¿PARA QUÉ RESPIRAMOS? (PARA MÚSICOS DE VIENTO)

En mis cursos de respiración, dedico bastante tiempo a hablar de la función básica de la respiración y de las variaciones que las emociones, estados de ánimo, etc. provocan en ella.

¿Cuál es la función básica de la respiración? Pues equilibrar en nuestro organismo los niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Cuando olvidamos esto tan obvio, empiezan nuestros problemas “respiratorios” con el instrumento. Es una cuestión de gestionar, saber gestionar y, también, “poder” gestionar.

¿Cuáles son las variaciones que las emociones, estados de ánimo, etc. provocan  constantemente en la respiración? Agitación, calma, aumento o disminución de frecuencia, expresión en el cuerpo, cambios de postura… Siempre nos encontramos en un “contexto emocional” y por tanto en un “contexto respiratorio” concreto. Hablar de la respiración de una manera “neutral”, “aséptica” o separada de todos estos elementos es difícil, y hay que tenerlo siempre en cuenta a la hora de empezar a trabajar con nuestro instrumento.

Vamos a por la primera parte:

FUNCIÓN BÁSICA DE LA RESPIRACIÓN

La mayoría de vosotros habréis notado que los problemas con el aire no son siempre “de cantidad”… A veces nos “ahogamos”… ¡estando llenos de aire! A partir de ahí, pasa a ser una cuestión “de calidad”, más que de cantidad: calidad del aire (equilibrio de gases) y calidad de “asentamiento del aire” (estar utilizando la musculatura adecuada para espirar de manera controlada y producir un buen sonido).

Cuando no respetamos la función básica de la respiración, esto es, la gestión del oxígeno y el dióxido de carbono, nos encontramos en esta situación: tengo aire, pero no puedo espirarlo para convertirlo en sonido.

En este punto, me gustaría plantearos una pregunta: cuando nadáis y sacáis la cabeza para respirar… ¿verdad que no pensáis en la cantidad de aire que vais a tomar? ¿verdad que simplemente abrís la boca y, por decirlo de algún modo, dejáis que el cuerpo tome el aire que necesita? Y aún más allá: ese aire necesario, ¿es para cubrir las necesidades de las nuevas brazadas o para “recuperar” lo consumido en las brazadas anteriores? ¿”Quién” decide la cantidad de aire que se toma? ¿Nosotros o nuestro cerebro? Ahí lo dejo.

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“Mueve tu “cuerpo” y tu mente le seguirá”

Y a por la segunda:

VARIACIONES DE LA RESPIRACIÓN

Antes de ponerte a estudiar, preocúpate por ti mism@: ¿Cómo estoy hoy?

Es cierto que se han descrito tipos de personas con “perfil inspirador” y otras con “perfil espirador”. Pero las emociones pueden hacer que este perfil varíe en momentos determinados. Es una cuestión de conocerse.

Generalmente, las personas con “perfil inspirador” suelen tener una postura erguida (quizá exagerada), un carácter expansivo, quizá nervioso, y tendencia a estar tensos; normalmente hay que trabajar la musculatura espiratoria y relajar la inspiratoria para recuperar la flexibilidad.

Las personas con “perfil espirador”, por el contrario, suelen tener una postura encogida, un carácter más introvertido, quizá miedoso, y tendencia a tener poco tono muscular; habría que trabajar el tono muscular en las dos direcciones, incidiendo, posiblemente, en la musculatura inspiratoria.

Entre estos dos extremos, por supuesto, hay tantas variaciones y tantos trabajos sobre la respiración y el soplo como personas.

¿Cómo estás hoy? ¿Nervioso, tranquilo o sin ganas de nada? ¿Está tu pecho abierto y te es fácil tomar aire o bien tienes la caja torácica cerrada y te cuesta trabajo respirar?

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Inspiración y espiración en la vida diaria

Pero vamos a lo que me interesa:

¿PARA QUÉ RESPIRAMOS LOS MÚSICOS?

  1. Para cumplir la función básica de la respiración en nuestro organismo, como todo el mundo.
  2. Para hacer sonar nuestro instrumento, es decir, para una finalidad técnica.
  3. Para HACER MÚSICA, es decir, para una finalidad artística.

Por ello, mi reflexión es la siguiente:

Está muy bien (y de hecho me dedico a ello) conocer todo lo posible acerca de la respiración: sus funciones, variaciones, fisiología, sensaciones en nuestro cuerpo, ejercicios… pero eso al fin y al cabo, podríamos decir que no tiene nada, o casi nada que ver con la MÚSICA.

Cuando trabajes la respiración en tu instrumento, no pierdas NUNCA el PARA QUÉ.

¿Qué quiero escuchar? ¿Cómo quiero que se escuche?

Quiero calidad de sonido en todos los registros, tocar afinado,  tener flexibilidad, articular bien las notas, frasear…

¿Qué quiero expresar? ¿Qué quiero transmitir?

Quiero enunciar algo alegre o triste, agitado o sereno… o quiero plantear una pregunta, o una pregunta con una respuesta… Un monólogo o un diálogo… Quiero transmitir un carácter rítmico y expansivo o cantado e íntimo… ¡Hay miles de posibilidades! Y ahí no va a ayudarte solamente lo mucho que “domines” tu respiración, sino cómo te sirves de las emociones que se reflejan en ella.

¡Gracias por leer!

 

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EL PAPEL DE LOS MÚSCULOS ABDOMINALES EN LA ESPIRACIÓN SONORIZADA

¿Qué es la espiración sonorizada?

La espiración sonorizada, en el contexto del clarinete y los instrumentos de viento, el canto y el habla, es el resultado que se produce al utilizar el aire espirado con la intención de producir sonido.

Para que se produzca un sonido, debe existir algún mecanismo que se oponga o “regule” la salida del aire. Este mismo mecanismo que se opone y/o regula la salida del aire producirá la vibración necesaria para, siendo amplificada, producir un sonido. En el caso del clarinete, el regulador es la caña+boquilla(+embocadura), en cada instrumento de viento su boquilla/embocadura particular y en el canto y el habla, las cuerdas vocales.

Sólo en el caso de la armónica, hasta donde yo sé, podríamos hablar también de una “inspiración sonorizada”.

¿Qué músculos intervienen en la respiración?

Si queremos hablar de la función de los músculos abdominales en la espiración “sonorizada”, os contaré primero de manera escueta cuál es la musculatura de la respiración:

Inspiración

Diafragma y músculos intercostales externos.

Su misión, dirigida por el sistema nervioso autónomo, es ampliar la cavidad torácica para crear una presión negativa y proceder al llenado de los pulmones con aire, del cual aprovecharemos su oxígeno. Ver Ley de Boyle.

El diafragma crea espacio hacia abajo principalmente y los músculos intercostales externos abren la caja hacia afuera (de manera excéntrica, es decir, hacia los dos lados, hacia adelante y hacia atrás) y hacia arriba simultáneamente.

Por supuesto hay más músculos involucrados en la inspiración, que se pondrán en acción cuando requiramos más aire que el necesario para una respiración “tranquila”.

Espiración

Ningún músculo.

Sí, sí, ¡ningún músculo! ¿Cómo?

Os cuento. Estoy hablando de la respiración “tranquila”, normal, sin requerimientos más allá del que tenemos en estos momentos, yo escribiendo en el ordenador o vosotros leyendo.

En la respiración cotidiana, “tranquila”, como yo la llamo, hay acción en la inspiración y relajación en la espiración. Por ello, ninguna musculatura se pone en acción para espirar.

Esto es muy importante, porque es la llave del título de este post.

Para clarificarlo, comparto una tabla extraída del libro de Hiltrud Lodes “Aprende a respirar” de RBA Libros, que aprovecho para recomendaros.

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Lodes, Hiltrud: “Aprende a respirar” RBA Libros, 2008

Espiración “tranquila” versus espiración “sonorizada” 

¿Qué pasa cuando ponemos alguna intención en la espiración?

¿Qué pasa cuando queremos hacer algo con ese aire “pasivo” y volverlo “activo”?

Entonces sí que tenemos que hablar de una musculatura espiratoria.

Siempre decimos que el diafragma es el músculo principal de la respiración. Y es cierto, pero también cubre muchas otras funciones anatómicas (posturales, por ejemplo) y fisiológicas (digestivas, por ejemplo).

Lo que debemos tener claro es que el diafragma se contrae en la inspiración y se relaja en la espiración “tranquila”, es decir, no puede participar “activamente” en la espiración, porque esa no es su funcionalidad. Ahí es donde entran a escena los músculos abdominales.

¿Qué queremos hacer con el aire para “sonorizarlo”?

¿Retenerlo? Sí, en parte. Pero principalmente REGULARLO. Que vaya saliendo poco a poco.

De regular la salida del aire o dosificarlo se encargan la embocadura (instrumentos) o las cuerdas vocales (voz). Es decir, el soplo.

Entonces, ¿QUÉ TIENE QUE VER LA MUSCULATURA ABDOMINAL CON TODO ESTO?

El aire, al ser retenido dentro de nuestro cuerpo, adquiere una presión mayor.

Esta presión interna debe de mantenerse constante para que el aire pueda dosificarse de manera regular, “sin empujones”.

Si has leído y entendido la Ley de Boyle, verás claramente cómo para mantener la presión interna constante, el espacio se va reduciendo.

Te propongo un par de links para clarificar un poquito más:

Mecánica de la respiración 1

Mecánica de la respiración 2

Cuando espiramos con intención de producir un sonido (incluso para toser o estornudar, gritar o llorar), el diafragma necesita una musculatura “auxiliar” que le ayude a “estar activo”, ya que su naturaleza, en la espiración, es la relajación.

Soporte, apoyo… ¿qué es eso?

Pues lo que acabamos de describir en el párrafo anterior.

Lo redacto de otro modo, para tener otro punto de vista:

“Es la acción de los músculos que ayudan al diafragma a imprimir acción en la espiración.”

El diafragma, en acción espiratoria, es pasivo. Para dar fuerza, acción e intención a la espiración “sonorizada”, así como presión constante al aire contenido en los pulmones, necesitamos unos músculos auxiliares, “de apoyo”, “de soporte”: los abdominales.

¿Cómo y cuánto han de activarse estos abdominales?

El movimiento de los músculos abdominales para “auxiliar” al diafragma, y por tanto al aire y al sonido, son concéntricos  (hacia adentro) y hacia arriba. Ello se debe a que cada uno (transverso, oblícuos y recto anterior) tiene las fibras orientadas de manera distinta.

A su vez, esta musculatura es una parte esencial del “core” (es el núcleo, el centro de gravedad del cuerpo, limitado por arriba por el diafragma y por debajo por el suelo pélvico, y toda la musculatura relacionada). Pero esto da para otro post ;-))

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Scheufele-Osenberg, Margot: “Die Atemschule” Ed. Schott
Aquí podéis ver, en primer lugar, el diafragma en relación con la caja torácica. En segundo lugar, el diafragma en posición alta (espiración) y en posición baja (inspiración) en relación con la caja torácica, la columna vertebral y una sección de la musculatura abdominal.

Por lo tanto, el papel de los músculos abdominales en la espiración sonorizada es:

  • Estabilizar la presión interna, “supliendo” de algún modo al diafragma, para una buena dosificación del aire,
  • mantener una postura adecuada que favorezca los movimientos respiratorios naturales y
  • mantener el centro de gravedad estable mientras estamos haciendo un esfuerzo (soplar, que a priori nos desequilibraría hacia delante y hacia abajo) para poder asegurar un buen movimiento de las extremidades.
Toni _ Klarinette
http://www.tonart-musik.de

¿”Hacer” o “dejar hacer”? Ésa es la cuestión.

