Alfonso Elorriaga: EL SONIDO SE DISFRUTA. Nueva entrega de "Educación coral para adolescentes"

 Por: Isabel Villagar, profesora de canto


Hoy reseño una importante novedad editorial de auténtica referencia para todo aquel interesado/a en la educación vocal colectiva de los más jóvenes

Se trata de la primera edición de la segunda parte de Educación coral para adolescentes (la primera se titulaba EL SONIDO SE TRANSFORMA), en la editorial Anexo


Como indico en su contraportada, en la que he tenido el placer de reseñar el libro junto con Patrick K. Freer, catedrático de Educación Musical de la Georgia State University (Atlanta, EEUU), José Luis Arostegui Plaza, catedrático de Didáctica de la Expresión Musical de la Universidad de Granada y Polo Valejo, etnomusicólogo, pedagogo y compositor (ESMRS, Madrid):


"La pedagogía del canto y de la voz y las maneras de enseñar a cantar en diferentes contextos y edades, en el siglo XXI será científica o no será. Solo con un criterio sólido y fundamentado, y anclado en los saberes existentes; solo respetando las voces de nuestros alumnos a lo largo de sus etapas vitales, ecanto logrará aportar todos los beneficios estudiados. Este libro es una inspiración monumental para todo ello".

VER MÁS >

10 limitaciones que te impiden cantar mejor y que todo el mundo tiene

10 limitaciones que te impiden cantar mejor

La mentalidad juega un papel importantísimo a la hora de entrenar la voz.

No me refiero a estar libres de estrés, que también.

Me refiero a cosas que todos pensamos, limitaciones que nos autoimponemos sin ninguna lógica, y que lo único que hacen es arrastrarnos hasta el fondo del mar.

A veces, por mucho que practiquemos y probemos cosas, una sola de estas limitaciones puede hacer que nuestros avances se estanquen.

Muy frustrante… pero para eso está este episodio de El Sensei del Cantante.

Algunas cosas que vas a aprender en este episodio…

  • ¿Qué son unas buenas expectativas realistas? No son las que todo el mundo dice.
  • La forma de saber que estás avanzando aunque aún no suenes bien.
  • Los “tips” que te encajonan y te meten en una cárcel de paredes invisibles.
  • Por qué el tono de una canción marca la diferencia entre mejorar o hacer que tu voz se quede estancada.

Transcripción del episodio

¿La genética marca nuestros límites?

En su día, Adam López batió el récord de nota aguda cantada por un hombre, cantando un C#8.

El récord que superó estaba en un D7, y también era suyo.

Si la genética dictara hasta dónde podemos llegar, ¿por qué Adam López no cantó sin más un C#8 la primera vez?

Fácil. Porque entrenó para superar su primer récord.

Podría haber pensado que su genética no le permitía pasar de un D7 y haberlo dejado ahí.

El récord de Adam López ha sido batido por otros hombres con los años.

Ellos habrían podido pensar que eso era algo imposible, porque realmente lo parecía, pero decidieron trabajar para conseguirlo en vez de verlo como algo imposible.

Estoy hablando de notas agudas, pero esto no va de notas agudas.

Va de límites. Los límites que nos ponemos y que nos afectan a todos.

Te traigo 10 limitaciones que veo con mucha más frecuencia de la que me gustaría.

Espero que si tienes alguna, este episodio te ayude a detectarla y a cambiarla.

1. Falsas expectativas sobre tu voz

Para tocar bien el violín tienes que pasar años sonando a gato atropellado.

Esto la gente lo entiende perfectamente y sabe que es así.

Pero por alguna extraña razón, a la voz no le aplican este baremo y esperan que todos los problemas vocales se arreglen en 5 minutos.

Aunque la cosa no acaba ahí.

He visto cientos de veces a un alumno cantar una canción increíblemente bien o ejecutar un ejercicio de manera impecable.

Al volverlo a intentar no les sale tan bien y algunos se frustran tanto que me preguntan si alguna vez podrán hacerlo bien.

