Hola a todos!! Ya queda muy poco para que comience un nuevo curso, aquí os espero con la misma ilusión de siempre. Como veis, he cambiado la cabecera del blog y el color de fondo, es un pequeño cambio de look para renovar nuestra imagen de cara al nuevo curso. Puede que cambie también la plantilla jeje, de momento os dejo con mi nueva foto de perfil ;-)
Monthly Archives: agosto 2014
Si quieres que te dure muchos años tienes que evitar forzar la voz cuando cantes e incluso cuando hables.
Pero, ¿qué significa forzar la voz?
¿Ya lo tienes claro?
Algunas personas lo pueden definir sólo cuando han logrado dejar de hacerlo.
Otras no conocen la sensación porque nunca han forzado la voz.
En pocas palabras, forzar es “hacer” algo cuando no tendrías que hacer nada.
Cuando deja de pasar, sientes que no te cuesta ningún esfuerzo, como cuando te pones a cantar haciendo broma o tarareando, que todo parece tan fácil.
Lo primero de todo es reconocer cuando está pasando.
Para saber cuándo estás forzando la voz, puedes leer este artículo.
Lo hemos dicho y repetido hasta la saciedad, pero nunca es suficiente: Cantar tiene que ser fácil.
Sí que es verdad que requiere concentración, estar atento a tus sensaciones y entender cómo se comporta tu cuerpo, pero debemos huir de la tensión y el esfuerzo físico.
¿Quieres conocer las claves para evitar forzar la voz al cantar?
Apuesto a que la respuesta es sí.
Ahí van!
1. La famosa respiración
La respiración no te sirve para aprender a cantar. De hecho, no te ayuda a mejorar como cantante y ni mucho menos es la base del canto.
En lo que sí que te ayuda es en que relajes tu cuerpo y ese es el primer paso para dejar de forzar tu voz.
No es importante porque tengas que aprender a respirar. Ten en cuenta que tú ya sabías hacerlo de manera instintiva desde que el médico te sacó del vientre de tu madre, sino no estarías leyendo este artículo ahora mismo.
Lo clave de la respiración en el canto es conseguir no hacer nada diferente en ese sentido cuando cantas y cuando hablas.
Dependiendo del estilo que cantes vas a necesitar más o menos capacidad pulmonar, pero para cantar en sí, no necesitas más que lo que ya tienes y no necesitas saber más que lo que ya sabes.
Como te decía, para lo que sí es muy importante la respiración es para mantenerte relajado.
No sé si alguna vez te has encontrado con alguna situación en la que hayas tenido que correr durante un rato y acabas respirando muy deprisa y levantando los hombros.
¿Te imaginas tener que cantar en esas condiciones?
Lo que buscamos al cantar es estar en una situación de tranquilidad y respirar normal, sin prisas.
Es por eso que, a veces, al cantar en público las cosas no salen como querías, porque no estás tranquilo del todo.
Cuando te sientas con nervios y tensión, lo primero que necesitas es relajarte un poco.
Un buen ejercicio para relajarte utilizando todos los beneficios de la respiración es este:
Inspira inflando la barriga (así permitirás que tus pulmones se inflen del todo). Y deja salir ese aire por la boca, lo más despacio que puedas.
Tómate tu tiempo. Cuanto más rato estés dejando salir el aire, más te vas a relajar.
Observa como a medida que se te agota el aire tu barriga se va desinflando.
Hazlo unas cuantas veces hasta que notes que te has relajado lo suficiente.
2. Libera tu voz
Pero saber como relajarte no lo es todo.
Por muy relajado que estés, si tienes costumbre de forzar la voz, sólo con eso no vas a conseguir evitarlo y en cuanto te pongas a cantar de nuevo, vas a volver a forzar.
Para evitar forzar la voz al cantar tienes que conseguir liberarla.
Liberar la voz se consigue permitiendo que entre en juego tu voz de cabeza, es decir, dejando que suene mucho más ligera y mucho menos tensa.
