Guía paso a paso para escribir letras de canciones

escribir letras de cancionesEscribir letras de canciones es todo un arte y otra parte importantísima de la composición de canciones.

No es tan difícil como piensas.

Hay personas a las que no les cuesta nada y en un momento tienen una letra preparada sin seguir ninguna metodología concreta ni ningún patrón.

Si tú eres de esas personas a las que les cuesta saber por donde empezar a escribir o si eres de las que escriben sin problema pero hoy te has despertado con un bloqueo, voy a proponerte algunas ideas que puedes seguir paso a paso para escribir tus propias letras.

Cuando tienes que escribir letras de canciones te puedes encontrar con estos tres supuestos:

  1. No tienes la música ni la melodía de voz.
  2. Tienes la música pero no la melodía de voz.
  3. Tienes (o no) la música y la melodía de voz.

Vamos a ver los pasos para cada uno de estos supuestos:

Como escribir letras de canciones cuando no tienes ni la música ni la melodía de voz

Esta es la manera fácil de escribir letras de canciones, pues no tienes limitaciones de ningún tipo, sólo tienes que ponerte a crear.

Cuando tengas que hacer la melodía de voz y la música es cuando empezarán las complicaciones, pero por ahora no tienes más que disfrutar del proceso de creación.

Vale, no tienes ni idea de por donde empezar, ¿verdad?

¿Qué tal si definimos una temática para tu canción?

Se trata de decidir de qué quieres que vaya la canción.

Es un buen primer paso por el que puedes empezar porque te ayuda a focalizar tu atención en torno a algo concreto.

Depende del estilo para el que vayas a escribir la canción la temática suele ser bastante afín.

En heavy metal, por ejemplo, las letras pueden ir desde amor/ desamor, a batallas, viajes en moto, la destrucción del planeta…

En baladas, el tema amor/ desamor se lleva la mayor parte.

En música dance, la fiesta y pasarlo bien…

Te haces una idea, ¿verdad?

Pero las posibilidades son infinitas, no tienes por qué cerrarte a las temáticas de siempre, puedes escribir sobre lo que quieras. ¡Experimenta y diviértete!

Ten en cuenta que no tienen que ser escritos basados en hechos reales o de experiencias vividas. Puedes escribir, por ejemplo sobre un mono submarinista que está buscando un tesoro enterrado en el fondo del mar y no va a pasar nada, sólo arrancarás alguna sonrisa.

Para empezar a escribir la letra de tu canción, puede ayudarte escribir una frase corta que defina la temática.

Explicando tu historia

Una manera muy sencilla de estructurar la historia que tienes que explicar es mediante las estrofas.

Lo habitual es poner en antecedentes al que escucha o lee la letra con una introducción que puede estar en la primera estrofa.

Puedes hablar del pasado, de cómo empezó todo.

En la segunda estrofa puedes hablar de cómo están las cosas en este momento, del presente.

Puede ser más o menos lo mismo de lo que hables en el estribillo pero con otras palabras.

Finalmente, queda hablar sobre el futuro, o si es una historia del pasado, de cómo acabó todo.

El caso es que sigas un orden cronológico para explicar los sucesos, porque eso le dará un sentido a la canción y quedará mucho más cerrada.

Hay quien escribe letras de canciones y no tiene en cuenta este orden cronológico, sino que va repitiendo lo mismo en cada estrofa con diferentes palabras (pasado, presente o futuro).

No tienes por qué ceñirte a este esquema, pero quizás te ayude echar mano de una estructura para que te salga algo más sólido.

El caso es que tú decides cuál es esta estructura. Si quieres que sea pasado – presente – futuro o quieres hablar sólo del pasado, sólo del presente o sólo del futuro.

Lo importante es tener definida la historia que quieres contar para no irte por las ramas.

Escribe una frase corta que resuma de lo que quieres hablar en cada estrofa, para que luego sea más fácil desarrollarla.

Es hora de estructurar la canción

Depende de cada canción, pero es bastante habitual que las canciones tengan un estribillo que se va repitiendo varias veces a lo largo de la canción.

