Los inicios de Pavarotti, II

Como decía G. Verdi, "los primeros años son años de galeras" refiriéndose a que los comienzos son siempre duros. En el caso que nos ocupa no fue diferente. 

Finalmente debutó el 29 de abril del 61 con el Rodolfo de La Boheme de G. Puccini.

Pavarotti fue un ejemplo de cómo deben aprovecharse las oportunidades en los comienzos (no como muchos jóvenes que gustan de hacerse "los interesantes" justo cuando más deben escuchar y abrirse a otras personas) ya que gracias a una cancelación de Di Stefano pudo cantar en el Covent Garden y darse a conocer al público inglés. Tras ese hecho lo invitaron a una entrevista a la BBC y tampoco desaprovechó la ocasión de entrar en todos los hogares británicos.

El mundo anglosajón le dio la proyección internacional que no hubiera tenido si se hubiera quedado en Italia. Así, llegó hasta Joan Sutherland y su marido, Richard Bonynge, que lo contrató para hacer una gira por Australia. Durante ésta pudo aprender y afianzar la técnica de la respiración con Sutherland.

El hecho que le consagró fue la representación de "La hija del regimiento" de Donizetti en la que, en el aria de Tonio, cantó los famosos nueve does sobreagudos con la resonancia plena de la voz, es decir, nueve "do de pecho". Este aria siempre la abordaban los tenores anteriores a él cantando estas notas en falsete.

Los inicios de Pavarotti

Pavarotti creció en un contexto en el que se valoraba la música. Su padre era un panadero con una gran voz y gran afición a la ópera. El padre era socio de la Sociedad Giacomo Rossini de Módena y Luciano acudía a los debates, a las representaciones y formaba parte del coro de esa sociedad. 

Siendo coralista conoció a B. Gigli y este encuentro impactó al joven. Empezó a estudiar con Arrigo Pola y compaginaba su formación con el coro y con su trabajo en una compañía de seguros, hecho que se da en muchos cantantes en sus inicios. Tuvo la oportunidad de cantar en la televisión el "Nessum Dorma" de G. Puccini y a los pocos días acudió al que fuera su mentor y profesor, Leone Magiera. 

Con diecinueve años ya tenía una voz bella, fresca y generosa. El profesor Magiera, que lo había escuchado en la televisión, pensaba que quizá habrían retocado la voz pero al asistir Luciano a su clase comprobó que ésta era aún mejor de lo que había oído por el aparato. 

La relación con Magiera duró toda la vida. Este profesor sostenía que no se debía estudiar más de una hora y media al día a los ejercicios de canto y que se debían hacer pausas cada veinte minutos aproximadamente. También sostenía que no había que ejercitarse vocalmente más de cuatro días a la semana. Recomendaba no insistir en el registro agudo y tener mucho cuidado en no forzar la emisión en ningún momento. Asistía también a la clase de Pavarotti Mirella Freni, amiga a la sazón de él y mutuamente se ayudaban.

Una introducción a la ópera

Hoy quiero comentaros una novedad editorial para aquellos amantes del mundo de la música, y más en concreto, para aquellos que quieran introducirse en el mundo fascinante de la ópera. Se llama "50 Conceptos Cruciales de Ópera"


En la editorial Blume, colección "Guía Breve", escrito por un equipo de colaboradores a cargo de Hugo Shirley y traducida por Maite Rodríguez Fischer, esta publicación muestra los conceptos clave sobre el llamado arte del belcanto. Prologado por Kasper Holten, director de ópera del Royal Ópera House, Covent Garden.

A través de sus diferentes capítulos se explican los diversos componentes de la ópera: con un pórtico a modo de glosario en cada parte, así como una descripción de un perfil de cantante que se relaciona con el tema del mismo (Farinelli, Lind, Caruso, Chaliapin, Callas, Domingo y DiDonato). 

Recorre las piezas fundamentales, la relación entre palabra y música, la evolución de la ópera, los géneros, los compositores más importantes, la clasificación de las voces y los papeles o tipos de personajes que aparecen habitualmente en las distintas óperas.

Está bella y profusamente ilustrado por Iván Hissey, incluyendo en su estrucura un motivo en tres segundos y un aria en tres minutos, que son anécdotas y curiosades así como explicaciones sobre obras en concreto. También incluye temas relacionados (en qué otras páginas del libro hay información referida adicional), minibiografías (nombre, fechas y oficio en unas tres palabras) y texto en treinta segundos (citas célebres).

Un libro entretenido y didáctico. Se puede leer tanto seguidamente como los capítulos que interesen aisladamente. Culmina con las fuentes bibliográficas y webgráficas, notas sobre los colaboradores y un índice terminológico, muy útil.

Felicitamos asimismo a los editores por preservar el medio ambiente en la elección de la portada y por el bello color del glasofonado en la misma.

La proyección vocal y la ganancia de los micros

He podido comprobar a través de diferentes alumnos/as que cuando han ido mejorando su técnica vocal y, por tanto su emisión y su proyección, han tenido que hacer cambios a la hora de ajustar los micrófonos en una actuación. A una mejor proyección vocal han tenido que disminuir la ganancia de los micrófonos. 

Por qué es esto? Es difícil de explicar por ser un tema que afecta tanto a la dinámica como al timbre. Esto sucede porque la ganancia reducida implica quitar ruidos y no concentra el sonido. 

Cuando la ganancia está alta lo que hace el micro es concentrar el sonido y "afilarlo", una especie de flecha sonora, si se me permite la imagen. Una dicción más concisa y precisa que ayuda a la proyección de la voz debe ser tenida en cuenta también a la hora de regular la ganancia del micrófono, si no correremos el riesgo de que las t, p, o las d suenen demasiado explosivas.

Si ya le das un sonido "proyectado" o afilado al micrófono no te hace falta subir la ganancia, debes bajarla.

Podéis ampliar información sobre acústica básica de la microfonía en el siguiente enlace: