Grandes monologuistas: Sil de Castro, "Nunca dejes la oportunidad de subirte a un escenario"

Desde el momento de la idea inicial hasta la puesta en escena con el público, ¿cuál es tu proceso creativo y cuánto te cuesta crear un monólogo?
Primero viene la lluvia de ideas, suelo juntarme con algunos colegas cómicos, cada uno lanza el tema sobre el que quiere escribir y todos decimos las idioteces que nos vienen a la cabeza. Ese es el punto de partida.
El tiempo de creación varía mucho, sobretodo en función de las fechas de entrega...

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración para crear los gags (refranes, dichos, memes, actualidad, tweets, etc…)?
La vida. Puede sonar a topicazo, pero es cierto, así como hay cómicos que se inspiran con a actualidad, leyendo el periódico o viendo las noticias, a mi siempre me apetece contar aquello que me llama la atención de mi vida o de la de los que me rodean.

¿Qué recursos vocales empleas en tus monólogos (entonación, imitación de voces, carcajadas, canciones, etc…)?
Pues la entonación claro, varía según la emoción que acompañe a cada gag, cuando haces algún personaje cambias el tono, el timbre, la velocidad. En un monólogo la voz es la herramienta principal.


¿Qué importancia le otorgas al control de los silencios durante el transcurso de la interpretación?
El silencio es tan importante como la palabra, como en la música, no?

¿Cómo sabes si estás conectando con el público?
Les miro a los ojos, en el Stand-up comedy al no haber cuarta pared, es tarea fácil, les miro, leo sus gestos y si me quedan dudas incluso les pregunto.

¿Improvisas?
Muchísimo, es la parte que más me gusta de mi trabajo, estar con diez mil ojos bien abiertos para que no se te escape nada de lo que ocurre. Sin duda mis mejores gags fueron fruto de la improvisación.

¿Cuál es el origen de tu vocación por hacer monólogos?
Soy actriz, estoy vinculada al teatro desde la adolescencia, los monólogos llegaron cuando ya tenía muchas horas de vuelo sobre un escenario, siempre me decliné hacia la comedia, así que el hacer monólogos solo ha sido una consecución lógica de mis pasos.

¿Qué impacto crees que tiene en las personas el buen humor?
Sin duda es completamente terapéutico. Para mí los momentos más emocionantes de mi trabajo como cómica son cuando ha venido alguien al terminar el espectáculo y me ha dicho “Estoy pasando una mala temporada y tu has conseguido que me olvide de todo”

¿Cómo preparas las actuaciones?
Me encargo de la producción, cuestiones logísticas y demás, llego al lugar con tiempo, me encargo de la parte técnica y después me dedico a observar a quien va a ser mi público después.

¿Qué haces para cuidar tu voz?
Calentar antes de las actuaciones, la verdad es que debería cuidarla muchísimo más de lo que lo hago pues tengo una lesión en las cuerdas vocales.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
Pues lo cierto es que siempre había trabajado sin microfóno y nunca había tenido ningún problema en la voz, pero entonces llegaron los monólogos, las actuaciones en locales donde la gente a veces está deshubicada y habla, el tener que forzar, el usar un micro cuando nunca antes lo había hecho y no he aprendido a hacerlo... y me lesioné, tengo una pequeña lesión en las cuerdas vocales y ahora me quedo afónica con facilidad.

¿Qué hace a un buen monologuista?
Sin dudarlo, las horas de vuelo. 

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la interpretación de monólogos?
Les diría lo que me dijo una vez mi maestro Albert Boira. Nunca dejes pasar la oportunidad de subir a un escenario. Como he dicho en la anterior pregunta, las horas de vuelo son lo que te hace como cómico.

¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas actuaciones? 
En mi página de facebook, ahora mismo estoy haciendo un espectáculo en El Molino de Barcelona donde hago monólogos o stand-up comedy pero con un toque cabaretero.

Grandes monologuistas: Albert Boira, "Sé si conecto por el silencio"

Desde el momento de la idea inicial hasta la puesta en escena con el público, ¿cuál es tu proceso creativo y cuánto te cuesta crear un monólogo?
Escribo lo que "me late", por necesidad vital de hablar de algo... no me funciona lo de sentarme a escribir... primero hay una interminable sucesión de notas escritas o grabadas en el móvil, ideas que me surgen en los lugares y momentos más insospechados... después ordenarlo en el ordenador... digamos que es como un embarazo con parto incluido... a este ritmo acostumbro a ser capaz de escribir un monólogo por año... podría escribir más, pero ese es el ritmo natural que me surge.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración para crear los gags (refranes, dichos, memes, actualidad, tweets, etc…)?
Mis fuentes de inspiración, en un noventa por ciento de los casos, tiene que ver con la HIPOCRESIA SOCIAL y la DOBLE MORAL. Opino que vivimos prisioneros de las normas preestablecidas y por los residuos educacionales... sujetos a la opinión de los demás. Mi discurso va de libertades individuales, en el día a día, en el amor, el sexo, las drogas, etc.

¿Qué recursos vocales empleas en tus monólogos (entonación, imitación de voces, carcajadas, canciones, etc…)?
Soy monologuista "intérprete", quiero decir con esto que acompaño mi historia con gesto, con voces, con personajes... le doy mucha importancia al tono y a la intención, a la onomatopeya. Y el gesto, la mímica, vital para mí.

¿Qué importancia le otorgas al control de los silencios durante el transcurso de la interpretación?
Muchísima. Dado que no siempre trabajo en teatros, donde el silencio "se presupone", y a veces trabajo en locales, salas, discotecas, donde el silencio hay que ganárselo, diría que el silencio cumple varias funciones. Por un lado el silencio es la demostración de que "tienes" al público, todos atienden, nadie se distrae. Por otro lado existe el silencio teatral, la "pausa/efecto", un silencio es un captador de atención, refuerza lo que uno vaya a decir a continuación o deja el espacio para que cale lo que uno acaba de decir... el silencio es, como no, parte importante en el uso de la palabra.

¿Cómo sabes si estás conectando con el público?
Por el silencio, por la forma de escucharme cuando argumento, por la participación cuando pregunto algo. Hay una sensación que tengo difícil de explicar. Uno siente como está conectado con invisibles hilos con todas y cada una de las personas que tiene enfrente... los hilos a veces se rompen, a veces se mantienen conectados... hay mucho de "sensación" enla conexión con el público.



¿Improvisas?
Mucho, me atengo al guión en el desarrollo del espectáculo, pero dejo siempre abierta la posibilidad de improvisar. A veces, en escena, coinciden la oportunidad y la ocurrencia brillante, y yo intento no desaprovechar nunca una ocurrencia en directo, me gusta hacerlo, me hace sentir vivo como artista... de hecho, de muchas de mis improvisaciones han surgido después bloques enteros de monólogo.
¿Cuál es el origen de tu vocación por hacer monólogos?
Me dedico a esto desde los cuarenta años de edad, mi vocación fue primero huir del sistema y de una vida orientada al resultado económico... casi al mismo tiempo me sorprendí viendo "El Club de la Comedia", en sus inicios, y sentí que ese era mi futuro. Por fin el tipo que tenía que reprimir sus bromas porque "no era serio" encontraba un lugar en el mundo donde lo "serio" era hacer bromas.

¿Qué impacto crees que tiene en las personas el buen humor?
Impacto? El buen humor es imprescindible para vivir la vida sin encontrarla un sinsentido... el humor nos hace fuertes y sensibles a la vez. La verdad, sin darme cuenta casi, me rodeo de gente con buen humor, me hacen la vida más fácil, y yo a ellos...

¿Cómo preparas las actuaciones?
Con los años me he vuelto muy meticuloso, y la salud me ha ayudado a eso. No trasnocho la noche anterior a una actuación, intento por todos los medios hacer una buena siesta por la tarde el día de la actuación. Repaso mentalmente (en cualquier sitio, evadiendo una parte de mi ser consciente) lo que haré encima del escenario, y me conecto "emocionalmente" a la actuación cinco minutos antes de subir al escenario preguntándome una y otra vez: Albert, ¿qué has venido a hacer aquí?

¿Qué haces para cuidar tu voz?
La verdad es que muy poco. Ando con el cuello siempre abrigado (excepto en verano), siento mucho el frío en el cuello y tengo la manía de que me quedaré sin voz, pero más allá de eso, nada.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
No he notado muchos cambios en mi voz, más allá de conocerme mejor y perder el miedo a gritar cuando conviene en escena.

¿Qué hace a un buen monologuista?
No creo que nadie pueda dar una respuesta a esta pregunta en la que todos estemos de acuerdo y nos veamos reflejados. Yo sólo puedo dar mi opinión, y es fácil que mañana no esté de acuerdo con ella, es una visión muy personal la que guía mi respuesta.

Me da que un buen monologuista lo puede ser por muchas cosas, porque trabaje mucho, porque le contraten mucho, porque haga más risas por minuto que otros. A mi modo de ver, un buen monologuista es aquel capaz de hacer reír al público cuando él quiere, hacerle pensar cuando él decide, el que mantiene la atención del público y predura en su memoria.

Un buen monologuista puede ser cualquiera, mientras haga reír y disfrute con ello.

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la interpretación de monólogos?
Que no se fije en los demás más que para aprender, que no tenga la sensación de que compite con nadie, que no supedite su éxito al resultado... el éxito ya lo ha alcanzado metiéndose en una aventura que le hará conocerse mejor y vivir más su propia vida.

¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas actuaciones?
Siguiéndome en Facebook: Albert Boira, en Twitter o Instagram: @albertboira, allí publico mis actuaciones, viajes y muchas cosas divertidas que se me ocurren, conexiones en directo, comentarios de noticias, etc.

Grandes monologuistas: Albert Boira, "Sé si conecto por el silencio"

Desde el momento de la idea inicial hasta la puesta en escena con el público, ¿cuál es tu proceso creativo y cuánto te cuesta crear un monólogo?
Escribo lo que "me late", por necesidad vital de hablar de algo... no me funciona lo de sentarme a escribir... primero hay una interminable sucesión de notas escritas o grabadas en el móvil, ideas que me surgen en los lugares y momentos más insospechados... después ordenarlo en el ordenador... digamos que es como un embarazo con parto incluido... a este ritmo acostumbro a ser capaz de escribir un monólogo por año... podría escribir más, pero ese es el ritmo natural que me surge.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración para crear los gags (refranes, dichos, memes, actualidad, tweets, etc…)?
Mis fuentes de inspiración, en un noventa por ciento de los casos, tiene que ver con la HIPOCRESIA SOCIAL y la DOBLE MORAL. Opino que vivimos prisioneros de las normas preestablecidas y por los residuos educacionales... sujetos a la opinión de los demás. Mi discurso va de libertades individuales, en el día a día, en el amor, el sexo, las drogas, etc.

¿Qué recursos vocales empleas en tus monólogos (entonación, imitación de voces, carcajadas, canciones, etc…)?
Soy monologuista "intérprete", quiero decir con esto que acompaño mi historia con gesto, con voces, con personajes... le doy mucha importancia al tono y a la intención, a la onomatopeya. Y el gesto, la mímica, vital para mí.

¿Qué importancia le otorgas al control de los silencios durante el transcurso de la interpretación?
Muchísima. Dado que no siempre trabajo en teatros, donde el silencio "se presupone", y a veces trabajo en locales, salas, discotecas, donde el silencio hay que ganárselo, diría que el silencio cumple varias funciones. Por un lado el silencio es la demostración de que "tienes" al público, todos atienden, nadie se distrae. Por otro lado existe el silencio teatral, la "pausa/efecto", un silencio es un captador de atención, refuerza lo que uno vaya a decir a continuación o deja el espacio para que cale lo que uno acaba de decir... el silencio es, como no, parte importante en el uso de la palabra.

¿Cómo sabes si estás conectando con el público?
Por el silencio, por la forma de escucharme cuando argumento, por la participación cuando pregunto algo. Hay una sensación que tengo difícil de explicar. Uno siente como está conectado con invisibles hilos con todas y cada una de las personas que tiene enfrente... los hilos a veces se rompen, a veces se mantienen conectados... hay mucho de "sensación" en la conexión con el público.

¿Improvisas?
Mucho, me atengo al guión en el desarrollo del espectáculo, pero dejo siempre abierta la posibilidad de improvisar. A veces, en escena, coinciden la oportunidad y la ocurrencia brillante, y yo intento no desaprovechar nunca una ocurrencia en directo, me gusta hacerlo, me hace sentir vivo como artista... de hecho, de muchas de mis improvisaciones han surgido después bloques enteros de monólogo.

¿Cuál es el origen de tu vocación por hacer monólogos?
Me dedico a esto desde los cuarenta años de edad, mi vocación fue primero huir del sistema y de una vida orientada al resultado económico... casi al mismo tiempo me sorprendí viendo "El Club de la Comedia", en sus inicios, y sentí que ese era mi futuro. Por fin el tipo que tenía que reprimir sus bromas porque "no era serio" encontraba un lugar en el mundo donde lo "serio" era hacer bromas.

¿Qué impacto crees que tiene en las personas el buen humor?
Impacto? El buen humor es imprescindible para vivir la vida sin encontrarla un sinsentido... el humor nos hace fuertes y sensibles a la vez. La verdad, sin darme cuenta casi, me rodeo de gente con buen humor, me hacen la vida más fácil, y yo a ellos...

¿Cómo preparas las actuaciones?
Con los años me he vuelto muy meticuloso, y la salud me ha ayudado a eso. No trasnocho la noche anterior a una actuación, intento por todos los medios hacer una buena siesta por la tarde el día de la actuación. Repaso mentalmente (en cualquier sitio, evadiendo una parte de mi ser consciente) lo que haré encima del escenario, y me conecto "emocionalmente" a la actuación cinco minutos antes de subir al escenario preguntándome una y otra vez: Albert, ¿qué has venido a hacer aquí?

¿Qué haces para cuidar tu voz?
La verdad es que muy poco. Ando con el cuello siempre abrigado (excepto en verano), siento mucho el frío en el cuello y tengo la manía de que me quedaré sin voz, pero más allá de eso, nada.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
No he notado muchos cambios en mi voz, más allá de conocerme mejor y perder el miedo a gritar cuando conviene en escena.

¿Qué hace a un buen monologuista?
No creo que nadie pueda dar una respuesta a esta pregunta en la que todos estemos de acuerdo y nos veamos reflejados. Yo sólo puedo dar mi opinión, y es fácil que mañana no esté de acuerdo con ella, es una visión muy personal la que guía mi respuesta.

Me da que un buen monologuista lo puede ser por muchas cosas, porque trabaje mucho, porque le contraten mucho, porque haga más risas por minuto que otros. A mi modo de ver, un buen monologuista es aquel capaz de hacer reír al público cuando él quiere, hacerle pensar cuando él decide, el que mantiene la atención del público y predura en su memoria.

Un buen monologuista puede ser cualquiera, mientras haga reír y disfrute con ello.

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la interpretación de monólogos?
Que no se fije en los demás más que para aprender, que no tenga la sensación de que compite con nadie, que no supedite su éxito al resultado... el éxito ya lo ha alcanzado metiéndose en una aventura que le hará conocerse mejor y vivir más su propia vida.

¿Dónde pueden nuestros lectores encontrar información actualizada sobre tus próximas actuaciones?
Siguiéndome en Facebook: Albert Boira, en Twitter o Instagram: @albertboira, allí publico mis actuaciones, viajes y muchas cosas divertidas que se me ocurren, conexiones en directo, comentarios de noticias, etc.

Qué es una ´voz profesional´?

Este concepto de voz profesional tiene que ver con el uso de la voz que hacen las personas para desarrollar su trabajo. No tiene el mismo efecto una leve disfonía en un/a cantante que en un administrativ@, porque el primero puede ver comprometido su trabajo y el segundo puede ser que no.

Según este criterio existen cuatro niveles de empleo vocal:

1. Aquellas personas en las que una ligera perturbación vocal puede tener consecuencias desastrosas: los cantantes y los actores.

2. Aquellas personas a las que una moderada disfunción vocal les impide su trabajo: sacerdotes, conferenciantes y operadores de telefonía.

3. Aquellas personas a las que una disfonía grave les impide su labor: maestros, médicos, abogados...

4. Aquellas personas que no dan un uso profesional y por tanto no les impedirá hacer su trabajo con plena eficacia: oficinistas, reponedores...

Te invitamos a reflexionar en qué grupo de estos cuatro te enmarcarías para que tengas en cuenta los cuidados de la voz que debes realizar.

Para más información remitimos a la publicación "La evaluación clínica de la voz. Fundamentos médicos y logopédicos" de J. C. Casado y J. A. Adrián, Ed. Aljibe.