Esto puede resultar muy difícil para algunas personas, sobretodo si lo que quieren es conseguir sonar con más potencia y lo quieren ya.
Eso por no mencionar que es algo nuevo y que al principio te va a dar la sensación de que haces falsete y vas a tener una sensación como de desequilibrio.
Va a darte la impresión de que pierdes el control de tu voz.
De hecho, lo más común es que cuando dejes de forzar tu voz, esta empiece a romper a falsete al llegar a ciertas notas.
¡No te confundas!
Puedo decirte sin dudar que esto es mejor que forzar la voz y que en relativamente poco tiempo aprenderás a controlarlo, si tienes paciencia.
Si quieres cuidar tu voz y además tener notas agudas y que estas suenen más potentes, vas a necesitar empezar por aquí.
Este es el primer paso.
Un ejercicio que te puede ayudar mucho con esto es utilizar una escala descendente (que empiece en una nota aguda) y con un sonido muy ligero, como si fueras un búho.
Aquí tienes un ejemplo:
3. Bajar el volumen
También es algo que te hemos repetido hasta la saciedad, pero es que es realmente importante.
Aunque te parezca que lo has bajado lo suficiente, si aún no eres capaz de conseguir que tu voz suene más ligera, probablemente significa que aún puedes reducir un poco más el volumen.
¡Ojo! Reducir el volumen no significa que tu voz tenga que sonar más airosa.
Queremos que reduzcas el volumen manteniendo tus cuerdas vocales juntas y reduciendo la presión de aire al exhalar.
Por otro lado, no sólo es importante bajar el volumen. Es vital que intentes mantenerlo igual en todo el rango.
No queremos que grites en las notas agudas y que en las notas graves casi ni se te oiga.
El objetivo es buscar un volumen homogéneo en todo tu rango.
Para conseguir esto, al principio vas a tener que trabajar conscientemente en bajar mucho el volumen en las notas agudas e intentar aumentarlo en las graves.
Al cabo de un tiempo de hacer esto, vas a descubrir como acabará sonando uniforme.
4. No aprietes la barriga
Recuerda que no necesitas hacer esfuerzo físico para emitir el sonido.
Si aprietas los músculos como si quisieras levantar algo muy pesado vas a apretar también tus cuerdas vocales y eso va a hacer que no salga el sonido y que te hagas mucho daño.
Como no sale el sonido vas a darle más volumen, con lo que sólo conseguirás forzar aún más y hacerte aún más daño.
Así que ya sabes, toca relajar la musculatura de tu cuerpo y evitar hacer esfuerzo muscular mientras estás cantando.
Con esto no quiero decir que no puedas cantar y bailar a la vez, ya sabes que eso sí puedes hacerlo.
Quiero que tomes consciencia de tu cuerpo y relajes los músculos en los que sientas tensión.
Aunque a veces te parezca que no estás tensando nada, si te fijas bien puedes notar como puede que estés apretando los puños o las abdominales.
Para tomar consciencia de tu cuerpo, no hay nada mejor que la Técnica Alexander. Si tienes este tipo de problema, te recomendamos encarecidamente que lo pruebes.
¿Quieres saber más sobre esto? Haz clic aquí.
5. Date tiempo y ten paciencia
Aunque al principio te parezca que estás haciendo falsete y que no estás obteniendo la potencia que quieres, es necesario empezar por ahí y sobretodo, es mejor empezar con un sonido más ligero que forzar tu voz.
Poco a poco sentirás como vas pudiendo añadir más volumen sin esfuerzo.
Sé que esto es duro, sobretodo si tienes actuaciones de manera regular.
Es lógico, no quieres retroceder o sonar peor durante un tiempo.
Pero es importante que cuando practiques sigas estas pautas, aunque después en los conciertos no lo hagas.
Es más, recuerda que en los conciertos tienes que olvidarte de todo y simplemente disfrutar.
Y ahora, ¡a poner en práctica todo esto!
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Imagen: Algunos derechos reservados por Julio Codesal
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