Miss Saigón, una travesía de dos años alrededor del mundo, II, por Guillermo Názara Reverter, autor invitado

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Los Ángeles, Hawái e incluso Filipinas; el equipo tuvo que recorrer caminos casi interminables para avanzar en su cada vez más desesperante búsqueda. Un creciente sentimiento de angustia y frustración se iba haciendo poco a poco con cada uno de los creadores; la impotencia y la rabia que sentían por no haber encontrado todavía a esa chica no dejaban de aumentar, y los autores comenzaban a temer que, quizás, esa joven simplemente no existiera.

Pero aquel día en Manila lo cambió todo. Después de una pila infinita de eternas y densas audiciones y posteriores rechazos, una adolescente menuda, de rostro aniñado y mirada ingenua, entró en la sala. Llevaba el pelo recogido en una larga coleta negra, y en sus manos portaba una pequeña carpeta que no tardaría en abrir; en su interior, había un cartel de Los Miserables. La joven no se había podido resistir; ansiaba conseguir el papel, pero si eso no era posible, al menos quería volver a casa con el autógrafo de aquel hombre cuya música tanto admiraba. Tras haber satisfecho su pequeña ilusión, Claude-Michel se sentó al piano y le tocó el un tierno dueto compuesto para Kim y Chris, titulado Sun and Moon. Después de interpretar la pieza dos veces más para asegurar de que la melodía le había quedado clara, llegó el turno de la chica; era el momento de demostrar que realmente merecía aquel rol. Ante la fija y atenta mirada de todo el equipo creativo, la joven comenzó a cantar, luchando constantemente contra los nervios que recorrían su cuerpo. Tras entonar el último compás, se produjo un silencio rotundo durante un mínimo instante, que ella vivió como si hubiera durado varias horas. Acto seguido, aplausos y felicitaciones invadieron la sala. Miss Saigón había salido de su escondite y acababa de presentarse a los autores, quienes, exhaustos después de meses recorriendo medio mundo, se dieron cuenta de que su búsqueda había finalizado.

Se iniciaba así un nuevo viaje comprendido entre los muros del prestigioso Drury Lane Theatre. Con tan solo unas pocas semanas antes del primer preestreno, más de un centenar de personas ensayaban durante jornadas kilométricas para dar vida a la exigente pieza de Boublil y Schonberg. Sobra decir que el proceso no fue para nada un camino de rosas; los autores tuvieron que reescribir varios números que no funcionaban, varias piezas de escenografía sufrieron averías y, para colmo de males, un bailarín resultó herido por un decorado durante una prueba técnica. Parecía que la obra estaba destinada al fracaso, sin embargo los autores no iban a dejar que esto les afectara; si algo habían aprendido tras su agotador trabajo en la producción original de Los Miserables, es que no debían dejar que ningún contratiempo los echara para atrás. 

El 20 de septiembre de 1989, el telón de Miss Saigón se elevó ante los ojos de casi 2000 espectadores. En cuestión de un par de horas, cientos de londinenses fueron testigos, incluso partícipes de aquella trágica historia de amor condenada a desaparecer. Tras su devastador final, el auditorio se inundó de aplausos y gritos de admiración procedentes de un público cautivado por el talento de dos grandes artistas que cuatro años atrás ya habían logrado seducirlo en el Barbican Theatre. Su éxito y popularidad eran evidentes y así se demostraría día tras día durante los 10 años que la obra se mantuvo en cartel.

Ahora, 25 años después de su triunfal aterrizaje, esta maravillosa adaptación de una de las más grandiosas óperas de Puccini ha regresado al West End. Después de medio siglo hospedándose en los teatros de las principales ciudades del planeta, no son pocos los premios y reconocimientos que esta obra ha obtenido. Sin embargo, seguramente estas hazañas no son las que más han satisfecho las aspiraciones de sus autores. Después de todo, fue esa mujer anónima y anodina la que les inspiró y empujó a escribir una de sus mejores piezas; fue esa pequeña fotografía en el interior de una revista la que los obligó a seguir adelante durante dos extenuantes años de creación y constantes correcciones; y, probablemente, compartir con todo el mundo esa generosidad y valentía tan poco usuales hoy en día es lo que, en lugar de tantos galardones, les ha hecho sentirse realmente orgullosos. 

