7 claves para evitar los nervios al cantar en público

evitar los nervios al cantar en publicoA muchos cantantes les parece imposible evitar los nervios al cantar en público, hasta el punto de llegar a quedarse petrificados antes de salir al escenario.

Los nervios antes de una actuación son algo que te va corroyendo por dentro hasta que llega el momento de salir al escenario.

En ese momento pueden pasar dos cosas:

  1. Que te lances y empieces el concierto temblando, pero al cabo de un rato se te vaya pasando.
  2. Que te invada el miedo escénico y no seas capaz de salir al escenario o te quedes bloqueado en mitad de una canción.

¿Hay alguna manera de evitar los nervios al cantar en público?

Para aprender a evitar los nervios al cantar en público y que no te pase ninguna de estas dos cosas, sobretodo necesitas práctica. Hacer un montón de conciertos y ver que no pasa nada y que lo tienes controlado.

Aún así, hay algunas otras cosas que puedes hacer previamente para reducir esos nervios desde el principio.

#1: Poder confiar en tu voz

Ni que decir tiene que es vital que trabajes para controlar tus puntos flacos y que tu voz te apoye cuando la necesitas.

Pero hoy no voy a hablarte de eso.

Hoy te voy a aconsejar que te sientas cómodo con las canciones que has elegido.

Pueden tener una parte que te resulte complicada, pero lo mejor es que sea en un trozo cortito, sobretodo en tus primeras veces.

Poco a poco, cuando ya te vayas sintiendo más seguro, puedes ir añadiendo dificultad.

Aunque sean canciones fáciles, es importante que tengas muy clara la estructura y que no te pierdas.

Para ello, la tienes que poder cantar sin música y saber exactamente donde va cada parte.

Escúchala las veces que hagan falta para que se te quede bien grabada en la memoria.

#2: Preparar muy bien la letra de las canciones

Lo mismo sucede con la letra.

Muchas veces, los nervios hacen que se te olvide en el momento más inoportuno.

Si la llevas muy bien estudiada, es muy poco probable que te pase eso.

Si te puede ayudar alguien a estudiarla, mejor que mejor. Siempre es más divertido.

En mi último concierto, el sábado pasado, me tuve que aprender una letra el mismo día. Así que durante la cena previa al concierto y con la ayuda de Carlos, fui repitiéndola una vez tras otra.

Él me ayudaba con mímica, con lo que se me hizo mucho más divertido, como un juego.

Yo ya no siento nervios antes de los conciertos, pero seguro que si los hubiera tenido, también me habría ayudado el hecho de centrar mi atención en otra cosa y más de esa manera tan amena.

Si te cuesta quedarte con la letra de las canciones y no tienes nadie que te ayude a estudiar, aquí tienes algunos consejos.

#3: Calentar la voz

Es una primera toma de contacto. Hará que no tengas que ponerte a cantar de repente y además preparará tu voz para dejarla a punto para el concierto.

¡Y no te confundas! Con calentar la voz no sólo me refiero a unas horas antes del concierto.

Debes calentar la voz durante toda la semana, preparándola para las exigencias de tu concierto.

Aún así, el mismo día también tienes que calentar la voz.

Puede ser mucho menos rato que el que hayas estado dedicando durante la semana, pero es necesario preparar la musculatura de tus cuerdas vocales (igual que cuando haces deporte tienes que preparar antes los músculos que vas a utilizar).

Si te interesa adquirir un buen programa de calentamiento, aquí tienes más información sobre el nuestro.

#4: Descansar muy bien y no añadir factores estresantes

Descansar bien es una de las cosas más importantes que hay para el cuidado de la voz.

Un guitarrista tiene que llevarse cuerdas de repuesto por si se le rompe una durante el concierto. Tiene que dejar su guitarra afinada y todos los bártulos preparados.

¿Verdad que los guitarristas no llevan la guitarra sin funda?

¿Verdad que no van dándole golpes a su guitarra?

Como cantante, tu instrumento lo llevas dentro tuyo, tú eres la funda. Así que trátate bien.

Descansa bien, duerme todas tus horas y el día del concierto no te impongas más tareas de las que puedes hacer.

El tiempo va a pasar volando y en cuanto te des cuenta vas a estar en el escenario.

Dedícate a prepararte la ropa que te vas a poner, darte una ducha relajante…

Tienes que tener en cuenta que ese día es para ti.