Ese estribillo puede ser un resumen en pocas líneas del tema sobre el que quieres hablar.

Puede ser lo primero que escribas, ya que te puede ayudar a escribir el resto de la canción, ya que con él definirás aún más la temática.

Por ejemplo, si la temática es amor, puedes hablar de dos amantes que viven separados por la distancia y ya tienes una variación más.

Una vez tienes el estribillo, puedes definir cuánto quieres que dure la canción.

En función de eso, tendrás que escribir las estrofas. Una, dos, tres… depende de cuán larga quieres que sea tu canción.

En algunas ocasiones se suele escribir un puente que conecta la estrofa con el estribillo. Suele ser más corto que la estrofa, y puede ser todo el rato igual o lo puedes ir cambiando en cada estribillo.

Puedes designarlos con letras para que después sea mucho más fácil componer la música.

Por ejemplo, la estrofa sería A, el puente sería B y el estribillo sería C.

Es bastante habitual encontrarte una estructura como esta: A + B + C + A + B + C + A + B + C

Pero tú puedes ponerlo como quieras.

Es importante que el orden que elijas para escribir tenga sentido en tu historia.

Longitud de cada frase

Que cada frase tenga más o menos la misma longitud te ayudará mucho a la hora de ponerle música a tu letra.

Una estructura muy cómoda para luego componer la música suele ser con 4 frases de igual longitud para las estrofas, dos frases para el puente y cuatro frases para el estribillo, aunque por supuesto, nuevamente depende de ti y de lo que quieras hacer con tu canción.

Si es tu primera canción, quizás prefieras no complicarte mucho y hacerla sencilla, pues a medida que vayas cogiendo práctica te irá saliendo cada vez mejor.

Ahora que tienes tu letra para la canción, queda ponerle música y melodía de voz.

¿Cómo lo hago si tengo la música pero no tengo ni la melodía de voz ni la letra?

De esta manera también es importante seguir unos pasos.

Más o menos vas a tener que hacer lo mismo que antes, pero en este caso vas a tomar menos decisiones a la hora de escribir la letra de la canción.

No obstante, sí puedes decidir respecto a la temática y la manera de explicar la historia y la manera de trabajar hasta ahí, va a ser la misma que te he indicado antes.

Te recomiendo que escuches la música antes de decidir la temática para ver si encaja.

Por ejemplo, si es una canción alegre, hablar de un tema como la muerte puede quedar un poco raro, aunque por supuesto se puede hacer, ¿porqué no?

Descifra la estructura de la canción

Tienes que analizar con mucho cuidado la música y estructurarla.

Es lo mismo que hemos hecho antes, sólo que ahora te viene dado por la música, sólo tienes que prestar atención y coger un papel y lápiz.

Escucha cuántas veces se repite cada parte a lo largo de la canción.

Identifica cuántas estrofas caben, cuántos estribillos y si hay puentes.

Ponles una letra identificadora. ¿Por ejemplo, A + B + C?

Quizás prefieras hacer esto antes de decidir la historia (imagínate que hay sólo dos estrofas y tú quieres estructurar pasado – presente – futuro). Aunque siempre puedes añadir una estrofa más a la canción.

La longitud de la frase la decides tú

A la vez que decides la longitud de la frase tienes que decidir cómo quieres que sea la melodía de voz.

Lo primero es saber cuántas frases van a haber. Para ello puedes contar las vueltas que da la música.

Lo habitual es que si son pares hagas un número par de frases y si son impares impar, aunque no tiene que ser así obligatóriamente, la penúltima la puedes dejar en silencio o dejarla sostenida para que cubra la frase que falta.

Una vez definas cuantas frases hay en cada parte (A, B o C), sabrás de donde a donde tiene que ir tu frase.

Puedes empezar por escribir una frase e intentar encajarla en ese intervalo. Ten en cuenta que puedes jugar con la velocidad.

Cantando más deprisa o más despacio podrás encajar más sílabas por nota o menos.