Guillermo Názara Reverter
@MrNazara
Canal de Youtube

Miss Saigón, una travesía de dos años a través del mundo, I, por Guillermo Názara Reverter, autor invitado

Agradecemos a nuestro nuevo autor invitado, Guillermo Názara Reverter, esta magnífica crónica del musical Miss Saigon, basado en la ópera pucciniana Madame Butterfly, con ocasión de su reestreno en el West End londinense. Os invito a visitar su twitter y su canal de youtube, que son muy interesantes:

Nunca había sentido tanto dolor como en aquel día...Durante semanas, incesantes sentimientos de culpa y remordimiento acaparaban su mente por completo; no había cabida para nada más que el desolador debate al que se enfrentaba. ¿Cómo afrontar la pérdida de un hijo? ¿Cómo aceptar el hecho de que, en caso de que siguiera adelante, nunca más volvería a verlo? Lo más probable es que, con lo pequeño que era, después de unos pocos años ni siquiera la recordara. ¿Estaba dispuesta a pasar por algo tan sumamente desgarrador? Miles de preguntas recorrían su cabeza a un ritmo frenético, cuestionando cada una de las razones que la habían llevado a tomar aquella decisión. Sin embargo, en el fondo era consciente de que todos esos interrogantes no eran sino un producto del egoísmo, un vago intento por conservar cerca lo que más quería; pero ahora tenía claro que ella ya no era lo más importante...

Aquel día, más temido que esperado, terminó por llegar. Su hijo, al que había criado desde que nació, iba a volar a los EEUU, donde su padre, ciudadano norteamericano, lo esperaba. Jamás lo volvería a ver, pero ese era el precio que debía pagar para garantizarle una vida mejor; una vida de la que ella no formaría parte nunca más... Dominados por una extenuante sensación de tristeza y rabia, los dos rompieron a llorar. El pequeño no lograba entender por qué su madre lo abandonaba, por qué lo enviaba tan lejos de ella. Consciente de que necesitaría años para comprenderlo, ella se limitó a despedirlo y darle sus últimos besos y abrazos; en cuanto el niño subiera al helicóptero, ella ya no podría volver a hacerlo. Con los ojos enrojecidos e inundados de lágrimas, madre e hijo se dijeron adiós para siempre. Así se cerraba un intenso capítulo de más una década de duración; un episodio que culminaba con el fin de la estancia del niño en Saigón; y, en definitiva, un recuerdo cada vez más lejano por el que su madre rezaba para que nunca se disipase de la memoria del pequeño...

Alain Boublil no pudo evitar librase del tremendo impacto que aquella fotografía, tomada tras la Guerra del Vietnam, estaba a punto de propinarle. Aquella mujer anónima había perdido lo que más amaba, y había permitido que aquella desgracia sucediera por una sola razón: asegurar el bienestar de su hijo. Para él, se trataba del mayor sacrificio que una madre podría hacer; un sacrificio que, sin lugar a dudas, debía hacer llegar al resto del mundo. Acababa de gestarse la idea para su próxima obra...

Después del indiscutible éxito que Alain y Claude-Michel Schönberg habían cosechado con Los Miserables, ya nadie se atrevía a poner en duda sus ideas para nuevos musicales. Cuando estos le comentaron a Cameron Mackintosh, su productor, la intención de escribir un romance ambientado en la caída de Saigón, este se vio incapaz de emitir un solo <<pero>>. La historia le había conmovido: una joven vietnamita había perdido a su familia a causa de la guerra y se veía forzada a prostituirse para poder sobrevivir; durante su primera noche en el burdel, conocía a un soldado americano, llamado Chris, de quien, tras su primera noche juntos, se enamoraba.

En cuestión de días, los dos se volvían locos el uno por el otro. Aquella joven, llamada Kim, ya no era un simple pasatiempo con el que olvidar durante unas horas los horrores de cada batalla; se había convertido en algo mucho más valioso; un preciado tesoro que, desde luego, no dejaría atrás cuando tuviera que regresar a su país. Sin embargo, una vez más, la guerra daría un paso al frente para interponerse entre la pareja. El ejército de Ho Chi Min avanzaba con asombrosa rapidez y los americanos se daban cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de vencerlo; debían abandonar Vietnam lo antes posible.

Con tan solo unos pocos minutos disponibles antes de la huida, Chris buscaba desesperado a su mujer, a la que no lograba encontrar por mucho que gritara su nombre una y otra vez. Envuelto en estruendos, chillidos de auxilio y un cielo teñido de rojo, un enorme helicóptero se elevaba sobre el desolado territorio vietnamita. En su interior, junto a otros militares, viajaba Chris, que miraba ansioso por la ventanilla, con el rostro empapado de lágrimas, en un último intento por dar con el paradero de su esposa. No la volvería a ver hasta dentro de dos años, y solamente lo haría durante un breve instante...

