Lo que aprendo (de hacer música) bailando

Lo admito: soy un curioso sin remedio y no puedo evitar querer aprender cosas nuevas. Si el año pasado me dio por la fotografía (afición que llegó para quedarse, y que ha ido in crescendo alcanzando altas cotas de frikismo), este curso me decidí a aprender a bailar lindy hop, no solo para aprender algo nuevo sino como reto conmigo mismo para quitarme de encima prejuicios y miedos que había identificado en determinadas situaciones. Así pues, después de algo más de tres meses desde de mi primera clase puedo decir que sí, que literalmente bailo, aunque sea con unos pocos pasos y sin estilo ninguno.

Además del hecho de poder bailar (algo que me resulta inverosímil per se), me estoy dando cuenta de que muchas de las cosas que me están pasando como principiante se pueden extrapolar al aprendizaje/estudio/práctica de la música en general y de un instrumento en particular. Ahí van algunas:

Lindy hop en Las Armas 1
Foto de Zaraswing

Aceptarte y desterrar miedos y prejuicios

Prejuicios, sobre todo, sobre uno mismo: Sentencias del tipo “yo no valgo para eso”, “no se me da bien”, “es que yo no tengo sentido del ritmo”, “mi cuerpo no está preparado para esto” y cualquier otra por el estilo que os pase por la mente son las que nos sirven de excusa para no intentarlo, porque es más cómodo quedarnos como estamos que comprobar que podemos acabar haciendo el ridículo.

Y remarco el podemos porque en realidad no son los demás quienes nos juzgan, sino nosotros mismos quienes alimentamos esos miedos. Miedos que nos paralizan y nos impiden hacer aquello que nos gustaría. En mi caso particular, el mayor de ellos era que los demás me vieran ridículo moviéndome arrítmicamente y con poca gracia, mucho más cuando el lindy hop es un baile de pareja y -glups- vas a bailar con alguien a escasos centímetros de tí. Bueno, y si te mueves así, ¿qué pasa? Absolutamente nada.

Como reza el eslógan de esa conocida marca de ropa deportiva: “Simplemente hazlo”. Hazlo y disfruta con ello, lanzate sin pensar o de lo contrario nunca estarás suficientemente preparado, siempre tendrás esa inseguridad que te paraliza y tendrás a punto una excusa para justificarla. Pero sobre todo recuerda: disfruta con ello.

Prohibido tener prisa

Sí, a la tercera clase ya me habría gustado poder bailar como Frankie Manning, pero la realidad es que “solo” me habían enseñado cómo hay que llevar el ritmo con el cuerpo y el paso básico. Esa situación me produjo una frustración que pronto me recordó mucho a la que tienen los niños en sus primeras clases, cuando cogen un instrumento y ya querrían saber tocar todas las canciones del mundo pero se dan de bruces con la realidad de no tener aún habilidades suficientes para hacerlo.

Hay que dar tiempo al tiempo; nuestra mente y nuestro cuerpo necesitan un periodo de adaptación a los nuevos hábitos que queremos imponerles, y esto sirve tanto para interiorizar un paso de baile o como para tocar esas escalas que hoy no nos salen.

Los progresos llegan poco a poco y no tiene sentido (e incluso es contraproducente) pretender avanzar a marchas forzadas o ir por delante de nosotros mismos. Perseverar es la clave para que, el día menos pensado, te des cuenta de que todo eso que querías conseguir (y que has estado practicando) “te sale”.

Las clases, la punta del iceberg

Ir a clase es importante. Cuando no tienes ni idea de hacer algo, lo más fácil es que alguien que sí sabe te enseñe las pautas básicas de una manera progresiva y eficaz , y así poder aprender -siempre paulatinamente- esa nueva habilidad que te habías propuesto.

Pero la clase es solamente eso: una explicación más o menos práctica de lo que debes hacer. El verdadero aprendizaje vendrá con tu práctica personal (aunque en el baile esta práctica sea “compartida”) así que, de nuevo, “simplemente hazlo”. Y hazlo tanto como te sea posible, sin perder una ocasión de ponerte a prueba, de practicar lo último que has aprendido, de probar eso que todavía no te ha enseñado pero te apetece mucho saber hacer o de perfeccionar lo que ya sabes. Practica mucho y disfruta practicando.

