10 limitaciones que te impiden cantar mejor y que todo el mundo tiene

10 limitaciones que te impiden cantar mejor

La mentalidad juega un papel importantísimo a la hora de entrenar la voz.

No me refiero a estar libres de estrés, que también.

Me refiero a cosas que todos pensamos, limitaciones que nos autoimponemos sin ninguna lógica, y que lo único que hacen es arrastrarnos hasta el fondo del mar.

A veces, por mucho que practiquemos y probemos cosas, una sola de estas limitaciones puede hacer que nuestros avances se estanquen.

Muy frustrante… pero para eso está este episodio de El Sensei del Cantante.

Algunas cosas que vas a aprender en este episodio…

  • ¿Qué son unas buenas expectativas realistas? No son las que todo el mundo dice.
  • La forma de saber que estás avanzando aunque aún no suenes bien.
  • Los “tips” que te encajonan y te meten en una cárcel de paredes invisibles.
  • Por qué el tono de una canción marca la diferencia entre mejorar o hacer que tu voz se quede estancada.

Transcripción del episodio

¿La genética marca nuestros límites?

En su día, Adam López batió el récord de nota aguda cantada por un hombre, cantando un C#8.

El récord que superó estaba en un D7, y también era suyo.

Si la genética dictara hasta dónde podemos llegar, ¿por qué Adam López no cantó sin más un C#8 la primera vez?

Fácil. Porque entrenó para superar su primer récord.

Podría haber pensado que su genética no le permitía pasar de un D7 y haberlo dejado ahí.

El récord de Adam López ha sido batido por otros hombres con los años.

Ellos habrían podido pensar que eso era algo imposible, porque realmente lo parecía, pero decidieron trabajar para conseguirlo en vez de verlo como algo imposible.

Estoy hablando de notas agudas, pero esto no va de notas agudas.

Va de límites. Los límites que nos ponemos y que nos afectan a todos.

Te traigo 10 limitaciones que veo con mucha más frecuencia de la que me gustaría.

Espero que si tienes alguna, este episodio te ayude a detectarla y a cambiarla.

1. Falsas expectativas sobre tu voz

Para tocar bien el violín tienes que pasar años sonando a gato atropellado.

Esto la gente lo entiende perfectamente y sabe que es así.

Pero por alguna extraña razón, a la voz no le aplican este baremo y esperan que todos los problemas vocales se arreglen en 5 minutos.

Aunque la cosa no acaba ahí.

He visto cientos de veces a un alumno cantar una canción increíblemente bien o ejecutar un ejercicio de manera impecable.

Al volverlo a intentar no les sale tan bien y algunos se frustran tanto que me preguntan si alguna vez podrán hacerlo bien.

Cuando hace literalmente 1 minuto lo han hecho bien.

Desarrollar la voz lleva tiempo.

Pensar que tienes que hacerlo todo perfecto en 2 días o incluso en 1 año es ponerte una carga encima… enorme.

Lo único que conseguirás con eso es retrasar tu progreso.

2. No consideres los tropiezos como retrocesos

El aprendizaje rara vez es lineal.

Ya sabes: 2 pasos para adelante, 1 para atrás.

Esto es lo normal y está bien así, porque es la forma que tenemos de cambiar hábitos viejos por nuevos.

Si hoy estás cantando peor que ayer, lo mejor que puedes hacer es mantener la calma.

Con la cabeza fría, trata de recordar las sensaciones del día anterior y trata de reproducirlas de nuevo, con toda la tranquilidad del mundo.

¿Que no consigues tanta potencia?

Da igual. Insiste en buscar las mismas sensaciones sin forzar nada.

¿Que no lo consigues de ninguna forma?

Déjalo por hoy y vuelve a intentarlo mañana.

No es glamuroso, pero es lo que es.

3. Expectativas demasiado conservadoras

Antes te decías que no esperes mejorar tu voz 20 niveles en sólo unos días.

Pero eso no quiere decir que asumas que tienes que estar años y años practicando para ver alguna mejora importante.

Yo estoy obsesionado con encontrar formas de acortar tiempos.

Si algo que se aprende en 1 año se puede aprender en 2 meses… ¿por qué no hacerlo?

Por otro lado, tampoco te pongas límites del tipo “a esta nota no podré llegar nunca”, porque la voz humana da muchísimo de sí.

4. Que el síntoma no te ciegue

Imagina que encuentras la forma de cantar una nota aguda que no habías podido cantar antes. 

Aquí suele haber dos formas de reaccionar:

La primera es alegrarse por poder llegar a esa nota y tratar de conseguirlo una y otra vez.

La segunda es ver que el sonido que has conseguido no te gusta.

Todo es una serie de pasos y no puedes dar más de uno cada vez.

Siguiendo el ejemplo de la nota aguda, lo primero es llegar a esa nota, lo segundo es llegar cómodamente, lo tercero es llegar siempre que quieras y lo cuarto es sacarle un mejor sonido.

El sonido siempre es lo último, porque el sonido no es más que un síntoma de algo que aún no está funcionando bien en tu voz.

5. Buscar “tips”

Un “tip” es un consejo, y un consejo no te enseña nada.

Por ejemplo, un consejo que oigo mucho es: “utiliza el twang para llegar a las notas agudas”.

Si te funciona, tendrás una gran limitación para cantar notas agudas, porque todas te sonarán con “twang”.

Algo así: (EL EJEMPLO ESTÁ EN EL AUDIO)

Y bueno, como te funciona tampoco tendrás la necesidad de seguir buscando mejoras.

Eso te limita muchísimo como cantante.

Los “tips” pueden ser interesantes, pero lo importante es que tu voz suene lo más natural posible, manipulándola lo menos posible.

6. Bajarte el tono de las canciones porque te quedan agudas

Esto es negarle a tu voz sonar todo lo bien que puede sonar.

Cuando bajas el tono de una canción, pierde energía y suena muy sosa.

Si tienes que cantarla sí o sí en un concierto y aún no llegas a sus notas agudas, es una opción genial.

Es mucho mejor que quede sosa que cantarla mal.

Pero eso es algo TEMPORAL.

El objetivo es poder cantarla en el tono en el que mejor suena tu voz y la canción.

Recurrir siempre a bajar el tono de las canciones va a limitar por completo el acceso a tus notas agudas.

No pienses que no puedes llegar a esas notas.

Piensa en qué puedes hacer para llegar a ellas.

7. Tener miedo a hacerte daño

No utilizar volúmenes altos, no practicar sin supervisión por si haces algo mal, dejar de practicar en cuanto sientes que fuerzas un poco la voz, …

Obviamente no tenemos que maltratar a nuestras voces, pero si nunca exploramos más allá de lo que conocemos, nunca vamos a mejorar.

Mejorar y aprender implica fallar.

Y fallar en el canto significa que a veces vamos a forzar un poco la voz.

¿Sabes qué? Notición: no pasa nada.

Los nódulos en las cuerdas vocales no aparecen por forzar la voz de vez en cuando.

Pero tu voz sí puede crecer mucho si prestas atención a qué hiciste para forzar la voz, porque eso te puede dar pistas para buscar una estrategia diferente, y dejar de forzar la voz.

8. Cruzar el punto de no retorno y seguir andando

¿Verdad que no te cansas por caminar 5 minutos?

Pero si estás caminando durante 4 horas, la cosa cambia, a pesar de que estás caminando siempre igual.

Los músculos se cansan.

La voz son músculos, ligamentos, mocos y más cochinadas varias.

Aunque utilices todo eso perfectamente, se van a cansar.

Ten esto muy en cuenta cuando practiques durante horas, porque llega un punto en el que practicar más implica retroceder.

Implica seguir utilizando una voz cansada que lo único que hará será cansarse más.

Cuando llegues a ese punto, para y descansa.

Avanzarás mucho más rápido. Te lo digo por experiencia.

9. No tengo talento

Como te dije antes, la voz humana da muchísimo de sí, si la entrenas.

Si no has cantado nunca, un día te pones delante de un micrófono, cantas algo y te sale horroroso, como digas que no tienes talento te voy a perseguir de noche.

Vamos a ver… es como si a mí me da por hacer kick boxing y me voy a un gimnasio a competir.

En cuanto suene la campana me van a meter un directo en toda la cara que me va a dejar KO.

Horas después, cuando recupere el conocimiento en la cama de un hospital y con 3 dientes menos, si digo que lo que ha pasado es que no tengo talento, el doctor estaría en pleno derecho de tirarme escaleras abajo.

Y si tengo dos dedos de frente, yo mismo le ayudaría a hacerlo.

Puede que cantar se te dé mejor o peor de buenas a primeras, pero lo que realmente te puede hacer cantar bien no es el talento.

Es practicar mucho y practicar correctamente.

10. Quedarse en lo teórico

Escuchar todos los episodios de El Sensei del Cantante (GONG) está muy bien porque puedes aprender muchas cosas sobre canto.

Pero a conducir no se aprende leyendo.

A escribir no se aprende leyendo.

