La mentalidad juega un papel importantísimo a la hora de entrenar la voz.
No me refiero a estar libres de estrés, que también.
Me refiero a cosas que todos pensamos, limitaciones que nos autoimponemos sin ninguna lógica, y que lo único que hacen es arrastrarnos hasta el fondo del mar.
A veces, por mucho que practiquemos y probemos cosas, una sola de estas limitaciones puede hacer que nuestros avances se estanquen.
Muy frustrante… pero para eso está este episodio de El Sensei del Cantante.
Algunas cosas que vas a aprender en este episodio…
¿Qué son unas buenas expectativas realistas? No son las que todo el mundo dice.
La forma de saber que estás avanzando aunque aún no suenes bien.
Los “tips” que te encajonan y te meten en una cárcel de paredes invisibles.
Por qué el tono de una canción marca la diferencia entre mejorar o hacer que tu voz se quede estancada.
Transcripción del episodio
¿La genética marca nuestros límites?
En su día, Adam López batió el récord de nota aguda cantada por un hombre, cantando un C#8.
El récord que superó estaba en un D7, y también era suyo.
Si la genética dictara hasta dónde podemos llegar, ¿por qué Adam López no cantó sin más un C#8 la primera vez?
Fácil. Porque entrenó para superar su primer récord.
Podría haber pensado que su genética no le permitía pasar de un D7 y haberlo dejado ahí.
El récord de Adam López ha sido batido por otros hombres con los años.
Ellos habrían podido pensar que eso era algo imposible, porque realmente lo parecía, pero decidieron trabajar para conseguirlo en vez de verlo como algo imposible.
Estoy hablando de notas agudas, pero esto no va de notas agudas.
Va de límites. Los límites que nos ponemos y que nos afectan a todos.
Te traigo 10 limitaciones que veo con mucha más frecuencia de la que me gustaría.
Espero que si tienes alguna, este episodio te ayude a detectarla y a cambiarla.
1. Falsas expectativas sobre tu voz
Para tocar bien el violín tienes que pasar años sonando a gato atropellado.
Esto la gente lo entiende perfectamente y sabe que es así.
Pero por alguna extraña razón, a la voz no le aplican este baremo y esperan que todos los problemas vocales se arreglen en 5 minutos.
Aunque la cosa no acaba ahí.
He visto cientos de veces a un alumno cantar una canción increíblemente bien o ejecutar un ejercicio de manera impecable.
Al volverlo a intentar no les sale tan bien y algunos se frustran tanto que me preguntan si alguna vez podrán hacerlo bien.
Cuando hace literalmente 1 minuto lo han hecho bien.
Desarrollar la voz lleva tiempo.
Pensar que tienes que hacerlo todo perfecto en 2 días o incluso en 1 año es ponerte una carga encima… enorme.
Lo único que conseguirás con eso es retrasar tu progreso.
2. No consideres los tropiezos como retrocesos
El aprendizaje rara vez es lineal.
Ya sabes: 2 pasos para adelante, 1 para atrás.
Esto es lo normal y está bien así, porque es la forma que tenemos de cambiar hábitos viejos por nuevos.
Si hoy estás cantando peor que ayer, lo mejor que puedes hacer es mantener la calma.
Con la cabeza fría, trata de recordar las sensaciones del día anterior y trata de reproducirlas de nuevo, con toda la tranquilidad del mundo.
¿Que no consigues tanta potencia?
Da igual. Insiste en buscar las mismas sensaciones sin forzar nada.
¿Que no lo consigues de ninguna forma?
Déjalo por hoy y vuelve a intentarlo mañana.
No es glamuroso, pero es lo que es.
3. Expectativas demasiado conservadoras
Antes te decías que no esperes mejorar tu voz 20 niveles en sólo unos días.
Pero eso no quiere decir que asumas que tienes que estar años y años practicando para ver alguna mejora importante.
Yo estoy obsesionado con encontrar formas de acortar tiempos.
Si algo que se aprende en 1 año se puede aprender en 2 meses… ¿por qué no hacerlo?
Por otro lado, tampoco te pongas límites del tipo “a esta nota no podré llegar nunca”, porque la voz humana da muchísimo de sí.