#5: Hablarte a ti mismo en positivo

Si quieres evitar los nervios al cantar en público, lo peor que puedes hacer es estar continuamente repitiéndote a ti mismo lo mal que lo vas a hacer, que te va a estar mirando todo el mundo, que cómo te has dejado liar para actuar…

Quien primero tiene que creer en ti, eres tú.

Si tienes la oportunidad de hacer un concierto es que no lo haces tan mal como crees, sino no te dejarían actuar, ¿no crees?

Cada vez que te venga a la cabeza un pensamiento negativo, tienes que luchar contra él, no dejar que tome las riendas de tu cabeza.

Imagínate a ti mismo en el escenario, cantando exactamente como quieres cantar y eso hará que empieces a verlo como una posibilidad de lo más real.

#6: Ejercicio físico

Si resulta que ya estás esperando para empezar el concierto y los nervios están ahí y no se van, no hay nada mejor que una descarga de adrenalina.

Me explicaba un alumno el otro día que todos los componentes de su banda daban una vuelta a la manzana corriendo y desahogándose juntos.

Para el cantante no es muy bueno gritar de euforia, pero el ejercicio físico sí que ayuda a liberar las tensiones y dejar a un lado los nervios.

Agitar los puños en alto también te puede ayudar a eliminar esas tensiones. Es como si alguien te zarandeara.

Si te da vergüenza hacerlo en los camerinos o en la sala donde está todo el mundo, puedes ir al baño y zarandearte a ti mismo agitando los puños por encima de tu cabeza.

También funciona hacer unas cuantas respiraciones profundas, para relajarte, como cuando estás estresado.

Tómate tu tiempo. No van a empezar sin ti.

#7: Hacer muchos conciertos

Pero como te comentaba al principio, la verdadera clave está en hacer un montón de conciertos.

Uno tras otro te vas dando cuenta de que no pasa nada, de que es un momento para disfrutar y no para pasarlo mal.

Estás haciendo algo que te gusta y además tienes la suerte de que ese algo puedes compartirlo con todos los que te rodean.

No pierdas ninguna oportunidad para cantar en público. Todo eso te dará la seguridad y la experiencia que necesitas.

Si tú también te pones nervioso y tienes alguna táctica para sobrellevarlo, ¡cuéntanosla desde la sección de comentarios!

Y si conoces a alguien que lo pasa verdaderamente mal y que no sabe cómo evitar los nervios al cantar en público, comparte este artículo con él para ayudarle.

Imagen: AtribuciónNo comercialSin obras derivadas Algunos derechos reservados por Fred Seibert

La entrada 7 claves para evitar los nervios al cantar en público aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.

Tener o no tener oído musical, he ahí la cuestión

tener oído musicalSon muchas las personas que afirman no tener oído musical sin entender bien que es lo que les está pasando.

Normalmente esa creencia viene dada por la falta de afinación, pero eso no siempre es necesario para reforzar esta creencia.

No poder trasponer el tono de una canción de manera automática, no conseguir hacer coros y armonías de voz, suelen hacer pensar a las personas que no tienen oído musical.

Eso les hace abandonar la idea de cantar y expresarse a través de sus voces, impidiéndoles disfrutar de algo tan bello como esto.

Si a ti también te pasa esto, no dejes que esta creencia te frene.

¿Para quien es normal no tener oído musical?

Las personas que padecen de sordera o que tienen alguna enfermedad auditiva son las que no tienen oído musical.

Si tú oyes perfectamente, entonces tienes oído musical.

Ya, pero es que cuando me dan un tono no soy capaz de reproducirlo.

Eso sólo significa que o bien aún no has aprendido cómo hacerlo o bien aún no has adquirido la suficiente costumbre como para hacer que reproducir ese tono sea algo automático y fácil para ti.

Sí, sí, pero mi amiga puede hacerlo y nunca ha estudiado música, ¿por qué yo no?

Pues pueden haber varias causas para esto.

La primera y más lógica es que haya nacido con habilidades para el canto, igual que hay personas que pueden correr más rápido que otras, saltar más alto, ser más flexibles…

También hay personas que pueden mover las aletas de la nariz, levantar las cejas por separado, mover las orejas…

Ves por donde voy, ¿verdad?

Eso no significa que tú no puedas entrenar para conseguir lo que quieres.

También puede ser que sin ella ser consciente haya aprendido a hacerlo.