Y ahora, ¡a escribir!

¿Y si ya tengo la música y la melodía de voz pero aún me falta escribir la letra?

En este caso, será lo mismo que cuando no tienes la melodía de voz, la única diferencia es que no decidirás tú la longitud de cada frase.

Cada nota de la melodía te dirá cuántas sílabas puedes poner en una frase, aunque algunas veces puedes jugar con eso y poner una palabra entera en una sola nota.

Así sabrás qué duración aproximada tiene que tener cada frase.

Cuántas frases tienes que poner en cada estrofa, en el puente (si lo hay) y en el estribillo, también vendrá definido.

Vuelve a coger papel y lápiz para escribir la estructura de la canción, las frases por estrofa y el número de sílabas por frase.

Un truquito que a mi me va muy bien es escribir lo primero que te venga a la cabeza, aunque no tenga ningún sentido, con las sílabas correctas por frase. Eso te da una guía escrita que te ayudará mucho a la hora de escribir la letra definitiva.

¿Quieres más ideas sobre cómo componer una melodía de voz? Pincha aquí.

¿Y qué tal si le damos un poco de gracia a tu letra?

Hay palabras muy poderosas que cuando las pronuncias se te llena la boca y te pueden ayudar a darle garra a tu canción.

Úsalas sobretodo en el estribillo si quieres darle más fuerza que al resto de la canción, para que sobresalga.

Aquí tienes algunos ejemplos en español: “Puño, amor, alma…”

Y en inglés: “power, love, scream…”

Si hay un momento de la canción en la que acabas una frase de golpe con la música o quieres cortar la frase, puedes utilizar una palabra que acabe en consonante. En inglés se suele usar mucho para este recurso las acabadas en “st”.

Si este artículo te ha ayudado a salir de tu bloqueo temporal o te ha dado inspiración para escribir tu primera letra, ¡me encantará saberlo! ¡Utiliza la sección de comentarios!

Ah! y no olvides compartirlo para hacer de este, un mundo más musical.

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Los 3 bloqueos más comunes que te impiden vocalizar mejor con sus respectivas soluciones

vocalizar mejorSi te ha pasado alguna vez que terminas de cantar una canción y te preguntan en qué idioma estaba, significa que necesitas vocalizar mejor.

Piensa que uno de los puntos fuertes de una canción es la letra.

Cuando cantas es vital entender lo que estás diciendo y darle la emoción adecuada.

No es lo más importante a la hora de interpretar, pero si los que te escuchan entienden lo que dice la letra tienes mucho ganado.

Vocalizar bien puede ayudarte a mejorar tu técnica, como puedes leer en este artículo.

Pero además, te ayudará a ganar seguridad en el escenario.

¿Por qué me cuesta vocalizar mejor?

Hay varias razones por las que te cuesta vocalizar. Vamos a ver si te identificas en alguna de ellas:

No te gusta llamar la atención

Una de las razones más comunes por las que te cuesta vocalizar es la timidez.

Como inconscientemente lo que quieres es pasar desapercibido, instintivamente no vocalizas, para que no te entiendan y así que no te presten demasiada atención.

Recuerdo que en el colegio, cuando la profesora hacía una pregunta a la clase mis compañeros levantaban la mano con la respuesta, pero yo, aunque la supiera, me quedaba quieta.

Sí que es cierto que alguna vez me decidí a levantar la mano, cuando nadie más lo hacía, pero curiosamente sólo me vienen a la memoria las veces que al dar la respuesta llamé demasiado la atención por dar una respuesta que el profesor no esperaba.

Eso reforzó mi creencia de que lo mejor era quedarse callado y esperar a que otro o el propio profesor diera la respuesta.

Y esa creencia me hizo cohibirme aún más.

Es curioso cómo algunas personas a las que nos pasa esto llegamos a cantar en un escenario.

¿No se supone que si no te gusta llamar la atención no deberías querer subir a un escenario o pronunciar un discurso?

Para mi siempre ha sido muy contradictorio pero lo entiendo porque he pasado por ello también.

Solución: Enfrentarte a tus miedos.

Tienes que ejercitar esta faceta tuya como cualquier otra que quieras mejorar.

Así que la próxima vez que estés en una clase y alguien pida un voluntario, sin pensarlo sal tú. Tiene que ser de manera automática, porque si lo piensas un segundo es posible que te eches atrás.

Esto lo vas a tener que repetir unas cuantas veces hasta ganar la confianza que necesitas, pero vale la pena y te sentirás muy orgulloso de ti mismo.

Tu cerebro va más deprisa que tu voz

Cuando te pasa esto, lo que sucede es que quieres seguirle el ritmo y en ese afán acabas hablando demasiado rápido.

Al hablar demasiado rápido no vocalizas bien y a los demás les cuesta mucho entenderte.

Si este es tu caso, deberías intentar ralentizar tu voz.

A ti te parecerá extremadamente lenta, pero será más fácil que te entiendan.

Si tienes que hablar ante un micrófono en una sala con mucho reverb (por ejemplo en una iglesia), es super importante hablar más despacio para que te puedan entender.

Tienes tensiones en la cara

Cuando no tienes relajada la cara es mucho más difícil gesticular para vocalizar mejor.

Tienes que trabajar en diferentes aspectos que mejorarán ese problema, así que este punto lo voy a desarrollar un poquito más y a darte algunos ejercicios que te ayuden a mejorar.

1. Lo primero que necesitas es relajar los músculos de la cara

Para ello puedes utilizar este ejercicio:

Tienes que dejar salir un flujo de aire de manera continuada, aunque no con demasiada presión. Aguanta los músculos de tus mofletes con las manos mientras lo haces y deja que tus labios vibren libremente entre sí.

Aquí puedes escuchar un ejemplo:

2. Ahora es el turno de la mandíbula

Necesitas relajar la mandíbula para que pueda moverse libremente.

Quiero que lo pruebes con un ejercicio cualquiera. Lo ideal es que dejes que caiga cada vez, más que moverla tú intencionadamente.

Si te parece demasiado exagerado, ponte delante de un espejo y observa mientras lo haces. Verás como no es tan exagerado como pensabas. Cuando estés en plena charla o cantando ya no tienes que estar pendiente de eso, pero en los ejercicios podemos exagerarlo un poco más, para que el cerebro lo vaya asimilando poco a poco.

Pruébalo con este ejercicio por ejemplo:

 3. Vamos a relajar la lengua

La lengua es uno de los músculos que más se tensan.

A la hora de vocalizar es uno de los que peores pasadas nos juegan, ya que a veces puede hacer que nuestra voz suene rara o engolada.

Lo más común es que se vaya excesivamente hacia atrás y eso haga que no salga la voz clara.

Te voy a proponer un ejercicio que te ayude a relajar la lengua y que eso te haga vocalizar mejor.

Saca la lengua y aguántala con los dientes. Ahora imita un maullido de gato mientras haces la escala. Intenta mantener el sonido durante todo el rato:

4. Especial frases difíciles

Ponte un lápiz en la boca sujetándolo con los dientes y pronuncia la frase difícil ralentizándola.

Ves normalizando la velocidad mientras sigues sujetando el lápiz con los dientes.

Cuando estés preparado, quita el lápiz y verás como ahora es mucho más fácil de pronunciar.

Si añades dificultad a la práctica, cuando quites esa dificultad, ¡esa frase difícil será mucho más fácil!

¡Estaré muy contenta si todos estos consejos te ayudan y mucho más si los compartes para que puedan ayudar a otras personas!

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¿Es posible que mi voz suene más bonita? ¿Cómo lo consigo?

voz suene más bonitaCuando quieres que tu voz suene más bonita puede ser por varios motivos.

No todos estos motivos son físicos (algunos sí, pues es porque tu voz suena demasiado nasal o con tensiones, …).

Eso sí, todos ellos nacen en tu cabeza. Siempre empiezan porque te acostumbras a poner la voz de una manera para que se acerque a cómo quieres que suene.

