Vuelve, vuelve, amada mía;como una flor lejos del sol,la flor de mi vida está cerradalejos de tu sonrisa bermeja.¡Entre nuestros corazones, qué distancia!¡Tanto espacio entre nuestros besos!¡Oh, suerte amarga! ¡Oh, dura ausencia!¡Oh, grandes deseos insatisfechos!.De aquí y de allá, cuántos campos,cuántas villas y aldeas,cuántos valles y montañas,¡hasta cansar los pies de los caballos!
Lola MU
La primavera vuelve a dejar su cinta azul
revolotear por el aire;
fragancias dulces y familiares,
llenas de presagios rozan la tierra.
Las violetas ya sueñan,
quieren despuntar pronto.
– ¡Escucha a lo lejos el suave sonido de un arpa!
¡Primavera, sí, eres tú!
¡Es a ti a quien he oído!
Saludamos a la primavera con un lied del compositor postromántico Hugo Wolf (1860 -1903) sobre este poema de Eduard Mörike*. Sobran los comentarios; disfrutémoslo en su lirismo y su exultante música en esta versión a cargo del tenor Werner Güra y el pianista Jan Schultsz. Espero que os guste tanto como a mi.
Er ist's!
Frühling läßt sein blaues Band
Wieder fl attern durch die Lüfte
Süße, wohlbekannte Düfte
Streifen ahnungsvoll das Land.
Veilchen träumen schon,
Wollen balde kommen
– Horch, von fern ein leiser Harfenton!
Frühling, ja du bists!
Dich hab ich vernommen?
Próximamente dedicaremos una entrada a Hugo Wolf; entretanto recomiendo la lectura de este breve artículo de Blas Matamoro Arte y locura en Hugo Wolf
A continuación, la partitura en la que se pueden leer el segundo y el tercer movimiento de la sonata.
Para los locos de la tecla dejo la primera de las sonatas para clave (Opus 2) , en Sol menor, interpretada por Paule van Parys.
Y terminamos con uno de sus Divertimentos, el Op.3 nº3 en Re menor interpretado por Umbach & Consorten: Ensemble fur alte musik.
Ariadna abandonada por Teseo. Angelica Kauffmann
¡Teseo, mi amor! ¿Dónde estás?
Me pareció que estabas a mi lado,
pero un agradable y falaz sueño me engañó![...]
Mísera y abandonada
no tengo quien me consuele,
el que tanto amé ha huído...
¡Canalla e infiel!
(Texto anónimo de Ariadna en Naxos. Hob.XXIb N.2)
Tal y como habíamos prometido continuamos en Naxos en el preciso instante en el que Ariadna despierta y descubre la huida de Teseo. Hoy nos aproximamos al tema de la mano de dos enormes artistas del siglo XVIII: la pintora y grabadora Angelica Kauffmann y el compositor Franz Joseph Haydn. Ambos quisieron plasmar ese episodio dramático en un momento en el que el Neoclasicismo pictórico y el Clasicismo musical imperaban en Europa.
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Autorretrato A. Kauffmann 1784 |
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F.J. Haydn por Thomas Hardy 1791 |
Como puede suponerse no son todas las que fueron ni las que serían; incluso en el siglo XX el mito volvió a ocupar la escena en la famosa y peculiar Ariadne auf Naxos de Richard Strauss, "una ópera dentro de una ópera" estrenada en 1916; pero esa ya es otra historia.
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Ariadne in Naxos. Joseph Edward Southall (1925) |
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Ariadna abandonada, Casa de Meleagro (Pompeya) Mirando desde la rumorosa playa de Día, Ariadna, con una incontenible locura en su corazón, observa que Teseo se aleja con su rápida flota, y ni siquiera todavía cree estar viendo lo que ve, porque entonces, nada más despertar de un engañoso sueño, la desdichada se comprende abandonada en la arena solitaria. [...] "¿Así a mí, arrancada de los altares paternos, me abandonaste, traidor, en la playa desierta, Teseo?" Cayo Valerio Catulo. Poema LXIV. (Poemas) En un peñasco me senté quedando tan piedra como piedra era mi asiento [...] ¿Qué podían hacer mis ojos mejor que llorarme? ¿Qué haré? ¿dónde sola partir puedo? No hay vestigios de gente y de ganado; todo es horror, asombro, espanto y miedo.
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Claudio Monteverdi por Bernardo Strozzi, c. 1630 |
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Ariadna abandonada por Teseo, obra de Angelica Kauffmann, antes de 1782. |