Instrumentos de cuerda por el mundo

Hoy os presento un nuevo proyecto que han tenido que hacer los mayores de cole durante las vacaciones de Navidad.
Cada uno de ellos tenía que investigar sobre varios instrumentos de cuerda y recoger la información en una página creada con Wix. Por último, han enlazado cada una de sus páginas con un lugar en el mapa, creado con Thinglink.
Haz clic en la imagen para acceder. 

Cómo respirar libremente cuando tocas un instrumento de cuerda. (Traducción)

Publicación: The Strad

http://www.thestrad.com/cpt-latests/how-to-breathe-freely-when-playing-a-stringed-instrument/

Autor: Ruth Phillips

Fecha: 10 junio 2014

Título original: How to breathe freely when playing a stringed instrument

La inspiración y espiración es una forma de expansión y contracción, la cual es la esencia del propio arco, recibir y soltar aire; la esencia de la interpretación; es la tensión y la relajación, el flujo y reflujo, vida y muerte, control y abandono.  Es, en efecto, nuestro mejor maestra.  ¿Por qué, entonces, cuando preguntas a decenas de músicos de cuerda si alguna vez sus profesores les han mencionado la respiración, el 90% dice que no?

Para hacer a los músicos conscientes de la importancia fundamental de la respiración y el vínculo directo entre respiración y movimiento del arco, desarrollé el siguiente proceso que llevé a cabo con un grupo de violonchelistas. Sin embargo, sirve igualmente para practicar en casa con un CD, o con un profesor. Para seguir estos pasos es esencial desarrollar un espíritu de interés y observación. A medida que surjan sentimientos y pensamientos, puede ser necesario repetir ciertas partes del proceso con el fin de mantener este espíritu de interés. Es un proceso de meditación, que puede ser totalmente transformador. Se hace hincapié en la atención que se presta a la respiración y nos invita a notar cómo ella y la música nos mueven, en vez de nosotros mover la respiración y la música.

  1. Con tu instrumento bajado, siéntate con los brazos colgando a los lados y empieza a respirar llenando todo tu tórax. Al inspirar, observa cómo los brazos se expanden y se separan del cuerpo y los hombros se elevan suavemente con la expansión clavicular. Al espirar, observa la liberación de los hombros hacia abajo y los brazos más pegados al torso.
  2. Escucha una obra lenta y expresiva con la que estés familiarizado. Al escuchar, siente la expansión y contracción de la frase en relación a tu respiración, permitiendo que tus brazos floten arriba y abajo conforme a la tensión musical. A través de la suave amplificación de la respiración se siembran las semillas de un buen movimiento del arco.
  3. Repite el ejercicio anterior pero ahora con tu instrumento colocado. Observa cualquier cambio en tu patrón de respiración. Casi sin excepción, estos cambios se producen debido a la proximidad repentina del instrumento. El cambio más común en violonchelistas, por ejemplo, es que se centra la respiración en la parte superior del pecho, dejando la zona que el chelo toca sin movimiento, como si el instrumento reemplazara al cuerpo. En mie experiencia, los sentimientos de ansiedad, vergüenza y desconexión son también comunes.
  4. Después de haber observado estos cambios físicos y emocionales, explora el cuerpo del instrumento y tu propio cuerpo a través del tacto, creando un instrumento vivo, que respira. Mientra se reproduce la melodía, intenta trazar las curvas cóncavas y convexas del instrumento y tu cuerpo. Siente las cuerdas, el vientre, el cuello. Imagina la caja del instrumento expandiéndose con la respiración de cada frase como lo hace tu tórax y trata de llevar esto a la vida a través del tacto.
  5. El próximo paso es introducir el arco. Con tu mano izquierda en reposo en el cuello del instrumento, toma el arco suavemente con la mano derecha. Repite el ejercicio de escuchar-respirar-observar. En este punto, debido al contacto físico con el arco, es común que salten a nuestra cabeza pensamientos como arco arriba-arco abajo… Como resultado, el simple patrón de respiración es molesto y el pánico puede aparecer para establecerse.
  6. Escuchando la melodía una vez más, toca una cuerda al aire, permitiendo que la respiración y el movimiento del arco se conviertan en uno con el pulso de la música. Llegará a ser sorprendentemente claro que el pulso es el órgano de la música. El pulso se convierte en el elemento físico y se entiende como algo distinto a las complejidades del ritmo.
  7. La etapa final es tocar la melodía. Te darás cuenta de los diferentes tipos de estrés que puedes experimentar cuando el cuerpo se abre y cierra, las frases, cómo hay momentos en la música de expansión y contracción (arco arriba y abajo). Esto desafía la decisión común de poner arco abajo todos los acentos musicales y trae un nuevo universo emocional al arco.

Estos ejercicios no pretenden ser literales, no es una forma de tocar, sino más bien es un proceso hacia la libertad en la actuación. La idea detrás de todo este trabajo de respiración no es condicionarse por el aliento, pero sí ser conscientes de ello, con el fin de liberar nuestras respuesta emocionales y físicas. Hay momentos en que traeremos activamente esta coneión y momentos en que necesitamos liberarnos, como en momentos específicos de expansión, énfasis o clímax en la música o cuando empezamos un movimiento (la preparación más natural para comenzar un movimiento es respirar, dejando que nuestros brazos sigan ese movimiento, y tocar cuando espiremos, al igual que un cantante canta con la espiración). También con ello cambiaremos nuestros hábitos de espera (silencios). Con el tiempo se convertirá en una segunda naturaleza, y exhalar o contener la respiración antes de tocar será tan antinatural para el músico de cuerda como para el oboísta o el cantante.

Trabajar con la respiración en la forma descrita puede cerrar la brecha entre nuestro cuerpo, el instrumento y la música. La respiración también puede tener un efecto profundo en el miedo escénico. Después de un periodo de trabajo con la respiración, el movimiento y la voz, todos los estudiantes del grupo dijeron que estaban disfrutando de la actuación por primera vez. No estaban nerviosos, sino conscientes de tener una energía extra, que habían aprendido a conducir. Los dos que habitualmente tomaban beta-bloqueantes tomaron la decisión de dejarlos porque querían estar en contacto con esta sensación en lugar de bloquearla. El profesor de yoga Peter Blackaby dijo recientemente: “Estar inmerso en el cuerpo y la respiración es estar presente en la “mente antigua”.” Si estamos físicamente presentes cuando tocamos no tendremos acceso a la mente asustada del juicio y la competencia, sino que la sabiduría de la mente del músico cantará con nosotros.