A dibujar no se aprende leyendo.

¿Te imaginas lo loco que es que yo ahora te diga que a cantar no se aprende leyendo?

Ni escuchando.

Ni viendo.

Puedes aprender muchas cosas, pero si nunca las aplicas, no sirve de nada.

Y también tienes que experimentar mucho con tu propia voz.

11. No mirar atrás

Te dije que te traía 10 limitaciones típicas, pero me he acordado de una más.

Podría hablarte de la limitación que supone no cambiarte la ropa interior cada día, pero aunque no lo creas, hay otra mucho más importante:

No ser consciente de todos los progresos que has hecho.

De todos los progresos que has hecho.

Cuando trabajas con un buen método, sentir mejoras semanales es algo habitual.

Sin embargo, esto te puede cegar de tu progreso real, porque no ves mejoras grandes.

EXCEPTO si tienes grabaciones de hace 3 o 6 meses, por ejemplo.

Cuando las escuches, pondrás en perspectiva tu entrenamiento y ahí podrás ver realmente todo lo que has progresado.

Si no lo haces, siempre pensarás que lo que estás haciendo no vale para nada, y eso hará que tus avances se resientan.

Es una limitación que es tan fácil de solucionar como grabarte una vez por semana y guardar esos audios ordenados por fecha.

Y si ves que realmente no has progresado nada, o muy poco en ese tiempo, tienes la prueba irrefutable de que tienes que buscar otro tipo de entrenamiento para tu voz.

Este artículo 10 limitaciones que te impiden cantar mejor y que todo el mundo tiene pertenece a VoKalo.

¿Qué ejercicios de canto ha de hacer un cantante autodidacta?

ejercicios de canto para cantante autodidacta

Si quieres mejorar tu manera de cantar lo ideal es trabajar tu voz.

Trabajar tu voz con ejercicios de canto.

He reconducido a un buen número de autodidactas que han descompensado sus voces para poder decirte cómo separar el grano de la paja.

En el episodio de hoy…

  • Vamos a hablar del arma más importante del cantante autodidacta.
  • Los errores que puede cometer un cantante que practique ejercicios que ha visto en YouTube.
  • La manera saber si un ejercicio te está funcionando.

Transcripción del episodio

Da igual si eres cantante autodidacta o si trabajas con un profesor de canto, si estás aquí es que te preocupa tu voz y quieres trabajarla.

Por eso escuchas un podcast para cantantes.

Ya sólo por eso, te felicito.

Porque atención, primer consejo de hoy: si no haces nada diferente, tu voz no cambiará.

Pero también hay algo que no sabes.

Puede ser que hagas cosas por tu voz y que igualmente nada cambie.

Yo he vivido las tres cosas.

Es decir:

  • No hacer nada por mi voz y que nada cambiase
  • Hacer ejercicios que no surtieron absolutamente ningún efecto
  • Trabajar mi voz con resultados increíbles

Así que sé de lo que hablo porque lo he vivido en primera persona.

Pero quiero ahondar un poco más en todo esto porque creo que es importante que entiendas de dónde estás partiendo.

¿Qué tipo de cantante eres tú?

Te decía que el primer grupo de cantantes no hacen nada por su voz y su voz no cambia.

Pero las motivaciones que tienen estos cantantes para ser cómo son pueden ser varias.

Puede ser que no hagan nada por su voz porque no creen que la voz se pueda cambiar.

Estos piensan que su voz es un don. 

Una lotería que les ha tocado, para bien o para mal.

Entonces da igual lo que hagan que nada va a cambiar.

Pero se equivocan porque pueden ir a peor, aunque no lo sepan.

Pero también puede ser que no hagan nada porque simplemente no saben qué hacer.

Cómo no sé qué hacer, mejor no hago nada.

Y fíjate que esto no está tan mal.

Es mejor no hacer nada que liarte a hacer ejercicios sin ton ni son.

Estos están abiertos a mejorar, pero si no quieren acabar como los otros, es mejor que empiecen a mover el culete.

Luego están los que hacen ejercicios pero no notan ningún resultado, ni bueno ni malo.

Porque hay ejercicios a los que se les llama de canto pero que no son de canto.

Para que un ejercicio sea de canto ha de involucrar a la voz. Si no la involucra, entonces no es un ejercicio de canto.

Por ejemplo, un ejercicio de respiración del tipo llena tu barriga de aire, aguanta el aire y luego suéltalo. 

Este ejercicio no hará cambios en tu voz, sencillamente porque no la estás trabajando.

