Rhapsody in Blue

GershwinHace un par de meses vimos Pinos de Roma, un fragmento de la película Fantasía 2000, de la factoría Disney. Hoy volvemos a la misma película con la ocasión del 111º aniversario del nacimiento del autor de otra de las 8 piezas musicales que conforman el filme: el estadounidense George Gershwin.

La obra de este compositor que inspiró los dibujos es Rhapsody in Blue, un episodio ambientado en la Nueva York de los años 30, una de las épocas más esplendorosas del jazz. Gershwin supo integrar habilidosamente algunos elementos de este género musical (trinos y glissandi del clarinete, trompeta con sordina, swing, ritmos sincopados, notas de blues, etc.) en la música clásica, transcribiendo para orquesta sinfónica una pieza que inicialmente había sido pensada para dos pianos y luego arreglada para piano y big band.

El mismo título nos sugiere esa fusión entre los dos mundos musicales, hasta el momento bien separados: la rapsodia es una composición típica del romanticismo en la que el flujo de la música, y de las emociones que la estética de la época ligaba a ella, brotaba de manera libre y continua; por otro lado, blue (literalmente azul), termino empleado para definir, además del color, la tristeza o la nostalgia, en este contexto se refiere claramente al blues, género musical nacido de los cantos de trabajo y espirituales de los afroamericanos, en los tiempos de su esclavitud, y forma musical del jazz y, posteriormente, del rock ‘n’ roll.

Con los dibujos realizados bajo la supervisión de Al Hirschfeld, este fragmento del largometraje de Disney nos muestra un día cualquiera en Manhattan y los sueños de algunos de sus habitantes.

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Lo prometido es deuda: Antón Pirulero

Antón PiruleroTal como prometí esta mañana a un alumno de 1º D, he preparado la partitura de la canción de corro Antón Pirulero, con un sencillísimo arreglo para tres flautas.

Al hacer clic en el botón de reproducción se oirán las tres voces simultáneamente. Sin embargo nos vendrá muy bien poder reproducir cada voz por separado, para recordarla e, imitándola, aprenderla, o bien dos de ellas, para que suenen mientras nosotros tocamos o cantamos la otra.

Para eso, haremos caso a las instrucciones siguientes: posicionando el cursor encima de la partitura aparecerá un rectángulo rosa al comienzo de cada pentagrama; haciendo clic en uno de ellos lo seleccionaremos y sólo se reproducirá esa voz.  Si queremos seleccionar más de un pentagrama, mantendremos pulsada la tecla mayúsculas mientras hacemos clic en los rectángulos correspondientes.

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La Valse d’Amélie

Yann Tiersen es el autor de la música de la entrañable película Amélie (Le fabuleux destin d’Amélie Poulain), una de las más exitosas de la historia del cine francés. Durante los próximos días, la banda sonora completa estará en el widget de la columna de la derecha de esta misma página.

La más famosa de las 20 piezas musicales que conforman esta banda sonora es sin duda La Valse d’Amélie, con la que el compositor realza el clima onírico y fantástico de la historia y de las imágenes, gracias a una excelente elección del ritmo de danza, de los timbres y de las repeticiones.

En el arreglo para flauta dulce que he preparado para mis alumnos y alumnas, obviamente tenemos que renunciar a uno de estos elementos, el timbre. Pero creo que merece la pena, porque la melodía es muy bonita y estoy convencido de que disfrutarán mucho tocándola.

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Recordando a Jimi Hendrix

Jimi HendrixHace 39 años fallecía Jimi Hendrix, uno de los más grandes guitarristas de la historia de la música, cuando todavía no había cumplido los 28 años.

Su fama, una auténtica leyenda, sólo en mínima parte se debe a su prematura desaparición. En efecto, su tan breve como intensa aparición en la escena musical marcó el comienzo de una nueva manera de tratar la guitarra eléctrica, de la que supo sacar sonoridades totalmente nuevas: la distorsión llevada al extremo y su combinación con el acople y el wah-wah son sólo los aspectos más evidentes de su incesante investigación tímbrica.

Siendo zurdo, montaba las cuerdas de su Fender Stratocaster al revés de como estaba previsto por sus constructores. Así, las pastillas proporcionaban un timbre más claro a las cuerdas graves y con más cuerpo a las cuerdas agudas. Muy probablemente ésto no haya sido premeditado al comienzo por Jimi Hendrix, quien posiblemente sólo buscaba mayor comodidad al tocar; sin embargo, cuando ya hubiera podido “corregir” este problema y encargar una guitarra construida expresamente para tocarse del revés, siguió utilizando las estándard con las cuerdas invertidas, manteniendo así su personalísimo timbre.

Otro “truco” de Hendrix era la afinación baja, medio o hasta un tono más grave de lo normal. Éste era otro elemento que influía en el timbre, haciéndolo globalmente más cálido, más de blues, y además le permitía un bend más amplio, debido a la menor tensión de las cuerdas.

Una de las actuaciones inolvidables de Hendrix fue su participación en el Festival de Woodstock, en 1969, que cerró tocando 18 canciones, entre las cuales la que tal vez sea la pieza más famosa de toda su obra: Purple Haze.

Esta canción, al igual que muchas otras de las que nos ha dejado Jimi Hendrix, ha sido versionada por numerosísimos músicos, entre los cuales un cuarteto de cuerda estadounidense que se dedica sobre todo a la música contemporánea, el Kronos Quartet.

Con cuatro instrumentos acústicos -dos violines, viola y violonchelo- que estamos acostumbrados a escuchar en música clásica o romántica, sin utilizar distorsión ni efectos electrónicos, los componentes del cuarteto Kronos consiguen recrear una atmósfera que sin duda os sorprenderá.

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