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Hoy hemos decidido reunir algunas de nuestras lecturas recomendadas para músicos en un post. Muchos de estos libros los tienes disponible de manera gratuita para KINDLE.
A mucha gente le gusta hacer viajes para conocer los paisajes en los que se rodaron sus películas favoritas, o ver los entornos en los que se desarrolla su novela de cabecera. ¿Por qué no hacer un viaje musical por los paisajes que inspiraron a los compositores?
Mendelssohn viajó a Escocia en repetidas ocasiones y visitó lugares muy diversos de la geografía de este hermoso país que sin duda inspiraron dos de sus obras más conocidas: La Sinfonía nº3 y la Obertura de Las Hébridas. En general, son piezas muy descriptivas, que nos muestran un paisaje lleno de brumas, campos verdes, castillos, tormentas, iglesias medievales… Nosotros vamos a llevarte a esos lugares que él conoció para que los visites a través de sus ojos (y su música).
Edimburgo, Arthur’s Seat, El Palacio de Holyrood: Edimburgo es una ciudad con mucha historia. Pasear por sus calles es una experiencia mágica que no te puedes perder. Tiene cierto atractivo misterioso, con sus callejones y sus antiguas historias medievales. En esta web tienes una guía completa para viajar allí y visitar todo lo visitable.
Cuando Mendelssohn vio la ciudad por primera vez fue desde Arthur’s Seat, una antigua colina volcánica. Incluso realizó un boceto de la ciudad vista desde allí. Durante su visita a Edimburgo, Mendelssohn fue a ver el Palacio de Holyrood, el cual le inspiró para escribir el comienzo de su Sinfonía Escocesa, según sus propias palabras.
En el crepúsculo de la tarde nos fuimos hoy al palacio donde la Reina María vivió y amó; se ve allí una pequeña habitación con una escalera de caracol que conduce a la puerta; subiendo esta escalera llegaron y encontraron a Rizzio en esa pequeña habitación, lo sacaron, y tres habitaciones más allá en un rincón oscuro, fue donde lo asesinaron. Lo que fue la capilla está ahora sin techo; hierba y hiedra crecen allí, y en ese altar roto María fue coronada Reina de Escocia. Todo a su alrededor se rompe y carcome
, y el cielo brillante brilla sobre él. Creo que encontré hoy en esa vieja capilla el comienzo de mi Scottish Symphony.
Abbotsford y Melrose: Con el motivo de visitar a Sir Walter Scott, Mendelssohn viajó de Edimburgo a la ciudad de Melrose, más al sur. Visitar Abbotsford, la casa de Sir Walter Scott, es posible hoy en día. De hecho, se puede pernoctar en ella. Tienes su web en este link. Estando allí hospedado, como hizo Mendelssohn en su día, también puedes ir a ver la Abadía de Melrose. Este monasterio del siglo XII, actualmente en ruinas, sigue siendo sobrecogedor.
Perth, Dunkeld, Blair Atholl, Tummel Bridge, Crianlarich y Fort William: Tras su estancia en la casa de Sir Walter Scott, Mendelssohn se dirigió al norte del país. Lo que más le gustó a Mendelssohn de esta zona fue el paisaje, que quedó reflejado en sus bocetos y sus cartas a su hermana. El río Forth, el bosque de Brinam, las cataratas de Braan… Cerca de estas cataratas visitó “The Hermitage” y el Puente Rumbling. Para visitar todos estos lugares aconsejamos un buen mapa de carreteras y un coche de alquiler para disfrutar con tiempo de cada paisaje y parar en cada sitio especial, como Mendelssohn hizo. El pueblo más cercano a estas cataratas es Dunkeld, en esta web tenéis información turística de la zona. El viaje de Mendelssohn continuó por Blair Atholl, una pequeña ciudad junto a un famoso y bonito castillo. Cerca de esta ciudad, visitó las cascadas Bruar, un paraje natural precioso. En esta misma zona, continuó su viaje en Killiecrankie, un pueblo famoso por una histórica batalla que tuvo lugar en él. Continuando su visita por el norte, Mendelssohn estuvo en el lago Tummel y se hospedó en el pueblo de mismo nombre. Después de visitar este lago, marchó a Fort William, visitando durante su viaje a esta ciudad varios lagos cercanos a la montaña Ben More, en Crianlarich. Por esta zona se pueden hacer diversas rutas de senderismo. Todo su viaje por esta zona estuvo plagado de paisajes norteños, lagos, mal tiempo y castillos y pueblos medievales.
