Cuando hablamos de escalas musicales solemos pensar que son algo establecido y elaborado por el hombre, algo artificial, externo a la persona; hablamos de normas que las rigen, de sonidos ascendentes y descendentes, de tonos y semitonos, de tetracordos y de intervalos. Sin embargo, algunas son mucho más naturales de lo que pensamos; es más; podemos elaborarlas y utilizarlas de forma espontánea. Vamos a comprobarlo hoy estudiando la escala pentatónica.
La escala pentatónica (o pentáfona) es la que está compuesta por cinco sonidos diferentes sucesivos. Existen diversos tipos; un ejemplo sería este que resulta de suprimir el fa y el si de la escala diatónica de Do. Vedlo aquí:
Así suena:
Como habréis apreciado, esta escala no contiene semitonos.
Otro ejemplo muy claro de este tipo de escala es la que se obtiene al tocar sucesivamente las teclas negras del piano (entre las que se producen las mismas distancias interválicas que se observan en la imagen de arriba).
Las escalas pentatónicas se han utilizado desde antiguo en las culturas musicales del lejano Oriente y de África. Escuchémosla en esta obra que nos ofrece La Capella Reial de Catalunya dirigida por nuestro gran Jordi Savall.
Aunque ya en el siglo XX compositores como Erik Satie o Igor Stravinsky las utilizaron en algunas de sus obras, ha sido la música popular urbana la que las ha hecho suyas en géneros como el Jazz, el Blues y el Rock.
Ved y escuchad al guitarrista Mario Freira en una improvisación sobre la escala pentatónica.
Aunque ya en el siglo XX compositores como Erik Satie o Igor Stravinsky las utilizaron en algunas de sus obras, ha sido la música popular urbana la que las ha hecho suyas en géneros como el Jazz, el Blues y el Rock.
Ved y escuchad al guitarrista Mario Freira en una improvisación sobre la escala pentatónica.
Por último, quisiera compartir con vosotros este vídeo que os asombrará de verdad y en el que Bobby McFerrin utiliza la pentatónica para demostrar que la respuesta a la música es algo connatural al ser humano y que éste tiene asumidos, incluso, ciertos intervalos.
Sucedió en el transcurso de la conferencia titulada "Notas y neuronas: en busca del coro común" que se celebró en el marco del World Science Festival (2009) y que tuvo como objetivo analizar e ilustrar la interacción de la música con el cerebro y con las emociones. Apasionante tema ¿verdad?
Pues eso; que el que no hace música es porque no quiere.
Más información en World Science Festival