Antes de empezar, quería disculparme con los seguidores por tardar tantos días en publicar algo nuevo. Por cuestiones personales he estado bastante ocupada este último mes, pero prometo ser más constante. Os compenso con un post más extenso.
Hoy quería llamaros la atención sobre un post que publiqué hace tiempo “Tener un vecino músico” , en el que os contaba cómo debéis actuar para poder ensayar en casa, y cuál había sido mi peor experiencia con un vecino. Este post a día de hoy es uno de los que más comentarios ha generado en la web, tanto de vecinos desesperados como de músicos indignados. Al principio, solía responder a todos, pero iba viendo que cada día había más comentarios y que se estaba subiendo el tono. Incluso llegué a borrar un par por insultos entre usuarios. Así que dejé de responder a todos y me he decidido por escribir un nuevo post, comentando las palabras de algunos usuarios y con algunas reflexiones.
Incívicos podemos ser todos…
Cito comentario:
“Justo en estos instantes (festivo, 1 de mayo, 17:00 horas) estoy intentando superar una migraña para desarrollar el trabajo final de un máster en el que llevo invertidos 2 años.[…] Mi vecino, el trompetista, ha comenzado su sesión de ensayo, tal como ha hecho religiosamente cada día del puente. Yo me he puesto tapones en los oídos y encima unos cascos con música (porque lo que toca el vecino NO lo es). […] De acuerdo, el ensayo musical en una vivienda es legal (DE MOMENTO), pero… es legítimo? Es ético, moral? Es CÍVICO?”
La verdad sea dicha, vivir en comunidad significa aguantar mucho de los vecinos y del barrio en general. Para empezar, puedo poner una larga lista de cosas que yo aguanto o he aguantado de todo tipo de vecinos: mierda/pis de perro en los espacios comunes, ladridos a medianoche, gritos y discusiones diarias, música a todo volumen y fiestas nocturnas, ruidos innecesarios, obras que empiezan a las 6:00 de la mañana con sierras y martillos neumáticos, basura en mi terraza, colillas, golpes en mi pared… etc. Y si os fijáis, he enumerado sólo cosas molestas que realmente pueden evitarse, y que son incívicas. Nada de bebés que lloran, o de ruidos inevitables.
Vivir en comunidad es esto, mucha gente viviendo en espacios reducidos, con paredes de papel, oyéndose unos a otros, molestándose. Las casas son para vivir de día, y descansar de noche, y mientras que se respete esto, chapó. Desde luego, un músico que toca en plena siesta, a las 7:00 de la mañana, o de noche, es un gilipollas, y por supuesto, un incívico. Las horas de descanso de todos hay que respetarlas, yo las respeto siempre, y estoy segura de que la mayoría de los músicos lo hacen. Por eso, la gran mayoría no somos incívicos.
Cito comentario:
“No podéis violar a los vecinos de esa forma. Tampoco podéis violar a vuestro esposo o esposa o vuestros hijos con ese machaque. Tenéis la obligación de no molestar a nadie.”
No violamos a nadie, es que me da la risa. Simplemente señalar con este comentario que mi marido me apoya en todo, por supuesto también en mi carrera. Igual que lo hicieron mis padres en su momento. Mi familia, y la de cualquier músico, comprende y respeta nuestra vida. Se cierra la puerta del cuarto de estudio, y se acabó. Si ellos, conviviendo bajo el mismo techo, no han generado problemas de ansiedad o de audición como dicen muchos de los que han comentado, no entiendo cómo pueden generarlos personas con las que nos separan muros de ladrillo. Me parece que ese tipo de personas tienen otro problema personal, de obsesión, que deberían tratar.
Tengo que hacer “cosas intelectuales”
Hay algo muy recurrente en los comentarios que me ha cabreado bastante, y es la insistencia de algunos por argumentar que tienen que estudiar “cosas importantes”, hay quien dice incluso “trabajos intelectuales”.
Cito comentario:
“Entonces, mi pregunta es: por qué priman los derechos de un aficionado a la música sobre los que no invadimos la atmósfera de nadie y sólo estamos descansando o desarrollando un trabajo útil como estudiar, leer o cualquier trabajo intelectual?“
Si piensas que la música es inútil, o que no es profesional (la palabra aficionado me mata), es que tu vida está vacía, y te falta mucha pero que muuuucha cultura. Poco más se puede decir sobre este comentario vacío de argumentos.
Cito comentario:
“Esto no es justo yo solo quiero tranquilidad para poder estudiar, ni que en medicina nos pudiesemos permitir el perder tiempo estresandonos mas de lo que ya estamos y cuando llegamos a casa solo queremos estudiar, descansar o dormir y no escuchar ningun ruido. […] Y en los examenes lo paso fatal yo estoy desesperada solo quiero estudiar para mis examenes y las bibliotecas no son para todos… no todos se pueden concentrar con el ruido de las personas moviendose y ni siquiera estan abiertas todos los dias y a las 7 cierran… que es justamente a la hora que salgo de mis clases… y yo? cuando supuestamente voy a estudiar?? ya suspendi un examen por su culpa y por suerte pude con todas las demas pero malamente. Estoy harta y desesperada yaaa no quiero que me destroce mi carrera con todo lo que me ha costada hasta ahora….”
Vamos a culturizar un poco a esta futuro médico con faltas ortográficas. Ser músico es una carrera muy dura, y muy comprometida, que requiere de un esfuerzo diario que pocos comprenden y conocen de primera mano. El fin de esta carrera es crear personas capacitadas para ni más ni menos que preservar un patrimonio cultural-histórico a nivel mundial, que es la música. Si esto no te parece lo suficientemente serio, es que no tienes ni idea.
Un músico empieza su carrera con 8 años. Estudia 4 años de enseñanzas elementales, 6 años de profesionales y otros 4 años de superiores; 14 años en total. Compaginamos estos años con el colegio y el instituto, asistiendo a clase por la mañana y al conservatorio por la tarde. Por si no la sabías, que será lo más seguro, en el Conservatorio estudiamos varias asignaturas cada año, que van en aumento en número y dificultad, algunas teóricas y otras prácticas. Para ponerte un ejemplo, un chico que estudia bachillerato y va al Conservatorio, añade hasta 8 o 9 asignaturas a las que ya da en el instituto. Con tan sólo 12 años, ya se ha sometido a un duro examen con tribunal, y cursa 4 asignaturas más, además del colegio.
Como comprenderás, una carrera así necesita de horas de estudio. Dejando a un lado todas las asignaturas teóricas, la asignatura principal, nuestra especialidad instrumental necesita de horas de práctica. Y ahora, usaré tus argumentos: los músicos no podemos permitirnos perder el tiempo, tenemos muuucho que estudiar. Sólo queremos estudiar, y las salas del Conservatorio no son para todos, la mayoría de las veces no hay salas de estudio libres, y muchas no abren los fines de semana, o tienen horarios que no nos sirven. ¿Y nosotros? ¿Cuando vamos a estudiar? No queremos que nadie nos destroce una carrera que nos ha costado 14 años estudiar.
¿Qué pasa ahora? ¿Quién lleva razón? Pues ninguno de los dos, se trata de convivir, de respetarnos y llegar a un consenso. Tu tienes tus derechos, y nosotros los nuestros.
Ahora mi hobby va a ser construir barcos
Otro argumento muy recurrente: no practiques tu hobby en casa, que yo no practico el mío.
Cito comentario:
“Tener que aguantar ls hobbies o dedicaciones de todos, de eso nada. A mi me gusta la escultura y la carpintería y no se me ocurre ponerme a cincelar mármol o a dar golpes con el martillo ni a las 12 de la mañana ni a las tres de la madrugada con la excusa de que tengo que practicar.”
“Mi hobby es construir barcos, espero que no te moleste el pequeño astillero que me he montado en el piso. Espero que los martillazos no impidan practicar a mi vecino trompetista. Cada loco con su tema y el que haga más ruido será el que gane.”
De hobby nada, como ya he dicho antes, esto es una carrera. Y mientras que con tus martillazos de carpintero aficionado no sobrepases los decibelios y lo hagas en el horario estipulado, adelante. A ver si así liberas estrés y dejas de quejarte de todo.
Búscate un local, insonoriza, cómprate esto o aquello
Cito comentarios:
“Estimados músicos, deberiais enteraros que si quereis ensayar debeis buscaros un local adecuado donde no molesteis a nadie, con las cunsecuencias que eso lleva (gastos o lo que sea). Si no podeis con este gasto, coger vuestro saxo e iros a ensayar a un monte o un lugar alejado de la gente.”
“Un hogar no es un local de ensayo ni un centro de trabajo y el descanso y bienestar del conjunto han de primar sobre los intereses particulares. Hay muchas soluciones (salas, insonorización, silenciadores, etc) para no molestar.”
Por esa regla de tres, también podríamos recomendar nosotros que en lugar de vivir en la ciudad, en un bloque de pisos donde te molestan tus vecinos, te marches a una casa algo más aislada, un chalet en medio del campo. Desde luego, qué fácil es manejar el dinero de los demás. No todos pueden permitirse ese tipo de gastos. Muchos músicos, en un intento por ser más respetuosos, colocamos alfombras, hueveras en las paredes, cortinas… Pero insonorizar un piso no siempre es posible, no hablemos ya de alquilar un local.
Bonus track
Cito comentario:
“En fin, lo único que me queda claro es que Einstein no tenía un vecino trompetista. Si no, seguro que se hubiera podido concentrar en bien pocos cálculos.”
Resulta que Einstein no tenía un vecino trompetista, no. Es que era violinista. Probablemente daba la coña a sus vecinos con su violín. ¿Y sabes qué dijo? “Si no fuera físico, probablemente sería músico. A menudo pienso en música. Vivo mis sueños en música. Veo mi vida en términos musicales. No puedo decir si habría podido hacer alguna pieza creativa de importancia en la música, pero sí sé que lo que más alegría me da en la vida es mi violín”
Si todos tuviéramos un poquito más de cultura, como Einstein, sabríamos valorar el trabajo de los músicos profesionales. Esos que se matan a practicar a diario para preservar un bien que, de no ser por ellos, estaría muerto. La música es un patrimonio cultural e histórico, y sólo pervive a través de los músicos que la comprenden e interpretan. Los músicos de verdad, de calidad, que trabajan día a día para mantenerla viva.
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