👥 Serrat y Sabina, el símbolo y el cuate


Por: Redacción

Hoy reseñamos un documental musical así llamado, Serrat (el símbolo) y Sabina (el cuate, el amigo), film muy interesante que describe las aventuras musicales hispanoamericanas de este dúo ocasional.

Comienza explicando por qué uno es el símbolo y el otro es el cuate.
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Fran Teno: El público da una energía indescriptible.

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
- La primera experiencia que recuerdo fue con tres años cantando encima de un escenario de un pueblito "La mochila azul"

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
- Hay bastantes personalidades ya que vengo del rock, pasando por multitud de cantantes y cantautores.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
- Un cantante que me influyó muchísimo por su creatividad al componer a sido Alejandro Sanz , pero también he escuchado mucho a cantautores como Sabina , M.Garcia, Ricardo Arjona ..

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
- Intento hacer un repertorio que mueva a la gente pensando siempre en un posible directo, dando lugar a canciones íntimas más lentas también para acabar de nuevo por todo lo alto.

Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional.
- La vez que abrí el concierto de King Africa y Lucrecia que había aproximadamente 15.000 personas, es una energía indescriptible la que te da tanto público 

Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música?
-Me gustaría decir a los lectores en que redes pueden encontrarme:

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Creo que estamos rodeados de genios pero que todavía no somos un país consciente de ello´, Pepa Cases, cantante de pop rock

Hoy tenemos en la serie Cantantes del Siglo XXI a Pepa Cases, actriz, bailarina, docente de artes escénicas, cantante pop…



¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
A mi madre cantando en la cocina y a mi dando vueltas a la mesa cantando con ella y los viajes en familia cantando con mi hermana a dúo desde los asientos de atrás cualquier canción: me las sabía todas!!

¿En qué momento decidiste que querías ser cantante?
Siempre decía que de mayor queria ser cantante, como alaska y profesora de ballet… y mira que casi lo estoy cumpliendo, jajaja
He estudiado música desde pequeña y de mayor me ha gustado mucho cantar pero solo estudiaba voz porque soy actriz. Un día me lancé a cantar acompañando a unos amigos en buenos aires con unos temas de sabina y me atreví a cantar un tema mío que componía por placer. La semana siguiente volví a cantar con ellos y el público me pidió el tema que había escuchado una semana antes y todos cantaban el estribillo conmigo como si fuera un hit!! Fue tan alucinante que pensé que no era tan mala idea y cuatro locos confiaron en mí…

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
Bebe, por supuesto joaquín sabina y fito y fitipaldis, también estopa y hasta la copla de toda la vida!! Me gustan las canciones que cuentan cosas y los artistas que buscan la poesía en sus letras.
¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Me gustan los músicos que conozco en persona porque no solo los admiro como artistas sino que además conozco su talento de cerca y sus dificultades para vivir de la música pero los más favoritos son los míos: héctor tirado, darío díaz y tico porcar. 
 
¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
Como buena alumna de la danza clásica soy fiel a tchaikovsky.

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Pop rock
Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional (en algún curso, o concierto...)
No es anécdota, es más una experiencia personal… y es que mi interés absoluto por la voz empezó por mis problemas de afonía y aunque parezca incríble, el no poder ni tararear durante un largo tiempo me hizo cuidar la voz y valorar lo importante que es no solo para cantar sino para comunicarnos.

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes?
Creo que estamos rodeados de genios pero que todavía no somos un país consciente de ello. Y digo “todavía” porque confío en que llegará el día que nos valoren y nos tengan en cuenta, puede que el día que nos declaremos en huelga y no exista la música nunca más, ¿te imaginas un mundo sin música? Nos volveríamos locos!! Jajaja
Es el momento de las oportunidades, de resurgir, de redescubrirnos… y la música es la más poderosa de las artes para hacernos revivir.

¿Qué crees que debería cambiar?
¿cambiar? Nada, creo que todos deberiamos crecer, evolucionar… pero pa’lante y no pa’trás!!
¿qué proyectos musicales tienes en mente realizar?
De momento presentar mi segundo disco “mi otra yo” en todos los teatros que pueda y no dejar de componer para que llegue un tercero. 
 
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto?
Que la formación constante es básica, que luchen por lo que creen porque nadie lo hará por ellos y que disfruten de lo que hagan cada día porque ser artista no es una profesión sino un modo de vida que hay que asumir y a la vez, agradecer.

¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música o con el canto?
Que yo empecé en la música y sigo en ella por casualidad y a la vez, creo que las casualidades no existen ;)


´Volvemos a los tiempos pasados, si lo permitimos es que lo merecemos´ el rockero Miguel Ríos, de viva voz

Traigo aquí una fabulosa reseña del fabuloso periodista castellonense Manolo Bosch,  el cual recomendamos a los que quieran seguir la actualidad musical de la provincia de Castellón, que amablemente nos ha cedido para publicar en La Brújula del Canto. 

Aquí se vierten muchas de las reflexiones que el cantante de rock&roll Miguel Ríos realizó ayer en la fundación Caja Castellón.

“Cuando decidí retirarme, me preguntaba cómo iba a estar sin el aplauso y el contacto con la gente. Entonces ‘me inventé’ escribir unas memorias y sigo manteniendo ese contacto”.

“Como era el menor de siete hermanos, me tocó obedecer mucho. Por eso luego supe mandar”.