Madama Butterfly acababa de renacer por medio de la pluma de Boublil y Schönberg, que en unos pocos meses habían plasmado sobre el papel todo el primer acto. No se necesitó mucho esfuerzo para hacerse con el resto del equipo creativo. Tras un par de llamadas, el show ya contaba con un director de renombre, Nicholas Hytner, además de un coreógrafo, diseñador de producción y director musical. Pero había un pequeño problema que sin duda no iba a resultar fácil de resolver: ¿cómo iban a encontrar a una chica de diecisiete años apta para actuar, bailar y entonar una partitura de bel canto de más de dos horas ocho veces por semana?

Comenzaba así una colosal expedición por varios continentes para hallar aquel extraño talento capaz de dar vida a su tenaz heroína. La primera parada fue bajo los deslumbrantes carteles de neón que anidaban en las fachadas de los titánicos rascacielos de Times Square. En una amplia sala de ensayos con vistas al Imperial Theatre, hogar de los populares marginados de Víctor Hugo desde hacía ya un par de años, se iniciaron los castings para descubrir bajo qué nombre se escondía la tímida pero valerosa Miss Saigón. Sin embargo, salvo a algunos miembros del ensamble, los creadores no lograron encontrar a nadie lo suficiente válido para lo que el show exigía. Estaba claro que dar con la protagonista iba a ser una tarea ardua y extremadamente larga; todavía quedaba mucho mundo por explorar... 

Las actividades didácticas del Palau de les Arts de Valencia

Hemos tenido el placer de conversar con Víctor Gil, responsable de las actividades didácticas del Palau de les Arts de Valencia sobre el tipo de actividades que el teatro está desarrollando para difundir la ópera y la müsica clásica entre el publico más joven.

En el vídeo podréis obtener la información sobre el procedimiento a seguir para asistir con vuestros alumnos.

En la página web www.lesarts.com podréis ver las actividades desarrolladas durante el curso pasado y a partir del mes de septiembre las nuevas para el curso 2014-15 que seguirán la misma línea de este curso. Para cualquier consulta os recomiendo que os pongáis en contacto con Víctor que amablemente os atenderá. 

Se une así, el teatro, a las iniciativas desarrolladas por los grandes teatros de ópera de Europa de promover  iniciativas para dar a conocer la complejidad del espectáculo operístico entre personas de diferentes edades con actividades diversas: ensayos generales, talleres, producciones, visitas, etc.

Desde esra bitácora animamos a la dirección del teatro a continuar con esta labor y a producir óperas dirigidas al público infantil y juvenil que el día de mañana serán el público que llene las salas.


Feliz Día Internacional de la Ópera

Desde hace años se viene celebrando el día doce de mayo el día internacional de la ópera. 

Me gustaría celebrarlo con este vídeo en este post con todos los amantes de este género, que son muchos y muy buenos, y también con los aficionados y diletantes.

Cantantes del siglo XXI: Laura Vila mezzosoprano


¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Las primeras experiencias que recuerdo son por ejemplo cantar inventándome músicas mientras volvía caminando de la escuela, siempre disfrutar mucho escuchando música y aprendiendo canciones o tocar melodías de oído con un pequeño teclado que me regalaron.
¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
Pues siempre me gustó cantar pero como en mi familia no había músicos nunca pensé en ello como una profesión sino más bien como afición.
Siempre canté de aguna manera, de pequeña en "les caramelles" que se hacían por Pascua, en la escuela, con los amigos... Mis padres se dieron cuenta que tenía mucho oído musical y que se me daba bien y con 10 años empecé en el conservatorio, estudié violoncello y solfeo, cuando empecé con harmonía me agobiaron tantas normas (pasaba una época un tanto rebelde entonces) y lo dejé todo para que mis padres no gastaran tanto dinero en mi. Estudié Bellas Artes y luego me di cuenta de lo importante que era para mi el canto porque siempre estaba cantando pero sólo para mi y por placer. La decisión crucial llegó tras preguntarme seriamente qué quería hacer en la vida... Decidí empezar a tomar clases pero me costó porque al principio no tenía dinero para poder pagarlas y poco a poco, a medida que pude fui entrando en el mundo del canto lírico.

