El valor de la musicoterapia en la vida de las personas, por Carmen Salvador, I

Hoy comenzamos una nueva serie de posts protagonizados por una musicoterapeuta especialista con una valiosa experiencia. En esta primera entrega se presenta y explica sus líneas de trabajo. El día seis de cada mes abundará sobre cuestiones específicas que se le plantearán.
De izquierda a derecha: Isabel Villagar, Carol García, Carmen Salvador

Mi nombre es Carmen. Soy maestra de inglés en una escuela pública de Navarra, en la cual enseño inglés y euskera. Me gustaría mencionar parte de mi formación académica, ya que tiene mucho que ver con los proyectos que he realizado: 

-Diploma de Maestra en Educación musical. (Universidad Pública de Navarra). 

-Grado de Maestra en educación primaria mención inglés. (UNIR, La Rioja). 

-Postgrado en musicoterapia. (Instituto Música, Arte y Proceso, de Vitoria – Gasteiz). 

-FCE de Cambridge, el B2 de idioma inglés el C1 de idioma euskera, (Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona). 
-Grado de medio de acordeón. Lenguaje musical. 

-He recibido clases de técnica vocal y canto clásico en la academia de María Eugenia Echarren. 

Actualmente, como ya he dicho, trabajo de maestra de inglés. Antes que eso he trabajado como maestra de música e incluso he sido tutora en el período 2006/2015 y durante los años 2004-2010 he realizado varios proyectos relacionados con el campo de la musicoterapia, como son:

Musicoterapia y Alzheimer: Durante mi segundo año de formación en musicoterapia, realizo unas prácticas en la residencia Landazábal. Presento una propuesta de actuación musicoterapéutica para un grupo de enfermos de Alzheimer, la cual es aceptada. Realizo prácticas durante 6 meses y redacto una memoria final para que la evalúen y así superar el período de prácticas del segundo curso.


Musicoterapia y Alzheimer II: se trata de un proyecto individual, en la propia casa de mi cliente, quien vive con su familia. Éste se convierte en el proyecto más duro, ya que, la paciente muere antes de finalizarlo, por lo que no hay tiempo de realizar conclusiones. Durante este tiempo, tengo una relación personal con la familia y los momentos de lucidez que mi cliente vive, les sirven para tomar un respiro y poder ver a su madre – suegra – abuela de otra manera diferente. A mí, personalmente, me sirve para ver lo importante que es que la familia se sienta apoya en esos momentos. 

Musicoterapia y tercera edad: este es mi proyecto de fin de postgrado. Lo presento en la residencia de ancianos Casa Misericordia de Pamplona. Está dirigido a un grupo de entre 10 y 12 pacientes, los cuales presentan distintas patologías. Como en los otros proyectos, las sesiones se graban y son evaluadas por mi supervisor Patxi del Campo. Al final, con el visto bueno de él, finalizo la práctica y presento mi proyecto a Tony Wigram, quien lo evalúa con una nota de 10 sobre 13. Con él, finalizo mi formación de post grado en musicoterapia.

El hecho de que un paciente muriera y el hecho de que mi propia abuela comience sufrir demencia y al final, sea diagnosticada de demencia tipo Alzheimer, hace que me replantee qué es lo que quiero hacer, y aún teniendo una oferta de trabajo de dicha residencia Casa Misericordia, decido decir que no. Con mi abuela enferma de Alzheimer se me hacía muy difícil separar lo personal, mis sentimientos y vivencias, de lo que son los sentimientos o vivencias del paciente, poniendo así en riesgo el trabajo musicoterapeútico. Como Patxi explicaba, es necesario que el terapeuta se ponga el impermeable, que no se convierta en la tabla de salvación, porque se corre el peligro de hundirse con el cliente. Es aquí cuando decido, continuar con mi trabajo como maestra de música. 

Y es aquí, en mi primera escuela, donde tengo la opción de realizar otro proyecto dirigido a tres alumnos, que están en una clase especial durante algunas horas, y que participan con los alumnos de su edad en otras horas. Cada uno de ellos tienen diferentes características – autismo, con apoyo de cuidadora; síndrome de down con sordera, implante coclear y sin lenguaje verbal; y un trastorno generalizado del desarrollo. Realizo el proyecto durante un curso escolar, donde planteo una estructura de sesión en la que la música, el sonido y la expresión corporal, se convierten en el lenguaje de estos tres clientes. 

Este proyecto, para mí fue muy positivo, fui testigo de una evolución y una posibilidad de comunicación entre ellos, y, realizamos un baile en la fiesta de carnaval delante de toda la escuela. Incluso, la persona que tiene el trastorno generalizado, actúa el último día delante de todo el colegio con su grupo de referencia, 5º de primaria, delante de toda la escuela. Interpretan la partitura “Every breath you take” , del grupo The Police: unos tocan las flautas y otros los instrumentos de pequeña percusión, donde incluyo a ésta persona. En este proyecto tuve algunas críticas negativas, referidas a la cuestión de que yo realicé la musicoterapia exclusivamente con los tres alumnos juntos, y no con cada alumno en su grupo de referencia. Las personas que realizaron esta crítica entendían que yo no integraba a éstos alumnos. Yo decidí hacer con ellos las sesiones de musicoterapia de éste modo por las siguientes razones:

-Primero, estaba contratada como profesora de música, y, consideré que podía utilizar técnicas de musicoterapia en el grupo de música, pero no hacer musicoterapia en sí, porque los demás alumnos no lo necesitan.

-Segundo, esa hora la saqué de mi propio tiempo libre, no me pagaron por ello, ni estaba contratada para ello, simplemente, al equipo directivo le pareció bien, y me dejaron utilizar el aula de música.