Una audición de orquesta desde dentro: qué sienten los músicos, qué buscan los tribunales

Hoy me he encontrado con este post, que he devorado en pocos minutos por lo interesante que me ha parecido. Se nos cuenta desde cerca cómo vive un candidato una audición de orquesta y cómo lo evalúan los tribunales. Seguro que muchos, al igual que me ha pasado a mí, se sienten identificados. Y por eso he querido traducirlo y compartirlo. No sólo porque hable de los sentimientos y las sensaciones que se tienen en estas situaciones, cosa que a muchos músicos les cuesta compartir. Sino porque también puede servir para que aquellas personas que viven ajenas a este proceso sepan por todo lo que pasa un músico y valoren esta profesión. Espero que todos los que leáis este post os sintáis identificados, y que os dé fuerza y ganas para seguir luchando por vuestros objetivos.

Publicación: cincinnati.com

http://www.cincinnati.com/story/entertainment/music/2015/11/24/inside-symphony-audition/75478764/

Autor: Janelle Gelfand

Título original: Inside a symphony audition

 

Son las 14:00, lunes

Stephen Goist está intentando calmar sus nervios mientras espera a entrar en la audición en los camerinos del Music Hall. Sentado en una silla plegable junto a la funda de su viola, parece relajado, pero sus nervios pueden jugarle una mala pasada. Calcula que es su audición número 17. Pero en esta siente una presión distinta: ha crecido en Cincinnati.

Goist ya ha trabajado en orquestas pequeñas, como Dayton Philharmonic o Pro Musica Chamber Orchestra en Columbus. Pero ganar esta audición significa un trabajo fijo y un sueldo de seis cifras. Y en su ciudad natal. En cierto sentido, se ha estado preparando para este momento desde que tenía 3 años y empezó sus lecciones con su madre, una profesora de método Suzuki en la Cincinnati Public Schools. “Significaría mucho para mí, ya que mi objetivo es entrar en una orquesta, y esta es una gran orquesta”. dice Goist, de 24 años. “Además de que nací aquí, me crié aquí y tengo muchos amigos aquí”.

La tensión en el backstage del Music Hall es palpable en este día en que la Cincinnati Symphony Orchestra hace audiciones para dos puestos de viola. Audicionar para una orquesta nacional de gran presupuesto que funciona todo el año es un proceso estresante y muy personal. Requiere mucho tiempo de práctica, audición tras audición, además del dinero que se gasta en viajes y hoteles. Al final, todo se reduce a tocar cinco minutos.

“Desde un punto de vista estadístico, probablemente sea más fácil entrar en la NBA.” dice Christian Colberg, violista principal de la Cincinnati Symphony. “Es un proceso muy duro, que manda a la gente al psicoterapeuta, que realmente te cambia la vida. Es casi bárbaro, pero es justo.

Goist, graduado de la School for Creative and Performing Arts y la University of Cincinnati College-Conservatory of Music, conoce bien el proceso. Ya ha llegado lejos. Entre más de 140 candidatos, menos de la mitad fueron invitados a las audiciones. Algunos no se han presentado. Al final, participa junto a otros 48 competidores. Resulta ser un maratón de dos días.

“Intento no estresarme demasiado. Algunos tienen rutinas o ejercicios de respiración para relajarse, yo simplemente intento tratar este día como un día cualquiera” dice Goist. Excepto que no es normal. Intentar ganar un trabajo en orquesta es extremadamente competitivo, los conservatorios sacan alumnos brillantes año tras año. Y la audición no es el final. Hay unas dos semanas de prueba, seguidas de un año más antes de que un músico sea finalmente aceptado como miembro de la orquesta.

También puede resultar caro, señala Goist. Muchos de los candidatos son de fuera, incluso de Singapur o Japón. Para una audición reciente en Indianápolis, Goist pagó por dos noches de hotel, pero no pasó de fase, con lo que no usó su segunda noche. Además, las audiciones pueden alargarse hasta la noche. Cuando hace tres años audicionó para la Colorado Symphony, su día de audición duró desde las 9 de la mañana hasta las 22:30 de la noche. “Al final me sentía como en otro planeta, fuera de mi cuerpo y completamente enloquecido“, nos cuenta.

Cincinnati es un gran premio, en parte por el prestigio que tiene. La orquesta, la quinta más antigua del país, toca regularmente en el Carnegie Hall (y en enero tocará en el Lincoln Center), hace giras a nivel internacional, tiene su propio sello discográfico y recientemente completó una campaña de $ 26.000.000. Su objetivo principal es cubrir puestos que otros músicos han dejado vacantes. Razón por la cual salió la oferta para ocupar dos asientos en la sección de viola.

Pegada a un espejo en el camerino de Goist hay una sola hoja de papel con la lista de la música que se le pedirá que toque.

15:00 La audición

Las puertas que conducen al escenario del Music Hall están cerradas, con un cartel que dice “Audición en Progreso.” Los pasillos están desiertos. De vez en cuando, un músico se escabulle a través de las puertas de la oficina, le pregunta a la recepcionista por alguna dirección, y desaparece en un camerino.

Goist mira su reloj. Es la hora. Ahora, sólo tiene que tocar con el corazón.

“Sé que me pongo nervioso, pero conocer cómo lidiar con eso eso es lo que he aprendido a través de todas estas audiciones”, dice, sin dejar de sonreír. “Simplemente estoy tratando de  mantenerme concentrado, con la mente limpia y precisa. Todos tenemos nuestras rutinas- algunas personas comen un plátano, otras hacen yoga. El arte es simplemente entenderte a ti mismo, estar en sintonía contigo mismo, con tu cuerpo y tu mente.

El proceso es estricto. Los candidatos se ponen de pie en el escenario sobre una alfombra – de manera que los miembros del jurado no se formen una idea por el sonido de sus pasos. El clic-clic-clic de los tacones altos podría revelar el sexo de un candidato. Tocan detrás de un biombo alto, sin ser vistos por el jurado. No hablan, aunque el jurado les habla.

“Gracias a todo esto, no sabemos quién es el candidato – la raza, la religión, el sexo, nada”, dice Colberg, presidente del comité de la audición, formado por 10 miembros.

La orquesta establece las reglas. La Cincinnati Musicians Union, Local No. 1, supervisa los procedimientos para asegurarse de que se siguen las reglas. En general, están buscando al mejor intérprete. Pero normalmente hay varios que evalúan. Es cuestión de cuál es la mejor opción para esta orquesta, esta sección de viola, este sonido.

“Estamos buscando el paquete ideal. Que tenga el nivel en todas las áreas, musicalidad, estilo, técnica… Cada uno tiene su idea en la cabeza de lo que es este nivel, su propia escala. Muchos miembros del jurado se centran en la afinación, otros en el rito. Muchos traen su propia lista de prioridades“, dice Colberg.

“¿Por qué ganas algo o no lo ganas? Es como si Robert DeNiro -uno de los actores más famosos de América- fuera a un casting de una nueva película, pero el director se volviera hacia él y le dijese ‘Lo siento, DeNiro, pero estamos buscando a una rubia con grandes pechos’.”

“Así que cuando acabas una audición, es complicado. Lo que has tocado, mezclado con lo que el comité está buscando, es lo que realmente te llevará a ganar”.

16:30 Haciendo el corte

La audición ha terminado. “Me siento genial. He tocado bien y he hecho todo lo que había estudiado” dice Goist, con una gran sonrisa. “Realmente, es una liberación, sueltas toda la energía. Lo bueno de estas audiciones es que las próximas rondas son mañana. Así que puedo relajarme el resto del día.”

Parece cansado, exhausto.  Se ha acabado, han hecho el corte. Goist es uno de los que pasa con los 13 semifinalistas.

“Me siento genial, maravilloso. A veces, incluso cuando creo que he tocado bien, no paso de fase. Pero siempre me quedo con una buena sensación, satisfecho”.

Goist planea ver un nuevo episodio de “Homeland,” cenar y tal vez, estudiar un poco. Su calvario no ha terminado.

9:30 Martes

Goist aparece a primera hora de la mañana en el Music Hall con los otros semifinalistas para determinar por sorteo el orden de actuación. Conoce a muchos de los otros candidatos, ya sea del conservatorio o de audicionar por todo el país.

Los conservatorios, conscientes de la naturaleza competitiva de conseguir un trabajo de orquesta, han mejorado la preparación de sus estudiantes para el mundo profesional.

“La capacidad de ganar una audición es algo que los principales conservatorios están tomando en serio. Nosotros preparamos a los estudiantes para tocar en orquesta, pero es muy diferente enseñarles a tocar en una audición” dice Peter Landgren, decano del CCM, y exmiembro de la Baltimore Symphony Orchestra.

10:00 Los semifinalistas

Los semifinalistas tocan algunos pasajes de orquesta durante 10 o 20 minutos. Después, Zachin anuncia los cuatro finalistas. Goist está entre ellos. Los candidatos toman un almuerzo rápido.

Empiezas a ver la misma gente que en todas las audiciones. La misma gente que pasa de ronda. Los violistas somos conocidos como músicos con un poco más de camaradería entre nosotros. Algunos de ellos son buenos amigos míos. Es duro, porque también estás compitiendo por tu carrera“.

14:00 Los cuatro finalistas

Más presión. El director musical se ha unido al comité. Él tendrá la última palabra. El biombo aún se mantiene.

Goist empieza con el Bartok Concerto, seguido de algunos pasajes orquestales.

“Oh dios mío, pidieron una lista enorme con cerca de 15 fragmentos diferentes. Era prácticamente toda la lista”, dice. “La ronda final varió desde Mozart a Beethoven a Shostakovich y a Ravel. Quieren saber cuán flexible eres, y si puedes adaptarte a los diferentes estilos de cada pieza“.

Los cuatro violistas esperan una hora mientras el jurado delibera. No se ponen de acuerdo, así que todos tienen que tocar de nuevo. “Estoy agotado, física, mental y emocionalmente” dice Goist.

16:30 Esto es así

Goist ha ido más allá del agotamiento. Está enfadado. “Para mí, han sido demasiadas peticiones de Louis (el director), diferentes tipos de sonido, destacando partes distintas de la frase. En esta ronda, había mucho de qué hablar.” dice Goist.

“Si un candidato ha llegado a la ronda final de nuestro proceso de audición, es que es, sin duda, un excelente músico. Entonces le pido que toque el mismo pasaje musical de diferentes maneras, con diferentes significados, colores, estilos, fraseos y articulaciones”, dice Langrée después.”Lo que estoy buscando es flexibilidad, imaginación y, por supuesto, habilidad. También escucho para saber cómo los finalistas se corresponderían con la identidad y el estilo de la OSC, mientras que al mismo tiempo, anticipo qué elementos frescos van a traer a nuestro conjunto”. Colberg admite que fue una decisión difícil. “La única manera en que podíamos decidir era escuchar a todos de nuevo. Es lo que se llama una súper final. Está sucediendo cada vez más”, dice. “En cierto modo, es una especie de prueba de resistencia, para mostrar cómo les afecta el cansancio”, añade. “Hay momentos en la gira en los que, si no hubiera sido por las cafetería de al lado de la sala, no estoy seguro de que hubiera sobrevivido al concierto, con el jet lag y constantemente en la carretera”, dice Colberg. “El candidato tiene que tener ese instinto de tener sus músculos en piloto automático.

Y al final, todo se reduce a cinco minutos de fragmentos musicales.

“Si somos absolutamente precisos, se reduce a unos 15 segundos. Podemos decir con un muy alto grado de exactitud qué tipo de músico eres dentro de los primeros 15 a 30 segundos. El resto del tiempo, estamos allí para asegurarnos de que nuestra evaluación inicial era correcta“, dice Colberg.

19:30 Los ganadores

Goist no ha sido seleccionado. Le dijeron “Gracias por tu genial audición.” y eso fue todo.