Por ejemplo, si tú lo que quieres es que no te suene una voz tan aireada, entonces tienes que trabajar en que tus cuerdas vocales se mantengan juntas y ese ejercicio no hace ese trabajo.

Por lo tanto, no es un ejercicio de canto, es un ejercicio de relajación. 

Ojo! No digo que los ejercicios de relajación sean malos, pero no son ejercicios de canto y no surtirán ningún efecto en tu voz.

Por último tenemos a los cantantes que sí trabajan activamente por sus voces y que además consiguen resultados.

Todos queremos estar ahí, pero a veces no es fácil.

Vamos a ver por qué.

No sabes qué practicar.

Los cantantes autodidactas se encuentran con este problema, y a veces los que van con un profesor también.

Si vas con un profesor que no te da pautas para practicar, cosa que yo he vivido, por cierto…

Mi primera profesora me daba canciones más sencillas que las que yo podía cantar. Canciones que no tocaban los puntos difíciles de mi voz, justo los que tenía que trabajar.

Hacía esto porque eran las canciones de “su temario”, no ajustadas a mis necesidades.

Además, no me daba absolutamente ningún ejercicio para trabajar en casa.

Así que yo quería practicar en casa.

Al día siguiente de mandarme “los deberes”, es decir la canción que tenía que aprenderme, yo ya me la sabía y era capaz de cantarla con los ojos cerrados.

Eso sí, seguía teniendo absolutamente las mismas dificultades al cantar las canciones que me costaban antes de apuntarme a las clases.

Exactamente las mismas.

En este caso, yo tenía la voluntad de aprender y la fuerza para practicar, pero mi esfuerzo no se veía recompensado.

Alguien en esta situación se puede ver abocado a buscar ejercicios por Internet.

Y puede cagarla mucho.

Porque necesita saber qué ejercicios hacer para mejorar los aspectos que necesita mejorar.

Si lo hace al tuntún no mejorará.

Así que vamos a la miga.

Cómo sabes qué ejercicios te convienen.

Lo ideal es ir con un profesor que sepa lo que se hace.

Esto no es fácil, ya lo sé, ¿porque en qué te basas?

Para mí, claramente, en si le preocupa su formación como profesor.

Está mal que lo diga yo, pero es la verdad, así que lo digo.

Carlos y yo somos buenos profesores porque nos hemos preocupado por tener la mejor formación posible como profesores.

Hemos estudiado con el P profesor de Michael Jackson.

No todo el mundo puede decir lo mismo.

Si no quieres ir con un buen profesor y prefieres hacerlo por tu cuenta, entonces lo tienes más difícil, pero lo puedes hacer.

Eso sí, vas a tener que poner tus cinco sentidos al servicio de tu voz, pero sobre todo un sexto sentido: el sentido común.

Esa es el arma secreta del cantante autodidacta.

No es sentido común buscar ejercicios para bajar la laringe o para mejorar la compresión de las cuerdas vocales simplemente porque es lo que hay que hacer.

Por ejemplo, ves en un video de Youtube, que dice: para cantar notas agudas, tienes que trabajar ejercicios que bajen tu laringe.

Pero el caso es que esto es un error.

Está planteado al revés.

Un ejercicio no sirve para cantar notas agudas per sé.

Eso no funciona así.

La voz funciona de otra manera, no sigue un manual.

No hay ejercicios para conseguir un objetivo final como cantar notas agudas.

Los ejercicios que bajen tu laringe sirven para hacer bajar tu laringe.

Sé que suena simple, pero es lo que es.

Más que plantearte el resultado final, escucha lo que está pasando y antes de hacer un ejercicio que te sugieran por ahí, pregúntate:

¿Lo necesitas o no lo necesitas?

Está claro que si no lo necesitas es mejor que no lo hagas, porque lo de “pero no me hará daño hacerlo” aquí no aplica. 

Sí puede hacerte daño hacer un ejercicio que no necesitas.

Un consejo si eres cantante autodidacta y no buscas la ayuda de ningún profesor:

Vas a tener que hincharte a grabarte y escucharte para poder identificar lo que REALMENTE necesitas trabajar.

Y por último y muy importante.

Una vez que eliges hacer un ejercicio porque has valorado y decidido que te conviene, necesitas saber si lo estás aplicando bien o no.

Aquí el baremo es complicado.

Puede ser que lo sientas mejor pero lo oigas peor.

Y también puede ser que lo oigas mejor, pero lo sientas peor.

Y por eso es difícil.

¿Con cuál te quedas?

Y sin lugar a dudas te digo que con la primera.