4. Que el síntoma no te ciegue
Imagina que encuentras la forma de cantar una nota aguda que no habías podido cantar antes.
Aquí suele haber dos formas de reaccionar:
La primera es alegrarse por poder llegar a esa nota y tratar de conseguirlo una y otra vez.
La segunda es ver que el sonido que has conseguido no te gusta.
Todo es una serie de pasos y no puedes dar más de uno cada vez.
Siguiendo el ejemplo de la nota aguda, lo primero es llegar a esa nota, lo segundo es llegar cómodamente, lo tercero es llegar siempre que quieras y lo cuarto es sacarle un mejor sonido.
El sonido siempre es lo último, porque el sonido no es más que un síntoma de algo que aún no está funcionando bien en tu voz.
5. Buscar “tips”
Un “tip” es un consejo, y un consejo no te enseña nada.
Por ejemplo, un consejo que oigo mucho es: “utiliza el twang para llegar a las notas agudas”.
Si te funciona, tendrás una gran limitación para cantar notas agudas, porque todas te sonarán con “twang”.
Algo así: (EL EJEMPLO ESTÁ EN EL AUDIO)
Y bueno, como te funciona tampoco tendrás la necesidad de seguir buscando mejoras.
Eso te limita muchísimo como cantante.
Los “tips” pueden ser interesantes, pero lo importante es que tu voz suene lo más natural posible, manipulándola lo menos posible.
6. Bajarte el tono de las canciones porque te quedan agudas
Esto es negarle a tu voz sonar todo lo bien que puede sonar.
Cuando bajas el tono de una canción, pierde energía y suena muy sosa.
Si tienes que cantarla sí o sí en un concierto y aún no llegas a sus notas agudas, es una opción genial.
Es mucho mejor que quede sosa que cantarla mal.
Pero eso es algo TEMPORAL.
El objetivo es poder cantarla en el tono en el que mejor suena tu voz y la canción.
Recurrir siempre a bajar el tono de las canciones va a limitar por completo el acceso a tus notas agudas.
No pienses que no puedes llegar a esas notas.
Piensa en qué puedes hacer para llegar a ellas.
7. Tener miedo a hacerte daño
No utilizar volúmenes altos, no practicar sin supervisión por si haces algo mal, dejar de practicar en cuanto sientes que fuerzas un poco la voz, …
Obviamente no tenemos que maltratar a nuestras voces, pero si nunca exploramos más allá de lo que conocemos, nunca vamos a mejorar.
Mejorar y aprender implica fallar.
Y fallar en el canto significa que a veces vamos a forzar un poco la voz.
¿Sabes qué? Notición: no pasa nada.
Los nódulos en las cuerdas vocales no aparecen por forzar la voz de vez en cuando.
Pero tu voz sí puede crecer mucho si prestas atención a qué hiciste para forzar la voz, porque eso te puede dar pistas para buscar una estrategia diferente, y dejar de forzar la voz.
8. Cruzar el punto de no retorno y seguir andando
¿Verdad que no te cansas por caminar 5 minutos?
Pero si estás caminando durante 4 horas, la cosa cambia, a pesar de que estás caminando siempre igual.
Los músculos se cansan.
La voz son músculos, ligamentos, mocos y más cochinadas varias.
Aunque utilices todo eso perfectamente, se van a cansar.
Ten esto muy en cuenta cuando practiques durante horas, porque llega un punto en el que practicar más implica retroceder.
Implica seguir utilizando una voz cansada que lo único que hará será cansarse más.
Cuando llegues a ese punto, para y descansa.
Avanzarás mucho más rápido. Te lo digo por experiencia.
9. No tengo talento
Como te dije antes, la voz humana da muchísimo de sí, si la entrenas.
Si no has cantado nunca, un día te pones delante de un micrófono, cantas algo y te sale horroroso, como digas que no tienes talento te voy a perseguir de noche.
Vamos a ver… es como si a mí me da por hacer kick boxing y me voy a un gimnasio a competir.
En cuanto suene la campana me van a meter un directo en toda la cara que me va a dejar KO.
Horas después, cuando recupere el conocimiento en la cama de un hospital y con 3 dientes menos, si digo que lo que ha pasado es que no tengo talento, el doctor estaría en pleno derecho de tirarme escaleras abajo.
Y si tengo dos dedos de frente, yo mismo le ayudaría a hacerlo.
Puede que cantar se te dé mejor o peor de buenas a primeras, pero lo que realmente te puede hacer cantar bien no es el talento.
Es practicar mucho y practicar correctamente.
10. Quedarse en lo teórico
Escuchar todos los episodios de El Sensei del Cantante (GONG) está muy bien porque puedes aprender muchas cosas sobre canto.
Pero a conducir no se aprende leyendo.
A escribir no se aprende leyendo.
A dibujar no se aprende leyendo.
¿Te imaginas lo loco que es que yo ahora te diga que a cantar no se aprende leyendo?
Ni escuchando.
Ni viendo.
Puedes aprender muchas cosas, pero si nunca las aplicas, no sirve de nada.
Y también tienes que experimentar mucho con tu propia voz.
11. No mirar atrás
Te dije que te traía 10 limitaciones típicas, pero me he acordado de una más.
Podría hablarte de la limitación que supone no cambiarte la ropa interior cada día, pero aunque no lo creas, hay otra mucho más importante:
No ser consciente de todos los progresos que has hecho.
De todos los progresos que has hecho.
Cuando trabajas con un buen método, sentir mejoras semanales es algo habitual.
Sin embargo, esto te puede cegar de tu progreso real, porque no ves mejoras grandes.
EXCEPTO si tienes grabaciones de hace 3 o 6 meses, por ejemplo.
Cuando las escuches, pondrás en perspectiva tu entrenamiento y ahí podrás ver realmente todo lo que has progresado.
Si no lo haces, siempre pensarás que lo que estás haciendo no vale para nada, y eso hará que tus avances se resientan.
Es una limitación que es tan fácil de solucionar como grabarte una vez por semana y guardar esos audios ordenados por fecha.
Y si ves que realmente no has progresado nada, o muy poco en ese tiempo, tienes la prueba irrefutable de que tienes que buscar otro tipo de entrenamiento para tu voz.
“Pero Freddy Mercury no se quiso arreglar los dientes para que no le afectara la voz”.
Sí, conozco la historia.
Vamos a hablar de eso cuando apliquemos un poco la lógica a este tema.
La ortodoncia no afecta a la voz en términos de resonancia vocal
La amplificación del sonido fuente que generan las cuerdas vocales ocurre en la laringe y en la boca, principalmente.
Podemos jugar con esas resonancias vocales, moviendo la lengua, la mandíbula, la laringe y los labios.
Así es como articulamos las vocales.
Todas esas partes son móviles y podemos manipularlas, para bien y para mal.
Los dientes no los podemos mover a voluntad, a no ser que sea con unas tenazas.
Y hasta donde yo sé, no existe ningún estudio que diga que la alineación y posición de los dientes afectan al sonido de la voz.
Yo mismo he llevado ortodoncia y no he notado absolutamente ningún cambio, más allá del trabajo técnico que he ido haciendo durante los años.
Porque aunque mañana salga un estudio que diga que pasar por un tratamiento de ortodoncia puede cambiar tu voz, el cambio no es de la noche a la mañana.
Suele durar uno o dos años, por lo que los cambios son incrementales y muy pequeños.
Van a ser imperceptibles.
Es como cuando te dejas el pelo largo.
En tu día a día no notas nada, pero si alguien te ve después de 1 año, va a ver que te ha crecido mucho el pelo (a mí no, porque ya no me queda).
Pero la ortodoncia afecta a la voz en otros puntos.
Puede afectar a la dicción
Tener un cacharro en la boca te puede hacer hablar/cantar raro.
La ortodoncia invisible a veces puede hacer que las “S” no se puedan pronunciar bien, o las “RR”.
Este tipo de ortodoncia es el que yo he llevado.
Por temporadas me hacían heridas en la lengua y a veces era incómodo articular alguna consonante, pero tampoco fue un calvario.
Puede afectar a la comodidad
La ortodoncia a veces duele.
Ese dolor te afecta a la voz, a la siesta y a los paseos con el perro.
Porque todo lo que te afecte a nivel mental, va a hacer que desempeñes peor cualquier cosa que hagas.
