La oratoria es el arte de expresarse bien ante un público y es algo que puede aprenderse mediante técnicas de estudio para ir perfeccionando dicho arte con el objetivo de cautivar a las masas.
La expresión oral es el canal que encuentra el pensamiento y los sentimientos para llegar a diferentes públicos. Al dominio adecuado de la palabra se le conoce como oratoria, el arte de usar el lenguaje con elocuencia y destreza.
Ayer tuve la ocasión de asistir a una de las mejores experiencias de cuentacuentos de mi vida.
En el ciclo "Contes a cau d´orella" que está teniendo lugar en el Museo de Bellas Artes de Castellón, en el que se pretende recuperar esa tradición oral de contar historias como patrimonio inmaterial de las diferentes culturas, disfruté escuchando a Hioki Yoshihira.
Proseguimos nuestra serie de entrevistas a Grandes Oradores con Sergio Bulat, escritor y editor, autor entre otras obras, del libro "El arte de inventarse profesiones" y de los ebooks "¿Cuánto puedo cobrar?" y coautor de "Creatividad en la mirada. Amplía tu visión".
¿Cuál es el origen de tu vocación por dictar conferencias?
La verdad es que nunca tuve una vocación por dar conferencias sino más bien todo lo contrario: cierta aversión a dar charlas ya que soy una persona introspectiva a la que le gusta pensar y repensar lo que expresa, y por eso siempre me ha gustado más escribir que hablar. Sin embargo, vivimos en una época audiovisual en donde prima el intercambio rápido de ideas y el contacto humano aunque sea a través de pantallas. ¿Qué impacto cree que tiene en las personas un buen mensaje? Lo importante en una conferencia no es tanto el mensaje que se emite, que es uno solo, sino los mensajes que se reciben, que son tantos como gente haya en el público.
Por eso, para que ese mensaje único logre ser recibido en forma similar por la mayoría de las personas, se requiere de una forma de transmitirlo (de un relato) que capte su atención y los haga receptivos.
¿Qué valor otorgas al desarrollo de la capacidad de hablar en público?
Un valor alto, por eso es una pena que no se enseñe más a los niños a expresar sus ideas y emociones en distintas formas. Mucha gente tiene miedo a hablar en público simplemente porque nadie les ha enseñado cómo hacerlo
En el mundo que viene, qué crees que tendrá más importancia a la hora de comunicar.
Lo mismo que en el mundo pasado. La eficacia del relato que cuentes
¿Escribes como hablas? ¿Hablas como escribes?
No. Escribo mucho y lentamente y suelo hablar poco pero demasiado rápido
¿Cómo preparas las conferencias?
Intento informarme sobre el tipo de gente que asistirá a la audiencia y cuál es el mensaje que mejor les puede llegar
¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Mientras más seguro estoy más grave mi voz y más lento hablo. En cuanto me pongo nervioso más rápido hablo y más aguda la voz
¿Qué hace a un buen orador?
Si lo supiera lo haría :-) . No creo que haya características fijas. Hay grandes oradores muy histriónicos y grandes oradores muy parcos. Extrovertidos e introvertidos. He visto grandes oradores de todo tipo. Lo importante siempre es el mensaje y el relato en el cual viene envuelto
¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la oratoria?
No te preocupes por lo que van a pensar de ti, sino por el mensaje que puede ayudar a quienes te escuchan
¿Cuál es el origen de tu vocación por dictar conferencias?
Existe un antes y un después claro: en 2011 me uní a Valencia Toastmasters, un club de oratoria, y es ahí donde empieza mi camino hacia la profesionalización. Sin embargo recuerdo que ya haciendo la presentación del proyecto de fin de carrera me preocupé por hacer una presentación efectiva y diferente.
¿Qué impacto cree que tiene en las personas un buen mensaje?
Las personas somos comunicación. No hay proyecto ni emprendedor para el que la comunicación no haya sido una pieza necesaria. La buena comunicación hace que un grupo de personas trabaje hacia un objetivo común. La buena comunicación hace que los clientes se interesen por lo que vendemos. La buena comunicación hace que los inversores decidan apostar por nuestro proyecto.
¿Qué valor otorgas al desarrollo de la capacidad de hablar en público?