Las Hébridas, Isla de Staffa y Gruta de Fingal: Sin duda, este fue el lugar que más inspiró a Mendelssohn de todo su viaje por Escocia. En esta web podéis ver un montón de fotos de la isla de Staffa y la manera de llegar a ella y visitarla. La isla es ya impresionante, pero la Cueva de Fingal es mística. Si la visitáis comprenderéis porqué a Mendelssohn le sobrecogió y le inspiró tanto. El día que él la visitó, la cueva estaba inmersa en una espesa bruma, lo cual sin duda le daba aún más misterio al ya de por sí extraño y mágico paisaje.
Con la Obertura de Las Hébridas nos despedimos esperando que nuestra peculiar guía de viaje os haya gustado y os animéis a visitar Esocia como Mendelssohn lo hizo, disfrutando de su naturaleza y su historia. Seguro que después de hacerlo escucharéis su música de manera diferente. Si queréis ver más dibujos que Mendelssohn hizo en su viaje por Escocia y leer sus cartas, tenéis esta web (en inglés).
Hacía tiempo que nuestra sección “La pieza de la semana” estaba en stand by. Con los líos de la mudanza, ya se sabe. Pero ya ha vuelto para quedarse.
Esta semana os traemos esta Sinfonía llena de colores. Es una pista para nuestro próximo post de Viajes Musicales… ¡Que la disfrutéis!
Hoy hemos decidido traducir este interesante artículo de la cellista Gabriella Swallow. Como músico, es muy ecléctica, toca todo tipo de géneros musicales y ha pisado mucha variedad de salas.
Sus reflexiones nos sirven para levantar la vista más allá del atril, de los caminos laborales convencionales y de la “música clásica”. Porque como músicos de formación clásica, a menudo nos cuestas romper moldes e interpretar cualquier género sin problemas y con la misma profesionalidad que interpretamos Mozart, por ejemplo. Además, propone innovación en la puesta en escena, algo que nos parece vital hoy en día para atraer al público moderno.
Dicho esto, aquí os dejamos la traducción del artículo:
http://www.thestrad.com/cpt-latests/build-diversify-music-career/
La cellista británica Gabriella Swallow comparte su camino hacia la creación de una identidad musical única y anima a los músicos a que rompan moldes.
He tenido una relación compleja con la música. Tenía nueve años y estudiaba cello en la Chetham’s School of Music en Manchester, y un año después ví Gawain por Sir Harrison Bitwistle en la Royal Opera de Londres. Esto me cambió, de ser una niña obsesionada por la música antigua a ser una niña obsesionada con la música experimental, aún húmeda en la página. Me dí cuenta de que mi pasión por la música era diferente de la de muchos de mis compañeros, a veces incluso me sentía como si guardara un oscuro secreto. Me encantaba el sondo atonal y disonante de los acordes, el mismo que hacía que los demás se rieran nerviosamente. Me gustaba tocar el cello de manera poco convencional. Prefería improvisar durante horas antes que sentarme a practicar el concierto de Romberg para cello.
La idea de presentar algo nuevo a la audiencia por primera vez siempre me ha dado una gran sensación musical.
Después de terminar mis estudios y recibir becas junior en el Royal College of Music de Londres, me casé con un exitoso compositor y tuve dos hijos a la edad de 31 años. Mis circunstancias cambiaron los tres años siguientes y comenzó mi vida de madre soltera – tuve que reiniciar una carrera que nunca había tenido tiempo de desarrollar y crecer.
Mi primer instinto fue tomar el camino del trabajo seguro en una orquesta. Pensar en mis propias pasiones musicales en el escenario me hacía sentir irresponsable ya que ahora tenía dos hijos menores de tres años en casa.
Con la ayuda de colegas y amigos, empecé a volver a identificarme con mi yo de diez años, con esa identidad musical tan marcada, y empecé a aplicar esto a mi carrera.
Hay tres cosas que puedo compartir y que han sido esenciales para mí como artista que ha roto los moldes: