Como todos los años, para que las fiestas no nos pillen de sorpresa, a mediados del otoño empezamos a refrescar las canciones navideñas que ya conocemos (por ejemplo Noche de paz) y aprender otras nuevas.
La primera de este curso es un villancico popular andaluz, Gatatumba. Aprender las notas no os costará mucho esfuerzo, ya que es en do mayor, sin alteraciones y todas las notas están en la octava grave. Al comienzo lo estudiaremos despacio: ya sabemos que podemos ralentizar la velocidad del acompañamiento yendo a la correspondiente página de Noteflight, haciendo clic en el botón abajo a la derecha de la partitura. En esa misma página podemos imprimir la partitura en papel, si queremos, mediante el menú File -> Print.
La letra de este villancico cita muchos instrumentos musicales que no están en nuestra wiki: investigad sobre ellos para descubrir sus características, por ejemplo leyendo textos que los describan y viendo vídeos para observarlos y escuchar su sonido directamente, y cuando tengáis las ideas bien claras, poned remedio a esta laguna realizando original y colaborativamente esas entradas en nuestra minienciclopedia de los instrumentos musicales.
Mientras, yo voy preparando el arreglo del próximo villancico…
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Hace exactamente 35 años desaparecía uno de los mejores violinistas del siglo XX, David Oistrakh, que había nacido 66 años antes en Odessa, por aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso y actualmente a Ucrania. A pesar de haber sufrido varios ataques cardíacos, siguió realizando giras de conciertos agotadoras y, fue en una de éstas, en la ciudad holandesa de Amsterdam, cuando su corazón dejó definitivamente de latir.
Han pasado 196 años desde el nacimiento de Giuseppe Verdi y creo que no hay mejor manera de celebrarlo que brindar con su música, tocando una de las melodías más famosas que nos ha dejado, Libiamo ne’ lieti calici, de la escena del brindis de La traviata, posiblemente la más significativa de las óperas verdianas. El compás de vals, los amplios saltos de la melodía y las frecuentes y rápidas notas de adorno llenan esta música de una alegría despreocupada y contagiosa.