No existe una técnica para cantar música clásica y otra para cantar música moderna.
Existe una técnica que respeta los procesos fisiológicos de producción vocal y que sirve para cantar todo tipo de música y que en función del estilo y de la vocalidad propia de cada uno emplea unos recursos, tesituras y volúmenes vocales u otros.
Por poner un ejemlo os dejo este vídeo en el que en gran Frank Sinatra canta el duo de "La cidarem la mano" de la ópera Don Giovanni de Mozart. Espero que lo disfrutéis.
O al gran Lady Gaga cantando en el minuto 4:30 en el homenaje a Judy Garland en la ceremonia de los Oscars. Tener una buena técnica sirve para cantar lo que uno quiera y no lo que uno pueda.
Isabel Villagar
Aquellos cantantes que se acercan al mundo de la música en la edad adulta y no han recibido educación musical en su infancia se encuentran en muchas ocasiones con un gran reto a la hora de adquirir una competencia en lecto-escritura musical que les permita la autonomía de su aprendizaje.
En este libro, de la editorial Advance Music, escrito en inglés, titulado Musicianship for the jazz vocalist, la coach vocal Nancy Marano propone el trabajo de los diferentes elementos del lenguaje musical a través de sesiones de trabajo o lecciones que comprenden, por un lado aspectos del lenguaje musical (escalas, trabajo del ritmo, acordes, clústers, arpegios...) en combinación con el trabajo vocal que asentará al mismo tiempo la técnica vocal.
Me ha llamado especialmente la atención un ejercicio llamado "Street singing" en el que propone una canción que puedes ir aprendiendo mientras caminas y que está contextualizada en el trabajo que propone la lección. Emplea canciones para trabajar un aspecto del lenguaje musical en concreto, por ejemplo, para trabajar las escalas menores y el compás de cuatro por cuatro utiliza el standard When I fall in love.
A través de sus 186 páginas se utiliza el piano como herramienta de trabajo para desarrollar el oído armónico. El objetivo final es que el alumno desarrolle al máximo su oído y su autonomía para que llegue a poder improvisar en base a armonías establecidas, acompañarse y crear sus propios solos. Está secuenciado paso a paso de manera muy progresiva.
Propone una planificación de veinticuatro semanas. Tener objetivos semanales claros es una manera de favorecer la evolución y la autoevaluación de los progresos de los alumnos. Considero este tipo de enfoque esencial para el aprendizaje del canto junto con el lenguaje musical en las personas adultas que no se identifican con los libros con "dibujitos" habitualmente diseñados para los niños.
Es un manual básico para empezar a trabajar conceptos como la improvisación sobre la escala de blues, las escalas bebop, pentatónicas, etcétera...
Incluye un CD con los ejemplos del libro.
Obra que recoge la experiencia del manager musical, promotor y productor de conciertos, Vicente Mañó de la pluma de Javier Bori, autor, compositor, letrista y adaptador. Cuenta con el prólogo de Miguel Ríos, que comienza con un párrafo muy poético sobre el poder "mágico de la música" para lanzar un dardo certero en la diana: es el músico a la vez el eslabón más débil y el miembro imprescindible, el sine que non.
En este libro se tratan aspectos que todo artista que desee realizar una carrera en el mundo de la industria musical debe conocer. La palabra "negocio", viene, literalmente de la "neg(ación) del ocio", del "no ocio", así que lo primero que hay que aprender es la constancia, la perseverancia, pero tener una guía como esta allana un poco el camino.
El universo entorno a la comercialización de la música se ha transformado radicalmente en los últimos años y para sobrevivir a los cambios es necesario mostrar una actitud abierta, adaptativa y buscar de qué manera beneficia al artista vincularse con los diferentes agentes de la industria musical. Aquí aprenderás a distinguir las diferentes figuras, tipos de contratos, manera de generar ingresos, quién tiene que realizar qué función y cómo, es decir, si tienes un manager, este debe trabajar de manera que tú puedas dedicarte exclusivamente a crear y a actuar.
Es importante valorar el know how y trayectoria de los autores de Así funciona el negocio de la músicapuesto que en ningún conservatorio o escuela de música ha habido una asignatura que se dedique a tratar de manera específica los contenidos desarrollados en esta publicación, que abarca un análisis pormenorizado, desde la óptica de una persona que abarca una visión poliédrica de la industria musical. Así en este volumen explica de manera sencilla a la par que rigurosa: la música como industria, el artista, las compañías discográficas (con sus A&R, las personas que ayudan a desarrollar el proyecto artístico), las editoriales, las entidades de gestión, la promoción y la comunicación, el management (los cuasi "alter ego" de los artistas, que sirven de guía), la contratación de conciertos, la trayectoria del artista, los festivales y los conciertos.
Me han parecido muy interesantes sus consejos respecto de hasta qué punto interesa suscribir contratos de edición si no hay un contrato con la discográfica paralela al mismo tiempo. También el hecho de que la distribución digital y física tienen que ir unidas y que el artista, en la medida en que pueda, debería conservar el máximo porcentaje de sus derechos de autor (por ley sólo puede ceder el 50%).
Hace un completo recorrido por los pasos a seguir en el desarrollo de un artista como producto y las maneras para hacerlo llegar al público de una manera global y en el caso de no poder fichado por alguna grande no hay que desdeñar a las pequeñas, como decía mi querida abuela "toda piedra hace pared" y lo importante es "mantenerse en el camino", ofreciendo un resumen estratégico para el lanzamiento de un disco autoeditado en las páginas 148 y 149.
En uno de sus capítulos concede una gran importancia, y además creciente, como tendencia, a los blogs especializados en la difusión de temática musical. En el "maremagnum" de la oferta musical se centran en un nicho con una audiencia fiel y es una manera de llegar al público objetivo de las propuestas musicales.
En definitiva, un libro esencial para entender los entresijos del sector que permitirá al artista vivir de su trabajo de una manera profesional evitando errores "de principiante". ¡El saber no ocupa lugar!
Más información:
Hoy comienzo una nueva serie de posts de análisis técnico y didáctico de grandes temas de la música moderna. Haré inclusiones en éxitos del pop y del rock desde el punto de vista de qué hay que tener en cuenta a la hora de aproximarse a este repertorio.
Sia tiene un tipo de voz muy aguda, que correspondería a la clasificación de "ligera", lo cual implica que está especialmente cómoda cantando en la zona más aguda de su rango vocal. La nota más aguda que canta es el la sostenido 4 (la cual no es "el tope" de su extensión) y la nota más grave es un do sostenido 3 (cuando la letra dice "one, two, three").
¿Cómo cantar Chandelier? Para poder cantar esta canción es fundamental:
1) tener muy bien configurada la voz mixta, de manera que en la zona aguda de la canción exista una continuidad en el timbre que permita abordar esas notas con soltura.
2) en las estrofas, parte menos aguda de la canción, hay que tener muy claro cómo realizar el vocal fry y la mezcla de la voz.
3) el trabajo de la respiración para ser capaces de mantener las notas largas sin fatigarse y sin calarlas al final de las mismas
Decir, además que Sia nunca grita, sino que sabe cómo proyectar su voz en la zona aguda para que suene con potencia. Esta canción es imposible cantarla con solvencia si no se tienen conocimientos técnicos adecuados sobre cómo funciona la voz. Ya tienes algunas orientaciones sobre cómo cantar esta canción.