L’orquestra i la Big Band

Amb els de 2nESO hem començat l'última tema: L'orquestra i els agrupaments instrumentals

A classe hem treballat el tema a partir de: 




També hem vist "Music Ville" un divertit gag de la sèrie dels Simpsons on podem veure els principals
personatges transformats en instruments. Així veiem la Lisa convertida en saxo, el Ned en arpa i Mr. Burns convertit en un fagot dictador que vol imposar la música clàssica al ciutadans de Springfield que són amants del jazz.


Aquest gag dels Simpsons és un homenatge a "Music Land" un curt produït per la Disney l'any 1935 i que com podreu comprovar té moltes similituds amb el que hem vist a classe. 



La feina que tenim aquest llarg cap de setmana  és: 
1- Fer una taula on hi hagi classificats per famílies tots els instruments que veiem al vídeo dels Simpsons. Ja heu vist que fins i tot els edificis són instruments. 

Cantantes del siglo XXI: Laura Vila mezzosoprano


¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Las primeras experiencias que recuerdo son por ejemplo cantar inventándome músicas mientras volvía caminando de la escuela, siempre disfrutar mucho escuchando música y aprendiendo canciones o tocar melodías de oído con un pequeño teclado que me regalaron.
¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
Pues siempre me gustó cantar pero como en mi familia no había músicos nunca pensé en ello como una profesión sino más bien como afición.
Siempre canté de aguna manera, de pequeña en "les caramelles" que se hacían por Pascua, en la escuela, con los amigos... Mis padres se dieron cuenta que tenía mucho oído musical y que se me daba bien y con 10 años empecé en el conservatorio, estudié violoncello y solfeo, cuando empecé con harmonía me agobiaron tantas normas (pasaba una época un tanto rebelde entonces) y lo dejé todo para que mis padres no gastaran tanto dinero en mi. Estudié Bellas Artes y luego me di cuenta de lo importante que era para mi el canto porque siempre estaba cantando pero sólo para mi y por placer. La decisión crucial llegó tras preguntarme seriamente qué quería hacer en la vida... Decidí empezar a tomar clases pero me costó porque al principio no tenía dinero para poder pagarlas y poco a poco, a medida que pude fui entrando en el mundo del canto lírico.

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
Como personas importantes profesores de canto como Joan Ferrer o Dolors Aldea, directores musicales como Elio Orciuolo, Daniel Gil de Tejada o Thomas Sanderling que me han ayudado a comprender mejor la música, directores de escena como Mª Elena Mexía con la que he tenido largas charlas y me gustaría trabajar o Mirna Lacambra que con su labor en els Amics de l'Òpera de Sabadell ha descubierto y ayudado a comenzar a tantos cantantes.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Me gusta mucho el jazz y sus vocalistas; gente como Sarah Vaughan, Abbey Lincoln o Ella Fitzgerald. En el terreno de la ópera cantantes como Shirley Verrett, Leontyne Price, Marilyn Horne, Tatiana Troyanos, Susan Graham o Ewa Podles pero hay muchos y muchas más que me interesan. Lo que me atrae de un interprete es un color de voz, una técnica pero que sobretodo después vaya más allá de eso y sea capaz de llegar al corazón del público.

¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
Aún soy joven!! Me gustaba mucho el jazz y soñaba con ser cantante de ese estilo pero a los 25 o así descubrí la ópera y me dí cuenta que mi voz encajaba mejor. En general siempre he disfrutado mucho estudiando un rol operístico... el que tenga un sentido teatral me encanta pero con las canciones y el oratorio también disfruto. 

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Pues con muchas cosas pero centrado en mi tipo de voz que es de mezzo lírica. Teniendo en cuenta eso puedo hacer repertorio alrededor de ese centro con algo de más o menos peso... En el menos estaría Mozart con el cual disfruto muchísimo aunque por temperamento y incluso por aspecto los papeles más apasionados y un poco más fuertes me van bastante. He disfrutado especiamente cantando Verdi (Amneris en "Aida" o el "Requiem")  y hace unos años Mozart (Dorabella). Entre medio está el repertorio francés que también me puede ir bien como Charlotte de "Werther" pero la gente me dice que sería una buena Carmen aunque yo le tengo mucho respeto y no tengo prisa por hacerla. Ahora estoy disfrutando mucho con Norma (Adalgisa) de Bellini y otros pero creo que mi alma es muy Verdiana.

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Que crees que debería cambiar?
Pienso que la situación de profesionales liberales y autónomos en este país es muy precaria. ¡Pagamos 250 euros por mes aunque no facturemos nada! En otros países se paga muchísimo menos, se puede acceder a prestaciones de desempleo para los periodos de inactividad, está todo mucho mejor organizado y regulado.
De esta manera están obligando a que mucha gente que hace bolos más modestos trabaje en negro con lo que ni cotizan ni aportan a la economía. En España últimamente se está haciendo todo al revés, incluso las reformas parecen ir en contra de toda lógica y del interés general porque definitivamente se busca beneficiar a los más poderosos y no a los trabajadores. Por otro lado la cultura tampoco interesa... es mejor tener un país de gente anestesiada por la televisión y otros entretenimientos.
Creo que hay otros intereses de grupos más poderosos (banqueros, etc) que pasan por delante de los del pueblo. Hasta que no cambiemos eso lo veo todo muy complicado.

¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar? 
Estaré en la próxima temporada de Ópera a Catalunya. Me hace especial ilusión el rol de Adalgisa en Norma. Quiero abrirme a nuevos caminos, lugares y teatros. Hay que hacer audiciones que he hecho pocas y a ver si hay suerte.

¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto?
Que se piensen si realmente es su verdadera vocación. Que se dejen de egos, no hagan caso de las adulaciones y que sólo piensen en mejorar día a día. Que no se conformen y que intenten hacer arte, cantar des del corazón y aportar algo, servir a la música no a sí mismos. Que no se preocupen de los demás, de los concursos, de la competitividad, sino de ser mejores cada día y también como personas, evitando el ego... Creo que la calidad humana también traspasa en el arte y a la hora de trabajar en equipo cuando todos van a una sin divismos se puede hacer magia.

¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música o con el canto?
Para mi la buena música es un lenguaje que habla a lo más profundo de nosotros, la voz una expresión única de cada uno que bien entrenada y con intención puede liberar emociones en uno mismo y en los demás. Juntando música, voz y teatro tenemos la ópera que es una de las artes más fascinantes posibles si se hace con respeto a la música, al público y al teatro. Es un arte de gran poder comunicativo en el cual se pueden dar momentos de placer estético, catarsis y comunión en el público y en los interpretes... De alguna manera lo que buscamos los cantantes es llegar al otro, traspasar, comunicar, que la obra artística con todas sus dimensiones llegue al espectador.


Laura Vila Mezzosoprano

Día Internacional del Jazz

Foto: UNESCO

Foto: UNESCO

El próximo miércoles es el Día Internacional del Jazz. Este año, la sede principal de este evento, proclamado por la UNESCO para los días 30 de abril de cada año desde finales de 2011, será la ciudad japonesa de Osaka, pero en todo el mundo habrá acontecimientos para celebrar este género musical que, en palabras de Irina Bokova, Directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, “es una encarnación del espíritu de la UNESCO porque une a las personas y los pueblos, contribuyendo a la edificación de la paz y al fomento de la tolerancia y comprensión mutuas. Además, sus melodías han acompañado las luchas contra el racismo y en pro de la democracia para conseguir cambios positivos en nuestras sociedades”.

La importancia musical y extramusical de este día está aún más clara en la web de la ONU, en la que hay una lista de justificaciones a esta celebración:

  •     El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia.
  •     El jazz es una forma de libertad de expresión.
  •     El jazz simboliza la unidad y la paz.
  •     El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades.
  •     El jazz fomenta la igualdad de género.
  •     El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social.
  •     El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas.
  •     El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.

La misma página finaliza explicando también el objetivo principal de esta jornada:

La celebración de esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público en general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos. Los gobiernos, las instituciones educativas y la sociedad civil que participan en la promoción del jazz aprovechan esta oportunidad para difundir la idea de que el jazz no es sólo un estilo de música, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas.