Pinche aquí para ver el vídeo

Escuchar música es fundamental. Escuchar LA música, imprescindible

Ya lo he comentado en más de una ocasión: hay que escuchar todo tipo de música, cuanta más y más variada mejor. Esto puede aplicarse en términos generales (escuchar clásica, jazz, rock, latin, flamenco, pop y cuantas taxonomías se te pongan por delante) o en un ámbito concreto (por ejemplo escuchar clásica, jazz, rock, latin, flamenco, pop… con metales, o escuchar diversos subgéneros dentro de una categoría). Expandir los horizontes musicales y aprehender un/os lenguaje/s nuevo/s da perspectiva y enriquece nuestro bagaje y nuestra capacidad de escucha.

Por otro lado, hay que sentir la música cuando estamos immersos en ella: ir a tempo, respetar la musicalidad de las frases, sentir lo que nos transmiten (el resto de) los instrumentos… Ya sea bailando o tocando, la música siempre manda.

La técnica es un medio, no un fin

Que sí, que los aspectos técnicos son importantes, que las herramientas/habilidades nos facilitan desenvolvernos en situaciones “adversas”  y nos dan seguridad. Pero más importante que saber todas las escalas/pasos es dejarse llevar, atreverse y lanzarse

Foto de Zaraswing
Foto de Zaraswing

Así que en definitiva, ya sea bailando o tocando un instrumento, lo más importante, lo fundamental, lo ÚNICO que de verdad cuenta es disfrutar expresándote y siento tú mismo.

Lo que aprendo (de hacer música) bailando, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

Tuba Jaialdia VI

Txuleta. Tuba. Musika. Trikitixa. Sociedades culinarias. Grandes personas. Kepa Junkera. Hamaiketako. Noches fugaces. Dormir poco. (San) Agustín (Jiménez). Comer mucho. Poner voz, altura y gestos a perfiles virtuales. Retratos a la cera. Comer muy bien. Afonía. Fraternidad tubística, de la de verdad. Talleres con público. Egun off. Eskerrik asko.

En estas pocas palabras podría resumirse el Tuba Jaialdia VI, en el que tuve el enorme placer de participar los días 9, 10 y 11 de octubre en Azpeitia. Debo reconocer que ya en ediciones anteriores me había quedado con las ganas de participar, y precisamente por ello le di prioridad en mi calendario tan pronto supe las fechas, siendo que -como efectivamente ocurrió- es un evento proclive a coincidir con otras propuestas. Así pues, el viernes 9 puse rumbo a Azpeitia con el compromiso de ofrecer un taller de improvisación abierto a todos los participantes.

Viajar al norte siempre es agradable. Ya los paisajes -verdes y húmedos; bosque, río, piedra- dejan claro que hay algo ancestral y auténtico en aquellos valles, y ciertamente, el concierto de Kepa Junkera que inauguró el festival lo confirmó. Pocas veces he disfrutado tanto como músico desde el lado bajo del escenario; música ciertamente de raíz -txalaparta aparte-, capaz de mover emociones que se me antojan primitivas y genuinas.

Haga click para ver el pase de diapositivas.

Fotos de Alaitz Ruiz

El sábado comenzó con sendos talleres de Daniel Ferriz y Pablo Fernández (artista Miraphone) con los tubas en distintos niveles y Ximo Díaz con los bombardinos. Talleres centrados sobre todo en aspectos técnicos y elementos “formales” de nuestros instrumentos, pero también en la interpretación y en hacer música.

Uno de los grandes descubrimientos ha sido el Hamaiketako algo así como un almuerzo a las once, con caldo y carne, para entrar bien en calor, y tras el cual llegó el taller de improvisación, que basé en tres premisas: “hay música más allá de las notas”, “el instrumento es tu amigo, juega con él” y “disfruta haciendo música”. El resultado fue un rato de diversión para algunos y desconcierto para otros, tanto entre los participantes como del público asistente. A continuación, los más pequeños en todas las especialidades de metal demostraron junto a sus profesores lo que habían aprendido a lo largo de la mañana. Y llegó el primer ágape.

A primera hora de la tarde David Muñoz ofreció su conferencia “10 rutinas básicas para los músico de viento metal“. Posteriormente hubo una breve presentación de la tuba y el bombardino de plástico para curiosidad y disfrute de todos. Para redondear la tarde, la banda de música de Azpeitia, dirigida por Unai Nauk, nos hizo disfrutar de algunos clásicos del género, entre los que cabe destacar las obras para banda y solistas incluyendo trompeta, trombones y tuba y bombardino.

