Cambios de compás: las equivalencias

Es frecuente encontrar obras en las que se producen cambios de compás. En determinado momento de la partitura, podemos encontrar una doble barra y una indicación de compás diferente a la inicial. No por ello se detiene la pieza, sino que la música debe pasar fluidamente de un compás a otro.
Puede haber varias posibilidades:
1. Que la velocidad del pulso se mantenga (lo que se indica con las llamadas equivalencias de pulso igual a pulso)
2. Que la velocidad del pulso cambie, pero la duración de las figuras se mantenga (lo que se indica con las llamadas equivalencias de figura igual a figura)
3. Que la velocidad del pulso y de las figuras cambie (lo que se indica con nuevas expresiones de tempo)

¿Cómo sabemos si la velocidad del pulso debe cambiar o no? Gracias a las equivalencias. Las equivalencias son relaciones entre dos figuras, cada una perteneciente a un compás distinto, que van a tener la misma duración y por eso van unidas por el símbolo =.

Caso 1: Si queremos que la velocidad del pulso se mantenga, escogemos las figuras que ocupan un pulso en cada compás y las igualamos. Para pasar de 2/4 a 3/4, escribiría "negra = negra" y para pasar de 2/4 a 6/8 escribiría "negra = negra con puntillo", ya que la figura que ocupa un pulso en 6/8 es la negra con puntillo.
La equivalencia se escribiría sobre la doble barra. Por lo general, la primera figura equivale al pulso del primer compás y la segunda figura equivale al pulso del 2º compás, si bien después veremos casos en los que se sigue el procedimiento contrario. Aquí tenéis dos ejemplos de equivalencias del tipo "pulso igual a pulso". La velocidad con la que marcaríamos los pulsos sería siempre la misma. Podríamos poner el metrónomo al principio del fragmento y dejarlo sonar todo el tiempo. Sin embargo, al llegar al 9/8 tendríamos que hacer las corcheas más rápidas que las 2 corcheas del 3/4, para que entren 3 en un pulso. Serían tan rápidas como las del tresillo del 3/4.


Hay algunos autores que escriben la equivalencia con las figuras al revés. Puede resultar algo lioso (de hecho, lo encontraréis en muy pocos libros), pero conviene que conozcáis también esta forma de escribir las equivalencias, por si algún día las encontráis. Estos autores escriben en primer lugar la figura del pulso nuevo y la igualan con el pulso del compás precedente. Por eso escriben al final la abreviatura prec. Con ese sistema (que es minoritario), el fragmento anterior se escribiría así. El pulso del 9/8 (negra con puntillo) duraría lo mismo que el pulso del compás precedente (negra).

Caso 2: Hasta ahora hemos visto que si cambiaba el tipo de subdivisión del compás (de subdivisión binaria a ternaria o viceversa) y manteníamos el pulso, la velocidad de las figuras cambiaba (las corcheas del 9/8 no eran iguales a las corcheas del 3/4 sino a las corcheas especiales del tresillo). 
Puede darse el caso contrario: que las figuras permanezcan siempre iguales y que lo que cambie sea la velocidad del pulso. Para eso se utilizan las equivalencias de figura igual a figura, que suelen expresarse con "corchea = corchea".
En el siguiente ejemplo, las corcheas de todo el ejercicio serían iguales (y por tanto, el resto de figuras también serían iguales entre sí). Si en el pulso de 3/4 entran 2 corcheas y en el de 9/8 entran 3, el pulso del 9/8 será más amplio y por tanto se marcará más despacio. Si más adelante volvemos a un compás en el que el pulso sea de negra, el pulso volverá a marcarse más rápido.
¿Crees que en este caso podríamos solfear todo el ejercicio con el metrónomo puesto? La respuesta es que no, a menos que subdividiésemos los compases y pusiésemos el metrónomo a marcar corcheas. Desde luego no podemos hacerlo con el metrónomo marcando los pulsos, pues en cada cambio de compás, tendríamos que variar la velocidad del metrónomo.

MUY IMPORTANTE: las equivalencias de figura = figura son las más habituales. Eso significa que si en la partitura no viene indicada ninguna equivalencia, debemos seguir la de corchea = corchea. La velocidad del pulso no cambiaría si hacemos pasos entre compases con el mismo denominador, pero la velocidad cambiaría si hacemos pasos entre compases con denominadores distintos (y por tanto con figuras distintas para cada pulso). Por supuesto, podemos encontrar alguna rara excepción (por ejemplo, si en una pieza todas las equivalencias son de pulso = pulso y de repente el autor no escribe alguna, pero se sobreentiende que todas son iguales).

Caso 3: La velocidad del 2º compás no guarda relación con la del primer compás: no se mantienen las figuras ni el pulso. En estos casos no hay equivalencia, sino que encontramos una indicación de tempo nueva o una indicación metronómica nueva, que no guarde relación matemática con las anteriores. Por ejemplo: pasar de andante a allegro o de negra = 60 a negra = 76 o tener una indicación del tipo "più animato" (que significa, más animado). Estos cambios suelen hacerse de manera aproximada, yendo un poco más rápido o un poco más lento según las indicaciones. Generalmente, suele haber un calderón o una pequeña parada antes del cambio, para dar tiempo al intérprete a pensar el nuevo tempo.

Casos especiales: En raras ocasiones, el tempo en los cambios de compás no viene especificado con equivalencias, sino con indicaciones metronómicas. En esos casos hay que calcular si las indicaciones metronómicas guardan una relación matemática que permita traducirlas en "figura igual a figura" o en "pulso igual a pulso".
Si a una figura le corresponde una indicación metronómica X, a la figura inmediatamente inferior le corresponderá el doble de velocidad y a la figura inmediatamente superior le corresponderá la mitad de velocidad. Por ejemplo: si la negra es igual a 80, la corchea iría a 160 y la blanca iría a 40.
En el siguiente ejemplo... ¿crees que el cambio de compás se haría con pulso=pulso, con figura=figura o con cambio total de velocidad como en el caso 3 de las explicaciones?

La respuesta sería: pulso=pulso. ¿Por qué? La corchea del 3/4 va a 120, por lo que la negra (que equivale a un pulso) iría a 60. La corchea del 9/8 va a 180: dividiendo entre 3 me daría que la negra con puntillo (que equivale a un pulso en este compás) iría también a 60.

Actualización: aquí tenéis un ejercicio para que comprobéis si habéis entendido el proceso.

Cambios de compás: las equivalencias

Es frecuente encontrar obras en las que se producen cambios de compás. En determinado momento de la partitura, podemos encontrar una doble barra y una indicación de compás diferente a la inicial. No por ello se detiene la pieza, sino que la música debe pasar fluidamente de un compás a otro.
Puede haber varias posibilidades:
1. Que la velocidad del pulso se mantenga (lo que se indica con las llamadas equivalencias de pulso igual a pulso)
2. Que la velocidad del pulso cambie, pero la duración de las figuras se mantenga (lo que se indica con las llamadas equivalencias de figura igual a figura)
3. Que la velocidad del pulso y de las figuras cambie (lo que se indica con nuevas expresiones de tempo)

¿Cómo sabemos si la velocidad del pulso debe cambiar o no? Gracias a las equivalencias. Las equivalencias son relaciones entre dos figuras, cada una perteneciente a un compás distinto, que van a tener la misma duración y por eso van unidas por el símbolo =.

Caso 1: Si queremos que la velocidad del pulso se mantenga, escogemos las figuras que ocupan un pulso en cada compás y las igualamos. Para pasar de 2/4 a 3/4, escribiría "negra = negra" y para pasar de 2/4 a 6/8 escribiría "negra = negra con puntillo", ya que la figura que ocupa un pulso en 6/8 es la negra con puntillo.
La equivalencia se escribiría sobre la doble barra. Por lo general, la primera figura equivale al pulso del primer compás y la segunda figura equivale al pulso del 2º compás, si bien después veremos casos en los que se sigue el procedimiento contrario. Aquí tenéis dos ejemplos de equivalencias del tipo "pulso igual a pulso". La velocidad con la que marcaríamos los pulsos sería siempre la misma. Podríamos poner el metrónomo al principio del fragmento y dejarlo sonar todo el tiempo. Sin embargo, al llegar al 9/8 tendríamos que hacer las corcheas más rápidas que las 2 corcheas del 3/4, para que entren 3 en un pulso. Serían tan rápidas como las del tresillo del 3/4.


Hay algunos autores que escriben la equivalencia con las figuras al revés. Puede resultar algo lioso (de hecho, lo encontraréis en muy pocos libros), pero conviene que conozcáis también esta forma de escribir las equivalencias, por si algún día las encontráis. Estos autores escriben en primer lugar la figura del pulso nuevo y la igualan con el pulso del compás precedente. Por eso escriben al final la abreviatura prec. Con ese sistema (que es minoritario), el fragmento anterior se escribiría así. El pulso del 9/8 (negra con puntillo) duraría lo mismo que el pulso del compás precedente (negra).

