Stradivarius y los luthieres de Cremona

¡Hola a todos/as!

Hoy quería compartir con vosotros un vídeo que trata sobre Stradivarius y los luthieres de Cremona. Es del canal de Youtube de Música Antigua con Víctor Sordo. Colaboran grandes intérpretes como Cibrán Sierra, Daniel Pinteño,  Guillermo Turina, Josetxu Obregón o Jorge Jiménez.

Este vídeo trata de la fabricación de instrumentos de cuerda en Cremona en los siglos XVII y XVIII y de porqué son los mejores que se han fabricado nunca.

Cremona

El violín tuvo un orígen difuso, del cual hay muchas teorías diferentes. Se sabe que los primeros violines de 3 cuerdas datan de 1542-46 y los de 4 cuerdas de 1555 aproximadamente. En 1560 la mecenas Catalina de Médici hizo un encargo para fabricar violines para una orquesta de 40 personas. Estas fechas demuestran la rápida evolución y el éxito que tuvo en un principio. El compositor Claudio Monteverdi (1567-1643) fue uno de los primeros en difundir el uso del violín en sus obras.

Claudio Monteverdi- Bernardo Strozzi

La primera familia de luthieres de prestigio en Cremona fue la familia Amati. Andrea Amati (1505-1577) y sus hijos establecieron la familia de los instrumentos de cuerda tal y como la conocemos ahora. Nicolò Amati (1596- 1684) fue el más prestigioso y el maestro de Andrea Guarneri y de Antonio Stradivari.

Nicolò Amati- Lecurieux

Durante el Barroco el desarrollo de la música para solista hizo que se buscara una mayor potencia en el sonido del instrumento. Esto también repercutió en el desarrollo del arco, el cual va aumentando de tamaño, se cambia la curvatura hacia dentro y también la forma de la cabeza.

Evolución del arco

Antonio Stradivari (1644-1737) empezó colaborando con Nicolò Amati. En 1684 funda su propio taller donde construye unos 1150 instrumentos de los cuales 450 son violines. Tuvo mucho éxito inicialmente en su taller y gracias a eso se pudo permitir realizar experimentos en la construcción del violín. Hizo modificaciones en la forma del violín, en el mástil, en los espesores de la madera, en el barniz, ... Los mejores violines los construyó entre 1720 a 1725. El último violín lo construyó con 92 años. A partir de 1730 se dice que los instrumentos eran construidos por sus hijos y eran inferiores. Trabajó durante más de 70 años.

Monumento a Stradivari en la ciudad de Cremona

Todos los violines tienen una peculiaridad y es que cuanto más se tocan mejor suenan. Se aprecia mejor su calidad cuando los oyes de lejos. Es muy destacado el cuartero de cuerda fabricado por Stradivari del Palacio Real de Madrid

Primer violín de la Colección del Palacio Real de Madrid

En cuanto a las maderas, para la construcción de los violines se emplean maderas duras para la tapa (abeto) y blandas para el fondo (arce). En la época de Stradivari se extraía la madera de abeto de los bosques del norte de Italia y la madera de arce venía de Turquía. Se dice que la madera empleada por los luthieres de Cremona estuvo afectada por un efecto climático llamado Mínimo de Maunder o "Pequeña Edad de Hielo" que tuvo lugar entre 1645 y 1715. Durante esta época hubo una bajada muy fuerte de las temperaturas lo que influyó en la densidad de la madera de los árboles. También existe el mito de los barnices que empleaba, de excelente calidad, de los cuales aún no se conocen todos los componentes. 


Antonio Stradivari- Viktor Bobrov

Giuseppe Guarneri del Gesù (1698-1744) formaba parte de una familia de luthieres siendo él el miembro más destacado. Su abuelo Andrea Guarneri fue discípulo de Nicolò Amati. Tuvo una vida muy desordenada y caótica. Sus violines son muy diferentes de los de Stradivari. Tuvo una vida productiva fue bastante corta, sobre si la comparamos con la de Stradivari. Sus instrumentos rivalizan en calidad con los de Stradivarius. Realizó también muchos experimentos en la construcción. Se dice que sus violines más potentes y robustos.

Violín Il Cannone fabricado por Guarneri del Gesù en 1743

Este violín fue propiedad de Nicolò Paganini, fue su instrumento más querido















Aparte de estas tres familias, durante esta época en Cremona también existieron grandes familias de luthieres como Bergonzi, Ruggieri o Storioni.

A Bergonzi se le considera el heredero de Stradivarius ya que siguió con la tradición. De Storioni se dice que fue el último gran luthier de la Escuela de Cremona. 

Ahora podéis ver el vídeo: 


 

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Tecnología antigua y sensibilidad moderna

Sirena Huang (CC BY-NC-SA TED)En la TED Conference de 2006, Sirena Huang, que en aquel momento era una niña de 11 años, escuchó algunas de las charlas de los otros speakers mientras esperaba su turno. Ya sabemos que el nivel de los conferenciantes es muy alto: en este mismo blog tenemos una muestra en tres entradas con otros tantos TED Talks, además del enlace a un cuarto, relacionados con la educación y la música: José Antonio AbreuKen Robinson y Benjamin Zander, Además, han subido a ese escenario numerosos premios Nobel, personalidades de otras artes, de ciencias o de asuntos globales de gran interés.

También Sirena debía ser consciente de ese nivel cuando subió al escenario, algo que bastaría para poner nerviosa a cualquier persona de su edad (y a casi todas las de otras edades también). Pero ella llevaba consigo un aliado que la reconfortaba y tranquilizaba: su violín, su inseparable amigo desde que tenía 4 años. La niña rompió el hielo interpretando una larga y brillante pieza del violinista y compositor navarro Pablo de Sarasate, Zigeunerweisen (Aires gitanos) (partitura), deslumbrando a los centenares de asistentes tal como prometía el título de su charla (Sirena Huang dazzles on violin).

Cuando acabó la música, Sirena empezó su exposición preguntándose: ¿qué hago yo aquí? ¿qué tiene que ver ésto con tecnología, entretenimiento y diseño? Mediante estas preguntas aparentemente ingenuas e insignificantes, la pequeña violinista nos invita a una profunda reflexión sobre la importancia de la tecnología en las actividades humanas. Veamos lo que pasó.

Esta es una tecnología del siglo XVI, dice la encantadora violinista. Claro está, si hablamos de tecnología descartamos automáticamente lo que no contiene cables y chips y funciona sin enchufarlo a la red eléctrica y sin batería. Todo eso ya nos parece obsoleto. En realidad, el siglo XVI asistió a una evolución rápida y brillante del violín, pero hace ya 3 siglos que esa tecnología no avanza -exceptuando algunas modificaciones de partes accesorias, como el mástil, el diapasón y el puente, además de las cuerdas, sobre todo para conseguir el volumen sonoro necesario en los espacios escénicos modernos- a pesar de la realización de gran cantidad de estudios para descubrir la manera de mejorar lo que parece inmejorable, la tecnología del violín en su forma definitiva, fijada por las escuelas luterísticas italianas de comienzos del siglo XVII, sobre todo por los dos gigantes Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri y sus respectivas familias.

El diseño del violín no ha variado en siglos, nos hace notar Sirena tras unas graciosas bromas sobre sus ventajas (tamaño y peso reducidos y posibilidad de tocarlo sentado, de pie o caminando) con respecto al monstruoso piano, y esa inmutabilidad pone en evidencia un hecho innegable: su diseño roza la perfección.

En cuanto al entretenimiento, la última letra del acrónimo, la característica que tras escuchar a Sirena tocar con tanto desparpajo parecía más evidente en este instrumento, la niña nos advierte: no se puede decir que el violín sea entretenido per se, ya que el primer contacto con este instrumento suele producir un sonido que ella misma no duda en definir horrible y chirriante. Decepcionante, ¿no? Por si no bastara esta advertencia, la pequeña música nos cuenta una anécdota de Jasha Heifetz que, al recibir un cumplido de una admiradora después de un concierto sobre lo magníficamente que sonaba su violín esa noche, el concertista se acercó el instrumento al oído y contestó: “Es curioso, yo no oigo nada”.

En fin, el mensaje de Sirena es claro: los seres humanos tenemos una gran mente, sensibilidad artística y habilidad que pueden convertir una tecnología del siglo XVI y un diseño legendario en un entretenimiento maravilloso.

La intervención de Sirena Huang sigue con la interpretación de otras tres obras: Liebesleid de Fritz Kreisler, Souvenir d’Amerique de Henri Vieuxtemps y el Estudio-Capricho nº4 de Henryk Wieniawski. También hay otra parte hablada en la que, entre otras cosas, nos dice a los adultos, en nombre de todos los niños, una frase de agradecimiento que en este momento me saca los colores por ser totalmente inmerecida y que nos invita a una reflexión todavía más profunda que la anterior. Es una frase que nunca deberíamos dejar de tener presente, en ningún momento del día, y cuanto más poder tengamos en nuestras manos, tanto más deberíamos pensar en ella para no defraudar a Sirena ni a los otros aproximadamente 2.200 millones de niños del mundo:

Me gustaría decir esto en nombre de todos los niños: gracias a los adultos por preocuparse mucho por nosotros y por hacer que el mundo futuro sea mucho mejor.

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