Quizás los brackets te rozan y te molestan, así que inconscientemente tensas los labios para que no los toquen tanto.
O, como a mí, la ortodoncia invisible te roza la lengua y te molesta, así que la mantienes un poco retraída para que no duela.
Puede que te haga apretar más los dientes, teniendo la mandíbula en tensión y adquiriendo el hábito de apretarla.
Pueden ser mil cosas, y ninguna está vinculada DIRECTAMENTE con la voz.
Todas AFECTAN a la voz, pero la voz no ha cambiado.
También hay gente que tensa la mandíbula sin haber llevado nunca ortodoncia.
Y eso se puede reeducar.
¿Y si me quitan un diente?
Yo no he visto aún ningún caso de un cantante al que le quitan una muela y su voz cambia, excepto el de Miguel Bosé.
Su voz cambió porque una muela le había causado una infección de caballo que le afectaba a todo el cuerpo.
No porque esa muela fuera un amplificador ni nada parecido.
Si te quitan un diente puedes sentirlo todo muy raro, pero poco más.
En cuanto te adaptes al cambio, todo volverá a la normalidad.
Ningún drama, la verdad.
¿Y Freddy Mercury?
La historia de Freddy Mercury la he oído mil veces.
Y son eso, historias.
Al menos yo no he podido encontrar ninguna fuente que diga que Freddy Mercury dijo eso.
Todo son habladurías y cosas que piensa la gente.
Pero yo vuelvo a la lógica:
Si Freddy Mercury cantaba tan bien por tener dientes de más, ¿por qué hay otros cantantes que cantan igual de bien (o mejor, o peor) que él sin tener esa condición dental?
A todos nos gusta dar una explicación especial a las cosas, cuando realmente no son especiales.
Y puestos a suponer, ¿quién dice que si Freddy Mercury se hubiese arreglado la dentadura, no habría cantado mejor?
Mira, ya sabes que a mí no me gusta atribuir a la magia o al talento lo que se puede explicar por movimientos musculares.
Y la voz es eso, movimientos musculares.
Es como eso de que las personas obesas tienen grandes voces, como Pavarotti.
Bueno… ¿has escuchado alguna vez a Juan Diego Flórez? ¿Ángelo Lo Forese? ¿Tarja Turunen?
Si la ortodoncia afecta a la voz de alguna forma, es positivamente, pero no por la voz
Si estás pensando en ponerte ortodoncia puede ser por algún problema funcional.
Algo que te impida vivir mejor.
Si ese es el motivo, yo no me lo pensaría y me haría el tratamiento.
Si tu calidad de vida mejora, tu voz lo tiene mucho más fácil para mejorar.
Ahora, si lo quieres hacer por estética, pondría la mano en el fuego que tu voz tiene muchas más papeletas para mejorar.
Tener los dientes torcidos o apiñados nos suele crear inseguridades porque nos vemos mal.
Para cantar se ha de abrir la boca.
¿Ves la conexión?
Si tenemos recelo de que se nos vean los dientes, vamos a cantar con cuidado para que no se vean, y eso va a afectar al canto.
Incluso podemos ir más allá.
Una buena autoimagen aumenta la seguridad en uno mismo.
Con más seguridad se afrontan las tareas con otra mentalidad.
Una mentalidad de logro, de positivismo.
Sólo eso ya te pone por delante de la mayoría de cantantes.
Al principio te dije que la ortodoncia no afecta a la voz, pero ahora me estoy convenciendo a mi mismo de lo contrario.
Escúchalo luego con calma. Por ahora, para resumir te diré que tienes que tratar tu voz como lo que es: un conjunto de músculos.
Si piensas así, pensarás realmente como un atleta, y calentarás igual.
2. Conocer los remedios caseros que te funcionan y los que no
Yo no soy muy fan de los remedios caseros por el simple hecho de que no a todo el mundo le funciona lo mismo.
Tampoco me gustan porque la gente tiende a utilizarlos como sustitutos de un buen cuidado vocal continuo.
De unos buenos hábitos para la voz, incluso aunque no cantes.
En vez de eso, los utilizan como apagafuegos en situaciones de emergencia.
¿Pero usarlos con cabeza? Eso sí, por Dios.