Caso 2: Hasta ahora hemos visto que si cambiaba el tipo de subdivisión del compás (de subdivisión binaria a ternaria o viceversa) y manteníamos el pulso, la velocidad de las figuras cambiaba (las corcheas del 9/8 no eran iguales a las corcheas del 3/4 sino a las corcheas especiales del tresillo). 
Puede darse el caso contrario: que las figuras permanezcan siempre iguales y que lo que cambie sea la velocidad del pulso. Para eso se utilizan las equivalencias de figura igual a figura, que suelen expresarse con "corchea = corchea".
En el siguiente ejemplo, las corcheas de todo el ejercicio serían iguales (y por tanto, el resto de figuras también serían iguales entre sí). Si en el pulso de 3/4 entran 2 corcheas y en el de 9/8 entran 3, el pulso del 9/8 será más amplio y por tanto se marcará más despacio. Si más adelante volvemos a un compás en el que el pulso sea de negra, el pulso volverá a marcarse más rápido.
¿Crees que en este caso podríamos solfear todo el ejercicio con el metrónomo puesto? La respuesta es que no, a menos que subdividiésemos los compases y pusiésemos el metrónomo a marcar corcheas. Desde luego no podemos hacerlo con el metrónomo marcando los pulsos, pues en cada cambio de compás, tendríamos que variar la velocidad del metrónomo.

MUY IMPORTANTE: las equivalencias de figura = figura son las más habituales. Eso significa que si en la partitura no viene indicada ninguna equivalencia, debemos seguir la de corchea = corchea. La velocidad del pulso no cambiaría si hacemos pasos entre compases con el mismo denominador, pero la velocidad cambiaría si hacemos pasos entre compases con denominadores distintos (y por tanto con figuras distintas para cada pulso). Por supuesto, podemos encontrar alguna rara excepción (por ejemplo, si en una pieza todas las equivalencias son de pulso = pulso y de repente el autor no escribe alguna, pero se sobreentiende que todas son iguales).

Caso 3: La velocidad del 2º compás no guarda relación con la del primer compás: no se mantienen las figuras ni el pulso. En estos casos no hay equivalencia, sino que encontramos una indicación de tempo nueva o una indicación metronómica nueva, que no guarde relación matemática con las anteriores. Por ejemplo: pasar de andante a allegro o de negra = 60 a negra = 76 o tener una indicación del tipo "più animato" (que significa, más animado). Estos cambios suelen hacerse de manera aproximada, yendo un poco más rápido o un poco más lento según las indicaciones. Generalmente, suele haber un calderón o una pequeña parada antes del cambio, para dar tiempo al intérprete a pensar el nuevo tempo.

Casos especiales: En raras ocasiones, el tempo en los cambios de compás no viene especificado con equivalencias, sino con indicaciones metronómicas. En esos casos hay que calcular si las indicaciones metronómicas guardan una relación matemática que permita traducirlas en "figura igual a figura" o en "pulso igual a pulso".
Si a una figura le corresponde una indicación metronómica X, a la figura inmediatamente inferior le corresponderá el doble de velocidad y a la figura inmediatamente superior le corresponderá la mitad de velocidad. Por ejemplo: si la negra es igual a 80, la corchea iría a 160 y la blanca iría a 40.
En el siguiente ejemplo... ¿crees que el cambio de compás se haría con pulso=pulso, con figura=figura o con cambio total de velocidad como en el caso 3 de las explicaciones?

La respuesta sería: pulso=pulso. ¿Por qué? La corchea del 3/4 va a 120, por lo que la negra (que equivale a un pulso) iría a 60. La corchea del 9/8 va a 180: dividiendo entre 3 me daría que la negra con puntillo (que equivale a un pulso en este compás) iría también a 60.

Actualización: aquí tenéis un ejercicio para que comprobéis si habéis entendido el proceso.

Acordes invertidos


En la novela “Rebelión en la granja” de George Orwell, bajo un cartel que habían colocado los cabecillas de la revolución y que ponía: “Todos los animales son iguales”, alguien había hecho una pintada que continuaba: “...pero algunos más que otros”.

En la música tonal/modal, podríamos afirmar que “Todas las notas son igual de importantes”, pero al parecer, no sin parte de razón, alguien podría añadir:”...pero algunas más que otras”. Y esto es aplicable a las notas que componen los acordes en lo que respecta a su sonoridad.

Seguir leyendo en nuestro blog hermano de Hispasonic.

Acordes invertidos


En la novela “Rebelión en la granja” de George Orwell, bajo un cartel que habían colocado los cabecillas de la revolución y que ponía: “Todos los animales son iguales”, alguien había hecho una pintada que continuaba: “...pero algunos más que otros”.

En la música tonal/modal, podríamos afirmar que “Todas las notas son igual de importantes”, pero al parecer, no sin parte de razón, alguien podría añadir:”...pero algunas más que otras”. Y esto es aplicable a las notas que componen los acordes en lo que respecta a su sonoridad.

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En la novela “Rebelión en la granja” de George Orwell, bajo un cartel que habían colocado los cabecillas de la revolución y que ponía: “Todos los animales son iguales”, alguien había hecho una pintada que continuaba: “...pero algunos más que otros”.

En la música tonal/modal, podríamos afirmar que “Todas las notas son igual de importantes”, pero al parecer, no sin parte de razón, alguien podría añadir:”...pero algunas más que otras”. Y esto es aplicable a las notas que componen los acordes en lo que respecta a su sonoridad.

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