En The Edublog Awards, galardón que premia las mejores bitácoras sobre educación, entre los nominados dentro de la categoría de Best Educational Use of Video / Visual 2009, hay dos blogs españoles: la Bitácora de Aníbal de la Torre y Musical Blogies. Para mi es una alegría muy grande ya que supone un reconocimiento a dos blogs que sigo desde hace mucho tiempo: ambos están en el blogroll de educacionmusical.es desde sus comienzos e incluso anteriormente ya estaban en mi lector de feeds.
Dentro de la blogosfera educativa el blog de Aníbal no necesita ninguna presentación: es una referencia para todo docente que tenga una bitácora. En cuanto a Musical Blogies, el blog de Ignacio Valdés, ya deberíais conocerlo si seguísteis mis recomendaciones para el Día del Blog 2009, el pasado 31 de agosto.
Me temo que es imposible que ganen los dos, pero sí podríamos tener la alegría de ver a ambos ocupar los dos primeros sitios. Y podemos contribuir a que eso ocurra votando antes del próximo miércoles.
EDITO: Acabo de enterarme de que sí es posible que ganen los dos, ya que Musical Blogies está nominado, además de en la categoría citada, también en otra: Best Educational Use of Audio 2009. Venga, a qué esperáis, a votar por los blogs españoles en The Edublog Awards.
EDITO: ¡¡¡And the winner is… Aníbal!!!. Con casi la cuarta parte de los votos emitidos, su bitácora logró superar a los otros 24 nominados. Sin embargo Ignacio no consiguió el galardón porque otro blog, sólo uno, fue más votado, dejando Musical Blogies en un honrosísimo segundo lugar. A ambos van mis felicitaciones más sinceras.
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El mercado central de Valencia se transformó repentina e inesperadamente durante unos minutos en un auditorio. Una voz tenoril se levanta encima del ruido causado por el gentío: es un frutero que empieza a cantar un fragmento de la Traviata, el dúo Parigi, o cara. La sorpresa no acaba aquí: hemos dicho que es un dúo, así la soprano entra cuando lo pide la partitura, acercándose desde otro puesto en el que estaba despachando a sus clientes. Finalizada la sorpresiva actuación, el aplauso del público, sincero y apasionado, cesa bruscamente cuando desde otra zona del mercado se oyen las primeras notas de la escena del brindis de la misma ópera, entonadas por otro tenor, al que se añaden, uno tras otro, más cantantes, hasta llegar a seis en el acorde final.

Hace exactamente 35 años desaparecía uno de los mejores violinistas del siglo XX, David Oistrakh, que había nacido 66 años antes en Odessa, por aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso y actualmente a Ucrania. A pesar de haber sufrido varios ataques cardíacos, siguió realizando giras de conciertos agotadoras y, fue en una de éstas, en la ciudad holandesa de Amsterdam, cuando su corazón dejó definitivamente de latir.