RUSALKAS

Imagen: Agustín Moreno

El pasado enero, cuando comenzaba la gran nevada,  nuestro compañero Agustín Moreno tomó esta fotografía de una de las esculturas que hay junto al estanque del Retiro. Se trata de una sirena  que con su lira  parece cantar al invierno. La imagen es más que una  figura en el paisaje; es toda una evocación poética, una invitación a la belleza  que nos da pie a ahondar un poco más en el conocimiento de esas míticas ninfas acuáticas,  musicales  y algo siniestras a las que los pueblos eslavos  llamaron Rusalkas.

Cuando una muchacha se ahogaba accidental o voluntariamente, tornábase en una  Rusalka, divinidad de las aguas. Esta creencia era común a todos los pueblos eslavos. [...] La vida de estos seres era doble: acuática y forestal. Hasta principios del verano, es decir, hasta la semana de las Rusalki, vivían en el agua. A partir de este momento salían del elemento liquido para morar en los bosques. Solían escoger un sauce o un abedul de ramas péndulas sobre el agua y en él se subían y se instalaban pasando horas y horas en contemplarse en el agua que tenían a sus pies, como en un gran espejo. Durante las noches de luna llena se balanceaban en las ramas, se interpelaban, reían,  cantaban...

Juan B. Bergua. Mitología universal. Clásicos Bergua. Madrid 1979.

Aunque las rusalkas cantoras de las aguas gustaban de atraer a los incautos que se acercaban por las inmediaciones y llevarlos consigo a las profundidades hubo sin embargo una famosa excepción: la protagonista de la ópera que el compositor checo Antonin Dvorak tituló precisamente Rusalka y que se estrenó en Praga en 1901. En ella, la ondina de los lagos le pide a una bruja que la transforme en mujer para vivir el amor con un joven príncipe; la bruja lo hará a cambio de su voz,  como en el  famoso cuento de H.C. Andersen en que se inspira el libreto. ¿Tendrá feliz final también?


En cuanto a Dvorak, conocido sobre todo por su obra sinfónica y cuyo lenguaje se inscribe en la tradición romántica germánica, queremos recordar sus evidentes rasgos nacionalistas que en esta ocasión reconocemos en la propia temática de la obra. En ella brillan su gran maestría melódica y la expresión de la emoción  propias del romanticismo. Ambas características  se evidencian en el aria más famosa,  La canción de la luna, en la que la protagonista pregunta a la luna por su amor. 



Este es el texto traducido:

Luna, que con tu luz iluminas todo
desde las profundidades del cielo
y vagas por la superficie de la tierra
bañando con tu mirada el hogar de los hombres.
¡Luna, detente un momento
y dime dónde se encuentra mi amor!
Dile, luna plateada,
que es mi brazo quien lo estrecha,
para que se acuerde de mí
al menos un instante.
¡Búscalo por el vasto mundo
y dile, dile que lo espero aquí!
Y si soy yo con quien su alma sueña
que este pensamiento lo despierte.
¡Luna, no te vayas, no te vayas!

Veamos y escuchemos la interpretación de Rene Fleming.

   

 A continuación, un resumen de la ópera.


Aquí la dejamos completa y subtitulada.

 

También recomendamos el estupendo programa de RTVE This is Opera  dedicado a RUSALKA  y que puede verse pinchando en el enlace.

Esperando que disfrutéis de la fantasía y la belleza nos despedimos agradeciendo a Agustín Moreno la cesión de la imagen.

Enlaces de interés:

La película Rusalka dirigida por Peter Weigl en 1977 y subtitulada en inglés.

Nuevas tarjetas y collages de compositores

Como ya hiciéramos el pasado curso con el alumnado de secundaria, hemos vuelto a utilizar una herramienta 2.0 llamada Pizap, la cual nos permite hacer collages y montajes de imágenes de cualquier tipo. El año pasado, como prueba, hicimos todas las tarjetas sobre el mismo compositor, W.A. Mozart, pero en este curso hemos preferido que cada alunmno y alumna eligiera uno de los muchos compositores que conocen para hacer estos montajes.
Los resultados del curso pasado fueron muy originales, y comprobé que no solo desarrollan su imaginación y creatividad a la hora de elaborar sus tarjetas, sino que además, al buscar imágenes del compositor, su ciudad, partituras, obras o familiares, esa información se les quedó guardada mucho mejor que si lo hubieran simplemente leído o estudiado en el libro de texto. Por tanto creo que merecía la pena volver a realizar una actividad lúdica pero educativa, en la que, como primer paso, tuvieron que buscar y escribir parte de las biografías de los compositores que habían elegido, para, posteriormente, elaborar las tarjetas y collages con total libertad creativa. Estos son algunos de los resultados del alumnado de 1º de ESO:

JOHANNES BRAHMS (ANTONIO MANUEL DÍAZ CANO):


EDVARD GRIEG (LUZ MARÍA BARCO, ANDREA ORDOÑO E IRENE PEDRAZA):






GABRIEL FAURÉ (SARA PARRA RODRÍGUEZ):


LUDWIG VAN BEETHOVEN (SETEFILLA CARBALLIDO SEGOVIA):





JOSEPH HAYDN (SAMUEL TRIGUEROS CUEVAS):




ANTONÍN DVORAK (SANDRA GONZÁLEZ MUÑOZ):

 

Sinfonía del Nuevo Mundo (Goin’ Home)

Antonín Dvořák (1841-1904): Largo de la Sinfonía del Nuevo Mundo, Op. 95.

