Desde que Yehudi Menuhin se adentró en la práctica del yoga, muchos otros músicos han buscado también en la sabiduría oriental un método para encontrar la armonía y deshacerse de la tensión que a menudo atenaza.
La búsqueda de un equilibrio corporal y emocional, de una postura sana y natural, son factores que cada vez se tienen más en cuenta en la pedagogía musical. Los conservatorios los incluyen en sus materias, se imparten talleres con diversas técnicas (Alexander, Yoga, etc…) y cada vez más profesionales se toman en serio realizar ejercicios de diversos tipos -estiramientos, relajación, etc…- antes y durante la práctica intensiva.
Hace relativamente poco tiempo conocí a Teresa Rivera a través de esta web. Ella es profesora de la milenaria técnica de medicina china Tao Yin, y acababa de empezar hacía muy poco tiempo a aprender a tocar el violín, consiguiendo unos progreso tan rápidamente que sorprendió a su profesora y a sus compañeros más avanzados.
Estos sorprendentes resultados y su adaptación fácil y armoniosa al instrumento la llevaron a darse cuenta de que su práctica del Tao Yin le había proporcionado las bases corporales y emocionales para enfrentar el estudio de este a veces recalcitrante instrumento de una forma natural y positiva.
Así que tuvo la feliz idea de desarrollar unas clases diseñadas y dirigidas específicamente a músicos, aunando su experiencias como estudiante y como profesora de Tao Yin. Como me parece una gran idea, hablamos de que escribiera un artículo sobre su experiencia, y aquí la tenéis, con sus palabras, cómo es su experiencia y su proyecto para enseñar el Tao Yin a los músicos.
“En mi corta experiencia en la música me he llevado una gran y grata sorpresa, ya que como profesora de una técnica milenaria de equilibrio del cuerpo me ha dado un 50% de lo que conlleva tocar un instrumento. Es por ello que he creado estas clases: Tao Yin para músicos.
El Tao Yin me ha dado una postura correcta desde el principio, con un esfuerzo casi mínimo a nivel muscular ya que soy capaz de trabajar solo con ese grupo muscular sin relacionar al resto a la causa, y hacerlo desde la relajación; como mis músculos trabajan desde un estado de relajación, además de no necesitar un esfuerzo, me resulta agradable y me permite estar mucho más tiempo practicando y perfeccionando.
Tengo tanta escucha corporal que se cuando estoy tomando una postura que no es la correcta, aunque sea milimétricamente, soy capaz de notarlo y no llegar a extremos en los que duela la zona. También me hace saber cuándo muevo el arco más de lo debido; mi escucha corporal me avisa y fija en mi memoria muscular que esa es la posición correcta para no desafinar y tocar las notas adecuadas.
A nivel emocional me equilibra de una manera increíble, ya que revierto por completo emociones que son más bien algo mental, que una emoción verdadera que me hace crecer en la música. El resto de las emociones son mentales, impedimentos, como la frustración o el no puedo hacer algo, automáticamente revierto esa emoción, me coloco en un punto neutro y aparece la emoción adecuada para llevar a cabo lo que toco en ese momento. En mi sentir y vocabulario no existe el “no puedo”, existe la paciencia y el tesón, pero yo llevo mis emociones y las disfruto y no al revés, esto trae consigo que psicológicamente esté más centrada; emoción y mente se equilibran en un todo.
Tao Yin es acupuntura sin agujas, de hecho surgió porque al emperador de China no le podían poner agujas de acupuntura. De esa forma los médicos de la corte crearon y diseñaron los movimientos de Tao Yin basándose en los movimientos de la naturaleza y de los que la habitan. Además, al ser acupuntura, regula los órganos (los 5 elementos).
…los médicos de la corte crearon y diseñaron los movimientos de Tao Yin basándose en los movimientos de la naturaleza y de los que la habitan.
El Tao Yin es la base del Chi Kung y del Tai Chi; se hace tumbados en el suelo, tratando al cuerpo a nivel global, no por partes; el Tao lo engloba todo, y desde ese todo trabajamos a todos los niveles. A nivel físico trabajamos desde la relajación estando en acción, coloca huesos y músculos y sobre todo el tendón, el gran olvidado, ya que el tendón es lo que une el hueso al músculo. El Tao Yin se hace desde el tendón, moviendo los músculos desde la relajación, flexibilizándolos. Y especialmente para los músicos es muy importante ya que estos trabajan al unísono con un grupo de músculos y sus tendones asociados, con lo que aparecen tendiditis, acortamientos de tendón, osificación de estos en algunos casos, por la sobreutilización del músculo que corresponde a dicho tendón, y esto a la larga también afecta a los nervios y puede producir el pinzamiento de estos entre estructuras musculares y óseas. El Tao Yin revierte todas estas patologías devolviendo al cuerpo su estado natural de ser, flexible a la vez que fuerte y equilibrado.
…para los músicos es muy importante ya que estos trabajan al unísono con un grupo de músculos y sus tendones asociados, con lo que aparecen tendiditis, acortamientos de tendón, osificación de estos en algunos casos,…
Nos movemos desde un eje, y esa es la columna vertebral, el Tao Yin revierte escoliosis, cifosis, hernias discales, ya que sus movimientos se basan en el Yin y el Yang. En mi práctica constantemente hago un movimiento yang y uno ying, al unir los antagónicos encuentro el equilibrio en mi cuerpo de forma natural, de forma que toda mi estructura se coloca, sin darme cuenta. Tengo alumnos que después de un tiempo de práctica me han dicho sorprendidos que les está cambiando el cuerpo y no se han dado cuenta, han conseguido con un mínimo esfuerzo, un máximo resultado.
Algunos alumnos me han dicho que, después de un tiempo de práctica, les está cambiando el cuerpo sin darse cuenta, y han conseguido con un mínimo esfuerzo, un máximo resultado.
Y todo ello dentro de un marco donde lo que importa es la experiencia pura, el disfrutar de uno mismo, el sentir que soy mi instrumento, único e irrepetible, y hacerlo sonar, sentir como todo tiene una armonía dentro de mí. Cuando mi ser toca la música que trae de serie, todo se expande fuera.”
Teresa Rivera
Editado: Parece que el centro Eolh ya NO está operativo.
Para los interesados, las clases son en Madrid, aquí tenéis los datos de contacto:
Centro de Terapias Eolh
Profesora Teresa Rivera
- Calle Recoletos, 5 -3º izq (no confundir con Paseo de Recoletos)
- Metro Retiro,
- Estación de RENFE parada Recoletos.
- Teléfono 91-752-39-72
- Mail: info@terapiaseolh.com.
| Horarios de las clases normales | |
| Martes | 19:00 a 20:15 |
| Jueves | 19:00 a 20:15 |
| Jueves | 11:00 a 12:15 |
| Horarios de las clases especiales para músicos | |
| Jueves | 20:30 a 21:45 |
| Jueves | 17:30 a 18:45 |
El precio mensual es de 30 € por una Clase Semanal y de 50 € por dos Clases Semanales.
Pero dejemos atrás tecnicismos y leyendas populares para adentrarnos en una realidad, en muchos casos dolorosa y no precisamente por el dolor producido por el famoso “callo”. En mi experiencia he encontrado alumnos desesperados en busca de almohadillas “antialérgicas” o de marcas de lo más extrañas, mentoneras “x”, “y” o “z”, etc etc… y todo ello recomendado por el profesor de turno para proporcionarle comodidad para sujetar el instrumento o aliviar su molestia con el dichoso “callo”. Paradójicamente ellos mismos han podido ser los responsables de este problema dermatológico y ahora proponen una solución totalmente equivocada. Lo cierto es que todo violinista, estudiante o profesional, que tenga esa típica mancha en la piel del cuello es debido a un defecto en la sujección y apoyo del violín sobre la clavícula. Sí, sobre la clavícula… porque va siendo hora de eliminar la palabra “hombro” de nuestras explicaciones de como se sujeta el instrumento. Todo aquel que tenga el “callo” puede “agradecer” a sus profesores, especialmente a los que les iniciaron los primeros 3 años y a los que han pasado años después sin explicar o intentar poner solución al asunto, el tener este problema al que se tiende a quitar importancia por parte de los docentes y estudiantes (solo es un callo) pero que puede ser mucho más importante puesto que este defecto, como ya he explicado, es mucho más que una simple irritación en la piel.


Tomamos prestado del famoso libro de Bob Anderson (Estirándose) sus buenos consejos para un correcto estiramiento.

Con las piernas dobladas bajo el cuerpo estírate hacia adelante y agárrate a una espaldera, o sujeta el final de la colchoneta o alfombra. Si no puedes agarrate a nada, tira de ti hacia atrás con los brazos estirados mientras presionas ligeramente hacia abajo con las palmas de las manos. Mantenlo relajadamente 15 segundos.
Colócate como en la figura, con los dedos gordos de las manos señalando hacia afuera y el resto hacia las rodillas. Las palmas tocan el suelo mientras te echas hacia atrás para estirar la parte frontal de los antebrazos. Mantén un estiramiento sencillo durante 20 segundos. Relájate y repítelo. Este es un músculo que al principio puede estar muy tenso. No hay que forzarlo.
Brazos extendidos sobre la cabeza y palmas de las manos como en la figura, estira los brazos hacia arriba y ligeramente hacia atrás. Inspira mientras te estiras hacia arriba. Mantenlo de 5 a 8 segundos.
Es fácil comprenderlo mirando el dibujo. Empuja el codo hacia el hombro estirando el hombro contrario. Mantenlo durante 10 segundos.
Ésta es una variación de la anterior en la que, de pie y con las rodillas ligeramente flexionadas, se inclina también el cuerpo hacia un lado por las caderas. 10 segundos a cada lado.
Posiblemente al principio ni siquiera consigas llegar a juntar las manos. Entonces prueba esta otra opción, con una toalla hasta que hayas ganado en flexibilidad y puedas hacerlo sin ayuda. Es posible también que con este estiramiento sientas crujir las vértebras de la espalda, que se relajará. En cualquier caso, nunca fuerces demasiado en los ejercicios.
Entrelaza los dedos hacia afuera y frente a ti a la altura de los hombros Gira la palma hacia afuera mientras extiendes los brazos hacia adelante para sentir un estiramiento en hombros, espalda, brazos, manos, dedos y muñeca. Después eleva los brazos por encima de la cabeza y haz el mismo estiramiento hacia arriba. Mantenlo 15 segundos y hazlo dos veces.
Inclina la cabeza a la izquierda mientras tiras de la mano izquierda con la derecha por detrás de la espalda. Mantén un estiramiento sencillo 10 segundos en cada lado.
Entrelaza tus dedos por detrás de la espalda y eleva los brazos hasta sentir el estiramiento en pecho, hombros y brazos, entre 5 y 15 segundos. Al mismo tiempo, saca el pecho y mete la barbilla.
Agárrate al vano de una puerta a la altura del hombro y mira por encima del hombro en dirección contraria a la mano que está agarrando. El brazo que agarra puede estar a diferentes alturas para estirar diferentes partes de los músculos. Ten cuidado con no forzar el codo, podrías producirte lesiones.
Coloca las manos a la altura de los hombros en una valla o cornisa y deja que baje la parte superior del cuerpo, con las rodillas ligeramente flexionadas. Ve doblando un poco más las rodillas para sentir cómo cambia el estiramiento. Este ejercicio alivia la espalda y hombros cansados. Deberías mantenerlo al menos 30 segundos.
De pie de espaldas a una pared, los pies separados, gira lentamente la parte superior del cuerpo hasta colocar las manos en la pared a la altura de los hombros. Vuelve a la posición inicial y gira hacia el otro lado, muy despacio. Ten cuidado no fuerces las rodillas, podrías hacerte daño si no tienes cuidado. Hazlo relajado entre 10 y 20 segundos, con las rodillas ligeramente dobladas.


Siéntate con las piernas estiradas y los pies hacia arriba, con los talones no más separados de 15 cm. Dobla las caderas hacia adelante y mantén un estiramiento sencillo durante 20 segundos, sin doblar la espalda, ni hundir la cabeza.