¿Debemos hacer o provocar los movimientos abdominales para tocar?

Puedo darte muchas respuestas, todas válidas. Obsérvate y aplícate la que te corresponda.

  • No. La activación abdominal es natural a la espiración con intención. Sólo hace falta que te fijes en cuando toses, estornudas o lloras… ¿no se produce por sí misma esta activación?
  • Depende. ¿Tienes una buena conciencia de esta zona? ¿Tienes la suerte de gozar de una postura equilibrada, fuerte y flexible al mismo tiempo?
  • Sí. La mayoría de nosotros no tenemos especialmente tonificados los abdominales. Las condiciones de vida actuales no favorecen que esta musculatura mantenga una de sus funciones principales, que es la de colaborar en una postura y respiración adecuadas y un movimiento equilibrado.

 

¡Sigue soplando!

Sea lo que sea lo que hayas respondido, conciénciate de esta zona, observa sus movimientos naturales en la respiración tranquila, aprende de su relación con la respiración por ti mism@ o acude a clases de Yoga, Taichi, Técnica Alexander (para “dejar hacer” y recuperar la libertad de movimiento) o acude a clases de Hipopresivos o Pilates (para fortalecer y devolver funcionalidad).

Pero no olvides que para nosotros, los instrumentistas de viento, la finalidad de utilizar bien este grupo de músculos es el soplo y el sonido.

Por mucho que trabajes la respiración, el soporte y el soplo fuera de tu instrumento, no dejes de hacerlo escuchándote y regulando tu acción “consciente” a las necesidades reales de tu sonoridad.

¡Sigue soplando y..

…escúchate! (por dentro y por fuera)

Muéstrate abierto a las sensaciones de una buena respiración, de una buena producción del sonido, de un buen funcionamiento del cuerpo.

Recuerda qué sensaciones internas te aporta respirar con libertad, pero con tu musculatura tonificada.

Escúchate y recuerda qué sonido quieres producir y date cuenta de la importancia de la calidad de la respiración (inspiración y espiración) para la obtención de un sonido bonito, bien emitido, flexible, afinado, controlado… y libre.

¡Muchas gracias por leer!

Si te ha gustado, pásate por la página de mi Curso de respiración para músicos.

 

Recuerda, si tienes alguna aportación, me encantará leer tus comentarios.

 

Estoy activa como profesora de clarinete en:

Mi estudio a partir de octubre 2016 en Rivas-Vaciamadrid.

En la escuela www.progresionarmonica.com  también en Rivas.

En la escuela www.musicaeduca.es en Alcalá de Henares.


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LA SUJECIÓN DEL CLARINETE EN LOS INICIOS

El clarinete es un instrumento pesado. Su sujeción implica el equilibrio del instrumento entre la embocadura y su apoyo sobre el dedo pulgar derecho, soportando este último prácticamente la totalidad de su peso.

En este post me gustaría exponer algunas de las dificultades que he observado con más frecuencia en las primeras semanas y meses del aprendizaje del clarinete, en cuanto a su sujeción y especialmente en niños.

El aprendizaje del clarinete suele iniciarse a los 8 años (3º de Primaria). A esta edad, la mayoría de los niños han mudado los incisivos superiores, condición indispensable para empezar a construir una embocadura funcional. A los 8 años la mayoría de los niños tienen una motricidad suficiente para iniciarse en el clarinete, pero su sistema muscular está todavía sin desarrollar y es frágil. Si el aprendizaje de la embocadura es de por sí laborioso, el aprendizaje de una buena sujeción del clarinete lo es todavía más.

 

Un clarinete pesa alrededor de 750 g., reduciéndose esta cantidad si su material de construcción no es la madera; mide unos 60 cm. (sin contar la boquilla) y, lo que también es importante y quizá no recibe la importancia que se merece, es su grosor: el tubo del clarinete tiene un grosor aproximado de 3 cm., a lo que tenemos que sumar las llaves que sobresalen de esta medida (llegando a los 5 cm.), lo cual condiciona el manejo del instrumento, y más en manos pequeñas.

Respecto al cuerpo, el clarinete tiene un posicionamiento frontal y vertical, con una disposición asimétrica de los brazos: el derecho está más abajo y tiene una función mecánica y de soporte, el izquierdo está más arriba y tiene una función puramente mecánica (esta mano puede asumir momentáneamente una función de soporte en ocasiones puntuales).

Por su longitud, y sobre todo en principiantes-niños, la colocación del cuello puede sufrir una inclinación no deseada hacia el lado derecho, ya que es en esta parte donde recae el peso del instrumento. Darse cuenta a tiempo, trabajar la propiocepción sin y con instrumento, ayudarse de un espejo para verificar e introducir numerosas pausas en la clase para acostumbrarse paulatinamente el peso y envergadura del instrumento, son algunas de las herramientas de que disponemos para favorecer actitudes y hábitos posturales adecuados.

Producir las diferentes notas y por tanto aprender a tapar y destapar los agujeros, es algo que los niños quieren aprender rápidamente, a veces sin llegar a comprender de una manera consciente que es el soplo el que produce el sonido y no “los botones”. En una época tan digitalizada como la nuestra es algo cada vez más frecuente, me temo.

El hecho que primero aprendamos las notas de la mano IZQUIERDA y que la sujeción sea a cargo de la mano DERECHA nos permite trabajar, en los puros inicios, con el clarinete “por piezas”.

El peso del instrumento, su longitud y su envergadura, así como la disposición de los agujeros (al principio no utilizamos todavía las llaves) hacen que una postura ergonómica de brazos, manos y especialmente de los dedos sea objeto de dedicación y trabajo constantes. Las pausas sin clarinete para concienciarnos de su peso, de los puntos “dolorosos” (labio inferior, pulgar derecho…) y de cómo podemos aliviar, concienciar, relajar, fortalecer y entrenar las partes del cuerpo involucradas en la sujeción, son de vital importancia.

En un próximo post describiré alguna rutina de ejercicios para relajar el pulgar derecho, fortalecer dedos, manos, brazos y espalda, así como para estirar la zona del cuello.

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Como se puede ver en la foto, ejercicios de concienciación del tacto, de regulación de la presión de manos y dedos y de movimiento sobre un tubo de cartón pueden ser útiles para tomar conciencia, aprender a “aflojarse”, aprender a coordinar movimientos e insertar las pausas tan importantes para mi en el inicio del aprendizaje del clarinete por parte de los niños más pequeños.

Muchos principiantes se benefician de poder empezar con un clarinete en do. Éste utiliza la boquilla del clarinete en sib, lo cual es una ventaja para su desarrollo posterior. El peso del instrumento sobre la mano derecha, sobre todo si el clarinete no es de madera, se ve aliviado. La distancia entre los dedos es menor, con lo cual pueden desarrollarse mejores sensaciones y hábitos. El grosor es el mismo que el del clarinete en sib, con lo cual la problemática de “pisar” llaves accidentalmente permanece.

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Un buen posicionamiento del pulgar derecho es imprescindible para una buena sujeción. En un próximo post hablaré de cómo trabajo la búsqueda, las sensaciones y el fortalecimiento de este dedo en relación con el resto de la mano, los brazos, la espalda y en general con todo el cuerpo, en la búsqueda de una actitud adecuada para el aprendizaje.

¡Muchas gracias por leer!

Cecilia

 


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REFLEXIONES SOBRE LA RESPIRACIÓN EN LA ENSEÑANZA DEL CLARINETE. Parte 2.

Cuando trato el tema de la respiración en la clase de clarinete, hay una frase que siempre evito por todos los medios: “respiras mal”.

Si nos paramos a pensar, ningún alumno respira realmente mal. Las personas que respiran mal están desgraciadamente en el hospital o requieren oxígeno extra para vivir. El resto, hacemos lo que podemos.

