Continúo la serie de entradas con reminiscencias de grandes pedagogas musicales que he tenido el placer de conocer a fondo.
Hice un curso de verano con la gran Enriqueta Tarrés, porque me lo recomendó una buena amiga cantante que había estudiado con ella.
Durante ese curso empecé a “ver la luz”, comencé a entender cómo tenía que funcionar la voz.
Comprendí lo poco que me habían explicado y enseñado durante los primeros años de conservatorio. En tan sólo una semana de curso.
Hice un curso de verano con la gran Enriqueta Tarrés, porque me lo recomendó una buena amiga cantante que había estudiado con ella.
Durante ese curso empecé a “ver la luz”, comencé a entender cómo tenía que funcionar la voz.
Comprendí lo poco que me habían explicado y enseñado durante los primeros años de conservatorio. En tan sólo una semana de curso.
Me di cuenta de que todo el mundo tiene margen de mejora y que si se trabaja bien los resultados van llegando en un corto plazo de tiempo.
Ella me recomendó que trabajara con Alba Rosa en Vila-Seca (Tarragona) puesto que ella durante el curso académico ya tenía el horario completo. Así lo hice.
VER MÁS >