Tu voz no es el enemigo. Tus pensamientos sí.

Cantar es una actividad física, y por eso es una habilidad que se puede desarrollar.

Para cantar mejor, debes utilizar tus músculos vocales de forma más eficiente, con el mínimo gasto de energía.

Este es un trabajo que requiere mucha práctica y muy bien dirigida, porque a veces parece que el cuerpo tiene mente propia y no hay forma de hacer que se comporte de otra forma.

Dicho esto, toda actividad muscular empieza con algún tipo de actividad mental.

Y cuando entramos en el aspecto mental, también nos encontramos con muchísima resistencia.

En este episodio vas a descrubrir

  • 3 pasos que debes seguir siempre para asegurarte de que avanzas con tu voz.
  • Mentalidad científica, a lo Stephen Hawking.
  • El objetivo número 1 que debes tener siempre en mente.

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Transcripción del episodio

Nuestra regla de oro en el canto es que cantar tiene que ser fácil.

Todo lo que te decimos, SIEMPRE va dirigido a que nunca pierdas de vista esa meta.

Cuando te encuentres cantando o practicando, tratando de mejorar tu voz, sigue estos 3 pasos:

  • Prioriza la facilidad ante todo. Si cantar te cuesta esfuerzo físico o te causa molestias físicas, para y busca de nuevo la facilidad, sin importar el sonido que consigas en tu voz.
  • Formula una teoría del por qué te está costando cantar y piensa en sólo una cosa que podrías hacer de forma diferente para acercarte a lo que quieres: cambiar el volumen, cambiar las palabras que cantas, cambiar el sonido de tu voz, …
  • Pon a prueba tu teoría, comprueba si sigue siendo fácil y observa si el resultado es mejor o peor.

Si te fijas, este proceso tiene muchas similitudes con el pensamiento científico, y es por eso que esta forma de trabajar la voz es tan efectiva.

Y para ser capaz de seguir este proceso, tienes que deshacerte del bloqueo número 1 de tu voz: tus ideas preconcebidas.

Tu voz se comporta como el universo

El famoso científico Stephen Hawking dijo:

El universo no se comporta de acuerdo con nuestras ideas preconcebidas. Nos sigue sorprendiendo.

Stephen Hawking

Tu voz es igual que el universo: no va a obedecer tus órdenes sin más.

Tu voz tiene su propia forma de funcionar y tienes que adaptarte a ella, aprenderla y entenderla a un nivel muy interno.

Stephen Hawkins sabía que tenía que aprender cómo se comporta el universo si quería entenderlo, dejando a un lado lo que él pensase.

La forma de dejar de lado sus ideas preconcebidas era llevar todo lo que pudiera a la práctica.

El 8 de junio de 2009 quiso demostrar que viajar hacia atrás en el tiempo no era posible.

Organizó una fiesta para viajeros del tiempo, pero sólo envió las invitaciones cuando la fiesta terminó.

Publicó invitaciones en todos los formatos que pudo, tanto físicos como electrónicos, con la esperanza de que sobrevivieran dentro de miles de años y así las pudiesen ver en el futuro.

Incluso la prensa hizo eco de ello.

Pero nadie se presentó a la fiesta, y así pudo probar su teoría.

Como cantantes, tenemos que librarnos de la ideas preconcebidas sobre nuestra propia voz.

Mi voz es grave por lo que tengo que sonar de esta forma”

Mi voz no tiene potencia, por lo que sólo puedo cantar este tipo de canciones”

O mi favorita: “No puedo cantar bien porque no tengo el talento para hacerlo”

Todas estas ideas preconcebidas son las que no te permiten explorar las posibilidades de tu voz.

¿Y por qué insistimos tanto en que cantar TIENE que ser fácil?

Cuando cantas forzando tu voz y te está costando la vida el hacerlo, hay dos inconvenientes evidentes:

  • Tu voz está sufriendo físicamente porque no la estás utilizando de la forma correcta.
  • Tu interpretación está sufriendo porque tienes que estar peleando con tu voz en vez de centrarte en cantar la canción.

Y si no haces que la facilidad al cantar sea lo más importante, todas esas tensiones musculares de tu voz no harán más que agravar el problema.

