Auditorium Parco della Musica de Roma, un auditorio para no perderte en tu próximo viaje a Italia

Por: Sarah Dudleymore


Uno de los mejores ejemplos de la arquitectura moderna en Roma es, en mi opinión, el "Auditorio Parco della Música" de Renzo Piano, un gran complejo de música pública multifuncional.


Desafortunadamente, esta maravillosa construcción se encuentra fuera del centro histórico, en el lado norte de Roma, por lo que los turistas generalmente lo ignoran.
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Programar un recital y no espantar al público

El ser humano tiene una capacidad limitada de concentración y de procesamiento de estímulos sonoros. Está comprobado que tras veinte minutos la atención y la concentración del espectador decaen. 

Empiezo este post de esta manera porque en numerosas ocasiones he asistido a conciertos y recitales en los que se comenten errores que pueden producir un efecto nefasto entre el público y que pueden crear rechazo ante futuras iniciativas de características similares.

Hay que ser muy cuidadoso con la duración, siempre es preferible que los asistentes a los conciertos se queden con ganas de más a que salgan saturados y con ganas de no volver más a un concierto o recital. Si el público quiere más, lo pedirá y se podrán hacer todos los bises que se demanden. 

Recomiendo que se organice el recital en dos partes de 20-25 minutos con un pequeño descanso de 10 minutos para que los asistentes puedan descansar y afrontar la segunda parte con mayor frescura y entusiasmo. 

A la hora de organizar el programa es importante minutar las piezas, para ello se puede grabar un ensayo y ver cuanto tiempo ocupa realmente la versión de la pieza del intérprete. A ese tiempo hay que añadir al menos un minuto entre pieza y pieza (aplausos y preparación para la siguiente obra). Generalmente se suelen cantar entre 5 y 7 piezas vocales por parte. Tendiendo a ser la segunda parte un poco más breve.

Siempre aconsejo organizar el repertorio de menos a más conocido. Al principio el auditorio está más fresco y preparado para escuchar y por tanto asimilará mejor aquellas obras menos populares. 

También es importante establecer criterios para organizar el recital: por orden cronológico de las obras, por idiomas que se cantan, por estilos, etc. Y siempre buscando la alternancia de tempos, es decir, que no hayan cuatro piezas lentas seguidas y después cuatro rápidas, es mejor intercalarlas.

A la hora de elaborar el programa hay que ser muy cuidadoso con el nombre de las obras, los compositores y los intérpretes. Hay que pensar que el programa es un valor añadido al concierto y el cuidado que se preste en su elaboración dirá mucho de la profesionalidad y el interés de los organizadores. 

Por último es de buena educación hacer un pequeño presente a los intérpretes, una placa, unas flores, un diploma, etc. 

Si queremos que se valore la música clásica y sus maneras de escucharla hemos de ser exquisitos a la hora de preparar el momento de la experiencia sonora.