Somos seres sociales y la comunicación es el hilo invisible que nos une a todos como familias, como empresas y como sociedad. Estamos sumergidos en mensajes a diario: de nuestro teléfono, en la calle y en todos sitios. Precisamente por eso es tan importante un mensaje trabajado: en un mar de mensajes e información solo se escuchan los mejores.
En el mundo que viene, qué crees que tendrá más importancia a la hora de comunicar.
Más de 50 años de mensajes televisivos y publicidad nos han hecho selectivos e impacientes. Internet ha agudizado este síntoma. Hoy en día, si recibo un vídeo de YouTube de 10 minutos... me pienso si lo veo. Si el vídeo dura una hora, ni lo veo. Piensa lo que esto significa a todos los niveles. Estamos compitiendo a nivel comunicativo con mensajes super concentrados y efectivos.
Cada vez somos menos sensibles a la mala comunicación. Un profesor que no es capaz de comunicar a este nivel, pierde a todos sus alumnos en media hora. O un profesional que hace un seminario y no se ha preparado: el público está ahí... pero está pensando en otra cosa: tanto el presentador como la audiencia están perdiendo el tiempo.
Cada vez cobra más importancia saber comunicar de manera clara y atractiva. Esto no solo se aplica a las presentaciones en público sino también a la comunicación por escrito.
¿Escribes como hablas? ¿Hablas como escribes?
Por supuesto que no. El medio escrito y el medio oral son totalmente diferentes y por tanto requieren tratamientos diferentes. El medio es el mensaje, como dijo Marshall McLuhan.
Para empezar, una presentación la conduce el que habla, sin embargo un texto lo conduce el que lee. Cuando lees un texto, puedes volver a leer algo que no has entendido, como lector estás al volante. Sin embargo cuando escuchas una charla, no puedes volver atrás, el presentador dicta el ritmo. Además la densidad de información en un texto escrito es mucho mayor que en una charla. Estas dos diferencias dictan, por ejemplo, que se recomiende la repetición al hacer presentaciones, pero no al escribir.
Además, un texto escrito nos da pistas: párrafos, palabras en negrita, puntos, comas, capítulos, etc. Estos actúan como señales de tráfico que nos indican por dónde y hacia dónde vamos. También nos indican la jerarquía de la información y qué partes son más importantes que otras. En el lenguaje hablado todo esto se pierde, y el orador tiene que usar las pausas, la entonación, el volumen y la velocidad al hablar para ayudar al oyente a entender mejor el contexto e importancia de lo que está diciendo. Por ejemplo, cuando decimos una frase importante es recomendable hacer una pausa larga para subrayar su importancia, pero también para dar tiempo a la audiencia a asimilar lo que estamos diciendo.
¿Cómo preparas las conferencias?
Suena un poco obvio, pero trato de preparar siempre las charlas con dos ingredientes principales: tiempo y preparación. El tiempo lo necesito para poder ir mejorando la charla, investigar, dejar que los conceptos tomen forma en mi cabeza. Siempre empiezo con papel y boli, NUNCA con el PowerPoint. Lo primero que hago es pensar en la idea central: ¿qué quiero que se lleve la audiencia de esta charla? Porque no se van a acordar de todo. De hecho, olvidarán el 90%. Por tanto, es importante pensar en qué objetivo quiero conseguir como punto de partida.
El segundo ingrediente es la preparación o más concretamente los ensayos. Los músicos ensayan, los actores ensayan y los deportistas entrenan. Sin embargo muchas veces los presentadores no nos preparamos ni ensayamos. La primera vez que hacemos nuestra charla es... en el escenario, cuando nos lo estamos jugando todo. Imagínate una cantante que canta una pieza por primera vez el día del estreno.
¿Qué haces para cuidar tu voz?
La voz es un poco mi asignatura pendiente. Tengo la suerte de respirar abdominalmente de manera natural, con lo cual ya tengo eso ganado. Trato de hacer deporte y comer bien. Entiendo que un corazón y pulmones sanos ayudan a tener una mejor voz.
¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Inicialmente no era consciente de mi voz ni mi lenguaje corporal. A medida que gané experiencia pasó algo muy curioso: empecé a usar un personaje. Mi yo del escenario hablaba diferente, con voz de orador. Mucha gente que me conocía decía que sonaba raro, que no era yo. Era como un mal actor interpretando a un buen orador. Con el tiempo trabajé en mi naturalidad y en el tono conversacional. Mi objetivo hoy en día es sonar como yo mismo, sonar natural.