Ten en cuenta que cuando somos niños, absorbemos la información y aprendemos cosas de manera mucho más rápida que cuando somos adultos.

¡Algunas cosas ni siquiera recordamos donde las hemos aprendido!

Con las habilidades para el canto puede pasar algo similar.

Un niño aprende de manera automática en un hogar donde se escuche mucha música, de unos padres a los que les guste mucho cantar o en una escuela donde desde bien pequeños la música esté presente como una asignatura más.

Así que no te tortures más con lo que pudo ser y no fue.

El ahora es donde estás y no puedes volver al pasado (aún, yo estoy convencida de que pronto alguien inventará algo para eso :p).

Así que si aún no sabes cómo cantar afinado, no sabes trasponer una canción de tono (cantar en un tono diferente) o no sabes hacer coros, no te preocupes, porque aún estás a tiempo de aprender.

¿No me crees? Mira este artículo sobre cómo aprender a cantar a los 30.

¿Cómo puedo entrenar mi oído musical?

Lo mejor que puedes hacer es acudir a un profesor de canto que te diga qué está causando esas desafinaciones o esos fallos al reproducir una nota y te diga con qué ejercicios específicos para tu caso puedes solucionarlo.

Habrá alguno que te diga que no puede ayudarte porque no sabe cómo hacerlo. Si te encuentras con ese caso, puedes estar muy agradecido, pues por lo menos está siendo sincero y no te hará gastar ni tu dinero ni tu tiempo ni tus ilusiones en algo que no puede ayudarte a conseguir.

Habrá otros que acepten darte clase pero realmente no sepan cómo hacerte mejorar. Debes estar atento y analizar tus clases recibidas para saber si esa persona realmente puede o no ayudarte.

Grábate antes de la primera clase y ves haciendo grabaciones de manera regular, para comprobar si hay una evolución. Si en un mes o dos (siempre que hagas los ejercicios regularmente) no notas ninguna evolución, por pequeña que sea, es que algo va mal.

Llegados a ese punto, lo mejor que puedes hacer es buscar a un buen profesor de canto.

No dejes que nadie te diga que no tienes oído y que por eso no puedes cantar y por encima de todo, deja de decírtelo a ti mismo como un mantra que repites una y otra vez.

La primera persona que tiene que creer en ti eres tú mismo.

Si te ha gustado este artículo, no dudes en compartirlo para ayudar a más personas a evitar las frustraciones de no poder hacer algo que quieres.

Si te sientes identificado y nos quieres contar tu caso, no dudes hacerlo desde la sección de comentarios.

AtribuciónCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Elisa R Baralt

La entrada Tener o no tener oído musical, he ahí la cuestión aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.

Cómo afecta la expresión corporal a la técnica vocal

expresion corporal al cantarTener una buena expresión corporal al cantar es vital en una actuación.

Te hace conectar más con el público, meterte mucho más en la canción para hacérsela llegar de la manera que quieres.

Sin embargo, en según qué casos algún modo de expresión corporal puede ser contraproducente con la técnica vocal.

Casos en que la expresión corporal es contraproducente con la técnica vocal

La expresión corporal te puede causar problemas cuando no la puedes controlar.

Según qué gesto involuntario es un indicador de cómo está coordinando tus músculos el cerebro.

Tú simplemente no te das cuenta de ello, pero si eliminas ese gesto involuntario es posible que te sea mucho más fácil cantar.

Y es que nuestro propio cuerpo nos pone impedimentos cuando cantamos.

Es muy frecuente notar tensiones por todo el cuerpo.

Queremos hacerlo tan bien que todo nuestro cuerpo se paraliza y se estresa.

Esto no es nada bueno para el canto, ya que uno de los factores decisivos en el canto es la relajación.

Quiero que tomes consciencia de lo que está haciendo tu cuerpo, así que te voy a pedir que te pongas a practicar delante de un espejo y te observes mientras cantas.

Observa a ver si en tu caso ocurre alguna de las cosas siguientes u otra diferente cuando cantas notas agudas o notas graves:

En las notas agudas

Todo movimiento que haga tu cuerpo intentando alcanzar la nota aguda es contraproducente con la técnica vocal.

Ese tipo de movimiento involuntario lo produce una respuesta de tu propio cerebro.

Si piensas que la nota está en el techo, vas a dirigir hacia él a todo tu cuerpo, como si eso te fuera a ayudar a cantar mejor esa nota.

