Hymn to Freedom

Oscar Peterson (1925-2007): Hymn to Freedom

Una de las obras más famosas del pianista de jazz canadiense. Con la letra de Harriette Hamilton (en karaoke en este vídeo), se convertió en el himno del Movimiento por los derechos civiles.

Cuidar especialmente que las notas más agudas no sean “chilladas” y que las síncopas sean bien articuladas.


Transcripción para flauta dulce y piano por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Hymn to Freedom, del blog educacionmusical.es.

Oscar Peterson: Hymn to Freedom

Grabado en directo en Dinamarca en 1964. Oscar Peterson al piano, Ray Brown al contrabajo y Ed Thigpen a la batería.

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Hymn to Freedom

Oscar Peterson with Niels-Henning Orsted Pedersen

Oscar Peterson with Niels-Henning Orsted Pedersen (CC BY-SA: Heinrich Klaffs en Wikimedia Commons)

Cuando el viernes pasado, durante nuestra reunión semanal, el equipo de docentes implicados en el proyecto bilingüe del instituto en el que trabajo decidimos que el protagonista de la jornada que anualmente dedicamos a los países angloparlantes sería Canadá, tengo que confesar que de entrada me sentí un poco perdido. El año pasado trabajamos sobre Estados Unidos, así que fue relativamente fácil (1 y 2) encontrar no sólo música de la que hablar, sino lo más importante: música que hacer, con los requisitos adecuados para un alumnado de 1º y 2º de ESO. No llegué a decir que -aunque estoy convencido de que cualquier lugar del mundo es interesante, también musicalmente hablando- hubiera preferido Escocia, Inglaterra o Irlanda, cuya tradición musical da mucho más juego, porque en ese momento mis compañeros y compañeras estaban entusiasmados con la gran biodiversidad, la riqueza histórica, la variedad cultural o los recursos energéticos de Canadá, mientra que yo sólo conseguía evocar las sublimes notas de las Variaciones Goldberg interpretadas por Glenn Gould interrumpidas abruptamente por la voz de Céline Dion dando saltos de octava en el tema principal de la película Titanic.

Sin embargo ahora, tras una breve investigación, estoy igual de entusiasmado que mis colegas de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales o Tecnología: además de otros recursos, he descubierto que Oscar Peterson, uno de los pianistas de jazz que más admiro pero del que desconocía su lugar de nacimiento, era canadiense. Y además, una de sus composiciones más famosas, Hymn to Freedom, tiene un ámbito adecuado para ejecutar con el instrumento que mis alumnos y alumnas tocan cada día con más seguridad y expresividad.

Hace una docena de años, él mismo explicaba cómo nació esta obra musical y cómo su música, junto con la letra que en un segundo momento le puso Harriette Hamilton (en karaoke en este vídeo), fue siendo cantada cada vez más como himno del Movimiento por los derechos civiles en muchas plazas americanas y europeas.

El siguiente vídeo -una grabación en vivo de hace poco más de 50 años, con el mismo Peterson al piano junto con Ray Brown al contrabajo y Ed Thigpen a la batería- nos demuestra que un himno, normalmente de estructura bastante rígida hasta llegar a lo marcial en los himnos nacionales, puede sorprendernos transmitiéndonos una gran sensación de libertad sin necesidad de ningún texto, gracias a la creatividad de los intérpretes y a las sonoridades de blues y de spiritual.

La versión para flauta dulce, acompañada de piano y batería, no ofrece especiales dificultades más allá de las dos notas más agudas (mi y fa), que habrá que cuidar para que no sean “chilladas”, y algunas notas sincopadas, que habrá que articular adecuadamente para no difuminar ese recurso rítmico tan eficazmente empleado en el jazz.

Hymn to Freedom

Oscar Peterson with Niels-Henning Orsted Pedersen

Oscar Peterson with Niels-Henning Orsted Pedersen (CC BY-SA: Heinrich Klaffs en Wikimedia Commons)

Cuando el viernes pasado, durante nuestra reunión semanal, el equipo de docentes implicados en el proyecto bilingüe del instituto en el que trabajo decidimos que el protagonista de la jornada que anualmente dedicamos a los países angloparlantes sería Canadá, tengo que confesar que de entrada me sentí un poco perdido. El año pasado trabajamos sobre Estados Unidos, así que fue relativamente fácil (1 y 2) encontrar no sólo música de la que hablar, sino lo más importante: música que hacer, con los requisitos adecuados para un alumnado de 1º y 2º de ESO. No llegué a decir que -aunque estoy convencido de que cualquier lugar del mundo es interesante, también musicalmente hablando- hubiera preferido Escocia, Inglaterra o Irlanda, cuya tradición musical da mucho más juego, porque en ese momento mis compañeros y compañeras estaban entusiasmados con la gran biodiversidad, la riqueza histórica, la variedad cultural o los recursos energéticos de Canadá, mientra que yo sólo conseguía evocar las sublimes notas de las Variaciones Goldberg interpretadas por Glenn Gould interrumpidas abruptamente por la voz de Céline Dion dando saltos de octava en el tema principal de la película Titanic.

Sin embargo ahora, tras una breve investigación, estoy igual de entusiasmado que mis colegas de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales o Tecnología: además de otros recursos, he descubierto que Oscar Peterson, uno de los pianistas de jazz que más admiro pero del que desconocía su lugar de nacimiento, era canadiense. Y además, una de sus composiciones más famosas, Hymn to Freedom, tiene un ámbito adecuado para ejecutar con el instrumento que mis alumnos y alumnas tocan cada día con más seguridad y expresividad.

Hace una docena de años, él mismo explicaba cómo nació esta obra musical y cómo su música, junto con la letra que en un segundo momento le puso Harriette Hamilton (en karaoke en este vídeo), fue siendo cantada cada vez más como himno del Movimiento por los derechos civiles en muchas plazas americanas y europeas.

El siguiente vídeo -una grabación en vivo de hace poco más de 50 años, con el mismo Peterson al piano junto con Ray Brown al contrabajo y Ed Thigpen a la batería- nos demuestra que un himno, normalmente de estructura bastante rígida hasta llegar a lo marcial en los himnos nacionales, puede sorprendernos transmitiéndonos una gran sensación de libertad sin necesidad de ningún texto, gracias a la creatividad de los intérpretes y a las sonoridades de blues y de spiritual.

La versión para flauta dulce, acompañada de piano y batería, no ofrece especiales dificultades más allá de las dos notas más agudas (mi y fa), que habrá que cuidar para que no sean “chilladas”, y algunas notas sincopadas, que habrá que articular adecuadamente para no difuminar ese recurso rítmico tan eficazmente empleado en el jazz.

Felíz día de la música

¿Cómo vas a celebrar el día de la música? 

Te damos algunas ideas:
- Asiste a un concierto de música en vivo.
- Escucha relajadamente tu disco favorito.
- Escucha algún tipo de música que no hayas escuchado nunca, abre tu mente y tus oídos a nuevas sensaciones. 
- Queda con algunos amigos para tocar juntos.
- Compra una partitura que te apetezca tocar.
- Busca las actividades musicales de tu ciudad y participa en calidad de espectador.
- Piensa en qué medida la música está presente en tu vida y agradece el trabajo de los músicos que la hicieron posible.
- Contribuye económicamente con alguna agrupación musical, fundación, etc. 
- Apuntate a clases de música y quitate al espinita!
- Lleva a tus hijos a clases de música, te lo agradecerán!
- Y si no puedes hacer nada de esto, disfruta escuchando este video!