Si un día te despiertas con la voz un poco ronca y ducharte con agua caliente a primera hora de la mañana te sienta genial, hazlo sin dudarlo.
¿Hay evidencia científica?
A quién le importa la evidencia científica si te sientes mejor.
Es que aunque sea puro placebo, utilízalo.
Dicho esto, te dejo aquí un enlace a un artículo donde recopilamos un montón de remedios caseros para la voz en el que además mucha gente ha compartido sus propias soluciones en los comentarios.
3. No hablar fuerte en sitios ruidosos
Las veces que he perdido la voz de la forma más agresiva ha sido cuando he tenido que estar hablando en sitios ruidosos.
Discotecas, bares, …
Antes de saber que eso era malo, lo achacaba a otros motivos: me he ido a dormir tarde, he bebido algo de alcohol, …
Con el tiempo he aprendido que no es así.
Y aún sabiendo que es algo horrible para la voz, me ha vuelto a pasar.
Bueno, pues si te encuentras en la misma situación, esto también tiene una explicación.
7. Conservar la voz no es lo mismo que desarrollarla
No entender esta frase es el peor hábito para la voz si cada vez quieres cantar mejor.
Incluso si no quieres que se deteriore hasta el punto de perderla.
Hay una confusión recurrente entre los cantantes en lo que a trabajar sus voces se refiere.
Muchos creen que calentar la voz es algo que tienes que hacer si quieres cantar mejor.
Pero no… calentar la voz pertenece a la categoría de cuidados, es decir, de conservación de la voz.
Hay que tener muy clara la diferencia entre conservación y desarrollo, porque no son lo mismo.
Si quieres seguir cantando como hasta ahora, necesitas un trabajo de conservación.
Si quieres cantar mejor, necesitas el mismo trabajo de conservación y además un trabajo de desarrollo técnico.
Con una pequeña excepción: si tu técnica vocal no es lo suficientemente buena como para no hacerte daño al cantar, el desarrollo vocal tiene que formar parte de tu conservación vocal.
Por ejemplo, si siempre fuerzas tu voz al cantar cierta canción, por más que calientes, eso no va a cambiar.
Por muchas infusiones que te tomes.
Por mucho ejercicio que hagas.
Tienes que aprender a cantarla sin hacerte daño, sin hacer esfuerzo.
Además de los beneficios obvios como aumentar tu rango vocal, cansarte menos, etc. está el beneficio de que, cuanto mejor sea tu técnica vocal, menor será el trabajo de conservación que tengas que hacer.
Porque cuanto mejor utilices tu voz, menos la estresas, menos tiempo de calentamiento necesitarás y menos tiempo de recuperación.
Aunque no es carta blanca para fumarte todos los cigarrillos que quieras.
En muchas ocasiones, cuando te hacen un cumplido no puedes tener la certeza de que es un cumplido por la forma en la que te lo han dicho.
Por ejemplo: Bueno… no eres Nino Bravo, pero estás mejorando.
Esto es un comentario REAL que le hizo un familiar a un alumno.
En cambio, las personas que no te conocen de nada y te oyen cantar serán las que te dirán la verdad.
Si les has encantado, se acercarán y te lo dirán.
Si les has gustado, puede que no te digan nada el primer día, pero si te escuchan más días, te lo dirán.
Si no te dicen nada, es que no les has gustado.
Por eso, cantar para gente con la que no tienes ninguna relación es una forma de conseguir sinceridad absoluta sin que nadie te inunde con comentarios hirientes.
Mientras tanto, tú vas ganando seguridad y experiencia, lo cuál te hará tener más confianza al cantar y cantarás mejor.
NOTA IMPORTANTE: estoy hablando de sitios en vivo, nada de Internet.
En Internet la gente que hace más ruido es la más hiriente, y son personas que jamás te dirían esas cosas a la cara.
No te conviertas en su basurero emocional.
Hazlo sólo si ya tienes la confianza y seguridad suficientes como para ignorar a ese tipo de personas y comentarios.
Eduplaneta Musical utiliza cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación, realizar tareas de analítica y mostrar publicidad acorde a sus intereses. Si continúa navegando, entendemos que acepta nuestra Política de Cookies.AceptoReject
Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.