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
Como personas importantes profesores de canto como Joan Ferrer o Dolors Aldea, directores musicales como Elio Orciuolo, Daniel Gil de Tejada o Thomas Sanderling que me han ayudado a comprender mejor la música, directores de escena como Mª Elena Mexía con la que he tenido largas charlas y me gustaría trabajar o Mirna Lacambra que con su labor en els Amics de l'Òpera de Sabadell ha descubierto y ayudado a comenzar a tantos cantantes.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Me gusta mucho el jazz y sus vocalistas; gente como Sarah Vaughan, Abbey Lincoln o Ella Fitzgerald. En el terreno de la ópera cantantes como Shirley Verrett, Leontyne Price, Marilyn Horne, Tatiana Troyanos, Susan Graham o Ewa Podles pero hay muchos y muchas más que me interesan. Lo que me atrae de un interprete es un color de voz, una técnica pero que sobretodo después vaya más allá de eso y sea capaz de llegar al corazón del público.

¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
Aún soy joven!! Me gustaba mucho el jazz y soñaba con ser cantante de ese estilo pero a los 25 o así descubrí la ópera y me dí cuenta que mi voz encajaba mejor. En general siempre he disfrutado mucho estudiando un rol operístico... el que tenga un sentido teatral me encanta pero con las canciones y el oratorio también disfruto. 

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Pues con muchas cosas pero centrado en mi tipo de voz que es de mezzo lírica. Teniendo en cuenta eso puedo hacer repertorio alrededor de ese centro con algo de más o menos peso... En el menos estaría Mozart con el cual disfruto muchísimo aunque por temperamento y incluso por aspecto los papeles más apasionados y un poco más fuertes me van bastante. He disfrutado especiamente cantando Verdi (Amneris en "Aida" o el "Requiem")  y hace unos años Mozart (Dorabella). Entre medio está el repertorio francés que también me puede ir bien como Charlotte de "Werther" pero la gente me dice que sería una buena Carmen aunque yo le tengo mucho respeto y no tengo prisa por hacerla. Ahora estoy disfrutando mucho con Norma (Adalgisa) de Bellini y otros pero creo que mi alma es muy Verdiana.

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Que crees que debería cambiar?
Pienso que la situación de profesionales liberales y autónomos en este país es muy precaria. ¡Pagamos 250 euros por mes aunque no facturemos nada! En otros países se paga muchísimo menos, se puede acceder a prestaciones de desempleo para los periodos de inactividad, está todo mucho mejor organizado y regulado.
De esta manera están obligando a que mucha gente que hace bolos más modestos trabaje en negro con lo que ni cotizan ni aportan a la economía. En España últimamente se está haciendo todo al revés, incluso las reformas parecen ir en contra de toda lógica y del interés general porque definitivamente se busca beneficiar a los más poderosos y no a los trabajadores. Por otro lado la cultura tampoco interesa... es mejor tener un país de gente anestesiada por la televisión y otros entretenimientos.
Creo que hay otros intereses de grupos más poderosos (banqueros, etc) que pasan por delante de los del pueblo. Hasta que no cambiemos eso lo veo todo muy complicado.

¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar? 
Estaré en la próxima temporada de Ópera a Catalunya. Me hace especial ilusión el rol de Adalgisa en Norma. Quiero abrirme a nuevos caminos, lugares y teatros. Hay que hacer audiciones que he hecho pocas y a ver si hay suerte.

¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto?
Que se piensen si realmente es su verdadera vocación. Que se dejen de egos, no hagan caso de las adulaciones y que sólo piensen en mejorar día a día. Que no se conformen y que intenten hacer arte, cantar des del corazón y aportar algo, servir a la música no a sí mismos. Que no se preocupen de los demás, de los concursos, de la competitividad, sino de ser mejores cada día y también como personas, evitando el ego... Creo que la calidad humana también traspasa en el arte y a la hora de trabajar en equipo cuando todos van a una sin divismos se puede hacer magia.

¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música o con el canto?
Para mi la buena música es un lenguaje que habla a lo más profundo de nosotros, la voz una expresión única de cada uno que bien entrenada y con intención puede liberar emociones en uno mismo y en los demás. Juntando música, voz y teatro tenemos la ópera que es una de las artes más fascinantes posibles si se hace con respeto a la música, al público y al teatro. Es un arte de gran poder comunicativo en el cual se pueden dar momentos de placer estético, catarsis y comunión en el público y en los interpretes... De alguna manera lo que buscamos los cantantes es llegar al otro, traspasar, comunicar, que la obra artística con todas sus dimensiones llegue al espectador.


Laura Vila Mezzosoprano