“Con mi padre tuve muy poco contacto. Creo que, exagerando, le vi sonreír cinco veces. Murió cuando yo tenía 15 años. Mi madre sacó la familia adelante y fue fundamental para mi carrera, dejándome marchar a Madrid. Ese salto fue importantísimo para mí”.

“’Mike Ríos’ fue una gran putada en mi vida. Fue una idea de Ricardo Fernández de la Torre, director artístico de Philips, quien me decía que las estrellas debían tener un nombre ‘importante’. En los 60 no sabíamos que Mike se pronunciaba [Maik], sino que lo leíamos como [Mique]. En Granada hay una expresión extendida que es “Mique”, una abreviatura de “mira que…”.
Y allí “pollas” es una palabra que se utiliza para todo, no tiene que ver con el sentido fálico, sino que se usa en cualquier circunstancia. Una de las frases típicas de allí es “mique pollas”. Y claro, a mí se me empezó a conocer como “mique”, por lo que ya no podía volver a mi barrio, porque allí yo era “mique pollas””.

“En 1962, tenía un disco grabado y me tuve que presentar a un examen para obtener el carné de cantante del Sindicato Vertical, el único que podía existir, y así poder cantar. Igual que lo que hace ahora la alcaldesa en las calles de Madrid. Me pusieron a cantar con un pianista que lo más moderno que había tocado era un foxtrot y me suspendieron. Pero allí conocí a Los Relámpagos y con ellos aprobé a la segunda”.

“’Popotitos’ vendió 3.000 discos en 1963, lo que era una cifra increíble. Hice la versión de la versión que hacían los Pop Tops. El triunfo me empezó a llegar con ‘El río’ y ‘Vuelvo a Granada’. En 1966 ya ganaba 1.000 pelillas por actuación y dejé las pensiones. Pero el gordo me tocó con ‘El himno de la alegría’. El productor de Philips, Filippo Carletti, fue quien me dijo que la cantase. Fui a un estudio muy grande y me encontré una orquesta dirigida por Waldo de los Ríos preparándose para tocar. No sabía qué tenía que hacer allí. Había miedo a las críticas del mundo de la clásica, pero fue un premio. Gracias a él, recorrí medio mundo, ligué en varios idiomas y me di cuenta de que no era demasiado ambicioso en cuanto a la pasta, ya que preferí invertirlo bien. A partir de ese momento me preocupé por conocer los secretos de las grabaciones”.

“Yo quería triunfar, lo que para mí era abandonar la pensión en la que vivía en Madrid y tener una casa propia. Raphael tenía fama y yo no. Para explicárselo a mi cuñado, utilizaba el subterfugio de que él hacía música comercial y yo rock and roll. Pero a mí no me interesa la fama. Soy conocido, pero no famoso”.

“Con el éxito te sitúas en una cúspide, pero estás solo. Al contrario que Sabina, la figura del perdedor no me seduce demasiado, pero de la derrota surge la fertilidad creativa. En una carrera larga es higiénico fracasar algunas veces”.

“A mí me sigue interesando mucho pertenecer a la clase social obrera, de la que siempre he formado parte, aunque sé que he ganado más dinero que mucha gente. Pero no me gustaría vivir otra vida de la que he vivido”.

“Especular con lo que podías haber conseguido no es bueno. Lo que he recibido en mi vida es suficiente y, como diría Rosendo, estoy eternamente agradecido”.

“Me he retirado de los conciertos de dos horas. La edad tiene estas cosas, pero sigo haciendo cuatro o cinco canciones acústicas, porque de ‘gola’ no ando mal”.

“En el cine, hice dos películas. Me encontraba bonico, pero no tenía naturalidad. Estaba acostumbrado a mirar a la cámara en la tele, y en los rodajes hacía lo mismo, cuando tenía que hacer todo lo contrario”.

“Ahora mismo, meterme a grabar un disco no me atrae. En estos momentos me atrae más la literatura que la música. Yo soy músico analógico y ahora todo es digital. Además, para grabar música tienes que mover a mucha gente y escribir lo haces tú solo”.

“Mi polémica con la prensa en realidad fue con el crítico del diario ‘El País’ José Manuel Costa durante la gira ‘El rock de una noche de verano’. Él era un ‘pope’ de la crítica musical y en el quinto concierto de la gira no me criticó por la música, ni siquiera hizo referencia a las actuaciones de Leño y de Luz. Me criticaba porque las entradas costaban 800 pesetas y la gira estaba patrocinaba por Kas. Por esos motivos me acusaba de falta de “legalidad”, en el sentido de ser legal en la calle. Yo le dije que él también cobraba por su trabajo y su periódico tenía ingresos por publicidad. Pues bien, desde ese concierto y hasta el último, en cada ciudad a la que llegábamos me preguntaban por lo mismo y yo respondía: “¿por qué no vamos a cobrar por hacer nuestro trabajo, igual que vosotros cobráis por hacer el vuestro?”.

“Leemos las críticas malas y no las buenas. Somos masoquistas. Nos gustan que nos den”.

“Nos están pegando abajo y lo sabemos. Los derechos ganados con trabajo durante treinta años se desmoronan. Están tomando decisiones que no tienen que ver con la crisis, sino con la ideología. La mujer va a perder el derecho de decidir sobre su cuerpo; un guarda jurado, que es una persona como otra, con derecho a cachearte y detenerte; manguera para las manifestaciones… Volvemos a tiempos pasados. Si lo permitimos es que lo merecemos”.