“En este momento, podía saborearlo, estaba tan cerca… Había llegado tan lejos que fue una decepción.” dice el violista. “Uno de mis sueños es tocar con esta orquesta que he idolatrado desde niño. Pero estoy orgulloso de mí mismo por haber llegado tan lejos”

No se rinde. Pronto viajará a Canadá para una audición en la Montreal Symphony Orchestra.

Nota del editor: Para esta historia, el jurado no sabía qué candidato fue entrevistado por The Enquirer. Las entrevistas se realizaron a puerta cerrada en un pasillo fuera de la zona del escenario y la audición, y por teléfono. El CSO anunciará a los ganadores en una fecha posterior.

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¿Por qué nos lesionamos?

Tocar un instrumento musical implica muchas horas de movimientos específicos y de posturas que no usamos habitualmente. Si estás leyendo esto es que también has sufrido alguna vez las consecuencias físicas que esto acarrea: Tendinitis, dolores de epalda, contracturas, sobrecargas

La mejor forma de combatir estas lesiones del aparato locomotor es la prevención. Y para prevenir, debemos saber qué estamos haciendo mal.

Tensiones innecesarias

Ya sea por una situación concreta o porque hemos aprendido a tocar así, muchos músicos nos ponemos tensos cuando estudiamos o actuamos. Al ponernos tensos, estamos contrayendo de manera casi inconsciente algunos grupos de músculos. Imagina a un violinista pasando el arco. Tiene que mover su antebrazo y brazo de manera coordinada, flexionando y estirando. Si tensa algún grupo de músculos del brazo, está provocando que este grupo de músculos oponga resistencia e impida el movimiento natural, necesario para tocar. El resultado es: un mayor esfuerzo muscular para obtener un movimiento correcto, además de dolores en los músculos tensionados.

Aprende a relajarte con estos post.

Mala postura

La mala postura es una de las causas más probables de una lesión. No importa qué instrumento toquemos o si lo hacemos de pie o sentados. La espalda siempre debe estar recta y los hombros relajados. La nuca, los hombros y las caderas deben formar una línea recta. Si tenemos una mala postura mientras tocamos, estamos forzando nuestra musculatura durante todas esas horas, con los consecuentes dolores. Lee más sobre ello aquí.

Falta de descanso

A menudo hacemos el bruto y tocamos demasiadas horas seguidas sin descansar. Ya hablamos en otro post de la necesidad del descanso, no sólo para el cuerpo, sino también para la mente. Tocar es un ejercicio físico de precisión, para el que utilizamos músculos pequeños. La mayoría de nuestra musculatura (piernas, torso…) se está encargando de mantener nuestra postura mientras ensayamos. Esos músculos necesitan moverse cada hora, relajarse, dejar que la sangre circule. Estar estáticos provoca una mala circulación sanguínea, que a su vez causa contracturas y otras lesiones.

Calentamiento

A estas alturas del post, es posible que te estés preguntando: Si yo no cometo ninguno de los tres errores anteriores, ¿por qué a veces tengo dolores y problemas? Probablemente sea porque no calientas antes de tocar. Los músculos y los tendones sin calentar tienen una elasticidad reducida y una circulación sanguínea limitada. Si te pones a tocar sin realizar ningún calentamiento previo, estarás forzando unos movimientos para los que tu cuerpo no estaba avisado. Un mal movimiento y te fastidias un tendón o te da un tirón en el músculo.

Estiramientos

Si es importante calentar antes de tocar, también lo es estirar cuando acabamos. Estirando ayudamos a mejorar la circulación en la zona, y de esta manera nos llegan a los músculos los minerales que estos necesitan después del ejercicio físico. Si estos minerales no llegan, seremos más propensos a sufrir calambres y agarrotamientos después.

Mala calidad de vida

Por último, pero no menos importante, también la calidad de vida influye. Beber agua, llevar una buena alimentación, respetar unos horarios de sueño y de comidas, alejarnos del estrés o practicar deporte son algunas de las cosas que podemos hacer para evitar lesiones. Hablamos de todo ello en este post.