Cuando hace literalmente 1 minuto lo han hecho bien.

Desarrollar la voz lleva tiempo.

Pensar que tienes que hacerlo todo perfecto en 2 días o incluso en 1 año es ponerte una carga encima… enorme.

Lo único que conseguirás con eso es retrasar tu progreso.

2. No consideres los tropiezos como retrocesos

El aprendizaje rara vez es lineal.

Ya sabes: 2 pasos para adelante, 1 para atrás.

Esto es lo normal y está bien así, porque es la forma que tenemos de cambiar hábitos viejos por nuevos.

Si hoy estás cantando peor que ayer, lo mejor que puedes hacer es mantener la calma.

Con la cabeza fría, trata de recordar las sensaciones del día anterior y trata de reproducirlas de nuevo, con toda la tranquilidad del mundo.

¿Que no consigues tanta potencia?

Da igual. Insiste en buscar las mismas sensaciones sin forzar nada.

¿Que no lo consigues de ninguna forma?

Déjalo por hoy y vuelve a intentarlo mañana.

No es glamuroso, pero es lo que es.

3. Expectativas demasiado conservadoras

Antes te decías que no esperes mejorar tu voz 20 niveles en sólo unos días.

Pero eso no quiere decir que asumas que tienes que estar años y años practicando para ver alguna mejora importante.

Yo estoy obsesionado con encontrar formas de acortar tiempos.

Si algo que se aprende en 1 año se puede aprender en 2 meses… ¿por qué no hacerlo?

Por otro lado, tampoco te pongas límites del tipo “a esta nota no podré llegar nunca”, porque la voz humana da muchísimo de sí.

4. Que el síntoma no te ciegue

Imagina que encuentras la forma de cantar una nota aguda que no habías podido cantar antes. 

Aquí suele haber dos formas de reaccionar:

La primera es alegrarse por poder llegar a esa nota y tratar de conseguirlo una y otra vez.

La segunda es ver que el sonido que has conseguido no te gusta.

Todo es una serie de pasos y no puedes dar más de uno cada vez.

Siguiendo el ejemplo de la nota aguda, lo primero es llegar a esa nota, lo segundo es llegar cómodamente, lo tercero es llegar siempre que quieras y lo cuarto es sacarle un mejor sonido.

El sonido siempre es lo último, porque el sonido no es más que un síntoma de algo que aún no está funcionando bien en tu voz.

5. Buscar “tips”

Un “tip” es un consejo, y un consejo no te enseña nada.

Por ejemplo, un consejo que oigo mucho es: “utiliza el twang para llegar a las notas agudas”.

Si te funciona, tendrás una gran limitación para cantar notas agudas, porque todas te sonarán con “twang”.

Algo así: (EL EJEMPLO ESTÁ EN EL AUDIO)

Y bueno, como te funciona tampoco tendrás la necesidad de seguir buscando mejoras.

Eso te limita muchísimo como cantante.

Los “tips” pueden ser interesantes, pero lo importante es que tu voz suene lo más natural posible, manipulándola lo menos posible.

6. Bajarte el tono de las canciones porque te quedan agudas

Esto es negarle a tu voz sonar todo lo bien que puede sonar.

Cuando bajas el tono de una canción, pierde energía y suena muy sosa.

Si tienes que cantarla sí o sí en un concierto y aún no llegas a sus notas agudas, es una opción genial.

Es mucho mejor que quede sosa que cantarla mal.

Pero eso es algo TEMPORAL.

El objetivo es poder cantarla en el tono en el que mejor suena tu voz y la canción.

Recurrir siempre a bajar el tono de las canciones va a limitar por completo el acceso a tus notas agudas.

No pienses que no puedes llegar a esas notas.

Piensa en qué puedes hacer para llegar a ellas.

7. Tener miedo a hacerte daño

No utilizar volúmenes altos, no practicar sin supervisión por si haces algo mal, dejar de practicar en cuanto sientes que fuerzas un poco la voz, …

Obviamente no tenemos que maltratar a nuestras voces, pero si nunca exploramos más allá de lo que conocemos, nunca vamos a mejorar.

