres poder cantar notas con potencia, tanto graves como agudas, y no sólo cantar siempre de forma “dulce”, necesitas leer este artículo sobre la voz de pecho en la mujer.

Todo esto es muy interesante, pero es más fácil decirlo que hacerlo…

Al principio del artículo te dije que los problemas comunes al cantar no son muchos, pero también te avisé de que no es un simple paseo por el campo.

Y sólo hemos rascado la superficie.

En realidad se puede escribir tanto acerca del tema que daría para escribir un libro… o una enciclopedia… o… ¡un blog!

Te animo a que investigues tu propia voz con todo lo que has visto aquí, pero siempre con mucho cuidado y repitiéndote el mantra “cantar debe ser fácil”. No debes permitirte forzar nada.

Pero como todo esto es muy complicado, quiero presentarte nuestro programa Sherpa Vocal, con el que podrás saber en muy poco tiempo qué problemas existen en tu voz y como arreglarlos de manera directa, rápida y eficaz.

Haz click aquí para mejorar tu canto con Sherpa Vocal

Si este artículo te ha resultado útil, quiero pedirte que lo compartes en las redes sociales y con la gente a la que creas que le pueda interesar. ¡Gracias!

Imagen: AtribuciónNo comercialSin obras derivadas Algunos derechos reservados por StewartJames

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