María José Acevedo: En determinadas profesiones es fundamental trabajar la voz para aprovechar todo su potencial

Es un placer dar voz hoy en LBDC a una excelente profesional: María José Acevedo. Mujer del renacimiento, polifacética: Periodista, Coach Integral y Podcaster, Directora de la famosa serie de entrevistas "Dopamínate". Responsable de comunicación de dameTVision. Estoy segura que os encantarán sus reflexiones.

¿Crees que es importante trabajar la voz?
La voz es una de las características que nos definen como seres humanos. Cada voz es única e irrepetible y es una de nuestras señas de identidad.


Nacemos con ella y, como instrumento perfecto que es, tiene todas las características para funcionar a la perfección y desempeñar una de sus tareas fundamentales que es la capacidad de poder comunicarnos a través del habla.

Existen profesiones y/o oficios que le dan a la voz un papel más importante si cabe. Es el caso de cantantes, locutores y periodistas, vendedores, profesores y un largo etcétera que no solo deben cuidar su voz, sino que es fundamental trabajarla para aprovechar al máximo todo su potencial, no solo sus cualidades puramente técnicas sino emocionales.

¿Realizar algún ejercicio o ‘ritual’ de calentamiento vocal?
Menos de los que debería. Pero sí hago ejercicios de gesticulación y relajación de músculos para poder tener la dicción correcta.

¿Qué hace a un buen locutor?
Como en todas las profesiones, lo fundamental es que te guste lo que haces. En mi caso, siento una auténtica pasión por la comunicación, así que ponerle corazón cuando tengo un micrófono o un auditorio delante es mi principal arma. Y otra de las cosas importantes que me ha enseñado la experiencia es el poder de la naturalidad. Tratar al receptor de tu mensaje, de igual a igual, sin imposturas ni vehemencia, hace que el poder de lo que dices se multiplique por mil. Cuando ‘el otro’ entiende que hay verdad en lo que estás contando, la comunicación fluye por sí sola.

No quiero olvidar algo que para mí es fundamental y es el manejo del silencio. Tan importante o más que la palabra es el silencio. Si se saben administrar bien, su poder, en el acto de la comunicación, es brutal. Si además los combinamos en su justa medida con la palabra, el resultado es alucinante.

¿Qué haces para cuidar tu voz?

Empezaré diciendo que no la cuido todo lo que debería pero sí soy muy estricta con la hidratación constante. En mi trabajo, ya sea como periodista o coach nunca me falta agua, allí donde esté. Estoy muy pendiente de no consumir bebidas y alimentos ni demasiado fríos ni demasiado calientes.

Y otra de las cosas que cuido muchísimo es evitar ambientes demasiado ruidosos, en los que tener que elevar demasiado el volumen de voz. En cuanto a realizar ejercicios, reconozco que no soy todo lo disciplinada que debería y sólo los hago de vez en cuando.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz respecto a tu experiencia?
Solo escuchando grabaciones de hace años soy capaz de ver cómo ha mejorado y no solo en el timbre, sino también en la modulación. Creo que mi voz aún tiene muchas más posibilidades y aunque he realizado algunos cursos de dicción y locución, todavía podría sacarle mucho más partido. 

Estoy convencida de que mi voz ha mejorado a medida que he ganado en seguridad en mí misma y en lo que hago. Leo en voz alta cada día y me escucho mucho, sobre todo para aprender a corregir errores.

¿Te gusta cantar?
Cuando me preguntaban de pequeña que quería ser de mayor, yo siempre decía “quiero ser cantante” y recuerdo pedir constantemente en mi casa poder ir a un Conservatorio a estudiar canto, algo que nunca sucedió. He convivido en un ambiente familiar muy pegado a la música. Mi padre ha tocado instrumentos musicales desde siempre y a mi madre le ha gustado mucho cantar. En las reuniones familiares siempre está la música de por medio y desde muy pequeña siempre he cantado en coros y formaciones musicales. 

No entiendo la vida sin música y no entiendo mi vida sin cantar. Me paso la vida canturreando. Debo confesar que he comenzado en varias ocasiones a formarme en canto pero circunstancias laborales, fundamentalmente, me han impedido llevarlo a cabo. Siempre pienso que hay algo irreconciliable entre el canto y yo pero también sé que todo pasa por algo y para algo. Si no lo he podido llevar a cabo, será porque no era el momento adecuado.

¿Qué consejo darías a quien empieza en el mundo de la locución?
Fundamentalmente una buena formación. Una voz con grandes y buenas cualidades no es suficiente. Hay que conocerse y conocerla, y trabajar, trabajar mucho para sacarle todo el potencial. Otro consejo que doy es que hay que escucharse mucho para reconocerse, no avergonzarse y, por último, aprender que el poder de la palabra es inmenso pero siempre y cuando las palabras estén llenas de verdad. Para mí, eso es lo que diferencia a un comunicador ‘a secas’ de un gran comunicador.

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