Por supuesto hay maneras más o menos adecuadas de respirar para tocar un instrumento de viento. Por supuesto podemos mejorar nuestros hábitos respiratorios, lo cual no sólo favorecerá nuestro desarrollo instrumental en particular, sino también nuestra salud en general.

Levantar los hombros, por ejemplo, no tiene por qué estar directamente relacionado con una respiración “alta” (desaconsejable para una respiración adecuada). Cualquiera que se haya ocupado un poco de la fisiología de la respiración sabe que la cintura escapular es un conjunto de articulaciones “posada” sobre la caja torácica, con la que se une mediante músculos y tendones, pero que necesita de un movimiento mucho más amplio que un pequeño alzamiento de hombros para colaborar con la apertura hacia arriba de la caja torácica. En todo caso, tener los hombros levantados es un signo inequívoco de tensión general y debe evitarse para una buena postura en general y para desarrollar una buena sujeción del instrumento y adquirir una buena técnica de dedos.

A mi personalmente me gusta empezar el trabajo consciente de la respiración para generar un soplo en el instrumento que sea eficaz y ayude a desarrollar un buen sonido.

A veces es más fácil decir “baja los hombros” o, lo que es peor, “no subas los hombros” y ya está, que pasar por un camino más largo y cuidadoso, de observación, concienciación y práctica.

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Lo cierto es que, a partir de cierto punto, “hay que tocar con mucho aire”  y es absolutamente normal que el alumno (tengo en mente un principiante) haga “demasiado” para lograr llenarse o para tener la sensación de que está lleno de aire. Es más que probable que levante los hombros, que tense la cara, el cuello, los brazos y las manitas… Y aún así no “coja” todo el aire que piensa que necesita!

Es ahí donde empiezo el camino de lo que yo llamo la “profundización”. Qué palabreja. Profundizar el aire no es más que observar y aceptar nuestra respiración en reposo (trabajamos en postura tumbada, sentada y de pie) e ir alargando la inspiración para ir, poco a poco, involucrando la musculatura respiratoria más profunda. Empieza un camino de nuevas percepciones y sensaciones.

La construcción de sensaciones a lo largo del aprendizaje instrumental es crucial para mi manera de afrontar la pedagogía instrumental. No sólo en la cuestión de la respiración y el soplo, sino para la totalidad de los elementos técnicos y musicales que se vayan a trabajar. Por otro lado, es de igual importancia la formación del oído, aprender a escuchar y a saber qué es lo que queremos escuchar. La construcción de sensaciones por sí misma quedaría incompleta si no va relacionada con un resultado sonoro concreto.

Por tanto, el trabajo respiratorio fuera del instrumento es vital para mi manera de enseñar a tocar el clarinete: reconocerse a uno mismo en la propia respiración, ir desarrollando sensaciones y creando buenos hábitos respiratorios, relacionarnos de una manera “viva” con el instrumento (para lo cual necesitamos un buen trabajo de embocadura) y generar un soplo eficiente para lograr una sonoridad plena, flexible y adecuada a la música que vamos a interpretar…

¡Gracias por leer!

Cecilia

 


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ESTIRAMIENTOS Y EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN

Esta va a ser la quinta y última parte que vamos a trabajar en el “I CURSO DE RESPIRACIÓN PARA MÚSICOS” el próximo mes de enero en Rivas-Vaciamadrid:
ESTIRAMIENTOS Y EJERCICIOS. Práctica.
¿Cómo podemos empezar a integrar el trabajo específico de la respiración en nuestra rutina de estudio individual o en una clase de grupo?
Esta sesión representa una propuesta personal de estiramientos para antes de la práctica y de ejercicios específicos para objetivos concretos.

¿Te lo vas a perder?

Quedan muchos temas relacionados con la respiración en el tintero y que no van a tratarse en este curso por falta de tiempo…

Si quieres saber más y quieres venir a mis clases u organizar el curso con más horas en algún otro sitio, contacta conmigo en ceciliaserra.wordpress.com/respiracion y rellena el formulario que encontrarás allí. ¡Te atenderé con mucho gusto!


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