Cómo y por qué debemos estudiar lento

La mayoría de los músicos habrán oído por parte de sus maestros las palabras “estúdialo lento”. Pero la impaciencia a veces nos puede, la práctica lenta nos resulta “fácil”, y tendemos a subir la velocidad demasiado pronto. La razón es que muchos músicos no saben gestionar el estudio lento, no saben qué hacer para beneficiarse de él, y se limitan a poner el metrónomo lento e ir subiendo puntos sin más.

La principal razón por la que debemos estudiar lento es que este tipo de estudio nos ayuda a observarnos. Cuando tocamos a un ritmo rápido, puede parecernos que la obra o el pasaje nos sale. Sin embargo, puede que las apariencias nos engañen y, al tocar a cierta velocidad, no seamos capaces de reconocer pequeños detalles y errores que pueden acentuarse con el tiempo hasta finalmente grabarse en nuestra interpretación, restándole calidad.

¿Cómo identificar el tempo lento con el que debo comenzar a estudiar?

Nos enfrentamos a una nueva pieza, cogemos el metrónomo y lo ponemos a un tempo cómodo. Pero, ¿cuál es el ideal para empezar a trabajar? En el libro Practicing for Artistic Success: The Musician’s Guide to Self-Empowerment, Burton Kaplan  habla de tempo lento y control. El tempo de estudio ideal es aquel en el que podemos controlar todo lo que hacemos: afinación, movimientos, respiración…etc.

Para averiguar cuál es este tempo cómodo, primero ponemos el metrónomo a una medida que pensemos que nos puede servir y probamos. Si ocurre algún error en este tempo, bajamos un poco el metrónomo y volvemos a probar hasta que logremos tocar la pieza sin error alguno. Ése será nuestro tempo cómodo, del que debemos partir.

Ese tempo cómodo es el que nos permitirá digerir cada uno de los componentes de la música, pudiendo atender a todos ellos a la vez sin ansiedad ni descontrol: calidad del sonido, afinación, articulaciones, dirección de la música…etc.

¿Por pasajes o con la obra entera?

Seguramente te preguntarás cuál es la mejor opción, si trabajar pasajes complejos a un tempo más lento que el resto de la obra o trabajar la obra completa al mismo tempo, aunque haya partes que te cueste menos controlar. Cualquiera de las dos opciones puede ser válida.

Por un lado, podemos descubrir dentro de la obra qué pasajes traen más dificultades técnicas o musicales y trabajar sobre ellos lentamente y de manera aislada. Para ello, podemos utilizar diferentes articulaciones, observando con calma cuáles son los problemas que nos impiden tocar ese pasaje cómodamente: ¿hay algún fallo de coordinación? ¿se trata de la afinación? ¿el fraseo no funciona?… Una vez solucionado el problema y trabajado de manera lenta y concienzuda, podemos introducirlo con el resto de la obra.

Sin embargo, también cabe la posibilidad de trabajar la obra por completo a los mismos niveles de tempo. Sobre ello, me resulta muy interesante la forma de trabajar que describe Natalia Lomeiko en The Strad: Toco cada sección lentamente, trabajando en la afinación, el carácter y construyendo mi tempo. Subo la velocidad gradualmente. Algunos pasajes necesitarán más tiempo que otros hasta que salgan a mayor velocidad, pero no subo la velocidad general la pieza hasta que esté lista para tocar todo a esa velocidad. Para mí, esto hace que el proceso de aprendizaje sea mucho más rápido; y me ayuda a estar segura de que no hay secciones de la pieza que me asusten. Si subo la velocidad de toda la pieza, excepto en una sección difícil hasta que me salga como el resto, es más probable que me asuste esa sección cuando tenga que tocar a la velocidad final.

Busca los errores, pregúntate por qué y busca soluciones

Trabajar lento no consiste simplemente en tocar lento, ir subiendo el metrónomo, y esperar que todo mejore por arte de magia. El objetivo de tocar lento es identificar los problemas que te impiden tocar más rápido el pasaje o la obra en concreto.

Una vez identificado, debes entender por qué es un problema, qué estás haciendo de manera incorrecta, o por qué te cuesta más ese pequeño fragmento o nota. Cuando comprendas esto, busca soluciones, maneras de trabajarlo y mejorar solo ese pequeño error que te impide subir de tempo.

Tienes que ser como tu propio profesor, observarte, corregirte y ponerte deberes para mejorar.

¿Cuándo subir el tempo?

Si has tocado un par de veces lento la obra o el pasaje y subes el tempo porque crees que ha sido suficiente, estás equivocado. El aprendizaje necesita su tiempo, necesitas varios días para asumir todo lo que estás corrigiendo, interiorizar cada detalle de la interpretación que quieres que salga de tu trabajo. El cerebro necesita tiempo para comprender, automatizar y utilizar todo el trabajo que estás haciendo.

Según Shelly Trampoosh en The Strad, debes mantener este tempo lento y cómodo durante cuatro días antes de aumentar la velocidad. Para Maxim Rysanov, con tres días es suficiente para que el cuerpo asuma cada movimiento y respiración. Después sube la velocidad poco a poco, hasta que a la semana de estar trabajando, ya puede hacerlo en el tempo final.

Sean dos, tres, cuatro, queda claro que la práctica lenta tiene que mantenerse durante varios días para que sea efectiva.

