Las consecuencias del 21% de IVA cultural

En 2012 se produjo la mayor subida de IVA en la historia del sector cultural español. Antes de esta subida, las actividades culturales se catalogaban dentro del tipo de IVA reducido, que hasta 2012 era del 8%. Con la reforma producida en este año, el IVA cultural pasó de ser reducido a general, y por tanto tener un coste del 21%.

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El IVA se divide en tres categorías:

  • General
  • Reducido
  • Superreducido

En 2012 se produjo una subida de dos de los tres tipos y ciertos cambios en la clasificación de los servicios y productos que pertenecían a cada grupo: 

  • General: Pasa del 18% al 21%
  • Reducido: Pasa del 8% al 10%
  • Superreducido: Se mantiene en el 4% que se estableció en 2010

No todas las actividades dentro de la cultura se han visto afectadas de la misma manera. Las bibliotecas, museos y archivos han mantenido el tipo reducido (10%) y los libros y publicaciones en papel, el tipo superreducido (4%). Las publicaciones digitales (ebooks, revistas digitales) o el material escolar sí han pasado al tipo general (21%). El mercado del arte también es una excepción. La venta de obras de arte por parte del artista está gravada por el 10% de IVA desde Enero de 2014. Sí se ha mantenido el 21% para las galerías de arte. Así, en relación a la situación anterior, cuando los artistas tributaban al 8% y las galerías al 18%, la situación no mejora, pues los primeros lo harán al 10% y los segundos al 21%.

Los espectáculos en vivo

Las actividades peor paradas son los servicios artísticos y las entradas para espectáculos, a las que se les aplica el 21%. Aunque no existen actualmente estudios rigurosos que cuantifiquen las consecuencias de esta subida del IVA, sí podemos fijarnos en ciertos indicios y datos que indican que ha sido bastante negativa. En el sector escénico se publicó un dictamen con datos comparativos de 2011 y 2012. La SGAE publica este informe, que podéis consultar completo aquí.

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En resumen, el aumento del IVA según este dictamen explica un 55,6% del descenso del público y un 61,4% de la reducción de la recaudación durante el tercer cuatrimestre del 2012.

Las consecuencias

El problema de la cultura es que no es percibida como un bien de primera necesidad, por lo que la gente recorta en ella cuando se encuentra en una situación monetaria difícil. Al aumentar el precio de la entrada, el espectador es más reacio a acudir a los teatros, o acude con menos frecuencia para ahorrar. Sólo las personas realmente apasionadas por la música y los conciertos siguen asistiendo pese a la subida de precio, además de las personas de rentas más altas a las que no les importa gastar un poco más.

Esto nos lleva a la cuestión de que el IVA es un impuesto socialmente injusto. Se aplica igual a todos los ciudadanos sin tener en cuenta sus ingresos, con lo que se está dejando en desventaja a las familias de rentas más bajas. De esta manera se afianza aún más el sentimiento de que los conciertos de clásica son para “gente de dinero”, en lugar de promover que la cultura sea de todos y para todos.

Muchos teatros han optado por mantener los precios de sus entradas, en detrimento de sus ganancias. Aún así, el público se ha reducido. El simple hecho de conocer que, de manera general, el precio de la cultura ha subido, echa para atrás a muchos espectadores potenciales.

¿Pero no iba a bajar el IVA?

En Marzo de 2015, el presidente Rajoy hizo amagos de anunciar que se iba a cambiar el tipo de IVA cultural a reducido, es decir, al 10%. Incluso el ABC se hizo eco de la noticia. Poco después desde Guatemala, comentó que de momento no sería posible y que “si sigue el crecimiento económico y la creación de empleo, el Gobierno podrá hacer “más cosas en materia fiscal”. En una entrevista del 31 de agosto al periódico El Mundo, Méndez de Vigo, ministro de Cultura, señalaba lo siguiente:

En el ADN del PP no está la vocación de que el dinero esté en las arcas del Estado. Tampoco en el ámbito de la Cultura. Queremos que el dinero circule en el bolsillo de los ciudadanos para que hagan con ello lo que quieran. Nosotros vivimos una situación muy complicada, a la que yo asistí de manera angustiosa desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde era secretario de Estado para la UE. Para hacerle frente tuvimos que elevar los impuestos indirectos, no sólo en Cultura. Eso no es lo que nos gusta, pero hubo que tomar medidas. Aunque no en todos los frentes culturales, el libro sigue con un IVA superreducido del 4% [no así el material escolar y el e-book, que subieron al 21%]. Pero en los nuevos presupuestos hay un aumento de aportación del 12%. Y cuando estemos en condiciones de hacerlo, bajaremos el IVA.