Mejorar y aprender implica fallar.

Y fallar en el canto significa que a veces vamos a forzar un poco la voz.

¿Sabes qué? Notición: no pasa nada.

Los nódulos en las cuerdas vocales no aparecen por forzar la voz de vez en cuando.

Pero tu voz sí puede crecer mucho si prestas atención a qué hiciste para forzar la voz, porque eso te puede dar pistas para buscar una estrategia diferente, y dejar de forzar la voz.

8. Cruzar el punto de no retorno y seguir andando

¿Verdad que no te cansas por caminar 5 minutos?

Pero si estás caminando durante 4 horas, la cosa cambia, a pesar de que estás caminando siempre igual.

Los músculos se cansan.

La voz son músculos, ligamentos, mocos y más cochinadas varias.

Aunque utilices todo eso perfectamente, se van a cansar.

Ten esto muy en cuenta cuando practiques durante horas, porque llega un punto en el que practicar más implica retroceder.

Implica seguir utilizando una voz cansada que lo único que hará será cansarse más.

Cuando llegues a ese punto, para y descansa.

Avanzarás mucho más rápido. Te lo digo por experiencia.

9. No tengo talento

Como te dije antes, la voz humana da muchísimo de sí, si la entrenas.

Si no has cantado nunca, un día te pones delante de un micrófono, cantas algo y te sale horroroso, como digas que no tienes talento te voy a perseguir de noche.

Vamos a ver… es como si a mí me da por hacer kick boxing y me voy a un gimnasio a competir.

En cuanto suene la campana me van a meter un directo en toda la cara que me va a dejar KO.

Horas después, cuando recupere el conocimiento en la cama de un hospital y con 3 dientes menos, si digo que lo que ha pasado es que no tengo talento, el doctor estaría en pleno derecho de tirarme escaleras abajo.

Y si tengo dos dedos de frente, yo mismo le ayudaría a hacerlo.

Puede que cantar se te dé mejor o peor de buenas a primeras, pero lo que realmente te puede hacer cantar bien no es el talento.

Es practicar mucho y practicar correctamente.

10. Quedarse en lo teórico

Escuchar todos los episodios de El Sensei del Cantante (GONG) está muy bien porque puedes aprender muchas cosas sobre canto.

Pero a conducir no se aprende leyendo.

A escribir no se aprende leyendo.

A dibujar no se aprende leyendo.

¿Te imaginas lo loco que es que yo ahora te diga que a cantar no se aprende leyendo?

Ni escuchando.

Ni viendo.

Puedes aprender muchas cosas, pero si nunca las aplicas, no sirve de nada.

Y también tienes que experimentar mucho con tu propia voz.

11. No mirar atrás

Te dije que te traía 10 limitaciones típicas, pero me he acordado de una más.

Podría hablarte de la limitación que supone no cambiarte la ropa interior cada día, pero aunque no lo creas, hay otra mucho más importante:

No ser consciente de todos los progresos que has hecho.

De todos los progresos que has hecho.

Cuando trabajas con un buen método, sentir mejoras semanales es algo habitual.

Sin embargo, esto te puede cegar de tu progreso real, porque no ves mejoras grandes.

EXCEPTO si tienes grabaciones de hace 3 o 6 meses, por ejemplo.

Cuando las escuches, pondrás en perspectiva tu entrenamiento y ahí podrás ver realmente todo lo que has progresado.

Si no lo haces, siempre pensarás que lo que estás haciendo no vale para nada, y eso hará que tus avances se resientan.

Es una limitación que es tan fácil de solucionar como grabarte una vez por semana y guardar esos audios ordenados por fecha.

Y si ves que realmente no has progresado nada, o muy poco en ese tiempo, tienes la prueba irrefutable de que tienes que buscar otro tipo de entrenamiento para tu voz.

Este artículo 10 limitaciones que te impiden cantar mejor y que todo el mundo tiene pertenece a VoKalo.