Has de buscar primero la sensación y esperar a que el sonido se manifieste por sí mismo.

Puede que al principio no suene como esperabas, vamos, es lo más normal.

No habré tenido yo alumnas que me dicen: “pero no me suena como a ti”.

Es absolutamente normal.

Lo raro sería que les sonara exactamente como a mí la primera vez que lo hacen.

Es como si tu profe de guitarra te dice cómo tienes que poner los dedos para tocar un acorde y de repente te suena igual que a él.

Eso no pasa.

Y es normal. Necesitas acostumbrarte al ejercicio.

Es lo que hay.

Es difícil de aceptar porque quieres sonar bien ya y nadie quiere pasar por sonar peor durante un tiempo para sonar mejor después.

La verdad es que disfrutarás más al final si te centras en la sensación ANTES que en el sonido, así que yo te lo recomiendo 100%.

Así que resumiendo:

Deja que tu sentido común te guíe.

No hagas ejercicios que no sabes si te van a ir bien o no sólo porque un menda de Youtube dice que son para cantar notas agudas, porque aunque el menda se centre en lo que suele funcionar a la mayoría, puede que tú no seas la mayoría.

Y en ese caso estás vendido.

Usa el sentido común para entender el efecto que un ejercicio producirá en tu voz.

Quizás la respuesta sea ninguno, si es que no involucra a la voz.

Grábate y escúchate para identificar si necesitas o no un ejercicio antes de hacerlo.

Y céntrate en la sensación antes que en el sonido.

Puede sonar peor, pero si se siente mejor, definitivamente tienes que seguir por ese camino.

Este artículo ¿Qué ejercicios de canto ha de hacer un cantante autodidacta? pertenece a VoKalo.

Optimiza tu práctica para mejorar tu voz

La práctica… ese mal necesario para mejorar cualquier habilidad.

El canto no iba a ser una excepción, porque está claro que hay que practicar, aunque a veces podemos hacerlo de la manera incorrecta.

A veces, practicar mal es peor que no practicar nada.

¿En qué se traduce esto? En que EMPEORAS en vez de mejorar.

Por eso te traigo hoy este episodio de El Sensei del Cantante: para que puedas optimizar tus rutinas de prácticas.

¿Qué vas a aprender en este episodio?

  • Si lo que estás haciendo realmente es practicar
  • Por qué puedes llegar a practicar demasiado
  • Los factores externos que pueden afectar a tu progreso
  • Elegir tus batallas para ganar la guerra

La práctica es una parte importantísima del proceso para desarrollar una buena voz.

Pero… ¿en qué consiste una buena? ¿Hay prácticas malas?

Si llevas tiempo practicando canto pero sientes que no mejoras, lo que te voy a explicar en este episodio puede ayudarte a romper ese bloqueo.

Quiero empezar por hacerte una pregunta incómoda…

¿Realmente estás practicando?

Es una pregunta sincera.

Te la pregunto porque muchas veces nos engañamos pensando que estamos practicando, cuando lo único que hacemos es cantar sin ningún criterio técnico.

Cantar canciones sin más no va a hacer que tu técnica vocal mejore.

Si sientes un gran esfuerzo para cantar esas notas difíciles, tienes que aislar el problema con ejercicios para poder informar a tu cuerpo de que hay otro enfoque.

Es después cuando puedes empezar a aplicar ese conocimiento nuevo a las canciones, pero también tienes que plantearlo como un ejercicio, desde un punto de vista técnico.

Cuando tienes clara la parte técnica, practicar cantando sí es útil, porque puedes empezar a trabajar la parte de la interpretación.

Se puede llegar a practicar demasiado

Si eres como yo, eres capaz de pasar horas practicando sin parar un momento.

No te lo recomiendo.

Es posible que cuando no estás practicando sientas que te estás quedando atrás, que podrías estar trabajando para mejorar.

No es una sensación agradable, pero lo peor es que no es una mentalidad útil.

La fatiga muscular existe, y juega un papel importante en nuestro progreso como cantantes.

Como siempre te decimos, la voz no se produce por ningún hechizo mágico.

La voz se crea con partes de tu cuerpo que tienen que realizar un trabajo para que todo funcione.

Y los músculos encargados de crear la voz también se fatigan.

Si practicas durante el tiempo suficiente para que se fatiguen, has llegado al punto en el que, si sigues practicando, no vas a mejorar.

De hecho, puedes deshacer el progreso que hayas conseguido.

Un músculo cansado no puede hacer bien su trabajo, y si insistes en que lo haga, serán otros músculos los que se van a activar para tratar de compensar esa fatiga.

Eso es lo peor que podemos hacer en el canto: utilizar músculos que no debemos utilizar.

Cuando sabes esto, puedes empezar a ver que tomar descansos durante tus rutinas de práctica hará que avances más rápido, no más lento.

Un pequeño descanso de 5 minutos puede marcar la diferencia.

Elegir bien tus metas

Querer mejorar tanto como para ser capaz de hacer virguerías técnicas es un objetivo que admiro.

Personalmente pienso que quién más se exige, más lejos llega, pero como siempre, hay que exigirse con cabeza.

¿Qué quiero decir con esto? Que no tienes que marcarte metas que están fuera de tu alcance.

La voz mejora progresivamente.

Esto quiere decir que, aunque se puede mejorar bastante rápido, debemos ser realistas.

No podemos esperar cantar como un profesional en 1 mes si hoy nos cuesta afinar.

Hay que ir paso a paso.

¿Tu meta es cantar canciones de Celine Dion y no tienes su potencia?

Hay muchas metas que tienes que conseguir antes de llegar a esa meta final.

No estoy diciendo que no vas a poder llegar.

De hecho creo firmemente que cualquier persona puede llegar a cantar tremendamente bien si dedica esfuerzo y trabajo, y si se marca las metas adecuadas.

Tratar de alcanzar metas demasiado lejanas no te va a permitir construir los cimientos que necesitas, y tu voz siempre va a estar en desequilibrio, en descontrol.

Ve paso a paso.

Hacer más y estudiar menos

Gracias a Internet, tenemos un montón de información a nuestro alcance, en cuestión de segundos.

Información buena y mala, aunque ese es otro tema.

De lo que quiero hablarte es de que podemos ahogarnos en tantísima información.

Porque cantar es una actividad física más que intelectual.

Tenemos que hacer y hacer para ser mejores cantantes, no leer y estudiar.

Por supuesto que la teoría puede ser útil.

A veces es necesaria.

Pero la práctica es mil veces más necesaria.

No puedes aprender a cantar leyendo libros, ni viendo vídeos.

Y aunque me arriesgo a que el Sensei me meta una buena bronca, tampoco puedes mejorar tu voz sólo escuchando podcasts.

Llega el momento en el que tienes que ponerte manos a la obra, durante mucho tiempo.

Cuando acabe de hablarte de los 3 próximos puntos puede ser un buen momento para empezar.

Desarrollar el oído para entender cómo suena una buena técnica

Quiero hacer hincapié en que no estoy diciendo en desarrollar el oído musical.

Esa otra habilidad que es útil, pero no es de lo que te voy a hablar ahora.

Ser capaz de saber cuál es el sonido de una buena técnica, aunque no sepas explicar el por qué, es muy importante para ti como cantante.

Cuando sabes reconocerlo, puedes empezar a buscarlo en tu propia voz.

Ese es un buen camino a seguir para desarrollar una buena técnica.

Lo difícil es saber en qué cantantes podrías fijarte para conseguirlo, porque no siempre los cantantes más famosos o más aclamados son los que mejor técnica tienen.

Por eso te recomiendo lo siguiente.

Fíjate menos en los cantantes actuales y más en los cantantes que, con una edad avanzada, siguen cantando igual de bien que cuando eran jóvenes.

Esos cantantes que no tienen que estar bajando de tono sus canciones.

Esos cantantes que en sus directos hacen las mismas melodías que en sus grabaciones.

Tu lugar de práctica

Cuando practicas canto, no puedes estar pensando en si el vecino te está escuchando o en lo que te dirá tu hermana cuando acabes.

Ese tipo de preocupaciones tienen repercusiones físicas en tu cuerpo.

Entre otras cosas, la zona de tu cuello se va a tensar.

Justo esa zona en la que se encuentran tus cuerdas vocales.

Si cantar así es muy difícil, imagínate lo difícil que será que mejores.

Es normal que la gente de tu alrededor no entienda el trabajo que tienes que hacer para mejorar tu voz: sonidos extraños, escalas repetitivas, etc.

Y las personas suelen burlarse de lo que no entienden.

Por eso es totalmente comprensible que te cohibas en un entorno como ese.

Y por eso es tan importante que busques la forma de practicar con tranquilidad.

Si tienes coche, una opción genial es irte a un parque donde no haya mucha gente y practicar dentro de tu coche.

Otra opción es alquilar un local insonorizado por horas, o incluso de forma mensual.

Es algo difícil para muchos.

Para mí lo fue cuando era joven.

Pero es necesario.

Tu crítico interno

A nadie le gusta equivocarse.

A mí no me gusta.

Pero para mejorar en algo hay que fallar, porque fallando se aprende.

Tengo la sensación de que, por fortuna, la cultura del criticar por los errores poco a poco se está yendo de nuestra cultura.

Sigue ahí, pero me parece verla cada vez menos.

Eso es genial, pero estoy viendo que está siendo sustituida por otra que tampoco es muy buena: fallar está bien, así que no hace falta que cambies nada.

No quiero hacer de esto una charla filosófica, pero esto es importante para mejorar tu práctica como cantante.

Sí, permítete fallar, pero corrige eso que te ha hecho fallar.

Los fallos son indicadores de que algo no ha funcionado bien.

Así que, si queremos mejorar, tenemos que cambiar algo para que ese fallo no vuelva a ocurrir.

Para ponerlo en contexto, imagínate que quieres cantar con más potencia.

Lo intentas, pero sientes un sobresfuerzo hasta que tu voz se quiebra de golpe.

En principio, ese sobreesfuerzo previo al fallo debería indicarte que no está bien y que deberías cambiarlo.

Porque si sigues insistiendo en mantenerlo, las cosas sólo irán a peor.

Repetir un fallo una y otra vez no hará que desaparezca.

Hará que se refuerce.

Este artículo Optimiza tu práctica para mejorar tu voz pertenece a VoKalo.

¿Cómo entrenan la voz los cantantes famosos? 5 casos de los que aprend

cómo entrenan la voz los cantantes famosos

Mal. Los cantantes famosos entrenan sus vocales mal 😂

Pero esto tiene muchos significados, y hay mucha más chicha de lo que en un principio pueda parecer.

Con los años, esto se ha ido agravando, porque muchos vocal coaches únicamente utilizan los ejercicios de Seth Riggs sin saber muy bien por qué.

De hecho, los ejercicios de canto que utilices no son lo realmente importante.

Pero vamos a lo que vamos, porque podemos sacar aprendizajes muy buenos de los cantantes famosos que podemos aplicar a nuestras voces.

Primero quiero que tengas claro que un cantante famoso no tiene por qué ser un buen cantante técnico.

Ni siquiera cantar bonito quiere decir tener una buena técnica vocal.

Muchas veces se confunde el sufrimiento al cantar por sentimiento.

El grito pelao por potencia.

Puse un ejemplo muy concreto de un cantante español en la entrevista sobre la voz que nos hizo Gache Boccazzi en su podcast, Sé feliz donde estés.

Pero cuando entrenas tu oído para reconocer qué hace bonita a una voz, bonita de verdad, cada vez que oyes a un cantante desviarse de ahí, te rechinan los oídos.

Muchos alumnos me dicen muchas veces algo que me lleva pasando años a mí mismo: “no puedo dejar de oírlo”.

Se refieren a cuando escuchan a los cantantes que más les gustan, pero que lo hacen mal técnicamente.

Pero ya hemos hablado de técnica vocal aquí.

Vamos a ver qué pasa con los cantantes famosos y sus entrenamientos vocales.

1. Los cantantes famosos que lo hacen bien

Hay muchos que lo hacen bien.

Cuidan sus voces a nivel de salud, hábitos, etc.

Y también entrenan regularmente, sabiendo que es muy fácil desviarse de la técnica vocal correcta y empezar a forzar la voz sin darse cuenta.

Por eso es necesario que siempre tengan a un entrenador vocal a mano y entrenen regularmente.

No porque sean tontos y no sepan cantar, si no porque un entrenador vocal bueno detecta cuándo algo se va de madre.

Puedes detectarlo tú por tu cuenta, pero un chequeo regular es bueno, porque desde fuera se ven las cosas diferentes. Más claras.

Por eso los entrenadores vocales no tienen por qué cantar mejor que los cantantes a los que entrenan.

Ahora vamos a ver qué hacen mal los cantantes famosos al entrenar sus voces.

2. Los que no entrenan

Estos son los que nunca hacen nada.

Hacen algún lip bubble por aquí, unos sonidos raros por allá, y se apoyan mucho en infusiones y soluciones milagrosas para mantener bien la voz.

Existe ese cantante, 1 entre 1 millón, que hace incluso menos que esto y mantiene su voz intacta durante toda su vida.

Esto no es lo habitual, igual que no es habitual fumar toda la vida como un carretero sin sufrir ninguna consecuencia.