En estos días he llegado a la conclusión de que el buen yantar forma parte intrínseca de la cultura de Azpeitia. Comidas abundantes y exquisitas ,a la par que caseras y bien regadas, hacen que uno se sienta bien recibido, querido y acompañado. Más allá de una simple comida, el hecho de reunirse alrededor de la mesa da la oportunidad de relacionarse de manera distendida, lo que permite estrechar los lazos con los otros participantes en un ambiente de sana camaradería. Tan a gusto nos encontramos en la cena (los chipirones de Borja fueron antológicos) que las horas (muchas) pasaron sin darnos cuenta.

Y llegó el gran día. La mañana del domingo se dedicó enteramente a preparar el concierto que todos los tubas y bombardinos participantes ofrecimos bajo la dirección magistral de Juan Carlos Ribelles. A última hora, justo antes de comer, los representantes de Yamaha nos ofrecieron una visita virtual a su fábrica, así como prácticos consejos para el matenimiento y conservación de nuestros instrumentos.

Y llegó el concierto. Un concierto en el que tanto los músicos como el público disfrutamos al máximo, y en el que quedó patente, una vez más, que tocar la tuba no es solamente hacer Fa-Do, que la fraternidad tubística está ahí y que estos encuentros aetyb no son algo casual, que el nuestro es un instrumento que une (también con quienes no lo tocan pero son tan frikis como nosotros…) y que eventos de la categoría humana como el que Agustín Jiménez organiza en Azpeitia son verdaderamente dignos de agradecer.

Pd: El concierto clausuró oficialmente el evento, pero [como no podía ser de otra manera] la clausura efectiva de los profesores asistentes y la organización se hizo alrededor de una mesa. Cuando ya pensábamos que no podía haber más muestras de hospitalidad y afecto, aparecieron de la “mesa de las peques” retratos tubísticos para todos los que estabamos allí. Sobran palabras.

Egun Off
Así me ve Amane Jiménez

 

Tuba Jaialdia VI, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

Pruebas de acceso – Lo que puede que no te aconsejen

En unas semanas tendrán lugar las pruebas de acceso para la mayoría de conservatorios, ya sean de Enseñanzas Profesionales como Superiores. Quienes hemos estudiado en un conservatorio sabemos lo que suponen unas pruebas de acceso. Los profanos en la materia podrían pensar que puede parecerse a un examen de selectividad, pero en el caso que nos ocupa el componente de presión es bastante mayor, ya que la prueba principal consiste en tocar solo frente a un tribunal.

Nadie dijo que el camino fuera plano - Foto de Edu Ruano con licencia CC
Nadie dijo que el camino fuera plano – Foto de Edu Ruano en flickr con licencia CC

Si estás leyendo esto probablemente tienes la intención de presentarte y buscas algún/os consejo/s que te sirvan de ayuda para superarlas con éxito. Para empezar, a estas alturas ya deberías tener claro el centro al que quieres acceder y quién será tu profesor de instrumento, saber en qué consisten las pruebas, el repertorio que presentarás, haber buscado un pianista acompañante si procede y un conservatorio alternativo por lo que pudiera pasar (esto último en el caso de Enseñanzas Superiores). Recuerda que las pruebas teóricas también son extremadamente importantes.

Siento decepcionarte, pero si no llevas al menos seis meses con tu estudio musical focalizado en las pruebas poco puedes hacer en el tiempo que te queda. No obstante, si este es tu caso no te desanimes, pon todo tu empeño y presentate igualmente; si accedes estupendo y si no al menos la experiencia será positiva en cualquier caso: habrás aprendido cosas que te servirán en muchos ámbitos de la vida, siempre que seas capaz de identificarlas.

Siéntete como en casa

Desde YA hasta el día de la prueba centra tus esfuerzos en recrear las condiciones que encontrarás frente al tribunal para así estar familiarizado con las sensaciones que sentirás y crear una sugestión positiva que te facilite el éxito.

Deberías hacer al menos un pase completo del repertorio cada día por varios motivos, principalmente para conocer el repertorio como la palma de tu mano y para ganar en resistencia física (esto es especialmente importante en el caso de viento, sobretodo metal). Cuando vayas a tocarlo imagina que estás en la prueba, frente al tribunal; imaginate sosegado, seguro de tí mismo y haciendo una actuación excepcionalmente buena. Aunque cueste de creer, estás sugestionando a tu mente y tu cuerpo para que ese día respondan así.

Añade presión

Pasarás nervios (¡y lo sabes!), lo cual provoca -entre otras cosas- un aumento en el ritmo cardiaco y la respiración. Algo similar ocurre cuando hacemos ejercicio físico así que, aunque parezca una locura, sube y baja a buen ritmo un tramo de escaleras inmediatamente antes de tocar el repertorio de la prueba. Las sensaciones que sentirás – agotamiento, que te falta el aire, notarte acelerado…- se parecen bastante a tu estado físico en el momento de la prueba, de manera que acostumbrandote a ellas de antemano conseguirás que no te resulten tan incómodas.

Tendrás muchas distracciones: estarás en un entorno que desconoces y habrá elementos que llamarán tu atención, pero debes centrar tu atención en tocar las obras. Una buena manera de recrear esas distracciones es generando a tu alrededor estímulos que te tienten a despistarte. Estudia con la televisión o la radio encendidas o con un metrónomo fuera de tus tempi. Pero recuerda: se trata de evitar esos estímulos y concentrarte en tocar…

Tocarás frente a unas personas a quienes probablemente nunca has visto y de quienes sabes que van a ser críticos contigo. Haz tantos pases del repertorio con público como te sea posible. Las madres y abuelas valen, pero mejor pide a tus compañeros que te escuchen mientras tocas y te digan qué aspectos debes mejorar. Si también tienes la posibilidad de que te escuche otro profesor que no sea “el tuyo” mucho mejor.

Día D, Hora H

Llegará el gran día y tú tendrás que enfrentarte a un tribunal y a tu conciencia. Estate tranquilo, relajado y optimista; calienta lo necesario, pero sin excentricidades ni “demostraciones de fuerza” (recuerda: quien va a evaluarte es el tribunal, no los otros candidatos); entra a la prueba instrumental con la intención de disfrutar de haciendo música  dando lo mejor de tí mismo.
Puede que gustes más o menos, puede que accedas o puede que no. En cualquier caso, recuerda que lo más importante es ser honesto con uno mismo y todo esfuerzo recibe tarde o temprando su justa recompensa. ¡¡¡A por ello!!!

roger daltrey shows us why his primal scream from "won't get fooled again" is still the best in rock 'n roll

Pruebas de acceso – Lo que puede que no te aconsejen, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

Michel Godard, El serpentón y viceversa

“No vamos a hablar de técnica, para eso ya están vuestros profesores.” Toda una declaración de principios de Michel Godard al inicio del curso que impartió este fin de semana en Barcelona bajo el auspicio de la ACATUB.

Michel Godard ACATUBMichel es, con toda probabilidad, el serpentonista más renombrado de los últimos 150 años. Profesor en el conservatorio superior nacional de París, lleva casi cuarenta años explorando y dando a conocer al ancestro de la tuba.

La cantidad y variedad de estilos y formaciones en los que participa abruma, lo mismo que su discografía. Su repertorio es amplio en espacio y tiempo: desde el renacimiento europeo, rodeando todo el arco mediterráneo con sus diversas tradiciones y llegando hasta el jazz. Lo suyo es la improvisación, pues en todos los estilos en los que se mueve es elemento fundamental, y en ella basa su trabajo.

También el canto es fundamental para él. Considera que los instrumentos tienden a imitar la voz humana y nos recuerda que así está escrito el 99% de la música, a excepción de la clásica y la contemporánea; en este sentido, parece inevitable acordarse de Arnold Jacobs, quien ya puso de manifiesto la importancia del canto en la técnica de los instrumentos de viento-metal. Con estas premisas, es fácil comprender por qué sus improvisaciones resultan tan naturales y fáciles de asimilar independientemente del estilo: Godard no ejecuta el instrumento, ya sea una tuba o el serpentón, simplemente canta a través de él. Y canta de maravilla.

Eclecticismo: la clave

Michel Godard ACATUB_0173Hacer jazz con un instrumento del s. XVII dice mucho de la manera que tiene de entender la música Michel Godard: Sin restricciones, sin etiquetas, sumando y buscando los puntos en común. Esta manera de pensar aporta frescura y originalidad no solo a sus interpretaciones, también a sus clases.

Las sesiones en grupo fueron deliciosas. Una simple Aria de ocho compases a tres voces da un juego infinito: tocando, cantando, improvisando; todos juntos, por separado… Dejando afuera las vergüenzas y los miedos. Disfrutando, en definitiva. “¿Qué esperas de esta clase?” Preguntó antes de empezar al alumno que quería trabajar el R.V. Williams con él, al comenzar la ronda de clases individuales. Buen comienzo: saber hacia donde queremos ir es importante.

A partir de aquí, la batería de recursos y reflexiones fue imparable. Conceptos como lo redondeado/angulado de la música, pensar o concebir las escalas hacia abajo (igual que  hacen los músicos de jazz), superar las dificultades técnicas jugando o algo tan sencillo y complejo a la vez como ser consciente de que los límites se los pone uno mismo.

Su presencia es tranquila y discreta,  como si no hiciese nada, como si no estuviese. Pero de esa nada es capaz de sacar grandes cosas: Momentos de música, motivación e inspiración. Un Maestro en el Arte de la Música.

Michel Godard ACATUB_0109

Michel Godard, El serpentón y viceversa, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

Analisis de la tuba Thomann Grand Fifty y comparativa con Melton Thor

El desembolso que supone una tuba no es un gasto para tomar a la ligera, pues en el caso de muchas familias puede suponer el sueldo de varios meses, y por este motivo cualquier información sobre un modelo de nuestro interés será de gran valor. Este el propósito del presente artículo en referencia a la tuba Thomann Grand Fifty.

Que la economía no está para grandes dispendios es algo que todos tenemos claro desde hace tiempo. Afortunadamente, en los últimos años la industria de los instrumentos musicales ha cambiado mucho con la aparición de instrumentos muy económicos , aunque por otra parte la calidad de estos suele dejar mucho que desear, y en el mejor de los casos el recorrido del alumno con este tipo de instrumento será de pocos años y solamente en los niveles más inferiores.

Estos instrumentos suelen basarse en modelos de gamas superiores, de los que se toman los aspectos más relevantes pero reduciendo los precios de coste (habitualmente mediante materiales de menor calidad y trasladando su producción a China, aunque en algunos casos la producción se realiza en Europa). Que Thomann es uno de los mayores distribuidores de Europa de instrumentos y materiales musicales es algo que casi todos sabemos a estas alturas. Entre los instrumentos que ofrece encontramos desde fechas recientes la tuba Thomann Grand Fifty (de clara inspiración en el modelo Thor de Melton), un instrumento que ha generado mucha curiosidad por sus características y su precio.

Casualidades de la vida, han llegado a mí estas dos tubas y la posibilidad de compararlas. Comparto a continuación mis impresiones al respecto.

Aspecto exterior

En la apariencia exterior la similitud entre ambos instrumentos es evidente, más aún si tenemos en cuenta que un modelo sirve de inspiración al otro. Se trata de instrumentos de tamaño 5/4 con configuración 4+1. El recorrido de las tuberías es prácticamente idéntico, incluyendo las válvulas de desagüe en las tuberías de las válvulas 3ª y 4ª y la bomba general. Sorprende la gran calidad de los acabados de la tuba Thomann, sobretodo en comparación con otros instrumentos “low cost”.

El tamaño de la campana es mayor en el modelo de Thomann (48 cm.) que en la Melton (45 cm.), pero por el contrario esta última desarrolla más progresivamente el diametro de la tubería, de manera que el último tramo -especialmente desde la última curva hasta la campana- es bastante más ancha.

Thomann Grand Fifty - Vista frontal.
Thomann Grand Fifty – Vista frontal.

Melton Thor - Vista frontal.
Melton Thor – Vista frontal.

La ubicación y configuración de la 5ª válvula es igual -inmediatamente después del 4º pistón y mediante sistema de cilindro-, pero el recorrido de la tubería es algo distinto en ambos instrumentos. El mecanismo de acción es muy similar, aunque personalmente la palanca de acción de la tuba Thomann me ha resultado más cómoda (eso sí, en ambos casos quitando el anillo para el dedo pulgar para mayor comodidad).

Thomann Grand Fifthy - Detalle de la 5ª tubería.
Thomann Grand Fifty – Detalle de la 5ª tubería.

Melton Thor - Detalle de la 5ª tubería.
Melton Thor – Detalle de la 5ª tubería.

Otra diferencia importante es la sujeción del tudel a la campana. En el caso de la Melton Thor el tudel está unido a la campana mediante una soldadura a lo largo de todo su recorrido, mientras que la unión en la tuba Thomann se limita a un punto de unión, de manera que el tudel queda despegado de la campana, algo que parece una tendencia al alza en nuevos modelos. También, en el caso de la Grand Fifty el recorrido del tudel es  más directo que en la Thor.