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Siempre en competencia

Nos guste o no, los músicos estamos siempre en competencia. Es difícil enfrentarse a los sentimientos contradictorios que esta competencia nos puede provocar. A menudo, los colegas se convierten en competidores en un mundo en el que no sólo competimos por ser mejores músicos, sino muchas veces, por un trabajo.

La competencia ya empieza a alimentarse en los años de estudio: por unos resultados mejores, por un papel más importante en la orquesta, por el reconocimiento de los profesores o los compañeros… etc. Empezamos a tener sentimientos contradictorios, no es fácil competir contra amigos y compañeros. Así comienza nuestra andanza por la competitividad de la música, que continúa cuando nos enfrentamos a otros en audiciones y pruebas, o simplemente por el reconocimiento del público.

Sobrellevar la competencia

En la música, la jerarquización está siempre presente. Casi sin quererlo, vamos a estar en continua competencia. Un claro ejemplo de esto: los puestos en los atriles, que parecen asignarnos un valor por delante o por detrás de los demás.

Competir implica soportar cierta presión de tipo social. Al competir por algo, asumimos que si no lo logramos decepcionaremos a nuestro entorno, e incluso a nosotros mismos. Nuestros objetivos pueden interferir con los objetivos de otros, y debemos tener claro que no siempre podemos salir ganando. Por tanto, cuando nos fijamos metas que implican una competición, debemos ser cuidadosos y escoger unos objetivos personales. Por ejemplo: Si vas a un examen no debes plantearte como objetivo “Voy a sacar la nota más alta”, sino “Voy a sacar mejor nota que la última vez”. Si te planteas el primer objetivo, estás implicando el factor competencia con los demás, con lo que será un objetivo más inalcanzable y frustrante que el segundo.

La envidia

La envidia es ese sentimiento que surge cuando uno percibe el mundo como injusto porque otros tienen lo que él quiere. El éxito de los demás en sus carreras no te da ni te quita nada a ti. Cada uno tendrá sus oportunidades y sus logros. No obstante, la envidia es un sentimiento natural que muchos tienen de manera irremediable. A nadie le gusta sentir envidia, es irritante y no soluciona nada. Pero a veces, no podemos evitarlo.

La envidia tiene mucho que ver con la autoestima. La envidia nos pone en contacto con sentimientos de inferioridad. Es por ello que debemos centrarnos en la autoestima para dejar de sentir envidia y comenzar a cumplir con nuestros objetivos.

¿Cómo nos libramos de este sentimiento? Deseamos algo que otro tiene, así que tenemos dos opciones: o aceptamos nuestra realidad o luchamos para cambiarla. Como escribe Patricia Ramírez en BuenaVida “A veces pierde más tiempo criticando, desprestigiando y deseando lo de otros que invirtiéndolo en su mejora. Esa energía sería muy productiva si la gastara en evolucionar.”

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Con la amistad de por medio

Competir contra amigos por cosas que nos importan significa que más de una vez veremos cómo nuestro amigo se lleva lo que nosotros deseábamos. Muy pocos lo reconocerán, pero lo cierto es que no siempre seremos capaces de sentirnos felices por sus logros. El ego es el ego, y no podemos evitar pensar “podría haber sido yo”.

Sin embargo, es importante aprender a alegrarse por las cosas buenas que les pasan a nuestros compañeros. Ponte en su lugar e imagina lo mucho que te gustaría compartir tu alegría con él. Competencia sana, olvidando la envidia y centrándonos en lo bueno que es que un colega consiga un logro en su carrera.

 

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La Fira Valenciana de la Música

He asistido recientemente a los Encuentros Profesionales que se han celebrado en el marco de la Feria Valenciana de la Música Trovam!, en la Llotja del Cànem, Seu de la ciutat, en Castelló, que han tenido lugar del 21 al 24 de este mes.