¿Qué hace a un buen orador?
Es importante destacar que el buen orador se puede hacer. El buen orador domina una serie de habilidades que se pueden enseñar de manera muy fácil. Es un error pensar que algunos nacen con la habilidad de saber en público y otros no.
Los griegos resumieron esto en tres características: ethos, pathos y logos. Ethos es la capacidad de que la audiencia confíe en ti, mostrando confianza en ti mismo y demostrando credibilidad. Pathos es la capacidad de emocionar a la audiencia, contando historias y usando palabras que dibujen imágenes en las mentes de la audiencia. Logos es la capacidad de análisis y razonamiento lógico, estructurando nuestro discurso y referenciando datos y fuentes fiables.
¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la oratoria?
Que no piensen que se les va a ir el miedo escénico. El miedo escénico es parte del proceso. Podemos tener más o menos miedo, pero siempre tendremos algo. Lo mejor es no esperar a que se nos quite el miedo para empezar a hablar en público, sino hablar en público a pesar de tener miedo. Valiente no es el que no tiene miedo, sino el que hace lo que tiene que hacer a pesar de tener miedo.
¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas charlas?
Suelo escribir sobre oratoria en mi blog Muerte por PowerPoint (muerteporpowerpoint.com). Mi trabajo lo podéis ver, más que en mis charlas, en el trabajo que hago preparando a otros oradores en fourthwall.es. El 17 de febrero en TEDxUPValència (tedxupvalencia.com), y el 29 de abril en TEDxBerkleeValencia (tedxberkleevalencia.com) podéis ver a oradores a los que he ayudado a encontrar su voz.
¿Cuál es el origen de tu vocación por dictar conferencias?
Existe un antes y un después claro: en 2011 me uní a Valencia Toastmasters, un club de oratoria, y es ahí donde empieza mi camino hacia la profesionalización. Sin embargo recuerdo que ya haciendo la presentación del proyecto de fin de carrera me preocupé por hacer una presentación efectiva y diferente.
¿Qué impacto cree que tiene en las personas un buen mensaje?
Las personas somos comunicación. No hay proyecto ni emprendedor para el que la comunicación no haya sido una pieza necesaria. La buena comunicación hace que un grupo de personas trabaje hacia un objetivo común. La buena comunicación hace que los clientes se interesen por lo que vendemos. La buena comunicación hace que los inversores decidan apostar por nuestro proyecto.
¿Qué valor otorgas al desarrollo de la capacidad de hablar en público?
Somos seres sociales y la comunicación es el hilo invisible que nos une a todos como familias, como empresas y como sociedad. Estamos sumergidos en mensajes a diario: de nuestro teléfono, en la calle y en todos sitios. Precisamente por eso es tan importante un mensaje trabajado: en un mar de mensajes e información solo se escuchan los mejores.
En el mundo que viene, qué crees que tendrá más importancia a la hora de comunicar.
Más de 50 años de mensajes televisivos y publicidad nos han hecho selectivos e impacientes. Internet ha agudizado este síntoma. Hoy en día, si recibo un vídeo de YouTube de 10 minutos... me pienso si lo veo. Si el vídeo dura una hora, ni lo veo. Piensa lo que esto significa a todos los niveles. Estamos compitiendo a nivel comunicativo con mensajes super concentrados y efectivos.
Cada vez somos menos sensibles a la mala comunicación. Un profesor que no es capaz de comunicar a este nivel, pierde a todos sus alumnos en media hora. O un profesional que hace un seminario y no se ha preparado: el público está ahí... pero está pensando en otra cosa: tanto el presentador como la audiencia están perdiendo el tiempo.
Cada vez cobra más importancia saber comunicar de manera clara y atractiva. Esto no solo se aplica a las presentaciones en público sino también a la comunicación por escrito.
¿Escribes como hablas? ¿Hablas como escribes?
Por supuesto que no. El medio escrito y el medio oral son totalmente diferentes y por tanto requieren tratamientos diferentes. El medio es el mensaje, como dijo Marshall McLuhan.