Thomann Grand Fifthy - Sujeción del tudel.
Thomann Grand Fifty – Sujeción del tudel.

Melton Thor - Sujeción del tudel.
Melton Thor – Sujeción del tudel.

Un aspecto muy destaclable que diferencia ambos instrumentos es el peso, mucho mayor en la Melton Thor que en la tuba Thomann Grand Fifty. Esta diferencia sólo puede deberse al grosor del material o al baño de plata, y parece evidente que esta diferencia, junto al grosor de la tubería en el último tramo del instrumento, influyen, como veremos más adelante en aspectos sonoros importantes, como la proyección y el timbre.

Hay que tener en cuenta que los aspectos relacionados con el desgaste del instrumento sólo podrán apreciarse con el paso del tiempo, que determinará si los materiales empleados para su construcción ofrecen una calidad duradera.

Aspectos técnicos

NOTA: A partir de este punto del artículo deberían haber aparecido vídeos ilustrativos, pero por motivos técnicos que más abajo comentaré no ha sido posible. Serán añadidos a la mayor brevedad.

Llega el momento de la verdad. El modelo de Melton es una tuba profesional con todas las letras -incluidas las del banco-, que facilita la emisión y produce un sonido rico y hondo. La tuba se deja tocar con facilidad y no ofrece resistencia, con una proyección hacia el exterior notable en todo el registro.

El instrumento de Thomann resulta sorprendentemente agradable y cómodo de tocar para una tuba que, a priori, corresponde a un segmento de mercado inferior. El sonido que produce de entrada es centrado y muy bello, profundo y rico en armónicos, y nada tiene que envidiar a su competidora “de marca”, aunque su proyección es menor, seguramente influido por las diferencias de materiales en su construción.

La tuba se deja tocar con docilidad; es muy flexible en las posiciones fijas y responde muy bien a los cambios de color que se le piden. Se comporta estupendamente en cuestión de intensidad, con un fortissimo redondo y centrado, digno de un gran instrumento, y un piano lleno y bonito. También el paso entre notas es extremadamente fácil y limpio, sin estridencias ni triquiñuelas.

La afinación es correcta en ambos instrumentos, algo más precisa de entrada en la Thor (destacable el Sol2). Las combinaciones óptimas de digitación difieren de una tuba a la otra, especialmente en cuanto se refiere a 4ª posición.

Otros aspectos a tener en cuenta

Existen otros aspectos a tener en cuenta, en este caso relativos al proceso de compra y servicio de atención al cliente por parte del proveedor.

El proceso de compra es largo, ya que este modelo se fabrica sobre pedido. En este caso particular, desde la confirmación de compra hasta la recepción del instrumento han pasado algo más de cuatro meses.Valga decir que en instrumentos de gamas superiores pueden darse circunstancias similares o incluso lapsos de tiempo mayores.

Además hay que resaltar un percance reseñable, que pone en entredicho la calidad del proceso de verificación de instrumentos por parte del proveedor: Se trata de un pequeño agujero en una de las tuberías de la 4ª válvula. El servicio de atención al cliente atendió la reclamación con celeridad y el instrumento ha sido devuelto a fábrica sin coste añadido, en principio para su sustitución. Por este motivo no ha sido posible realizar los vídeos comparativos que estaban previstos.

Conforme se vayan desarrollando los acontecimientos daré cuenta de ello.

 Conclusiones

Parece que la tuba Thomann Grand Fifty es un instrumento de una relación calidad/precio espectacular, que ofrece la opción de tocar una tuba de características muy similares -y en algunos aspectos en plano de igualdad- a un instrumento profesional de primera línea y presupuesto mucho más elevado.

Por sus características es difícil enmarcar este instrumento en la gama de instrumentos “económicos”, aunque su precio (3600€ en acabado lacado y 4300€ plateada) en relación al tipo de instrumento resulta especialmente ajustado. Precisamente por ello es una opción a tener muy en cuenta para presupuestos limitados, y sin duda es punta de lanza que obliga a sus competidores directos a replantearse tanto los estándares de calidad las opciones más baratas como los precios en las opciones de las primeras marcas.

Analisis de la tuba Thomann Grand Fifty y comparativa con Melton Thor, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.