En calidad de Directora de la Delegación Valenciana de la Asociación de Músicos Profesionales de España (www.ampemusicos.com) he participado de los debates abiertos que se han establecido en dichas Trobades Professionals del sector musical. En los encuentros se explicaron cuatro modelos de festival, el de Música Viva de Vic, la Fira Mediterrània de Manresa, el Festival Monkey Week de Puerto de Santa María, Cádiz y el Court Circuit de Bruselas, Bélgica. 

Me pareció especialmente interesante que los diferentes modelos tenían su propia idiosincracia en lo referente a: dirección artística, tipos de música que se programan y manifestaciones culturales, soporte económico de los mismos e implicación institucional. 

Ha sido una oportunidad excelente de conocer de primera mano y conocer a muchos de los compañeros de profesión que estamos en el mismo barco. Han asistido personalidades relevantes de los distintos mundos que configuran la realidad musical de esta comunidad: gestores culturales, empresarios, discográficas, managers, programadores, cantantes de diferentes estilos musicales, universidad, administración, asociaciones diversas relacionadas todas con el sector. 


Es muy importante y especialmente valioso que se sigan produciendo este tipo de encuentros porque suponen un intercambio de impresiones, información y experiencias que enriquece a todos los presentes. También muy reseñable el proyecto de estudio de la Universidad UJI, del grupo AERT, sobre la industria musical valenciana.

Obtengo como conclusión personal de los encuentros que los músicos deben conformar una especie de frente común para hacer llegar conjuntamente sus demandas unificadas a la administración, que se debe reclamar líneas de ayudas más potentes que fortalezcan todo el tejido empresarial, una industria musical fuerte y se ha de trabajar mucho en la normalización de los estilos musicales diversos en los estudios reglados... 

El estrés de los músicos

El estrés es la reacción que tiene nuestro cuerpo ante los conflictos. Podemos sufrir, según la web de Sanitas, dos tipos de estrés:

  • Estrés normal: Las reacciones que sufrimos ante una situación puntual.
  • Estrés patológico: El estrés que se prolonga en el tiempo.

Para un músico, el estrés puede presentarse de estas dos formas. De manera puntual cuando debemos enfrentarnos a un concierto o situación similar; y de manera continua cuando nos vemos abrumados por las presiones de nuestro estilo de vida. El tipo de estrés que hoy nos ocupa es el patológico, aquel que nos sobrevuela y del que no nos deshacemos.

Cuando nos encontramos ante una situación estresante, nuestro cuerpo reacciona preparándonos para “luchar” contra cualquier tipo de conflicto. Lo normal es que nuestro propio cuerpo regule de igual manera esta reacción, devolviéndonos a la normalidad. El problema viene cuando el organismo abusa de nuestras defensas usándolas demasiado y demasiadas veces, provocándonos carencias y problemas tanto fisiológicos como psicológicos.

¿Cómo podemos notar el estrés?

Nuestro organismo tiene “vida propia”, y nos habla cuando algo va mal. Si lo sometemos a situaciones estresantes de forma continuada, acabaremos sufriendo malestar y todo tipo de enfermedades. Las primeras afectadas son nuestras defensas, pero también nuestro equilibrio hormonal, nuestro aparato musculo-esquelético y nuestra mente. ¿Qué síntomas debemos tomarnos como señales de alarma que envía nuestro cuerpo?

  • Cansancio generalizado
  • Caída del cabello
  • Sarpullidos y otras reacciones alérgicas anormales
  • Alteraciones hormonales
  • Dolores musculares y tensión en la espalda
  • Dolores de cabeza frecuentes
  • Dificultad para concentrarse
  • Inestabilidad emocional
  • Desgana
  • Boca seca
  • Alteraciones del sueño, como insomnio o dificultad para mantenerse despierto
  • Sufrir infecciones, gripes o resfriados con frecuencia

En general, lo que notamos es que no nos sentimos bien. No estamos necesariamente enfermos, pero somos conscientes de que no estamos ni felices ni saludables. Los días nos pasan delante de los ojos sin tener tiempo para disfrutarlos y sólo sentimos cansancio o dolores.

¿Por qué estoy estresado?