Para empezar, una presentación la conduce el que habla, sin embargo un texto lo conduce el que lee. Cuando lees un texto, puedes volver a leer algo que no has entendido, como lector estás al volante. Sin embargo cuando escuchas una charla, no puedes volver atrás, el presentador dicta el ritmo. Además la densidad de información en un texto escrito es mucho mayor que en una charla. Estas dos diferencias dictan, por ejemplo, que se recomiende la repetición al hacer presentaciones, pero no al escribir.
Además, un texto escrito nos da pistas: párrafos, palabras en negrita, puntos, comas, capítulos, etc. Estos actúan como señales de tráfico que nos indican por dónde y hacia dónde vamos. También nos indican la jerarquía de la información y qué partes son más importantes que otras. En el lenguaje hablado todo esto se pierde, y el orador tiene que usar las pausas, la entonación, el volumen y la velocidad al hablar para ayudar al oyente a entender mejor el contexto e importancia de lo que está diciendo. Por ejemplo, cuando decimos una frase importante es recomendable hacer una pausa larga para subrayar su importancia, pero también para dar tiempo a la audiencia a asimilar lo que estamos diciendo.
¿Cómo preparas las conferencias?
Suena un poco obvio, pero trato de preparar siempre las charlas con dos ingredientes principales: tiempo y preparación. El tiempo lo necesito para poder ir mejorando la charla, investigar, dejar que los conceptos tomen forma en mi cabeza. Siempre empiezo con papel y boli, NUNCA con el PowerPoint. Lo primero que hago es pensar en la idea central: ¿qué quiero que se lleve la audiencia de esta charla? Porque no se van a acordar de todo. De hecho, olvidarán el 90%. Por tanto, es importante pensar en qué objetivo quiero conseguir como punto de partida.
El segundo ingrediente es la preparación o más concretamente los ensayos. Los músicos ensayan, los actores ensayan y los deportistas entrenan. Sin embargo muchas veces los presentadores no nos preparamos ni ensayamos. La primera vez que hacemos nuestra charla es... en el escenario, cuando nos lo estamos jugando todo. Imagínate una cantante que canta una pieza por primera vez el día del estreno.
¿Qué haces para cuidar tu voz?
La voz es un poco mi asignatura pendiente. Tengo la suerte de respirar abdominalmente de manera natural, con lo cual ya tengo eso ganado. Trato de hacer deporte y comer bien. Entiendo que un corazón y pulmones sanos ayudan a tener una mejor voz.
¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Inicialmente no era consciente de mi voz ni mi lenguaje corporal. A medida que gané experiencia pasó algo muy curioso: empecé a usar un personaje. Mi yo del escenario hablaba diferente, con voz de orador. Mucha gente que me conocía decía que sonaba raro, que no era yo. Era como un mal actor interpretando a un buen orador. Con el tiempo trabajé en mi naturalidad y en el tono conversacional. Mi objetivo hoy en día es sonar como yo mismo, sonar natural.
¿Qué hace a un buen orador?
Es importante destacar que el buen orador se puede hacer. El buen orador domina una serie de habilidades que se pueden enseñar de manera muy fácil. Es un error pensar que algunos nacen con la habilidad de saber en público y otros no.
Los griegos resumieron esto en tres características: ethos, pathos y logos. Ethos es la capacidad de que la audiencia confíe en ti, mostrando confianza en ti mismo y demostrando credibilidad. Pathos es la capacidad de emocionar a la audiencia, contando historias y usando palabras que dibujen imágenes en las mentes de la audiencia. Logos es la capacidad de análisis y razonamiento lógico, estructurando nuestro discurso y referenciando datos y fuentes fiables.
¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la oratoria?
Que no piensen que se les va a ir el miedo escénico. El miedo escénico es parte del proceso. Podemos tener más o menos miedo, pero siempre tendremos algo. Lo mejor es no esperar a que se nos quite el miedo para empezar a hablar en público, sino hablar en público a pesar de tener miedo. Valiente no es el que no tiene miedo, sino el que hace lo que tiene que hacer a pesar de tener miedo.
¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas charlas?
Suelo escribir sobre oratoria en mi blog Muerte por PowerPoint (muerteporpowerpoint.com). Mi trabajo lo podéis ver, más que en mis charlas, en el trabajo que hago preparando a otros oradores en fourthwall.es. El 17 de febrero en TEDxUPValència (tedxupvalencia.com), y el 29 de abril en TEDxBerkleeValencia (tedxberkleevalencia.com) podéis ver a oradores a los que he ayudado a encontrar su voz.
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