Lo que conseguimos es el efecto contrario, que nos sea mucho más difícil, ya que el efecto colateral es que nuestra laringe también sube, no se queda estable y eso no nos ayuda nada a cantar las notas agudas.

Fíjate bien mientras cantas delante de un espejo y presta atención por si ves alguno de estos indicadores:

  • Tu cabeza mira hacia arriba.
  • Tus ojos, sin quererlo tú, se van al techo.
  • Tus cejas se levantan y se tensan hacia arriba.
  • Tus hombros se elevan.

Algunas veces te pasará una sola de estas cosas, otras veces varias a la vez. Si se da el caso, mientras te miras en el espejo tienes que intentar controlar ese gesto involuntario.

A algunas personas les sirve simplemente pensar en abajo mientras cantan la nota aguda, a otras les sirve mirar hacia abajo, haciendo lo contrario que lo que hace nuestro cuerpo.

La clave está en saber qué es lo que te funciona a ti, porque realmente vas a notar mucha mejora sólo reprimiendo ese gesto involuntario.

En las notas graves

Con las notas graves pasa un poco lo contrario.

Haces una canción más grave de lo que es porque piensas que es muy grave.

Esto sobretodo pasa en momentos de la canción posteriores a una subida de tono (por ejemplo la estrofa después del estribillo).

Después de unas notas agudas las notas graves parecen más graves, cuando en realidad son las mismas.

En esos casos también observarás reflejos de tu expresión corporal en las notas graves si:

  • Bajas la cabeza o agachas el mentón.
  • Miras hacia abajo
  • Sacas la mandíbula hacia delante.

En estos casos, para contrarrestrar este efecto puede ser muy útil hablar estas notas graves.

Si te fijas, cuando hablas, rara vez haces estos gestos hacia abajo, con lo que esto te puede ayudar mucho.

Si tu caso es muy extremo, te servirá lo mismo que en el ejercicio anterior, pero al revés.

Pensar arriba cuando cantes la nota grave o incluso mirar hacia arriba.

Hay que tener en cuenta que todas estas soluciones deben ser temporales.

En una actuación no puedes estar pensando arriba o abajo ni mirando arriba o abajo, tienes que olvidar todo eso y dejar que la actuación fluya.

Otros casos en que la expresión corporal no ayuda a tu actuación

Hay muchas personas que se expresan con las manos o los brazos y no sólo al cantar, sino también al hablar.

Cuando cantas y mueves los brazos de manera natural porque es tu manera de expresarte, seguramente te ayudará a comunicarte mejor con tu público.

El problema viene cuando te dicen que lo que tienes que hacer es mover los brazos para transmitir en la canción y eso no es algo natural en ti.

Porque otras personas hagan las cosas de una manera, no significa que a ti te vaya a servir esa misma manera.

En el canto, como en las demás cosas en la vida, tienes que ser tal y como tú eres, expresarte de la manera más natural posible.

Eso transmitirá un mensaje claro y sincero a tu público y por consiguiente, mucho más cercano.

Te ayudará a conectar mejor con ellos.

Por otro lado, hacer movimientos con los brazos, si no es algo que te salga natural te puede hacer perder el ritmo.

Esto pasa porque estás forzando al músculo a moverse de un modo que para él no es orgánico.

Lo mismo ocurre cuando bailas.

Si estás bailando porque te han dicho que tienes que bailar pero no te has preparado nada y no tienes gracia bailando (como me pasa a mi), lo más probable es que te desincronices con la música y pierdas el ritmo.

La clave de todo esto es que los movimientos tienen que ser más libres, mucho más naturales.

Si estás pensando en demasiadas cosas a la vez corres el riesgo de perder el control de alguna de ellas.

Si no quieres parecer muy soso en el escenario, debes entrenar tu coordinación muscular para aprender a bailar y cantar a la vez.

Y ya para acabar, te diré que no hay nadie más crítico que tú mismo, así que te recomiendo que grabes tus actuaciones en vídeo y te observes.

No pienses en que es algo horrible y que te vas a morir de la vergüenza cuando te veas a tu mismo, más bien piensa en ese escrutinio como en algo positivo que te va a ayudar a mejorar.

Si te gusta lo que ves y crees que lo hiciste bien, sigue en esa línea, pero si te ves sobreactuado o poco natural, ahí sabes que tienes que hacer un cambio.