Lo que podemos aprender de estos casos son dos cosas:

  1. No copiar su ética de trabajo, en lo que al entrenamiento vocal respecta. Si quieres una buena voz, tienes que trabajarla prácticamente a diario.
  2. Ver qué narices están haciendo, cómo están cantando, para poder tener la voz a ese nivel sin hacer nada y sistematizarlo para poder replicarlo en otras personas.

El primer punto es para ti.

El segundo, para los entrenadores vocales como nosotros.

A excepción del bicho raro, el resto de cantantes sufren las típicas consecuencias: cancelación de conciertos, cada vez más esfuerzo al cantar, pérdida de rango vocal, …

3. Los que suenan bien por defecto

Estos son los cantantes que han cantado toda la vida.

Tienen una voz bonita, suenan bien, y la gente se lo ha hecho saber.

Han practicado, sin duda, pero no tanto la técnica, si no su estilo.

Con esa práctica han aprendido a tener más seguridad, a crear su identidad como cantantes, etc.

Saben que tienen que entrenar la voz y empiezan a recibir clases sin mayor pretensión.

“Lo hago porque hay que hacerlo, hay que cuidar la voz”, suelen decir.

Aquí tenemos tres problemas de los que podemos aprender cosas importantes:

  1. No tener una meta cuando entrenas tu voz es lo mismo que ir a ningún sitio.

    Tienes que tener claras tus carencias y cómo trabajarlas, porque si no simplemente acabarás haciendo ejercicios de respiración y ejercicios genéricos de calentamiento vocal.
  2. Ver el entrenamiento vocal como algo pasivo te lleva a no obtener resultados.

    Sí, entrenar la voz es “algo que hay que hacer”, pero eso no sólo implica ver a tu entrenador vocal cada X tiempo.

    Implica que practiques por tu cuenta con el material que te proporcione, y de forma muy consciente, porque lo que buscas es aplicar cambios en tu voz. Utilizarla de forma diferente.
  3. Si ya suenan bien y cantan bien, ¿para qué querrían hacer algo diferente?

    Suena lógico, pero no es así. Aunque tu voz suene bien cuando cantas, puedes sonar mejor.

    Cansarte menos (o no cansarte).

    Ampliar tu rango vocal y así hacer más únicas tus canciones (si compones) o cantar versiones de canciones que ahora mismo no puedes.

4. Los que su musicalidad les impide mejorar rápido

Al ser cantantes famosos, saben perfectamente lo que suena bien y lo que no, musicalmente hablando.

Un ejemplo clarísimo es la afinación. Si oyen que algo está desafinado, les duele.

No pueden soportar oírlo.

Paradójicamente, cuando entrenas tu voz, muchas veces la afinación queda en segundo plano.

Porque no se trata de sonar bien, musicalmente hablando.

Se trata de que descubras formas nuevas de utilizar tu voz.

¿Para qué?

Buena pregunta.

Para acceder a notas que ahora son imposibles.

Para dejar de hacer tanta fuerza cuando llegas a las notas más importantes de una canción.

Para no castigar tu voz y no tener siempre miedo de si al día siguiente tendrás ronquera.

Entonces, cuando estos cantantes están entrenando, si un ejercicio no les suena musicalmente bien, se bloquean y lo repiten, pero con la intención equivocada.

Buscan que suene bonito, cuando deberían buscar que sea correcto.

Esto les pasa a todos los cantantes, famosos y no famosos, pero cuando tienen un cierto nivel de fama, les cuesta mucho más no pensar en ello.

5. Los que creen que la técnica les hará perder su identidad como cantantes

Esto lo entiendo.

De verdad que lo entiendo.

Pero no es verdad.

Mejorar la técnica no cambia tu identidad. 

Mejorar tu técnica vocal te da control y libertad para elegir de forma consciente lo que quieres hacer, en vez de cantar “cómo te salga”.

De hecho, PERMITE que tu identidad salga a la luz.

Porque si tienes una mala técnica, ya puedes tener música celestial en tu cabeza y saber exactamente cómo lo querrías cantar, porque la voz no va a ser capaz de emitir esos sonidos.

Es cierto que durante el entrenamiento vocal, especialmente al principio, tu voz va a sonar extraña porque estás empezando a descubrir cosas nuevas.

En ese primer paso lo importante es sentir que puedes cantar más fácil, dejando un poco de lado el sonido que obtengas.

Porque eso te da control.

Con ese control puedes hacer un trabajo mucho más fino sobre el sonido que quieres conseguir en cada momento.

Esto no sólo te da libertad, si no que aumenta tu expresión como cantante.

Este artículo ¿Cómo entrenan la voz los cantantes famosos? 5 casos de los que aprend pertenece a VoKalo.