Fecha límite de inscripción: 25 de Septiembre de 2016
Fecha de audiciones de violín: 3 de Octubre de 2016
Fecha de audiciones de violonchelo: 4 de Octubre de 2016
Toda la información en este enlace.
Fecha límite de inscripción: 25 de Septiembre de 2016
Fecha de audiciones de violín: 3 de Octubre de 2016
Fecha de audiciones de violonchelo: 4 de Octubre de 2016
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Como músicos, todos conocemos cómo es el proceso de las audiciones. Algunos porque lo hemos vivido (o sufrido) de primera mano, otros simplemente a través de nuestros compañeros y amigos. Mucho se está hablando, sobre todo en los últimos años, sobre este proceso. Ante los cambios en el panorama cultural, muchos profesionales se cuestionan si realmente el sistema por el que se rigen las audiciones es el idóneo. Hoy nos hemos propuesto desgranarlo, estudiar distintas opiniones y casos para hacernos un mapa de lo que son las audiciones, qué significan para los músicos y cómo pueden cambiar.
La historia de las audiciones ha ido ligada a la historia de la propia orquesta como formación. A medida que las orquestas se fueron profesionalizando, instaurando como formaciones, con una jerarquía laboral y una autogestión, las audiciones fueron acercándose a lo que son hoy en día.
El cambio más importante y significativo para el proceso de audicionar se introdujo con las audiciones a ciegas o tras cortina aproximadamente en los 60-70. Este cambio logró que las mujeres o las personas de otras razas pudieran obtener puestos de trabajo en orquestas de renombre. En los años 70, sólo el 10% de las plantillas orquestales eran mujeres. En los 90, este porcentaje subió al 35%.
Todos conocemos su funcionamiento, que se suele dividir en fases: preselección por CV, concierto clásico, pasajes orquestales y a veces, también se interpreta un concierto romántico. En resumen, un proceso que pasa rápido, pero que requiere mucho estudio y trabajo previo, viajes e incluso pianista acompañante a cuenta de los participantes, nervios, competencia… etc.
Este sistema recibe muchas críticas por partes de aspirantes y tribunales. Reúno aquí algunas de las que he encontrado en blogs y revistas:
Sin embargo, también hay puntos positivos de los que hablar:
Estos son los artículos que he investigado para sacar estas críticas y puntos positivos:
Cruel and inusual, it’s time to change the audition system. Kenneth Wood
La cláusula de abandono. Beckmesser
Audiciones de orquesta, ¿son justas?. Socialmusik
The Strad panel discussion: surviving orchestral auditions. The Strad
Lo primero que aprendí cuando me decidí a hacer audiciones es que hay que separarse emocionalmente del proceso. Son muchas horas de preparación, de estudio, concienciación. Un viaje de unas cuantas horas, noche de hotel, ponerse a calentar sin saber muy bien cuándo vas a entrar… Todo para tocar un par de pasajes y volver a casa con las mismas. No es agradable para nadie, y tampoco es fácil no sentirse mal después de cada “fracaso”.
Los críticos del sistema señalan como principal fallo del proceso el impacto que éste tiene sobre los músicos. Entre las consecuencias:
Si bien es difícil hacer un proceso totalmente justo para elegir a un músico de orquesta, sí que es posible hacer evolucionar en algunos sentidos el proceso. Aquí algunas propuestas:
Fecha límite para enviar solicitudes: 14 de Agosto de 2016
Plazas convocadas:
VIOLIN I: 9 titulares, 25 reservas
VIOLIN II: 7 titulares, 25 reservas
VIOLA: 6 titulares, 18 reservas
VIOLONCHELO: 5 titulares, 15 reservas
CONTRABAJO: 4 titulares, 12 reservas
FLAUTA: 2 titulares, 6 reservas
OBOE: 2 titulares, 6 reservas
CLARINETE: 2 titulares, 6 reservas
FAGOT: 2 titulares, 6 reservas
TROMPETA: 2 titulares, 6 reservas
TROMPA: 4 titulares, 12 reservas
TROMBON: 3 titulares, 9 reservas
TUBA: 0 titulares, 2 reservas
PERCUSION: 1 titualar, 9 reservas
Toda la información en este enlace.
Seguro que muchos ya conocéis el revuelo formado entorno a las marcas moradas y circulares que lucían M. Phelps y otros deportistas en las Olimpiadas. El misterio ha sido resuelto, y los medios se han hecho eco de ello: se debe a una nueva técnica de tratamiento fisoterapéutico, el cupping.
Si algo tenemos en común deportistas y músicos profesionales es que a menudo le metemos al cuerpo más caña de la que puede soportar. A veces no importa lo cuidadoso que seas con calentamientos y estiramientos o con tu higiene postural, el problema está en el entrenamiento continuado o excesivo. Deportistas y músicos nos dedicamos a una actividad física de alto rendimiento, y esta actividad suele producirnos desde lesiones leves hasta auténticos problemas de salud. A raíz de estos problemas, buscamos terapias, ejercicios, técnicas y todo tipo de soluciones.
Cada temporada o con cada gran evento deportivo se dan a conocer nuevos tratamientos y técnicas. Ocurrió en los Juegos Olímpicos de Londres con el Kinesio-taping. Esta vez la técnica protagonista ha sido el Cupping. La pregunta es, ¿en qué consiste? ¿Realmente funciona? ¿Nos serviría a los músicos?
Esta técnica, aunque ahora se ponga de moda, tiene sus orígenes en la antigüedad. Algunos apuntan a las técnicas orientales Chinas, o incluso a la antigua civilización mesopotámica.
El tratamiento “consiste en la aplicación de ventosas sobre la piel, con las que se hace el vacío, succionando la piel y parte del músculo, de tal modo que se abren los poros y favorece la circulación sanguínea y linfática.” (web de Sanitas). Las ventosas son una especie de vasitos de cristal o plástico (de ahí el nombre de cupping, que procede de la palabra cup – vaso) que o bien se calientan o bien se utilizan sistemas de aspiración para que succionen la piel. De ahí esas marcas moradas que quedan después del tratamiento.
En teoría, esta succión, que activa la circulación de la zona, favorece a los músculos y tendones y está indicado en casos de tendinitis, sobrecargas musculares, inflamaciones, contracturas… etc.
Muchos consideran esta terapia un método alternativo, no incluido dentro de la medicina científica. Otros achacan sus beneficios a un efecto placebo, y dudan de sus efectos positivos. En general, los atletas y entrenadores que lo han probado aseguran que es un buen método, como otro cualquiera, y que funciona.
En el blog Well del New York Times citan dos estudios científicos que se han realizados sobre los efectos de esta terapia. En el primero de ellos, un estudio realizado en 2012 sobre 61 pacientes con dolor de cuello crónico, a la mitad de ellos se le aplicó Cupping y a la otra mitad relajación progresiva. Los resultados mostraron que ambos grupos experimentaron cierta recuperación, sin embargo, los que probaron el Cupping tenían unos niveles de bienestar ligeramente más altos. En el segundo estudio citado, realizado a 40 pacientes con artritis de rodilla, se les sometió a la mitad de ellos al tratamiento con Cupping. Los resultados fueron positivos, sin embargo, se indicó que los beneficios podían achacarse al efecto placebo.
Según Leonid Kalichman (Profesor en Ben-Gurion University de Negev, Israel. Co-autor de un artículo sobre Cupping en Journal of Bodywork and Movement Therapies): “El efecto placebo está presente en todos los tratamientos, y estoy convencido de que es sustancial en el caso del Cupping también. El paciente puede sentir el tratamiento y ver las marcas que deja, y esto contribuye a ese efecto placebo.”
Aunque parece que sus beneficios no están demostrados al 100%, los deportistas que lo utilizan hablan de sus efectos como una terapia que acelera la recuperación de manera natural.
Las características de la terapia indican que no puede utilizarse en todas las zonas del cuerpo, así que muchas lesiones de los músicos, localizadas en manos o rostro, posiblemente no podrían tratarse con esta técnica. Sí que es posible en problemas de espalda, hombros… etc.
La lógica nos dice que el tratamiento de Cupping no tiene porqué fallar: activa la circulación, algo básico a la hora de recuperar zonas musculares y tendones. Sin embargo, es cierto que otros métodos más sencillos, como los masajes, también tienen este efecto de activar la circulación.
Existen muchos tratamientos distintos que se pueden probar, al final decidir si te reporta beneficios es algo un poco personal. Sin embargo, lo que siempre se debe tener en cuenta es que el tratamiento lo aplique un profesional que comprenda y entienda el funcionamiento del mismo para evitarnos problemas.
Fecha límite de inscripción: 4 de Julio de 2016
Plazas: violín, viola, violonchelo, contrabajo, trompeta
Toda la información en ESTE ENLACE.