En mi aula, durante esta semana y la siguiente celebraremos ese día escuchando y tocando jazz. Terminaremos de aprender When the Saints Go Marching In, en su origen un himno gospel y actualmente también un estándar del jazz, y seguiremos con Summertime, una nana que suena varias veces en la ópera Porgy and Bess de George Gershwin, que ha sido utilizada por innumerables músicos de jazz, entre ellos Ella Fitzgerald (en el siguiente vídeo), hasta volverse también un estándar de este género.

A continuación, la partitura que he arreglado para flauta dulce, a partir de la melodía de Gershwin y la versión pianística de Beryl Rubinstein, disponible en la Biblioteca Musical Petrucci, ese fantástico proyecto que reúne un enorme cantidad de partituras de dominio público.

Jazz funeral

Curiosamente, cuando propongo a mi alumnado una música lenta, siempre sale la pregunta de si es “de Semana Santa”. A veces hasta de si es “música de funeral”. Eso me pasó recientemente con esta zarabanda de Händel, que en realidad es un baile para nada triste o macabro, pues en su origen, en el siglo XVI, se consideraba lascivo e inmoral, hasta el punto de que aquí en España, a final de ese siglo, se llegó a prohibir con penas tan severas como azotes, cárcel o destierro. Más adelante, en el período barroco, se convirtió en uno de los movimientos más típicos de las suites instrumentales; sólo un par de ejemplos, ambos de Johann Sebastian Bach, interpretados respectivamente por Itzhak Perlman al violín y por Tatiana Rizhkova a la guitarra (esta segunda zarabanda es original para laúd).

Por ese mismo prejuicio tan frecuente en nuestra cultura, difícilmente a mis alumnos y alumnas, al escuchar la próxima pieza que les voy a proponer a la vuelta de las vacaciones, When the Saints Go Marching In, se les ocurrirá imaginar que en su origen era una marcha fúnebre. En realidad, el jazz funeral sigue siendo tradicional en New Orleans y a veces también fuera de esa ciudad, como es el caso documentado en el siguiente vídeo, el entierro de un importante periodista estadounidense, solemnizado por la New York Jazz Academy Classic Jazz All-Stars.

El texto hace referencia al Apocalipsis, tal como ocurre en la mayoría de las obras de música sacra compuestas con la misma finalidad, y más exactamente al Juicio Final. Tanto aquí como en la secuencia Dies Irae resuenan las trompetas que convocan a la presencia del juez que decidirá quién estará entre los elegidos y quién será condenado para la eternidad. Pero mientras el texto medieval dirige la atención sobre el temor (más aún, el terror) que ese sonido provocará entre los que van a ser juzgados (algo que inspiró páginas terriblemente fascinantes como las de Mozart o de Verdi), el texto que tratamos hoy prefiere centrarse en la esperanza de merecer un puesto entre los santos que dichas trompetas evocarán entre los que han tenido una vida de tribulaciones.

Y hablando de trompetas y de When the Saints Go Marching In, es inevitable hablar también de Louis Armstrong, el músico que transformó este himno gospel en un estándar del jazz.

El arreglo para el aula esta vez lo he realizado para dos flautas dulces soprano con un acompañamiento de piano y batería. Es muy sencillo, por lo que los niños y niñas deberían aprenderlo muy rápidamente, lo que les resultará gratificante y les permitirá recuperar con más facilidad el ritmo de estudio y enfrentarse a la recta final del tercer trimestre. Además, estoy seguro de que aprender esta pieza les gustará aún más tras escucharla interpretada por Fred Flintstone, AKA Pedro Picapiedra.

When the Saints Go Marching In

Anónimo: When the Saints Go Marching In.

Himno gospel, usado originalmente como marcha fúnebre nella tradizione del jazz funeral en New Orleans, Louisiana.

Transcripción para 2 flautas dulces, piano y batería por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Jazz funeral, del blog educacionmusical.es.

Louis Armstrong – When The Saints Go Marching In

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