Probablemente, al leer el post te has dado cuenta de que estás o has estado estresado alguna vez. Lo más importante no es sólo darse cuenta de la situación, sino llegar al porqué de que se haya producido para ponerle freno.

A veces tenemos semanas algo más estresantes que otras, en las que se nos acumulan las ocupaciones y nos vemos algo abrumados. Es normal, a todos se nos junta un concierto con el trabajo o unos exámenes con otros y no podemos evitarlo. Mientras que sean cosas puntuales, no tiene porqué haber problemas, porque aunque nos estresemos, sabemos que es una situación que va a pasar en unos días.

Lo que no debemos permitir es que se nos acumule el trabajo y las ocupaciones hasta el punto de ahogarnos en cosas que hacer. Los músicos, especialmente los que no tenemos un trabajo fijo, estamos acostumbrados a depender de trabajos esporádicos. Estos trabajos a veces se nos juntan, nos obligan a viajar y a llevar una vida de no parar. Antes de decirme, ¡necesito ganar dinero! o ¡de algo tendré que vivir! pregúntate si realmente tienes tiempo para vivir tu vida y disfrutarla, o si lo único que haces es ir de un bolo a otro arrastrando el cuerpo.

No sólo la acumulación de trabajo puede acarrearnos estrés, también hay otros factores, entre ellos, la frustración de no conseguir nuestros objetivos. Esta situación se da entre jóvenes músicos que buscan su lugar en el mundo laboral sin éxito. Esto provoca una reacción de ansiedad en muchos, que no ven con claridad su futuro profesional y por tanto, su futuro en la vida.

Stop al estrés

Estos son algunos consejos para afrontar el estrés cuando tienes “mucho que hacer”.

  • Priorizar: Es muy importante determinar qué es importante para nosotros en la vida y priorizarlo. Por ejemplo, si lo que nos importa es la familia, no tiene sentido que nos pasemos el día de un lado para otro sin verlos.
  • Llevar una vida sana: Siempre lo decimos en el blog, pero es un punto muy importante para ser un músico feliz. Llevar unos hábitos de vida saludables: buena alimentación, ejercicio físico, tiempo para nosotros y para nuestros seres queridos, cuidar las horas de sueño…etc. Tenéis muchos consejos sobre el tema en este otro post.
  • Relajarse mediante técnicas: También en Gran Pausa os hemos mostrado algunas. Es muy beneficioso tanto para eliminar el estrés como para mejorar nuestra concentración. La meditación es una buena opción.
  • Decir no cuando tengamos que hacerlo: Si una semana ya tienes trabajo que hacer y te ofrecen algo más, aprende a rechazarlo. No te obsesiones con que se te cierra una puerta por hacerlo, o con que tienes que “cumplir” con todos. Lo importante es que siempre te sobre tiempo para ti, para disfrutar de tus aficiones ¡o de lo que quieras! Las personas que no saben decir que no, a menudo acaban priorizando a todos los demás sobre sí mismos y así no se sienten dueños de su propio tiempo.

Y algunos consejos si sientes ansiedad o frustración por no cumplir tus expectativas:

  • ¿Te has puesto metas demasiado altas? Hazte esta pregunta, porque es posible que te estés frustrando por nada. Los objetivos deben ser siempre alcanzables para poder sentirnos realizados y satisfechos.
  • El presente es lo que importa: Hoy en día la sociedad nos empuja a pensar en los éxitos, en avanzar como persona, escalar en nuestra profesión, triunfar… Y en pensar siempre en el futuro, no en lo que tienes, sino en lo que podrías tener. La realidad es que la vida es el hoy, no el mañana. Nadie sabe qué pasará, pero si te pasas los días martirizándote por un futuro incierto, lo único que cosecharás será infelicidad. Disfruta de tu día a día, aunque trabajes para labrarte un futuro. Pronto hablaremos sobre el Mindfulness, una técnica que te ayudará a centrarte en la contemplación y en el presente.

Lectura recomendada: ¿Por qué las cebras no tienen úlcera?: La guía del estrés

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