Clara Schumann

Clara Schumann (1819-1896) pianista y compositora alemana. Niña prodigio, llegó a ser una de las pianistas más importantes del siglo XIX. Dio clase en el Conservatorio de Frankfurt. Estuvo casada con el conocido compositor Robert Schumann.

Clara Schumann

 
Hoy vamos a escuchar una de sus obras, las 3 Romanzas para violín y piano op. 22. La interpretan Janine Jansen (violín) y Denis Kozhukhin (piano). 

Clara fue una mujer muy avanzada a su tiempo, ya que supo combinar su faceta de pianista concertista con su papel como madre y ama de casa.

Billete alemán con la imagen de Clara Schumann

En una entrada anterior, escribí sobre la compositora Amy Beach y la violinista Maud Powell con motivo del Día de la Mujer, si la quieres leer pincha sobre la imagen:
 


¡Feliz martes!

Melodía de Tchaikovsky

Esta pieza es el tercer y último movimiento de la obra Souvenir d’un Lieu Cher (Recuerdo de un Lugar Querido) para violín y piano op. 42. Fue escrita en 1878 durante una estancia en la casa de campo de su mecenas Nadezhda von Meck en Brailov, Ucrania. 

Tchaikovsky y su piano (Universal History Archive)

Vamos a escuchar la versión de la violinista Janine Jansen: 


🎻Feliz fin de semana🎻

Après un rêve


Gabriel Fauré
En esta entrada vamos a ver un vídeo de la violinista Janine Jansen y el pianista Itamar Golan tocando la obra Après un rêve (Después de un sueño) op. 7 no. 1 de Gabriel Fauré:


Está pieza fue originalmente escrita para canto. El poema es una adaptación al francés de Romain Bussine de otro poema anónimo italiano.

Dans un sommeil que charmait ton image
Je rêvais le bonheur ardent mirage,
Tes yeux étaient plus doux, ta voix pure et sonore,
Tu rayonnais comme un ciel éclairé par l´aurore;

Tu m´appelais et je quittais la terre
Pour m´enfuir avec toi vers la lumière,
Les cieux pour nous entr´ouvraient leurs nues,
Splendeurs inconnues, lueurs divines entrevues,

Hélas! Hélas! triste réveil des songes
Je t´appelle, ô nuit, rends moi tes mensonges,
Reviens, reviens radieuse,
Reviens ô nuit mystérieuse

Traducción al español: 

Mientras dormía, atesorando tu imagen,
Soñé la dicha, un espejismo ardiente:
Tus ojos eran más dulces, tu voz pura y sonora,
Brillabas como un cielo en la claridad de la aurora.

Tú me llamabas y yo dejaba la tierra
Para escapar contigo hacia la luz;
Los cielos para nosotros entreabrieron sus nubes,
Esplendores desconocidos, divinos claroscuros…

¡Ay! ¡Ay! ¡Triste despertar de los sueños!
Te llamo, oh noche, devuélveme tus engaños,
¡Regresa, regresa radiante,
Regresa, oh noche misteriosa!

La noche estrellada- Vincent van Gogh.

Ahora podéis escuchar la versión original para canto por Renée Fleming:


Pinchando sobre la imagen podréis ver la partitura:


¡Feliz jueves!

¿Por qué es importante escuchar Las Cuatro Estaciones de Vivaldi?

Las Cuatro Estaciones de Vivaldi son cuatro conciertos para violín y orquesta cuyos títulos corresponden a las estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Cada concierto se compone a su vez de tres movimientos: el primero rápido, el segundo lento y el tercero rápido de nuevo.

Las Cuatro Estaciones- Alphonse Mucha
El siguiente vídeo explica porqué es importante que las escuches:



Se publicaron en Ámsterdam en el año 1725 y fueron acompañadas por poemas que describían cada estación. Estos poemas sirvieron de programa e inspiración para la obra.  El poema correspondiente a la Primavera es el siguiente:

 ALLEGRO (1º movimiento) 
Llegó la primavera y festejándolo 
La saludan los pájaros con alegre canto, 
Y las fuentes con el soplo de los cefirillos
Con dulce murmullo discurren entretanto:  
Vienen cubriendo el aire con negro manto 
Y rayos, y truenos, elegidos para anunciarla 
Callando así estos, los pajarillos; 
Vuelven otra vez a su canoro encanto. 
LARGO (2º movimiento, a partir del minuto 3:20 de la grabación)
Y así, sobre el florido y ameno prado, 
Al caro murmurar de bosques y plantas 
Duerme el cabrero con el fiel perro al lado 
ALLEGRO (3º movimiento, a partir del minuto 5:46 de la grabación)
De la pastoral zanfoña al son festejante 
Danzan ninfas y pastores en el techo amado 
A la brillante llegada de la primavera. 
Ahora podeís escuchar el concierto correspondiente a La Primavera por la violinista Janine Jansen. Os animo a que escuchéis esta obra leyendo el poema para que veáis la correspondencia que tiene la obra con el texto de arriba.


Vivaldi fue uno de los violinistas más importantes de principios del siglo XVIII, sus obras fueron muy importantes para el desarrollo de la técnica del violín. Fue profesor en el Orfanato de la Piedad, una escuela femenina ubicada en la ciudad de Venecia.

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¡Feliz martes!

Si los violines pudieran hablar…

Felix Mendelssohn-Bartholdy (PD Wikimedia Commons)Hace dos años celebrábamos el segundo centenario del nacimiento de Felix Mendelssohn-Bartholdy. En esa ocasión publiqué una entrada en la que inserté una línea de tiempo que aconsejo tanto a los que todavía no conozcan Dipity, la herramienta que empleé para diseñar dicho eje cronológico, como a los que quieran saber algo más sobre la biografía y la obra de este compositor alemán, pues hoy sólo hablaremos de su Concierto para violín en mi menor (clic para descargar la partitura).
He especificado la tonalidad porque Mendelssohn compuso dos conciertos para ese instrumento, pero si no lo hubiera hecho creo que nadie hubiera pensado en el otro, y no sólo porque el alemán lo escribió con sólo 13 años, sino porque éste, el en mi menor op.64, es uno de los más populares e interpretados de todo el repertorio concertístico para violín.
Es un concierto que nada más empezar nos advierte que estamos frente a una caja de sorpresas: tras sólo un compás y medio de una introducción aparentemente banal (un acorde arpegiado de violines y violas implanta la tonalidad principal mientras los timbales y los pizzicato de las cuerdas graves marcan el rítmo) entra con fuerza y expresividad el violín solista presentando el primer tema, de amplia y airosa melodía. A partir de este momento y hasta el final de la obra, el solista no para de demostrar su virtuosismo que, aunque muy espectacular y avanzado para la época, siempre está supeditado a la coherencia musical, con el resultado de una intensidad expresiva fuera de lo normal.
Prueba de su mayor interés por la música que por la técnica instrumental es el hecho de que aunque Mendelssohn sabía para quien estaba componiendo, nada menos que el gran violinista Ferdinand David, prefirió escribir la cadenza de la primera a la última nota en vez de dejar que el solista improvisara esa sección que tradicionalmente es su momento de lucimiento donde, sin más límites que su habilidad, despliega todo su arsenal de artificios técnicos para asombrar al público. En este caso no es así: la primera cadenza termina con unos acordes rebotandos en las cuatro cuerdas sobre los que la orquesta reexpone la primera sección.
El acorde perfecto que cierra el primer movimiento también incluye una sorpresa: cuando el director cierra ese acorde, un instrumentista desobedece, prolongando su nota que enlaza el segundo movimiento al primero sin solución de continuidad.
Aquí tampoco el violín solista tiene la paciencia de esperar a que sea la orquesta quien presente el primer tema, deleitándose y deleitándonos con su amplio fraseo hasta que, introducido por los metales y los timbales, llega el segundo tema, en el que el solista toca simultáneamente la melodía y su acompañamiento en forma de trémolo.
Sólo una respiración separa (o sería mejor decir une) el segundo y el tercer movimiento, formado por una brevísima sección introductoria con la cual el solista, acompañado sólo por las cuerdas, prepara el cambio de modo del menor al mayor, pues junto con el nuevo tempoAllegro molto vivace, la nueva tonalidad de mi mayor marcará el carácter del frenético final de la obra.
No tenemos grabaciones del estreno, obviamente, pero sí algo que de alguna manera nos lo puede evocar: una grabación histórica de Jascha Heifetz, uno de los más grandes violinistas de todos los tiempos, de cuyo nacimiento ayer mismo se cumplían 110 años, acompañado por otro peso pesado de la música del siglo XX: Arturo Toscanini.
El violín que usa Heifetz en esta interpretación podría ser el Guarneri del Gesù con el que Ferdinand David estrenó este concierto el día 13 de marzo de 1845 en Leipzig. Digo podría porque no puedo estar seguro de este dato, ya que Heifetz también tenía un Stradivari.
He encontrado otra versión muy interesante, esta completa, la de la violinista holandesa Janine Jansen, una interpretación cargada de energía, expresividad y precisión técnica. Además, en la parte inferior de la pantalla aparece una útil guía de la audición en un inglés básico.

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