Tu voz y tu musicalidad son las que salen perdiendo.

El sonido natural de tu voz sólo puede aparecer cuando no hay tensiones que impidan su correcto funcionamiento.

Stephen Hawkins nunca dejó de motivar a las personas a cuestionarlo todo, y nosotros seguimos su ejemplo en lo que respecta a la voz.

Es la única forma de avanzar.

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Este artículo Tu voz no es el enemigo. Tus pensamientos sí. pertenece a VoKalo.

Para ser mejor cantante, plantea tu entrenamiento vocal de esta forma

Hay una cosa que nos ayuda a enfocar nuestro entrenamiento vocal y es descubrir nuestro ikigai.

Una vez lo tienes, no lo dejes ir, porque te va a acompañar toda tu vida.

Gracias a conocer tu ikigai podrás ser capaz de centrarte en lo importante de tu entrenamiento vocal y conseguirás avanzar, de un modo u otro.

Si no sabes lo que es el ikigai, sigue leyendo, es un concepto que te va a interesar mucho

En este episodio vas a descubrir

  • Qué es el ikigai
  • Qué relación tiene el ikigai con tu futuro
  • Si cantar es o no un sueño imposible
  • Cómo mantener viva la llama

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Transcripción del episodio

“Ikigai” es un término japonés que se podría traducir como “la razón por la que te levantas por las mañanas” o “la razón de vivir”.

Va más allá de tu trabajo para ganar un sueldo.

Cantar suele ser un ikigai frustrado para muchas personas.

Cada vez que a alguien le dicen que deje de cantar porque suena como un gallinero, están machacando su ikigai.

No estoy exagerando. Para muchas personas, cantar es más que una pasión. Es lo que les mueve el alma.

Entre esas personas, nos incluimos Esther y yo.

El problema está cuando no sigues tu ikigai.

Sientes que tienes que hacer las cosas que “se supone que tienes que hacer”, u otras personas te han dicho que no pierdas el tiempo con eso.

O puede que seas tú quien te lo dices, aunque en el fondo sepas exactamente lo que realmente te gusta: cantar.

Como hobby o a nivel profesional, da igual.

Cada día me miro al espejo y me pregunto: «Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?». Si la respuesta es «No» durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

Steve Jobs

El ikigai tiene que ver con tu futuro

Ikigai es algo más que tener pasión por algo.

Es lo que te hace seguir adelante a pesar de los problemas. De hecho, te ayuda a superarlos porque te da una razón para levantarte por las mañanas.

También te ayuda a tomar decisiones importantes en tu vida, porque las tomas en base a tu razón para vivir.

Eso crea el futuro en el que quieres vivir, y no el futuro al que te lleva la vida si tú no la diriges.

Y al final, eso es lo importante.

Algo tan simple como poder cantar en karaokes los sábados por la noche, puede ser la diferencia entre una vida feliz y una vida no tan feliz, por mucho que tengas otras cosas que también te hagan feliz (familia, amigos, etc.)

Sin ir más lejos, un señor de 62 años empezó a estudiar conmigo porque quería cantar en el karaoke.

Ahora cada verano hace ruta por algunas ciudades de España y va a cantar al karaoke de cada una de ellas.

Ya había tenido éxito laboral en la vida y formó una familia pero, al final, todo le llevó a seguir a su ikigai.

No hay nada mejor que un sueño para crear el futuro.

Victor Hugo

Y no, cantar mejor no es un sueño imposible

Construir y mantener tu ikigai es tu trabajo de por vida, y no siempre es fácil.

Es difícil, porque te vas a encontrar obstáculos.

Tus propias dudas, los comentarios de algunas personas, dificultades vocales, … todo ello y más hará que te preguntes “¿estaré perdiendo el tiempo con un imposible?”.

Es muy fácil para los demás decir que alguien no puede, y es muy difícil para uno resistir y avanzar, hasta demostrar que se equivocan.

Ahí es donde debes ser fiel a tu ikigai y seguir hacia delante, pase lo que pase.

No creas que es imposible, porque no lo es.

Luke: Yo no… no puedo creerlo…

Yoda: Ya… por eso has fallado.

Star Wars

¿Cómo mantienes tu ikigai?

Por un lado, es una cuestión de trabajo y dedicación.

Determinación y foco.

Clavar tus ojos en tu ikigai y no apartarlos nunca.

Por otro lado, es una cuestión de mantener tus dudas y tus miedos bajo control para hacer tu camino lo más fácil posible.

Dudas que te hacen abandonar incluso antes de empezar.

Cuanto antes las disipes, antes podrás empezar a levantarte por las mañanas por una razón, por tu ikigai.

Sólo tienes que empezar y no abandonar nunca.

¡Que tu ikigai te acompañe! 🙂

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¿Tienes el suficiente oído como para llegar a cantar o eres un caso perdido?

Desafinar al cantar es el mayor miedo de un cantante, y con razón.

Lo mínimo que se le puede pedir a un cantante es afinar las notas que canta.

Pero si sufres un problema de desafinación, es difícil darte cuenta y aún más saber cómo arreglarlo.

Muchos te dirán que tienes que entrenar tu oído, pero la realidad es un poco más compleja que eso.

Hay más factores que afectan a la afinación de un cantante, y conocerlos todos te ayudará a allanar el camino.

En este episodio vas a descrubrir

  • Qué significa entrenar el oído.
  • Por qué la afinación no depende sólo del oído.
  • El proceso mental a seguir para cantar una nota, y dónde puede fallar.

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Transcripción del episodio

No importa lo bonita que sea tu voz, ni lo amplio que sea tu rango vocal.

Tampoco importa lo potente que sea tu voz.

Nada importa si no cumples el objetivo principal de todo cantante: afinar.

Si piensas que no tienes oído musical y que no sirves para cantar, tengo que decirte que probablemente te estés equivocando.

Olvídate de una vez de que si no tienes el talento no vas a poder llegar a cantar.

Lo que necesitas sólo son dos cosas: saber qué tienes que hacer para mejorar, y hacerlo.

El éxito está detrás del trabajo y del sacrificio, y luego está el talento

Antonio Banderas

Quiero hablarte de la tríada de la afinación

Existen 3 componentes imprescindibles para que el proceso de afinación pueda existir.

A estos componentes los llamo La Tríada de la Afinación, y son:

  • Oído
  • Cerebro
  • Voz

El oído es el origen de todo

El proceso de afinación empieza en el oído, y no es el paso más importante.

De hecho es el MENOS importante.

Las ondas de sonido viajan a través del aire y hacen vibrar a tus tímpanos.

Estas vibraciones se transmiten en señales eléctricas que llegan hasta tu cerebro.

Y eso es todo.

Si tienes un problema de oído, directamente no puedes entender la música, y si estás leyendo esto es porque la música te gusta.

ENTIENDES la música.

Tu oído funciona.

Luego tenemos al cerebro como procesador de la información

El cerebro interpreta las señales eléctricas que llegan desde el oído y las decodifica en algo que entendemos: las notas.

El primer obstáculo que hay que superar para llegar a afinar al cantar está aquí.

No tienes que saber que esta nota es un Sol o esta otra un Re al escucharlas.

Esta es una habilidad rara que se llama oído absoluto, y no es necesaria para afinar.

De hecho hay gente con oído absoluto que no es capaz de afinar al cantar, y te hablaré de ello en unos momentos.

Pero sí tienes que ser capaz de diferenciar las notas entre sí, y reconocer ciertos casos, como por ejemplo cuándo una nota es más aguda que otra.

Cuando se dice que tienes que entrenar tu oído, en realidad significa que tienes que entrenar a tu cerebro a reconocer esas diferencias entre las notas.

También tenemos al cerebro como el ejecutor

Reconocer las diferencias entre las notas sólo es la mitad del trabajo que tiene que hacer el cerebro.

La otra mitad consiste en saber qué señales eléctricas emitir para decirle a tu voz qué nota debe cantar.

Es una tarea difícil de conseguir, a menos que conozcas el secreto.

Y el secreto no es otro que prestar atención antes de cantar.

Lo mejor que he visto que funciona en todos los años que llevo enseñando a cientos de cantantes es escuchar en tu mente la nota ANTES de cantarla.

Mucha gente se precipita y se lanza a cantar sin ejecutar este paso antes, y entonces es cuando desafinan.

Sólo cuando pones la atención necesaria y aplicas este secreto (por llamarlo de alguna forma), empiezas a automatizar el proceso hasta que puedes dejar de hacerlo.

Infravalorar este paso puede retrasar mucho tu avance vocal.

Y finalmente tenemos la voz como el instrumento

Tu voz es la que va a generar el sonido que tu cerebro le ha ordenado hacer.

Pero hay un “pero”.

A veces tienes muy clara qué nota tienes que cantar, pero cuando lo intentas, cantas otra nota.

Tu voz simplemente no responde.

Este es el problema de las personas que tienen oído absoluto y no son capaces de afinar al cantar.

La razón es muy sencilla: tus músculos vocales no están entrenados para cantar esas notas.

Te falta adquirir esa habilidad.

Tienes todo el equipamiento. Sólo tienes que aprender a utilizarlo.

Aquí es donde está el groso del entrenamiento vocal, y es donde dedicamos la gran parte del tiempo cuando entrenamos a cantantes y a personas que quieren cantar mejor.

Pero como decía el narrador de Conan, “eso ya es otra historia”.

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El eclipse solar que cambió la ciencia y que puede cambiar tu voz

Si existe un tema en el que más profesionales estén en desacuerdo, es el tema de la voz.

Hay opiniones de todos los colores, y eso está bien. Es como se avanza en un campo.

El problema es que son los estudiantes quienes lo pagan, porque acaban sin tener ni idea de qué tienen que hacer para llegar a cantar mejor.

Quiero que tú no seas uno de ellos, dándote un enfoque más científico sobre cómo debes entrenar tu voz.

Porque al final da igual lo que hagas si no tienes claro el proceso correcto para mejorar.

En este episodio vas a descubrir

  • La teoría está bien y puede ayudarte, hasta cierto punto. Einstein te lo explicará mejor que yo.
  • La forma en la que instalas hábitos, buenos y malos.
  • El aspecto que marcará la diferencia en tu progreso técnico como cantante.

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Transcripción del episodio

Lo he visto muchas veces: una persona que dice que estudia canto desde hace muchos años pero no avanza con su voz.

Algunos dicen que han mejorado un poco pero que ahora están estancados, otros dicen que están igual que cuando empezaron, otros que están peor…

Existe una cosa en común con todos estos estudiantes de canto frustrados, y es que realmente no están estudiando canto.

Algunos piensan que aprendiendo cada nombre de cada músculo del aparato vocal y cada nombre de cada fenómeno físico que ocurre al cantar, serán capaces de controlar sus voces.

Otros piensan que tienen que encontrar “la clave”, el cómo cantar ciertas notas, y que a partir de ahí la voz florece.

Y los últimos piensan que tienen que practicar día tras día, y que la práctica hace al maestro.

La realidad es que todos están en lo cierto, y todos se equivocan.

En este episodio quiero explicarte mi forma de verlo para ayudarte a salir del hoyo, o evitar que caigas en él.

La teoría llega hasta donde llega

La voz es un instrumento bastante único, porque no puedes verla mientras aprendes a utilizarla.

Sólo puedes sentirla.

Si no conoces su funcionamiento y sólo te basas en las sensaciones que tienes al usarla, no tienes más remedio que inventar teorías sobre lo que está pasando.

Esto podría estar bien, si no fuera porque no podemos llegar a sentir con mucho detalle lo que pasa en la voz.

Simplemente no tenemos el mismo “tacto” que tenemos en los dedos, por ejemplo.

Por culpa de esto, te harás ideas MUY equivocadas de lo que realmente está pasando en tu voz, lo que te va a llevar a utilizarla incorrectamente.

Conocer un poco de teoría sobre la voz es importante para evitar este tipo de cosas.

Pero llega un punto en el que, por mucho que sepas cómo funciona la voz, de nada te sirve para aprender a utilizarla mejor.

Tienes que tomar acción y practicar.

No pasa nada hasta que algo se mueve.

Albert Einstein

Unos años antes, Einstein ya había formulado la teoría de la relatividad y quería probar que la gravedad afectaba a la luz.

La única forma de probarlo era con un eclipse total del Sol, ya que necesitaba ver cómo afectaba su gravedad a la luz de las estrellas que llegaba a la Tierra.

Ocurrieron dos eclipses, pero Einstein no tuvo la oportunidad de comprobar su teoría.

En el primero, se encontraban en plena primera guerra mundial, y no pudo hacerlo.

En el segundo, el cielo estaba nublado y no se veían las estrellas durante el eclipse.

Finalmente, en el eclipse de 1919, pudo demostrarlo.

Sin ese eclipse, todas sus teorías no habrían sido más que palabras y fórmulas escritas.

En el canto pasa algo muy parecido, aunque no necesitas ser Einstein para cantar mejor 🙂

Sólo la práctica te dará resultados.

Pero existen dos tipos de práctica, igual de importantes entre sí, de los que te quiero hablar.

Primero tenemos la práctica habitual

Para dar lo mejor de ti al cantar, es necesario que lo conviertas en tu segunda naturaleza.

Tiene que ser tan fácil como hablar.

La repetición es la única forma de conseguir que una habilidad se convierta en algo que hagas sin esfuerzo.

¿Has visto alguna vez a un niño pequeño aprender a caminar?

Se cae una y otra vez. Podría parecer que nunca aprenderá a caminar.

De hecho, caminar es una acción bastante complicada que implica que muchos músculos se coordinen correctamente entre sí.

Pero te mirarán raro si le preguntas a cualquier persona que te encuentres caminando por la calle si le cuesta caminar.

¡Caminar es fácil! Ni si quiera piensas en ello cuando lo haces.

Pero sólo se llega a ese punto a base de repetir y repetir, como lo hacen los niños pequeños.

No puedes pretender sacar lo mejor de tu voz si no inviertes tu tiempo y dedicación al completo.

Y luego tenemos la práctica experiencial

“La práctica hace al maestro”, dicen, pero esto no es cierto del todo.

La frase debería decir “La práctica CORRECTA hace al maestro”.

Un mecanógrafo que escriba sólo utilizando dos dedos puede entrenar 10 horas al día, pero nunca va a escribir más rápido que otro mecanógrafo que utilice todos sus dedos y que practique 2 horas al día.

Si conoces la suficiente teoría acerca de la voz y tienes la disciplina para practicar todos los días durante años sin saber muy bien lo que haces, tus posibilidades de llegar a cantar mejor siguen siendo escasas.

Lo sé por mi propia experiencia.

En 2005 empecé a estudiar cada día (sin excepción) durante 1 año entero con el famoso curso Singing Success, de Brett Manning, y el famoso libro Singing for the Stars, de Seth Riggs.

Entendí muchas cosas sobre la voz, y dejé de creer en mitos que me confundían.

Pero por mucho que practicara, no mejoraba.

La razón es muy sencilla, aunque por aquél entonces yo no lo sabía.

Lo que necesitaba era que alguien me ayudara a reconocer cómo se sentía mi voz cuando cantaba correctamente, pero eso no me lo podía dar un curso pregrabado.

Daba completamente igual que practicara y repitiera los ejercicios una y otra vez, porque no tenía ni idea de qué tenía que buscar mientras los hacía.

“Gracias” a esto, adquirí muchísimos malos hábitos que me costaron años eliminar.

Y sólo lo conseguí cuando viví este tipo de práctica experiencial, es decir, cuando alguien me empezó a guiar en qué intención tenía que poner en cada ejercicio, en cada momento.

Si la intención no es la correcta, da igual los ejercicios que hagas. El resultado no será el esperado.

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Sólo hay una razón por la que cantar mejor es difícil

No hay mayor enemigo del progreso que la subjetividad.

Los conflictos siempre son por visiones diferentes de la misma realidad.

Disputas, peleas, diferencias políticas, religiosas, …

Este tipo de visión no nos ayuda en absoluto a la hora de adquirir y desarrollar habilidades nuevas, como el canto.

Queremos hechos, no opiniones, porque los hechos son los que nos acercan de forma inequívoca a nuestros objetivos.

Desafortunadamente, en el canto hay mucha más subjetividad que objetividad.

Pero vamos a ver si podemos empezar a cambiar eso.

En este episodio vas a descrubrir

  • Por qué la subjetividad no es tu amiga (aún).
  • La forma de llegar a tu destino sin conocerlo.
  • Un ejemplo con el mejor consejo que puedo darte sobre el canto.

¡Si este episodio te ayuda a mejorar tu voz, no te olvides de compartir!

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Transcripción del episodio

Has entrado en el templo de El Sensei del Cantante, de VoKalo, donde todos los cantantes encuentran respuestas e iluminación vocal.

Visítanos en vokalo.es.

Estás escuchando el episodio número 114. Soy Esther.

Sólo hay una razón por la que aprender a cantar mejor es difícil: cantar es confuso.

Cuando cantas no tienes más remedio que guiarte por las sensaciones que tienes.

En qué lugar sientes tu voz físicamente, qué sientes en la garganta, por dónde sale el sonido, …

Todas estas sensaciones son únicas para cada uno de nosotros, y son intransferibles.

Un militar francés llamado André Massena dijo una vez: “Nunca le ha servido a nadie la experiencia de otros.”

Y tenía mucha razón, porque si dos cantantes te explicaran cómo sienten sus voces cuando cantan, cada uno te diría una cosa diferente.

Ahí empieza la confusión.

Te confunde no saber qué debes sentir, y si tratas de copiar las sensaciones de otros, acabarás con una frustración enorme porque no cantarás igual de bien que ellos.

El fin de la confusión pasa por el inicio de la vivencia

¿Cómo sabes qué se siente cuando estás en la cima de la Torre Eiffel?

No lo sabrás viendo las fotos del viaje a París de tu tío.

Ni si quiera viendo vídeos por Internet ni leyendo las experiencias de otros.

Está claro que la única forma de saber qué se siente en la cima de la Torre Eiffel es yendo a París y subiéndote a ella.

Sólo cuando vives la experiencia creas tus propias sensaciones y sabes REALMENTE lo que es.

Si quieres acabar con la confusión al cantar, tienes que empezar a crear tus propias sensaciones viviendo antes las experiencias que tu voz necesita.

Ya lo dio Leonardo Da Vinci: “La sabiduría es hija de la experiencia”

Y esa experiencia la creas a partir de las leyes de la voz

Cada uno de nosotros sentimos la voz de forma diferente, pero todos tenemos que respetar las leyes acústicas de la voz.

Estas leyes son las que nos tienen que guiar para saber qué tenemos que hacer en cada momento.

Cuando respetas estas leyes, la voz responde correctamente y es ahí cuando empiezas a sentir cosas que no habías sentido antes (en lo que a voz se refiere, claro 🙂 ).

Voy a ponerte un pequeño ejemplo para explicarme mejor:

¿Sabías que tu forma de articular las vocales depende de cómo las articulan las personas de las que aprendiste a hablar?

Si desde tu infancia aprendiste a pronunciar la vocal A de una forma que no respeta las leyes de la voz, cuando la cantes sentirás que tu garganta se cierra, y que el sonido de tu voz es más bien feo.

A menudo pensamos que sólo existe una A porque en castellano tenemos sólo 5 vocales.

¡En inglés tienen entre 15 y 21! Y tienen más de una A (o lo que los castellano-parlantes percibimos como A).

Si sólo pudiese darte un consejo en toda mi vida sobre el canto, sería este: aprende a pronunciar y a utilizar la vocal UH (una A cerrada).

Esta vocal posiciona automáticamente todo tu instrumento en una postura de reposo.

Empieza a crear tus propias sensaciones al cantar

Para crear tus sensaciones al cantar, las correctas, tienes que ir cumpliendo con leyes como esta.

Cada vez que cumples una ley más, tu voz da un salto.

Cuando cumples las suficientes, empiezas a ver que quizás te equivocabas cuando pensabas que no podías cantar mejor.

Si te enfocas en cumplir cada una de las leyes, podrás olvidarte al fin de sentir lo que otros te dicen que tienes que sentir.

Esto te permitirá romper la percepción de confusión al cantar, y podrás describir con tus propias palabras cómo sientes tu voz al cantar.

No hay mejor guía que esa.

Con tus propias vivencias no necesitarás más referencias que las tuyas propias. Eso te acompañará toda la vida.

Y todo empieza por la vocal UH.

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