Este concepto de voz profesional tiene que ver con el uso de la voz que hacen las personas para desarrollar su trabajo. No tiene el mismo efecto una leve disfonía en un/a cantante que en un administrativ@, porque el primero puede ver comprometido su trabajo y el segundo puede ser que no.
Según este criterio existen cuatro niveles de empleo vocal:
1. Aquellas personas en las que una ligera perturbación vocal puede tener consecuencias desastrosas: los cantantes y los actores.
2. Aquellas personas a las que una moderada disfunción vocal les impide su trabajo: sacerdotes, conferenciantes y operadores de telefonía.
3. Aquellas personas a las que una disfonía grave les impide su labor: maestros, médicos, abogados...
4. Aquellas personas que no dan un uso profesional y por tanto no les impedirá hacer su trabajo con plena eficacia: oficinistas, reponedores...
Te invitamos a reflexionar en qué grupo de estos cuatro te enmarcarías para que tengas en cuenta los cuidados de la voz que debes realizar.
Para más información remitimos a la publicación "La evaluación clínica de la voz. Fundamentos médicos y logopédicos" de J. C. Casado y J. A. Adrián, Ed. Aljibe.