Recomendamos el libro: Practicing of Artistic Succes

También puedes leer este artículo de The Strad

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Els Top 5 de 2n ESO i Kahoot Conjunts Instrumentals

https://play.kahoot.it/#/k/6f2d334e-a3b7-4f93-88cf-2a764156d1b9
Ja hem començat a presentar els treballs que els alumnes de 2n d'ESO han fet sobre els Conjunts Instrumentals (els podeu veure tots clicant a Conjunts Instrumentals. Treballs 2n d'ESO). 

M'ha sembla que seria interessant fer una llista dels Top 5, és a dir una selecció dels treballs que contenen la informació més completa.




1- L'orquestra de cambra: per Yens Dickmans, Izan Velasco i Anna Ayllón
2- Big band i combos de jazz:  per Arnau Bosch, Laura Gener i Júlia Vergé
3- La banda: per  Laia Bargalló, Marina Dominguez i Guillem Agustench
4- La big band jazz (i combo):  Núria Juncosa, Miquel Prats, Laura Nevot i Ivette Martín
5- Evolució de l'orquestra: per Joel Vilà, Andrea Cuevas i Joel Prats

També voldria destacar alguns dels de vídeo-creació que s'han per la seva gran originalitat i creativitat.

1- Entrevista a Beethoven: per Biel Miquel, Guillem Sabaté i Aniol Serrano
2- Entrevista a Pasqual Narro: per Toni Florentín, Iris Martínez i Irene Freixes

Un cop hàgim acabat amb les presentacions, farem les preguntes d'aquest Kahoot! que recullen les dades més rellevants de cada un dels treballs.




Lotte Reiniger: Las sombras que precedieron al universo de Disney

Unas tijeras y algunos cartones fueron las únicas herramientas que necesitó esta artista alemana para crear toda una filmografía basada en algunos de los cuentos más populares de su época.
Lotte Reiniger (2 Junio 1889) Alemania. Solo necesitó unas tijeras y un simple papel para crear, con infinita paciencia, todo un mundo de delicadeza, ingenuidad y belleza. Pero su aportación al mundo del cine no se quedó en la simple belleza. Porque Lotte Reiniger fue la encargada de poner las primeras piedras sobre las que años después se asentaría todo el complejo universo de la animación. Enamorada del cine, esta alemana creó el testigo que años después recogería el mismísimo Walt Disney. Y lo hizo con unas simples siluetas animadas. Este largometraje, reconocen los que saben, no fue el primero de su género; pero sí el más antiguo de todos los que se han conservado. Titulado Las aventuras del príncipe Achmed, el primer trabajo de Lotte Reiniger fue, a pesar de no figurar en el recuerdo de la mayor parte de la sociedad, uno de los grandes triunfos cinematográficos de todos los tiempos. Porque esta película, que resultó demasiado técnica para los coetáneos de Lotte Reiniger, fue un completo fracaso económico en su tiempo, pero toda una obra de arte en el nuestro. 

Las aventuras del príncipe Achmedcuya trama no es más que un pastiche de varias de las historias que se relatan en el mágico y exótico mundo de Las mil y una noches, fue la obra en la que centró tres años enteros de su vida y que la catapultó hasta los círculos más selectos y vanguardistas de la Alemania de entreguerras. El tiempo invertido en la grabación de esta película -estrenada en el año 1926- cobra todo el sentido cuando se estudia el proceder deLotte ReinigerPorque esta artista  manipulaba pequeños recortes de cartón y finas láminas de plomo bajo una primitiva cámara con la que conseguía crear auténticas historias animadas, que después de ser coloreadas cobraban una belleza realmente sorprendente.
Pero el talento de Charlotte Reiniger, conocida por todo el mundo como Lotte, comenzó a fraguarse mucho tiempo atrás.
 Como cualquier genio, Lotte, comenzó a sentir el gusanillo del cine desde bien pequeña. Atraída por el mundo de las sombras chinescas, la artista alemana supo casar sus dos pasiones para, desde bien pequeña y como un inocente juego, crear un teatro casero con el que deleitar a sus allegados. Entrada en la adolescencia, fue el cineasta francés George Méliès quien cautivó el cinematográfico ingenio de Lotte Reiniger. 

Sin embargo, no fue hasta que el director de cine alemán Paul Wegener se cruzó en su vida en una conferencia en el 1915, hasta que Lotte Reiniger no se lanzó. Tras escuchar las apasionadas palabras de Wegener, la alemana supo a lo que quería dedicar su vida, y tras convencer a sus padres, ingresó en la compañía de teatro en la que trabajaba el propio Wegener. Llegó, vio y venció. Sobre todo al director de cine alemán. No en vano, Lotte Reiniger solo tenía 17 años y sus obras ya llevaban impronta una gran maestría. 

Su camino en la compañía comenzó con los rótulos, pero pronto daría un paso más, encargándose de todos los decorados de las obras. La belleza de sus creaciones comenzó a ponerla en boca de todos los ambientes artísticos berlineses, y al poco tiempo fue admitida en el Instituto de Innovaciones Culturales. Allí creó su primera película de siluetas, El ornamento del corazón enamorado, creada en el año 1919. Durante esta experiencia, Lotte Reiniger sumó a su proyecto a la que sin duda sería su mejor inversión. Carl Koch, director de cine, cayó rendido ante el talento de la joven Reiniger. Se convirtieron en inseparables y juntos comenzaron un gran torrente de producciones.
Seguramente, muchos de los títulos que ambos crearon suenen a día de hoy. Lotte Reiniger suma a su biografía películas que después volvieron a aparecer en carteleras modernas. Tras el estreno de Las aventuras del príncipe AchmedLotte Reiniger realizó películas como El doctor Dolittle y sus animales, Hansel y Gretel, La cenicienta o Pulgarcita. 

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