Estas son fechas de empezar a cazar constipados a lo loco, haciendo que tengamos que estar en muy baja forma a nivel vocal durante unos días.
Como bien dice el refrán, más vale prevenir que curar. Si no lo has leído aún, te recomiendo que leas el artículo de Esther acerca de cómo prevenir enfermedades.
Si aún haciendo todo lo que está en tu mano para no caer enfermo no es suficiente, no está todo perdido. A veces es totalmente imperativo que utilicemos nuestra voz incluso en este estado, por lo que necesitamos herramientas que saquen lo mejor de ésta. Por supuesto, los milagros no existen, pero sí podemos preparar a nuestra voz para utilizarla el tiempo que nos es necesario ( cuanto menos, mejor ).
Por otro lado, siempre hay veces en las que es totalmente imposible utilizar nuestra voz. Ante cualquier duda de si podemos hacernos daño, lo mejor es consultar con alguien que pueda ayudarte o directamente no hacer uso de la voz. Por ejemplo, un buen indicador de que no debemos utilizarla es si nos hace daño la garganta al tragar saliva. Si es así, nuestras cuerdas vocales están tan inflamadas que a lo poco que las usemos se van a irritar aún más.
El primer consejo es beber mucha agua. Aunque es típico, es necesario. Nuestros cuerpos generan mucosas alrededor de las cuerdas vocales para protegerlas, pero para nosotros es muy molesto. Si bebemos mucha agua conseguiremos mantener más hidratado a nuestro cuerpo, las mucosas serán más líquidas y nuestras cuerdas vocales estarán más hidratadas, lo que nos permitirá hacer un uso más exigente ( siempre con mucho cuidado ).
Aún estando bien hidratados, siempre tendremos mucosa y nos va a molestar. Una reacción que hacemos todos es aclararnos la garganta carraspeando. Debemos evitar hacer esto a toda costa. Con esto lo que estamos haciendo es cerrar las cuerdas vocales al máximo y de repente enviarles mucho aire a mucha presión. Éste aire vapulea a las cuerdas vocales, irritándolas. Una mejor forma más segura pero menos rápida para librarnos de la mucosa es hacer unos ejercicios vocales muy suaves, nada agresivos. Al no exigir tanta compresión cordal, las cuerdas vocales están más relajadas por lo que la fricción entre ellas es menor, y la presión de aire también es menor, pero suficiente para ir limpiándonos la garganta poco a poco, de la manera más sana posible.
Normalmente hay tres estados en un constipado:
Inicio: En este punto nuestro cuerpo aún no ha generado mucosa y nuestras cuerdas vocales aún no están irritadas, pero podemos empezar a sentir molestias por todo nuestro cuerpo. En este punto lo mejor es hacer ejercicios para mantener la voz en forma, pero sin exigirle el máximo. Si la ejercitamos un poco en este punto, en el próximo estará en mejores condiciones para aguantar lo que le viene encima. Un buen ejercicio es el lip bubble, sin hacer notas muy agudas. Como mucho debemos alcanzar la primera nota del segundo puente. El volumen puede ser medio, pero sin abusar.
Apogeo: Aquí estamos realmente tocados, ya que el agente invasor nos está pateando los intestinos desde dentro. A veces nos duele al tragar, al hablar, a veces ni si quiera tenemos voz o incluso se nos pone la voz como a un trol de las cavernas. Si en este punto nos duele, insisto, lo mejor es no hacer nada y descansar. Si decidimos ejercitar nuestra voz es muy posible que nos hagamos daño. Si la molestia no es causada por el dolor si no por la mucosa y por la constante aparición de gallos, podemos mejorar nuestra condición con ejercicios muy suaves, que calienten los músculos de las cuerdas vocales y limpien la mucosa. De nuevo un buen ejercicio para ello es el lip bubble, pero no debemos pasar de las notas del primer puente. En este punto el volumen debe ser muy bajo.
Fin: Me atrevería a decir que, para mi, este es el peor estado de los tres. En este punto te encuentras bastante bien, pero a tu voz no le da la gana de responder. Es prácticamente imposible conectar tu voz de pecho con tu voz de cabeza, estás hablando de forma normal y de repente te entra la tos, ... Es como "querer y no poder". Llegados a este punto lo mejor es hacerse a la idea de que no va a durar mucho, y hacer ejercicios que exijan un poco de esfuerzo a nuestras cuerdas vocales ( por favor, ¡siempre con cuidado! ). Lo mejor es calentar con los lip bubble, como mucho llegando a la primera nota del segundo puente. Una vez hayamos calentado un poco, necesitamos despertar a los músculos de nuestras cuerdas vocales lentamente. Para ello van muy bien los ejercicios de sonido de bruja o gatito. De nuevo, sin ir más allá de la primera nota del segundo puente.
Para acabar, una duda que yo tenía cuando empecé a trabajar mi voz era si debía asistir a clases de canto en este estado. Hoy, esta pregunta la respondería con un "depende".
Si no necesitas utilizar tu voz mientras estés enfermo, lo mejor es que la dejes descansar. Si quieres puedes calentar un poco cada día, pero no más de 10 minutos. Normalmente cuando caemos enfermos es una alarma que dispara nuestro cuerpo para decirnos: "Echa el freno porque no puedo más.", a veces por nuestro ritmo de vida, o por nuestros hábitos cuidando de nosotros mismos.
Si necesitas utilizar tu voz, sí te recomiendo hacer tu clase de canto, ya que el profesor te va a poder guiar mejor que nadie y te podrá decir lo que puedes o no puedes hacer en tu estado. También trabajará con tu voz para ponerla en el mejor estado posible, pero recuerda que en esto los milagros no existen. No hace falta decir que si haces tu clase de canto, lo mejor es hacerla online, ya que puedes contagiar a tu profesor y también a los alumnos que tengan clase después de ti.
Para nuestros usuarios de Vox Tools, tenemos buenas noticias. Como ya comentamos previamente, estamos trabajando en una avalancha de nuevos programas para Vox Tools. Hemos creado un apartado especial para cuando caemos enfermos, de forma que tengáis los ejercicios a mano para estos casos.
Si aún no has caído enfermo y quieres probar nuestras clases de canto, no esperes a que te coja el resfriado. Ponte en contacto con nosotros y reserva tu clase.
Carlos Campaña