Si quieres saber cómo puedes mejorar el sonido de tu voz, ¡sigue leyendo!

¿Te suena la frase “nunca estás contento con lo que tienes”?

Y es muy cierto.

Pero no es algo malo.

Todo lo contrario.

Esta actitud dice mucho de ti, porque indica que te quieres superar a ti mismo y que eres consciente de que no eres perfecto.

Para ser realmente único tienes que estar en constante evolución.

En el momento en que pienses que eres perfecto es cuando te estancas y no evolucionas.

El consejo que te puedo dar al respecto es: nunca dejes de trabajar con tu voz.

No te conformes con lo que ya puedes hacer, ¡supera tus límites!

En estos casos, tu voz ya es bonita, sólo que falta trabajar en la técnica para que suene libre de tensiones, más clara, etcétera.

Es importante que no te obsesiones con un ideal de cómo tiene que ser tu voz.

Tu voz es como es. Lo que necesitas es aprender a sacarle partido: explotar sus puntos fuertes y minimizar sus puntos débiles.

Normalmente cuando quieres que tu voz suene más bonita puede ser:

1. Porque suena nasal, con lo que te recomiendo que leas este artículo.

2. Porque no te gusta el timbre que tienes.

3. Porque tienes una idea preconcebida de cómo quieres que suene tu voz (más grave o más aguda) y es diferente a lo que tienes.

¿Qué pasa cuando tu voz es más bien grave y tú prefieres tenerla más aguda?

Hay chicas que tienen la voz grave y la querrían tener más aguda para parecer más femeninas.

Cuando tienes una voz grave y quieres que suene más bonita o más dulce puedes tener problemas.

Hacemos que nuestra voz suene más bonita haciendo más finas nuestras cuerdas vocales.

El problema viene cuando mantenemos la presión de aire igual de fuerte que cuando están más gruesas.

Esto hace que las cuerdas vocales no puedan mantener la aducción y que nuestra voz suene airosa.

De esta manera, no sólo perdemos potencia, sino que ponemos en peligro nuestras cuerdas vocales, ya que cantar así no es muy sano.

Hay ejercicios que pueden ayudarte a mantener la aducción incluso haciendo más finas las cuerdas vocales. Tienes que practicar al mínimo volumen que puedas sin perder el sonido y la aducción.

Un ejemplo sería este ejercicio:

 ¿Y si tienes la voz demasiado fina y quieres que suene más gruesa?

Quieres que tu voz suene más grave porque cantas canciones en las que no encaja una voz dulce.

O porque te parece que no tiene cuerpo.

Quizás quieres añadir un punto de agresividad en una canción pero te suena dulce hagas lo que hagas.

En este caso, corres el peligro de acabar forzando la voz porque para sonar más fuerte gritas.

Lo que realmente te puede ayudar es desarrollar tu voz mixta.

Depende de las peculiaridades de tu voz te podría dar un ejercicio u otro como ejemplo.

Así que vamos a poner un ejemplo.

Tenemos a una chica de 14 años que quiere que su voz suene más adulta de lo que es.

Para ello utiliza la voz de bostezo y canta siempre con esa voz.

Eso no está bien, porque lo que le va a pasar es que va a acabar con tensión en la laringe.

La laringe no ha de estar baja para cantar, ha de estar estable.

¡Cuidado! Esto no significa inmóvil, significa estable.

A esta chica, le diría que utilice su voz hablada para cantar, sin poner voz de bostezo, pero sin permitir que suene airosa.

Un ejercicio que podría funcionar muy bien con ella sería este:

Con este ejercicio tendría que poner mucha atención en sus notas graves, tanto al empezar la escala como al terminarla, no permitiendo que suene airosa.

Entonces, ¿Cuál es la clave para que mi voz suene más bonita?

Que sea tu voz.

No debes intentar cambiarla para que se parezca a otra voz que te gusta más.

Lo más importante es que la mantengas sana. Eso la hace bonita.

No tengas miedo de experimentar cantando canciones que son para voces dulces o para voces más gruesas.