Segundo movimiento de la más famosa sinfonía de Dvořák, que el compositor escribió durante su estancia en Estados Unidos inspirándose en la música indígena. Un alumno del mismo Dvořák escribió una letra para la melodía pentatónica inicial, de la que resultó una canción con estilo de spiritual cuyo título es Goin’ Home.

En los compases del 11 al 14 las flautas se dividirán en dos grupos. De tocar una sola flauta, ésta interpretará la línea superior.

Transcripción para flauta dulce y piano por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post El nuevo mundo y los derechos civiles, del blog educacionmusical.es.

Goin’ Home

Goin’ Home, transcripción del segundo movimiento de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák, interpretada por Paul Robeson (1898-1976). Grabación en vivo en el Carnegie Hall de New York, 1958.

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El nuevo mundo y los derechos civiles

Ya tuvimos ocasión de hablar de la presencia de varios elementos musicales propios del folklore norteamericano en la producción musical de Antonín Dvořák durante la época en que fue director del Conservatorio de Nueva York, entre el 1892 y el 1895, centrándonos sobre todo en el segundo y tercer movimiento de su Sonatina en sol mayor, Op. 100 para violín y piano.

Al igual que en esa obra camerística, el compositor checo empleó varios elementos típicos de la cultura musical indígena de Estados Unidos también en su más famoso trabajo orquestal, la Sinfonía nº9 en mi menor, Op. 95, conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo. Ese es el caso del motivo pentatónico sobre el cual construyó su segundo movimiento, Largo, que abre una sencilla pero profunda melodía encomendada al corno inglés, instrumento de la familia del oboe, con el cual comparte su timbre melancólico y penetrante, características aún más acentuadas por el hecho de estar afinado una quinta más grave.

A pesar de que el día del estreno el mismo compositor declaró a la prensa que compuso esta sinfonía inspirándose en la música de los nativos americanos, es muy frecuente que esta melodía se asocie con la cultura afroamericana en lugar de con la amerindia, debido a que un alumno del mismo Dvořák, William Arms Fisher, casi tres décadas después, le añadió una letra con los rasgos caracterizadores más típicos de los spirituals, de manera tan eficaz que hasta se ha llegado a crear el equívoco de que nos encontraríamos delante del canto tradicional en el que Dvořák se inspiraría para componer el Largo de su novena sinfonía.

Paul Robeson

Paul Robeson

He escuchado varias interpretaciones de Goin’ Home ese es el título de la versión vocal de esta obra y sin ninguna duda me quedo con la impresionante voz de bajo de Paul Robeson, un cantante excelente pero sobre todo una persona admirable.

Robeson —cuyo padre, siendo adolescente, consiguió escapar de la plantación en la que era esclavo—< no sólo sobresalió por sus dotes artísticas, culturales y atléticas (además de cantante, también fue actor de teatro y de cine, escritor y abogado, conocía más de 20 idiomas y destacó como jugador de fútbol americano), sino también por su incansable y generosa actividad en favor de los derechos civiles. Sus principios le llevaron a luchar no sólo contra el racismo, sino también contra el fascismo, situándose al lado de los oprimidos más allá de las fronteras de su país, incluyendo el nuestro: durante la Guerra Civil Española, su oposición frontal al bando golpista le llevó a sostener la causa republicana durante sus conciertos y hasta a visitar el frente en 1938 para apoyar y dar ánimo en un momento difícil a la Brigada Lincoln.

Durante la Guerra Fría, su activismo fue hostigado cada vez más por el FBI, pero Robeson, fiel a sus principios, desoyó las repetidas advertencias gubernamentales. Finalmente, al igual que otros eminentes artistas e intelectuales de su época, en los años 50 fue víctima de la caza de brujas que pretendía acabar con las ideas críticas con el Gobierno estadounidense y próximas al comunismo. Como consecuencia, le cancelaron todos los conciertos programados y le hicieron desaparecer de la prensa, a la vez que le retiraron el pasaporte, por lo que su actividad artística declinó rápidamente. No ocurrió lo mismo con su activismo, que siguió muy intenso mientras su salud se lo permitió.

Recibió numerosos reconocimientos póstumos desde el mundo de la música, del cine, del teatro y del deporte, además de desde la ONU, pero el gobierno de su país todavía no ha reparado su injusticia de manera clara y contundente.

La última versión que os propongo es el arreglo para flauta dulce que he preparado para el aula, que puede ser útil para trabajar, entre otros, el fraseo y la respiración: cada dos compases, con la única excepción del compás 19. En los compases de 11 a 14, el alumnado se dividirá en dos grupos.