Música acuática

Händel y Jorge I en el Támesis

Händel y Jorge I en el Támesis el 17 de julio de 1717, por E. Hamman (1819–88)

Hace 328 años nacía uno de los más importantes compositores ingleses de todos los tiempos, Georg Friedrich Händel. Aunque esta afirmación es totalmente cierta, es conveniente matizar que en ese momento, y durante los siguientes 42 años, Händel todavía no era inglés.

Efectivamente, Händel nació en Halle, una ciudad germana que dista menos de 200 kilómetros de Eisenach, la ciudad natal de Johann Sebastian Bach, que nació antes de que Händel cumpliera su primer mes. Pero mientras Bach permaneció toda su vida en Alemania, Händel con 21 años viajó a Italia, donde permaneció unos 5 años durante los cuales refinó su técnica compositiva y organística, además de su gusto por la ópera, y tras un breve paréntesis alemán en el que fue nombrado Kapellmeister por el príncipe elector de Hannover ―que muy pronto sería el rey Jorge I de Gran Bretaña― estableció definitivamente su residencia en Inglaterra en 1712 y quince años después, el 20 de febrero de 1727, adoptó la nacionalidad británica, hecho sancionado con un acta del parlamento.

Pero ahora volvamos atrás hasta los 5 años después de su llegada para conocer algo de la historia de una de sus obras más famosas. Por encargo del monarca tocayo y paisano suyo, Händel compuso una suite para amenizar una excursión real en barca por el río Támesis. El estreno se realizó en una fecha tan intrigante como el 17/7/1717. Los músicos, una orquesta de medio centenar de instrumentistas, tocaron en una barca que navegaba próxima a la del rey. El título de esta obra, que por su duración se catalogó subdividiéndola en tres diferentes suites, es Water Music, traducida al español como Música acuática. Uno de sus movimientos más célebres es Alla Hornpipe, que os propongo en la fresca y brillante versión de la Amsterdam Baroque Orchestra dirigida por Ton Koopman.

El hornpipe, además de un instrumento musical, es una danza de origen irlandés. Sin embargo en este caso ―y también en otro de Purcell que empleó Britten como tema para su Guía para orquesta para jóvenes―, se trata de un hornpipe barroco, más probablemente de origen cortesano que popular.

Como en otras ocasiones, también esta entrada termina con la versión para flauta dulce, esta vez para dos de estos instrumentos (soprano y contralto) y piano.




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