Tú puedes cantar cualquier canción que te propongas.

Cómo sea tu voz no tiene nada que ver con ello.

Lo único que tienes que tener en cuenta es el tono en que vas a cantar:

Por un lado, que te resulte cómodo para el punto en el que estás y por el otro, para que tu voz brille más.

No porque tengas la voz dulce vas a poder cantar sólo baladas ni porque tengas la voz dura vas a poder cantar sólo rock.

La clave está en la técnica.

Tienes que trabajar en tu técnica para que cantes lo que cantes lo hagas bien.

De hecho, te aconsejo que explores diferentes estilos para conocer lo que hay y saber cual es el que más te gusta cantar.

Porque una cosa es que un estilo te guste para escuchar y otra es que te guste para cantarlo.

Para terminar te voy a poner un ejemplo de una voz grave cantando una balada y de una voz dulce cantando rock:

Josh Groban en Remember me. Una balada con una voz grave. Me encanta esta canción:

After Forever con Energize me. Rock con una voz dulce. ¡Que la disfrutes!:

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Cómo elegir un repertorio musical que enganche a tu público

cómo elegir un repertorio musicalCuando decides que quieres ser cantante y hacer conciertos, una de las cosas más importantes que tienes que saber es cómo elegir un repertorio musical.

Para hacerlo, tienes que tener en cuenta muchos factores, así que te dejo aquí unos cuantos tips para que lo tengas más fácil:

Trabaja en las canciones que vas a cantar

Tienes que dedicarle tiempo a las canciones que quieres cantar en el concierto.

No sólo a la melodía de voz, sino también a la letra.

Si tienes problemas para memorizar las letras de las canciones, échale un vistazo a este artículo.

Si generalmente no tienes problemas de afinación pero en una canción desafinas, debes trabajarla con mucho cariño.

Una de las razones puede ser que no te la sepas del todo o no la hayas trabajado lo suficiente

En este caso, lo ideal sería conseguir la partitura de la melodía y ayudarte de un piano para ir nota a nota.

Puedes utilizar un piano virtual como este.

Repite la melodía una y otra vez hasta que se te quede grabada y no tengas miedo de ir por partes.

Chequea el volumen al que estás cantando

Si te la sabes muy bien pero sigues sin poder afinarla, quizás el problema sea que estás cantándola a un volumen excesivo.

Intenta reducirlo a ver si eso soluciona el problema. Recuerda que seguramente podrás utilizar un micrófono para cantar, con lo que tu voz ya se escuchará.

Comprueba que no estés forzando la voz

Averigua qué nota es la que está causando problemas.

Si es la misma nota que te causa problemas en tus ejercicios vocales, quizás aún es muy pronto para utilizarla en una canción.

No tengas miedo de bajar el tono de la canción si sientes que estás forzando tu voz o de cantar más grave una parte difícil.

Piensa que si en los ensayos la fuerzas, en el concierto seguramente la forzarás aún más y eso hará que te desestabilices para las siguientes canciones.

No hay nada malo en modificar el tono de una canción o cambiar una parte dificultosa para aumentar tu seguridad en el escenario.

Clasifica las canciones entre canciones que puedes cantar fácilmente y canciones que te cuestan un poquito más

La mayoría deberían ser canciones que puedas cantar fácilmente, ya que necesitas tener la seguridad de que tienes las canciones trabajadas para que te salga mucho mejor el concierto.

Debes tener en cuenta que en el momento en que sales al escenario el tiempo pasa muy rápido.

Al ser así, tienes menos margen de maniobra si algo falla.

Si has apuntado en tu repertorio algunas canciones que te cuestan un poquito más o que tienen una parte que no te sale, puedes prepararte una salida alternativa por si en el momento de la verdad ves que no vas a poder cantarla igual que la habías ensayado.

Por ejemplo, en Someone like you, de Adele, la versión de estudio tiene un estribillo diferente a la versión que canta en los conciertos y que es mucho más fácil por ser una nota más grave.