Si tú también tienes uno de estos problemas de expresión corporal al cantar, haz la prueba del espejo y comparte tu experiencia con nosotros.

¡Comparte este artículo si te ha parecido interesante!

Imagen: AtribuciónNo comercialCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Klaith Zhang

La entrada Cómo afecta la expresión corporal a la técnica vocal aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.

¿Por qué de repente mi voz ya no es la misma y cantar ya no es fácil?

mi voz ya no es la mismaVa pasando el tiempo y un día te das cuenta de que tu voz ya no es la misma.

A veces esto pasa después de una enfermedad, pero muchas otras veces no hay causa aparente. De repente ya no puedes hacer cosas que antes te resultaban muy sencillas.

Si tu voz ya no es la misma es que algo ha cambiado

Aunque no te lo parezca o no hayas sido consciente de ello, para que tu manera de cantar haya cambiado de repente ha tenido que haber algún cambio en ti, tus hábitos, alguna enfermedad, o algo que te parezca imperceptible.

Te voy a ayudar a analizar posibles motivos por los que tu voz ya no es la misma para que seas capaz de identificar y arreglar lo que está pasando.

En lo primero que debes pensar es en qué ha cambiado desde que podías hacer todas esas cosas con tu voz que ahora no puedes.

Cómo afectan los abusos que haces en tu cuerpo a tu manera de cantar

Tienes que entender que tu cuerpo no es una máquina perfecta, se va deteriorando.

Cuando eres joven parece que tu cuerpo puede aguantar lo que sea, pero a medida que te haces mayor eso va cambiando.

Aún así, hay cosas que te afectan siempre.

De hecho, a tu voz le afecta absolutamente todo lo que haces, aunque a veces no lo parezca.

  • La falta de sueño, aunque te parezca que estás bien, afecta a tu voz, la vuelve inconsistente. Esto hace que no esté al 100%.
  • El estrés. Afecta mucho más de lo que crees. Llegas a pensar que no puedes hacer nada para contrarrestarlo y yo te entiendo perfectamente porque también lo he vivido y sé lo que es.
    Lo más importante es hacer un cambio de chip, empezar a tomarte las cosas de otra manera. Parece muy difícil de hacer, pero al final puedes conseguirlo si simplemente cambias tus prioridades.
    De repente el trabajo ya no es lo primero, ahora lo primero eres tú, tu salud. No vayas aguantando a costa de tu salud.
    Esto no te lo digo sólo para ayudarte a conservar tu voz en perfecto estado, es algo importantísimo para la vida en general.
  • Fumar va resecando las cuerdas vocales. Quizás con un cigarrillo no notes nada, pero eso deja expuesta a tu voz, desprotegida.
    Si quieres saber más del efecto del tabaco en la voz, pulsa aquí.
  • El alcohol tampoco es un buen amigo, aunque alguna vez hayas oído que el whisky es bueno para cantar.
  • No comer de todo es muy perjudicial para la voz.
    Si no tienes todas las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita, eso hará que tu voz esté desprotegida.

Para empezar a recuperar tu voz tienes que dejar de hacer esas cosas que haces y que la ponen en peligro.

Ya sé que hay algunas cosas que no quieres dejar de hacer. Ahí tienes que empezar a valorar qué es más importante para ti, si tu voz o por ejemplo fumar.

Cómo afectan las enfermedades a tu manera de cantar

Si tu cuerpo no está a tope de energía vas a notarlo en tu manera de cantar.

  • Lógicamente, las enfermedades en las cuerdas vocales afectan a tu voz.
    Por ejemplo si has tenido nódulos o pólipos, vas a notar una diferencia entre cómo cantabas antes y cómo cantas ahora.
    Necesitas pasar por una etapa de recuperación vocal y no sólo eso, también tienes que reeducar tu voz, porque es probable que lo que te haya pasado se deba a un mal uso de la voz.
  • Las enfermedades en el aparato respiratorio también afectan a la voz, están muy relacionadas. Por ejemplo, las alergias que afectan al aparato respiratorio hacen que tengas más mucosidad, con lo que esa mucosidad se emplaza en tus cuerdas vocales, no permitiendo que se junten de manera adecuada.
  • Un constipado produce un efecto similar al de las alergias. Muchas veces van acompañados de inflamación y te duele al tragar. Todo eso no es nada bueno para tu voz.
    Si a pesar de sentir molestias sigues cantando, tu voz va a sufrir las consecuencias y lo peor de todo es que no te recuperarás todo lo rápido que podrías hacerlo hecho.

