Yo también puedo cantar bien

Peter Pfordresher, investigador estadounidense, ha estudiado a fondo sobre la capacidad humana de cantar. En uno de sus muchos estudios estableció cuatro hipótesis acerca de las razones por las que hay personas que no cantan bien (porque no oyen bien, porque no controlan su aparato fonador, porque no retienen lo escuchado o porque no pueden convertir el estímulo sonoro en acción motriz por cuestión de conexión entre hemisferios). 


De su trabajo (2005) se desprendía que en el 95% de los casos las personas podían aprender a cantar con entrenamiento vocal adecuado y que por tanto, tan sólo, un 5% de la población sería incapaz de cantar bien.
Estas conclusiones son totalmente equiparables con la realidad que me encuentro a diario: han sido casi nulos los casos en los que no haya podido ofrecer una formación en técnica vocal que mejorara las competencias canoras de los alumnos. 

Generalmente, las personas que acuden a mis clases que no cantan al principio bien es porque desconocen el correcto funcionamiento de la voz o porque tienen que modificar una mala memoria muscular aprendida anteriormente o porque tienen una falta de bagaje musical y han escuchado tan poca música vocal que apenas tienen referencias auditivas.

Todos estos casos sumado a que en general se tiende a pensar que o se canta bien o no, como si fuera de un determinismo genético atroz :), hacen que muchas personas se autoatribuyan erróneamente que no son capaces de cantar bien cuando ni siquiera lo han intentado.

Os animo a dar el primer paso a todos (ya que el 95% tienen la capacidad de desarrollarse vocalmente) y se encaminen... a cantar felices!

Voz profesional y artística. Particularidades del canto


Así se llama esta publicación de 2011 en la editorial Formación Alcalá, con prólogo de Ernesto Palacio, tenor y agente artístico. Está redactado colectivamente por un grupo de logopedas, otorrinos, en su mayoría, así como también cantantes como Pablo Ruiz Mediano, Fernando Bañó, Carlos Hacar...


Es un libro de 450 página, denso, bastante enciclopédico en el que cabe destacarse los capítulos de exploración de la voz por su actualidad y rigor así como los capítulos sobre patología y tratamiento de las lesiones en cantantes y otras profesiones relacionadas con la voz como docentes, comerciales, actores, políticos, locutores, etc...

Me gustaría destacar capítulos que no se suelen hallar en otras publicaciones sobre la voz y el canto como son las particularidades del flamenco en la voz cantada, la influencia de la acústica en la voz, la voz profesional madura o la actitud del terapeuta ante el profesional de la voz.

El último capítulo es muy original, se trata de los criterios de valoración del crítico musical hacia las voces, escrito por Juan Ángel Vela del Campo, auténtica referencia nacional en este campo, crítico musical del diario El País.

Es una publicación en conjunto útil tanto para docentes de canto, especialmente, como para logopedas y otorrinos que quieran conocer las particularidades y problemática específicas de los cantantes, como su subtítulo claramente alude.

Muy bien documentado con amplia bibliografía en cada capítulo, así como resumenes laterales bien seleccionados e ilustraciones pertinentes de las que quiero resaltar las de patologías, como el tratamiento del afamado barítono Carlos Álvarez o las operaciones de feminización de las cuerdas vocales.

Hace un repaso de la historia del canto, de la clasificación de las voces (así como en el flamenco pues es un libro escrito en su mayoría por autores andaluces)... En suma, una publicación muy interesante como obra de consulta y compendio práctico. Ideal para preparar algunos de los temas de oposiciones a profesor de canto.

Garbanzos para estudiar (cómo generar hábitos de estudio)

Si, garbanzos. Para estudiar. Con tu instrumento. Parece una broma, pero no lo es. Además de metrónomo, afinador y lápiz, cuando me pongo a estudiar suelo tener diez garbanzos preparados . Yo uso garbanzos, pero lo mismo sirven alubias que céntimos o cualquier otro objeto pequeño del que sea fácil conseguir una decena. Enseguida entenderéis por qué.

garbanzos

En nuestra vida diaria estamos adquiriendo y dejando hábitos continuamente y sin darnos cuenta. Habitualmente pensamos que un hábito es algo físico, pero en realidad son una cuestión mental: Empezar a vestirse por los pies es un hábito, pero pensar “yo no sirvo para esto” también. En el fondo son lo mismo, porque se trata de mensajes u órdenes que nuestra mente utiliza en el día a día para funcionar.

El estudio de un instrumento musical también se basa en hábitos: Mantener una postura correcta, respirar eficazmente,  relajar nuestro cuerpo y en especial algunas partes -como la garganta y la musculatura labial en el caso de los instrumentos de viento-, evitar hinchar los carrillos, mantener una actitud positiva frente a una pieza compleja…. son algunos de los hábitos que debemos incorporar a nuestra manera de tocar para hacerla más eficiente y por tanto progresar.

Generar un hábito

El hábito se basa en la repetición y automatización de patrones de comportamiento: un comportamiento que ahora hacemos conscintemente se convertirá en un hábito en el momento que el que esté incorporado a nuestra lista de “cosas que hacemos sin pensar”.

Algunos estudios afirman que en 21 días es posible cambiar o adquirir un hábito, entendido como la incorporación y automatización de ese comportamiento. Es posible que muchos hábitos relativamente sencillos sean automatizados en esos 21 días, pero también es seguro que otros necesitarán meses de actividad consciente y en cambio otros serán cuestión de unos pocos días.

¿Y los garbanzos?

Todos nos hemos encontrado estudiando con ese pasaje enrevesado, que por algún motivo se resiste a ser tocado sin hacernos perder la paciencia. En realidad, lo único que debemos hacer es cambiar el hábito que tenemos en la manera de tocarlo por otro más eficiente. Así de sencillo.

5 CentSencillo, pero no inmediato. Ya hemos dicho que la repetición es la clave. Repetición y constancia: varias repeticiones a lo largo de varios días.  Aquí entran en juego nuestros amigos los garbanzos y la templanza para saber que no será cuestión de un momento y por tanto no perder los nervios porque “no me sale”.

Los garbanzos sirven para marcar las repeticiones que hacemos del pasaje en cuestión; o de un ejercicio concreto o de todos ellos. Como con la mayoría de cosas, cada maestrillo tiene su librillo, y las posibilidades de usar los garbanzos para contar diez son muchas. Combinando la repetición con otras pautas de estudio podemos hacerlo mucho más ameno y efectivo. El reto consiste en mantener el listón bien arriba, haciendo cada repetición igual o mejor que la anterior y fijandonos mucho (sobretodo al principio) en qué estamos haciendo bien para incorporarlo a nuestro repertorio de “cosas que hacemos que deben convertirse en hábitos”. Os dejo algunas ideas:

  • Podemos simplemente hacer el ejercicio o tocar el pasaje diez veces y pasar a otra cosa.
  • Podemos marcarnos el reto de hacer el ejercicio o tocar el pasaje diez veces seguidas tal y como nos gustaría tocarlo. Si la novena vez no nos sale así volvemos a contar desde el principio.
  • Podemos tocar el ejercicio o tocar el pasaje diez veces lento antes de hacerlo a mayor velocidad.
  • Podemos tocar el pasaje diez veces de atrás hacia delante para tener mayor flexibilidad mental y comprobar que, en el fondo no es tan difícil.

Y así hasta el infinito….

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Garbanzos para estudiar (cómo generar hábitos de estudio), publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

Notas sobre el acompañamiento del canto, II, por Agustín Manuel Martínez


Continuación del anterior post:

-La orquesta no se adapta al rubato de las sopranos generalmente, es un medio más "pesado", es bueno, por ende hacer ejercicios de agógica estricta

-Ambos, pianista y cantante, deben conocer perfectamente la parte del otro para saber bien las entradas

-Una actividad diferente: acompañar "con errores a propósito" para probar si se sabe perfectamente la parte

-El cantante decide, elige, manda en el tempo en cada momento, especialmente el día de concierto; en este aspecto el pianista sigue al cantante y no viceversa.



-A veces es necesario acelerar un poco los finales extensos en el piano para no "ahogar" ("mover").

-No abusar de calderones, ritardandi ni portamento.

-No ensayar más de una hora, por cansancio mental y físico.

-Dejar tiempo para que el cantante piense, procese interiormente un nuevo matiz.

-Siempre respirar las frases que del cantante, es la gran diferencia entre el pianista ("TOCATTA") versus el cantante ("CANTATA") :)



Novedad editorial: un estudio sociológico sobre la profesión musical

Recientemente publicamos en el blog de Vocal Center las conclusiones de un estudio sobre la valoración social y familiar de los estudios y la profesión musical. 

Los autores son todos miembros del equipo de Vocal Center: Mercedes Jorge, Agustín Manuel Martínez y quien les escribe, Isabel Villagar. Hoy presentamos la publicación del estudio completo,  de 69 páginas, disponible en el siguiente enlace
 
El objetivo del trabajo es evaluar la percepción y valoración familiar y social de la figura del músico profesional, así como el conocimiento de las familias de las titulaciones obtenidas a través de los estudios musicales y las salidas laborales vinculadas. 

Además, estudiamos cómo repercute en los individuos con vocación musical la pervivencia de los prejuicios sociales y su calado o no en las propias familias, y de qué modo se materializa en forma de oposición familiar. 

Un estudio sociológico preciso, científico y muy revelador sobre la necesidad urgente de reivindicar la profesión musical en todos los estamentos, educativos, profesionales, políticos y sociales.