Esa puede ser una buena solución si en el momento de la verdad no te ves capaz de poder cantarlo.

Si sigues entrenando tu técnica vocal, poco a poco irás notando como podrás ir cantando canciones que antes no podías y tendrás mucha más libertad para hacer cambios.

Si con una canción no sientes la seguridad necesaria, es preferible que la dejes en el banquillo hasta que mejores en tu entrenamiento vocal.

Piensa bien el estilo que quieres cantar y no hagas variaciones demasiado grandes

A la hora de elegir tu repertorio musical es bueno mantenerse alrededor de un estilo.

Esto no significa que nunca puedas cantar canciones de diferentes estilos musicales.

Pero dentro de un mismo concierto debes ser un poquito congruente con el estilo, dependiendo del tipo de concierto que sea, el público que haya, etcétera.

Por ejemplo, yo ahora estoy cantando con una banda de heavy metal y hacemos versiones de heavy metal, ¿no crees que sería muy raro poner de repente una canción de Britney Spears?

Y esto no significa que no pueda llegar a gustarme o que no pueda cantar nunca una canción de Britney Spears.

Significa que en un mismo concierto el público no sólo se sorprendería, sino que no lo disfrutaría de la misma manera, porque ellos han ido a ver a una banda de heavy metal, no de pop.

Piensa bien en el público para el que vas a actuar

Muchas veces da igual, porque es tu familia y tus amigos y a ellos les va a gustar hagas lo que hagas, pero otras veces, si te contratan para cantar, vas a tener que elegir un repertorio más acorde con el público que va a haber.

Piénsalo, no es lo mismo tocar en un bar de motoristas que en una residencia de ancianos.

A la residencia de ancianos no vas con tu grupo de heavy metal, aunque puede que a más de uno le gustara! =)

Duración del repertorio

Es bueno tener un repertorio bastante largo para poder descartar canciones o hacer cambios de una actuación a otra.

Ten en cuenta que si siempre tocas las mismas canciones al final el público se puede acabar aburriendo.

Por otro lado, nunca sabes qué tipo de concierto te va a salir.

Puede ser que sea un concierto con otras bandas, donde tendrás que cantar sólo un ratito o puede ser que te contraten para el baile de después de una boda, con lo que tendrás que tener un repertorio bien largo para que no se acabe la fiesta en seguida.

¿Versiones o temas propios?

Este punto es complicado, porque los temas propios son geniales.

Es tu propia obra y es lo que más vas a disfrutar cantando, sobretodo si quedas contento con el resultado.

El problema con los temas propios es el público.

Es mucho más fácil llegar al público con versiones que con temas propios.

Siguiendo con el ejemplo de antes, si te contratan para el baile de después de una boda, lo que van a querer es que cantes canciones que todo el mundo conozca para que las canten y las bailen y de esa manera disfruten más.

Si estás empezando y tocas tus temas es probable que al principio sólo vayan a verte tus amigos, aunque si tienes una buena estrategia de marketing puedes llegar a mucha más gente. Para mejorar en eso, mírate este artículo de Carlos acerca de Musicalizza.

Así que como muchas de las preguntas que sueles hacerte a ti mismo, la respuesta es depende.

Depende de lo que quieras hacer con la música.

Aún así, hacer versiones aunque tengas temas propios tampoco está nada mal. Incluso puedes escoger una canción de otro estilo y hacerla afín al tuyo.

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Cómo llevar el tempo al cantar cuando cantas con una pista instrumental o con tu banda

llevar el tempo al cantarMuchos cantantes tienen problemas para saber cómo llevar el tempo al cantar.

Y no es de extrañar que muchos, cuando empiezan a cantar por su cuenta con banda o con una pista instrumental, acaben muy perdidos sin saber donde encaja la voz.

Puede que tengas una canción que hayas escuchado un millón de veces, que te la sepas de memoria y que siempre cantes encima del original, pero en cuanto te dejan a solas con la pista instrumental no sabes donde empieza, no sabes acabarla en el momento exacto y no sabes cómo encajar la voz.

Todo esto te pasa por que no estás siguiendo el tempo de la canción.

Lo primero que te voy a sugerir es que te consigas un metrónomo.

¿Qué es un metrónomo?

Un metrónomo es un aparato que te indica el tempo mediante una señal acústica o sonora.

Puedes ajustar la velocidad para que suene más rápido o más despacio en función de las notas negras que quieres que suenen por minuto.

Así, si lo pones a 60 tendrías una nota negra por segundo, a 120 tendrías 2 notas negras por segundo, etcétera. O sea que cuánto más incrementes el número más rápido irá.

Con un metrónomo puedes también definir el tipo de compás que quieres en función de cuantas notas lo compongan. Escucharás la primera nota del compás más fuerte que el resto, así sabes cuando empieza un compás.

Todos los instrumentistas suelen utilizar un metrónomo para sus prácticas, de esta manera es mucho más fácil tocar después todos juntos.

El cantante no puede ser una excepción y debe también seguir el tempo y practicar con un metrónomo.

Puedes encontrar metrónomos en cualquier tienda de música, aunque también los hay online, como este o incluso tienes aplicaciones para tu teléfono móvil.

¿Cómo trabaja un cantante en llevar el tempo al cantar?

Lo primero que tienes que hacer es empezar a trabajar con un metrónomo para ir interiorizando los ritmos.

Esto te ayudará incluso a aprenderte mejor las melodías de las canciones porque sabrás donde tienes que ir encajando la letra.

Practica un montón sólo con un metrónomo y tus ejercicios.

Identifica el tipo de compás escuchando el pitido más fuerte y ponle un número a cada pitido del compás (fuerte: 1; débil: 2, …)

Una vez tengas interiorizados los tempos, ponte con una canción.

Escucha la versión con el cantante original e intenta establecer el tempo que sigue. Para empezar, te recomiendo utilizar una canción que tenga batería, pues es mucho más fácil seguir el tempo con una batería que lo marque.

Lo puedes contar con números, de esta manera sabrás qué tipo de compás utiliza.

Cuando escuches la canción intenta prestar atención a los instrumentos, no sólo a la voz, pues es lo que después te va a guiar cuando la voz no esté.

Una buena manera de saber a qué tempo va una canción, es contar los pulsos que hay en un minuto. Así tendrás el número que tienes que poner en el metrónomo para practicar.

Para acabar de interiorizarlo, puedes llevar el tempo de la canción con palmas o con números. Por ejemplo, si es un compás de 4 tiempos puedes ir diciendo: 1, 2, 3, 4; 1, 2, 3, 4; etcétera.

Escucha la música para ver cómo va encajando en tu cabeza con el tempo que estás siguiendo.

Cada vez le verás más sentido y te será mucho más sencillo de seguir.

Una vez practiques con un montón de canciones que tengan batería y sientas cómo todo va encajando, puedes intentarlo con una canción que sea sólo a piano o sólo a guitarra.

El procedimiento es el mismo, tienes que averiguar el tipo de compás que utiliza e ir siguiendo el tempo.

Practica con tantas canciones como sea necesario.

Para poder mezclar tu voz con la música la clave está en no centrarse sólo en la voz y escuchar la canción como un todo.

Algunas herramientas interesantes

Y antes de acabar, te presento dos herramientas muy curiosas relacionadas con el tempo.

#1: Beat finder online

Con esta herramienta online puedes marcar tu mismo el tempo a través del teclado y ésta te indicará las negras por minuto que estás realizando.

Aquí tienes el enlace: http://www.drumbot.com/projects/tap_bpm/#.U7sbEo1_ukp

#2: Análisis del tempo de una canción con Audacity

Audacity tiene una herramienta que encuentra las negras por minuto de una canción.

Obviamente sólo va a poder hacerlo con canciones que mantienen el mismo tempo durante toda la duración de ésta, pero aún y así puede llegar a ser muy útil.

Aquí tienes un enlace con información sobre cómo usar esta herramienta de Audacity: http://manual.audacityteam.org/o/man/beat_finder.html

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