¿Cuándo cree que será?

Tenemos que cumplir con el 4,2% del PIB respecto al 5,7% del año pasado. Eso es muchísimo dinero: 15.000 millones de euros. Y hay que ajustarlo… Este Gobierno ha bajado el IRPF. Y no sólo está el IVA cultural, hay otras partidas que lo piden y todos son hijos de Dios… Nuestra vocación no es tener un tipo de IVA alto para la Cultura.

Los expertos

Lluis Bonet, profesor de economía aplicada en la Universidad de Barcelona, habla así de esta problemática (artículo completo aquí):

“[…] La modificación de los tipos del IVA aplicados a los distintos sectores culturales ha tenido un enorme efecto sobre un sector especialmente maltratado por las reducciones del gasto público y su mayor elasticidad-renta de la demanda. Y todo ello en un sector fundamental para el desarrollo humano de cualquier sociedad y por estar en la raíz de la cadena de valor de una economía competitiva gracias a su aporte en creatividad y singularidad.

El gobierno ha priorizado un efecto recaudador inmediato y el cálculo electoral cortoplacista sobre un programa económico que priorizara los sectores que empujaran un cambio de modelo productivo y ayudaran a salir el país de la recesión. Tampoco se ha tenido suficientemente en cuenta el retorno fiscal de una estrategia de fomento de la actividad interna (la cultura es sector con escasa fuga de flujos tributarios hacia el exterior dado el pequeño tamaño de sus empresas y la tipología del empleo cultural). Aun y no confiar mucho en la reforma tributaria anunciada por el gobierno, esperemos un mejor tratamiento a la cultura dada su trascendencia simbólica y económica.”

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Dudas que todo espectador de clásica tiene o ha tenido

 

Aquí os dejamos algunas preguntas que seguro que vuestra familia y amigos os han hecho alguna vez. ¡Y sus respuestas! Para que no os quedéis sin palabras.

¿Sirve de algo el director de orquesta? Mucha gente hace esta pregunta. “Si todos tenéis las partituras y sabéis lo que tocáis, ¿qué hace el director de orquesta moviendo los brazos?” Las funciones del director de orquesta dan para escribir un libro, pero podemos explicarlo de forma resumida. Una pieza musical escrita para orquesta tiene muchas interpretaciones, un montón de detalles y de dimensiones que descubrir. El director tiene que interpretar la partitura y transmitir sus ideas sobre ella a los músicos, tanto con sus gestos como con sus explicaciones durante los ensayos. Además de esto, debe controlar el tempo durante toda la interpretación, los diferentes momentos en que cada instrumento tiene que sonar y los volúmenes que debe tener cada sección dentro de la orquesta.conductor-instructions

¿Por qué los músicos visten de negro/frac? Los conciertos de grandes orquestas sinfónicas tal y como los conocemos hoy tienen su origen en el siglo XIX y principios del XX. Un concierto de música clásica era un evento social exclusivo de las clases altas. Siguiendo las normas de protocolo de la época, tanto los músicos como los asistentes vestían de etiqueta. Al principio, las orquestas estaban formadas solamente por hombres, por lo que el traje formal que se adoptó para los conciertos era el frac. Cuando las mujeres empezaron a aparecer en escena, optaron por vestir enteramente de negro para no desentonar con los fracs de los hombres. Esta costumbre ha seguido hasta nuestros días, aunque ya hay orquestas que se han despojado del frac y de la etiqueta, la mayoría continúan usándolo.

¿Cuando puedo aplaudir en un concierto y por qué? En los conciertos debes aplaudir sólo al final de las obras, no al final de cada movimiento. Para salir de dudas, consulta el programa del concierto al que vayas. Esto no siempre fue así, de esta costumbre hace tan sólo 100 y la introdujo Mahler. Hasta entonces, los compositores esperaban el aplauso después de cada movimiento.