Vuelvo a reiterarte que tienes que cuidarte a ti y a tu cuerpo para no caer enfermo.

Protégete del frío, aléjate de los alérgenos y sobretodo no abuses de tu voz.

Cómo afectan los abusos vocales a tu manera de cantar

Quizás a ti no te parezca que estás abusando de tu voz porque no notas molestias muy grandes al cantar e incluso te parece que es fácil, pero hay síntomas que te pueden hacer ver que estás forzando tu voz.

  • Cantas las notas agudas a mucho volumen y si lo bajas te suenan con demasiado aire. Eso es una clara indicación de que necesitas forzar tu voz para poder cantar notas agudas.
    Tienes que aprender a cantar notas altas sin gritar.
  • Te quedas afónico con facilidad y no entiendes por qué.
  • Mientras estás cantando notas que no tienes el control sobre tu voz y a veces incluso se producen algunas desafinaciones. Las intentas contrarrestar poniendo más volumen, pero eso sólo va a hacer que la cosa empeore.
    Tienes que aprender a cantar afinado.
  • Quieres que tu voz suene más fuerte en todo tu rango y por eso en las notas agudas intentas que eso no cambie, dándoles más fuerza.
    Tienes que entender que hay unas notas en las que tu voz tiene que hacer un cambio, no puede sonar igual en todo tu rango.
  • Quieres que tu voz suene más dulce y la haces mucho más ligera y airosa desde las notas graves.
    Eso va a hacer que se deteriore mucho, pues el aire reseca las cuerdas vocales, dejándolas de nuevo expuestas a sufrir cualquier daño o afección.

Como ves, todo afecta a tu voz.

Tus hábitos al cantar, si has sufrido alguna enfermedad en las cuerdas vocales, lo que comes, lo que duermes, etcétera.

En conclusión te diré que quiero que empieces a cuidarte desde hoy mismo.

Para dejar de abusar de tu voz, lo primero que tienes que entender es que aprender a cantar no es como chasquear los dedos, que aunque creas que tu voz lo resiste todo, no es así.

Abusar de tu voz durante años acaba desembocando en que un buen día te despiertas y notas que tu voz ya no es la misma.

Piensas que es cosa de que tienes un mal día, pero va pasando el tiempo y sigue sin mejorar.

Puedes recuperar la voz que tuviste, pero tienes que cambiar algunas cosas. Debes permitirte retroceder un poco para poder avanzar por el camino correcto.

Es como si al entrar en un laberinto hubiera un camino correcto y uno incorrecto. Te metes por el incorrecto y como has pasado por muchos recodos crees que es tarde para retroceder, tienes que encontrar la salida por ahí.

El problema es que no la hay, para encontrar el camino correcto tienes que volver a la casilla de salida y a partir de ahí tomar el camino correcto. Y aunque te parezca que es retroceder, a veces eso es necesario para avanzar mejor.

Si te has encontrado en una situación similar y quieres compartirla con todos, no dudes en hacerlo desde la sección de comentarios.

Si conoces a alguien a quien le esté pasando esto y quieres ayudarle, comparte este artículo para que al menos entienda lo que le está pasando.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Carnie Lewis

La entrada ¿Por qué de repente mi voz ya no es la misma y cantar ya no es fácil? aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.

Bailar y cantar a la vez: La clave para no ahogarte

bailar y cantar a la vezPara mi, bailar y cantar a la vez siempre ha sido imposible.

Sí que es cierto que cuando era pequeña siempre inventaba bailes para hacer mientras cantaba, pero se me daba tan mal y me ahogaba tanto, que al final dejé de hacerlo.

La verdad es que bailo fatal.

Aún así, voy a hablarte de mi experiencia como cantante de rock, porque realmente he vivido lo que es darlo todo en un directo.

Sé lo que es no parar de moverte, guiado por la música. Es una sensación de libertad muy potente y también muy agotadora.

Mi antes y después de poder bailar y cantar a la vez

Es abismal la diferencia que he notado entre los conciertos que hacía antes y los que hago ahora.

En los conciertos que hacía cuando empecé:

  1. Muchas veces no me oía a mí misma al cantar, con lo que acababa forzando la voz.
  2. Si en alguna canción me emocionaba, se me descontrolaba la voz.
  3. No era capaz de perder el miedo escénico hasta que pasaban una o dos canciones, con lo que cuando empezaba a disfrutar de verdad, el concierto estaba terminando.
  4. Luchaba evitando mástiles de guitarra y cables traicioneros que amenazaban con hacerme tropezar.

Me movía mucho menos en el escenario, fruto del miedo escénico y aún así, acababa sin aliento en las últimas canciones, agotada y completamente empapada en sudor.

Después de perder la cuenta de los conciertos que he hecho en diferentes bandas, he reflexionado sobre el último concierto que he hecho:

  1. El sonido era bastante malo. Aunque se oía perfectamente en la sala, dentro del escenario apenas intuía mi propia voz, sin embargo, no forcé mi voz.
  2. El público respondió muy efusivamente, con lo que me contagiaron aún más el entusiasmo que ya llevaba y aún así, mi voz no se descontroló.
  3. Me dejé llevar y disfruté del concierto desde la primera canción.
  4. Igualmente tuve que evitar tropezarme con los cables y caerme, soy patosa, ya te lo he dicho.

Pero esta vez, acabó el concierto y yo estaba como si no nada, aunque sí igualmente empapada en sudor y con una sonrisa de oreja a oreja de tanta felicidad.

¿Qué ha cambiado?

Tal y como yo lo veo han cambiado dos cosas muy importantes en mi vida.

La técnica vocal

Yo tenía un problema de aducción de cuerdas vocales, con lo que mi voz tenía mucho aire.

Cuando tus cuerdas vocales no se juntan como deberían, es como si fueras un neumático con un pinchazo, que se va deshinflando poco a poco y acaba fofo, como acababa yo al terminar los conciertos. =)

Como pierdes más aire del que deberías, tienes que respirar más a menudo, con lo que tienes una deuda de oxígeno que se va acumulando, hasta acabar exhausto.

Por no hablar de cuando forzaba la voz.

En esos momentos, estaba ejerciendo más presión de aire para aumentar el volumen, a pesar de que mis cuerdas vocales no se juntaban bien.

Eso hacía que aún perdiera mucho más oxígeno.

El deporte

Antes no hacía mucho deporte.

Además gané bastante peso en poco tiempo.

Esas dos cosas son una muy mala combinación para poder bailar y cantar a la vez.

Aún y así, era 10 años más joven, cosa que debería influir un poco. Y además, un poquito de deporte sí que hacía de vez en cuando, aunque no me exigía mucho a mí misma en ese aspecto.

Estuve un tiempo haciendo natación, y algunas veces me retaba a mí misma para seguir un ritmo de respiraciones más exigente cada vez.

Primero cada tres brazadas, después cada 5, después cada 7 y así hasta que conseguía hacerme toda la piscina del tirón.

En la natación tienes que aguantar la respiración bastante rato y respirar en el momento justo para no tragar agua.

En el canto, tienes que respirar en los lugares adecuados para no cortar una frase importante o para llegar a una frase más larga que viene justo después.

Ahí sí que noté un poquito de mejora en mi resistencia, aunque no fue como la noche y el día.

Por cosas de la vida, dejé la natación y perdí ese poquito que había ganado en resistencia.

Hace un año y medio más o menos, retomé mi relación con el deporte de mano de un entrenador personal.

Me indicó cómo debía respirar mientras hacía deporte. En qué momento inspirar y en qué momento espirar para mejorar mi rendimiento.

En cierto modo, tu respiración no deja de ser un ritmo más que hay que seguir sin descontrolarte.

¿Qué saco en claro de todo este rollo?

Basándome en mi propia experiencia en el tema, que vuelvo a reiterar que no proviene de bailar coreografías, puedo darte los siguientes consejos:

Mejora tu técnica vocal para mejorar tu resistencia.

Practica deporte de manera regular.

Practica bailar y cantar a la vez a pleno rendimiento, como si estuvieras en tu actuación.

Recuerda: Cuanto más practicas una cosa, más la asimilas y tu cuerpo más se acostumbra a ello.

Te invito a que me cuentes tu caso, si bailas y cantas a la vez y cómo lo haces para mantener el ritmo.

Si este artículo te ha parecido entretenido, ¡no dudes en compartirlo!

AtribuciónNo comercialSin obras derivadas Algunos derechos reservados por K U M Z

La entrada Bailar y cantar a la vez: La clave para no ahogarte aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.