¿Qué es una orquesta, y en qué se diferencian unas agrupaciones de otras? La orquesta es el conjunto instrumental que agrupa todas las secciones instrumentales: cuerda, viento madera, viento metal y percusión. Cuando hablamos de orquesta de cámara, estamos hablando de una orquesta pequeña compuesta por instrumentos de cuerda y quizás algún otro, como teclado. Si hablamos de banda, es una agrupación compuesta por instrumentos de viento y percusión. Una banda sinfónica no es otra cosa que una banda a la que se le suman chelos y contrabajos.

¿Cómo debo ir vestido a un concierto? Tradicionalmente, los conciertos han sido eventos de etiqueta, especialmente la ópera. Actualmente, pocos teatros tienen un código de vestimenta, así que los más común es que puedas ir vestido de manera informal. Hay ciertas excepciones, algunos festivales, teatros o conciertos de renombre que todavía conservan la tradición de la etiqueta. Lo mejor en esos casos es informarse.

¿Por qué el lugar donde se estudia música se llama Conservatorio? En los siglos XV y XVI existían unas instituciones llamadas conservatorios, íntimamente relacionadas con los monasterios y conventos. En estos conservatorios se acogía a niños y jóvenes con el fin de darles una oportunidad en la sociedad enseñándoles un oficio. “Conservaban” de esta forma a los más jóvenes y desafortunados. Muchos de estos centros se dedicaban a enseñar a estos jóvenes a tocar un instrumento musical o a cantar. Con el paso del tiempo, algunos conservatorios se convirtieron en escuelas especializadas en enseñar música, hasta evolucionar a lo que hoy conocemos como Conservatorio.

¿Por qué los músicos de orquesta se levantan y se sientan en el concierto? Cuando los músicos se levantan todos juntos, están recibiendo los aplausos del público. Es una forma de saludar a la audiencia. Cuando el director de orquesta le pide a algún músico que se levante, está pidiendo aplausos para él por su gran interpretación.

¿Por qué el piano siempre está de lado en los conciertos? El primero en tocar el piano de perfil al público fue Franz Liszt en el siglo XIX. La razón fue estética, pues este pianista virtuoso y compositor de gran éxito era bastante presumido, y le gustaba lucir su perfil en los conciertos. Cuando aún no existían el pop y el rock, los músicos “clásicos” eran el fenómeno fan de la época, y Liszt en concreto era adorado por el público femenino.

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El orientador educativo en los conservatorios

Tanto en los Institutos de Secundaria como en los colegios de Primaria existe la figura del orientador. Dado el carácter psicopedagógico de la profesión, el orientador suele estar más centrado en problemas de aprendizaje e integración. También tiene la función de orientar en el ámbito profesional, sin embargo es lógico que no se trabaje tanto esta parte con alumnos de corta edad.

La figura del orientador empieza a perderse ya en la Universidades, en las que la función de orientar profesionalmente se hace más necesaria. Aunque es cierto que muchas cuentan con uno, no es lo normal. En los Conservatorios, del mismo modo, el orientador es prácticamente inexistente. Sin embargo, la situación educativa y laboral actual hace que cada vez sea más necesaria la presencia de un orientador en las instituciones educativas superiores. Antes, las carreras universitarias o los estudios superiores conducían de manera más precisa a puestos de trabajo estables y definitivos. La carrera musical siempre lo ha tenido más difícil en este sentido, pero más ahora que la oferta laboral es tan pequeña.

Por otro lado, los alumnos cada vez están más formados. Esto se da tanto en el ámbito universitario como en el musical. Muchos músicos van más allá de los estudios superiores y buscan estudiar másteres y especializarse en distintos aspectos. Por lo tanto, la consecución de la carrera se complica, y con ello crece la necesidad de una persona que oriente a los alumnos.

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¿Qué funciones podría asumir el orientador en los Conservatorios?

  • Proporcionar orientación laboral: Informar de ofertas de trabajo o becas a los que los alumnos puedan acceder mientras están estudiando. Orientar sobre las posibles salidas laborales de las que dispone el alumno. Ofrecer respuestas a dudas sobre contratos laborales, currículum, seguridad social… todo lo relativo al mercado laboral.
  • Informar sobre becas: Muchas alumnos necesitan de la ayuda de becas para llevar a cabo sus estudios. El orientador podría informar sobre las becas a las que pueden acceder y facilitarles la gestión de las mismas.
  • Estudios de postgrado y cursos: Informar de los estudios a los que el alumno puede acceder para ampliar su formación, ya sea en el mismo centro o en otros.
  • Informar sobre el propio Conservatorio: Sobre los planes de estudio, las posibilidades dentro del centro, los itinerarios, las asignaturas optativas…etc.
  • Asesoramiento personal: El orientador debe conocer a cada alumno, de dónde viene y a dónde puede llegar. Es su función ayudarle a tomar decisiones de carácter personal y profesional y asesorarle ante las dudas que el alumno pudiera tener.

Para más información, recomendamos el libro:

Calidad en la Universidad: Orientación y Evaluación

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Enseñar a niños vs. enseñar a adultos

A la hora de enseñar, la edad es determinante. Adultos y niños no aprenden del mismo modo ni al mismo ritmo, y como profesores debemos saber adaptarnos a cada tipo de alumno.

La mente del niño está hecha para aprender, es su cometido. Su cerebro capta con muchísima facilidad cualquier tipo de estímulo, y está programado para imitar sin miedos ni complejos. Sin embargo, una persona adulta no aprende al mismo ritmo que un niño, su cerebro está acostumbrado a afianzar aprendizajes, está hecho para otro tipo de pensamiento, más abstracto.

Ventajas de enseñar a un adulto

  • Comprende más rápidamente los conceptos abstractos de la música. Al enseñar a un niño, nos vemos obligados a utilizar más símiles, juegos y todo tipo de estrategias para que comprendan los aspectos más complejos del aprendizaje.
  • Siente una mayor responsabilidad. Un adulto se toma más en serio su aprendizaje, intenta estudiar en casa y sacarle el máximo partido a las clases.

Ventajas de enseñar a los niños

  • Facilidad para aprender. Tienen mucha capacidad para la imitación, con lo que las explicaciones a veces pueden obviarse, en pos de la demostración.
  • Falta de complejos. Cuando son lo suficientemente pequeños como para no temer “tocar mal”, no les importará el sonido que salga de su instrumento, disfrutarán y probarán. Con los adultos esto es más difícil, y a menudo se traduce en tensiones y posturas forzadas que no ayudan al aprendizaje técnico.

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Una  de las características que definen el aprendizaje de un niño es el deseo de disfrutar haciendo algo que han aprendido a hacer. A los niños les mueve la idea de haber logrado algo de manera relativamente fácil. Los adultos, por su parte, conciben el aprendizaje como el hecho de alcanzar un objetivo cada vez más complejo. Ponerle a un niño un objetivo demasiado difícil provocará que se frustre. A ningún niño no le gusta practicar en casa algo que no le sale bien, aún con la promesa de que le saldrá dentro de unas semanas. Ellos disfrutan subiendo escalones más pequeños y observando lo bien que se les da.

Con los adultos podemos jugar otra baza, tensar un poco más la cuerda de los objetivos. Si con un adulto cometemos el error de ponerle objetivos demasiado simples, no le supondrán ningún reto intelectual y se cansará y desmotivará más fácilmente.

En resumen, los niños priman el disfrute y los adultos, el progreso. ¿De qué manera podemos usar esto para que nuestros alumnos se apliquen en casa?

En el caso de los niños, lo más recomendable es pedirles que trabajen en casa las piezas que les salen mejor y utilizar las clases para el aprendizaje. Podemos combinar esto con la aleatoriedad y darle varias piezas o estudios entre los que pueda elegir cada día según el estado de ánimo que tenga.

Para los adultos, lo ideal es potenciar su progreso programando las obras y estudios del curso con un claro incremento en la dificultad. Es bueno hacerle saber al alumno que la obra que va a trabajar es más compleja y las razones de esa complejidad, para que lo sienta como un reto y note el progreso que ha hecho después de trabajarla.

 

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¿Dónde está mi público?

Mucho se ha hablado de crisis en el mundo de la música clásica. Cada vez tenemos menos público, especialmente público joven. Esto no es algo para lo que haya que hacer un estudio, salta a la vista de cualquier músico. El director Kent Nagano habla de ello en esta entrevista.

El público envejece y la educación falla

Como Nagano mismo dice, uno de los principales problemas es que el público al que le gusta la música clásica envejece. Y no hay nuevas generaciones que vengan a ocupar su lugar. Esto se traduce en desaparición de orquestas, radios dedicadas al mundo clásico, sellos discográficos y otras industrias relacionadas con la música. ¿Por qué este envejecimiento? ¿Dónde están los jóvenes que deberían sustituir a este público de toda la vida?

Lo cierto es que uno de los principales problemas de la música clásica es el desconocimiento sobre ella que tiene la mayoría de la gente. Este germen de desconocimiento se siembra en la escuela. Si cada vez se enseña menos música, si los niños y jóvenes no tienen contacto con ella desde pequeños, ¿cómo les va a interesar? Hoy en día, un chico de catorce años no sabría decirte si lo que tienes en la mano es un contrabajo o un violín muy grande. Nadie les enseña, ahora priman otras materias frente a la música. Es una cuestión práctica, las artes no tienen una utilidad económica, tienen otros beneficios. Pero lo que ahora prima no son esos beneficios culturales y personales, lo que importa es la economía.

A pesar de este desconocimiento, no hay quien, al ver un violinista tocando en la calle, no se detenga a escuchar maravillado. Se desconoce la música clásica, pero el gusto por ella está latente en muchos.

¿Cómo llamar la atención de ese posible público? El target y el público potencial

Para hablar sobre esto vamos a utilizar algunos conceptos muy usuales en la industria audiovisual (y también en el marketing): target y público potencial.

Cualquiera con cierto contacto con el mundo discográfico sabe que el público al que se dirige la industria de la música clásica sólo supone entre el 1% y el 2%. Esto es lo que se llama target o público objetivo, ese segmento de la población que gusta de la música clásica. Ahora mismo ese target es muy reducido, y con el envejecimiento del que hemos hablado, cada vez se reduce más y más.

Las atenciones de la industria, al margen de los problemas educacionales a los que se enfrenta, deben dirigirse hacia el público potencial. Ese otro segmento de la población que podría estar interesado en “consumir” música clásica.

Cuando una cadena de TV quiere ampliar el target de uno de sus programas o series, su estrategia principal es orientar el contenido a la familia. De esta manera, consigue sentar a la vez frente al televisor a toda la casa y aumenta su público en una misma franja horaria. Esta estrategia ha sido muy típica y continúa usándose todavía en la televisiones generalistas (las de toda la vida, con un tipo de programación variada o general).

Actualmente, tanto en la tv como en la radio, hay una tendencia a la segmentación del público, también una buena estrategia para aumentarlo y llegar a toda la población. Ahora encontramos programación especializada para jóvenes, mujeres, hombres, niños, adolescentes, e incluso segmentación por hobbies. ¿De qué manera podemos aplicar ambas estrategias a la música clásica para aumentar nuestro público?

La primera, apelar a la familia, es una estrategia que muchas orquestas están siguiendo ya. Se trata de programar conciertos didácticos, orientados a que los niños disfruten con sus padres de una experiencia diferente en el teatro. Estos conciertos también suelen programarse para colegios, con lo que además cumplimos la función de educar musicalmente. Cuando llega el fin de semana, los padres buscan planes para entretener a sus hijos, qué mejor que ofrecer una tarde de música clásica con un estilo cercano y divertido, y de esta manera captar nuevo público.

Con respecto a la segmentación del público, aquí es donde los músicos tenemos más que aprender. No hay que descuidar al público fiel, al de siempre, que conoce la música y busca programaciones complejas, que le supongan un desafío o le llamen la atención. Tenemos que poner nuestra mira en todos los segmentos de público a los que no llegamos, especialmente el sector joven. No basta con hacer pequeñas cosas, como librarse de protocolos al vestir, o usar las redes sociales. Hay que ser original y creativo, para eso somos artistas, y no megáfonos que reproducen la música sin más. Algunas orquestas ya han probado a hacer cosas diferentes, y con bastante éxito. Un ejemplo lo tenemos en la Queensland Symphony Orchestra. QSO programó una “Jornada a través del cosmos”, concierto durante el cual se tocaron obras de Holst y Messiaen mientras se reproducían en una pantalla gigante imágenes del universo. Todo ello narrado por el reconocido físico Brian Cox.

Al fin y al cabo, se trata de traer propuestas frescas para apelar a un público que está ahí, pero no se atreve a entrar al teatro porque piensa que sólo habrá gente mayor y bien vestida bostezando mientras la orquesta interpreta cualquier sinfonía.

Libros de interés: